Después de la paliza que nos dieron en Cuba y Filipina. Nos fuimos a
evangelizar estas tierras.
Siendo el 17 de Enero de 1922.
Los Reyes Magos en Niebla, este año tenían anunciado una visita al Centro de las Hermandades de la
Cruz, para premiar con regalos a unos cuantos niños buenos que acuden con mucha
constancia a las clases de religión que se dan en dicho local.
Debido a varias
causas ajenas a su voluntad, los monarcas orientales tuvieron que aplazar su
llegada muchos día, hasta el punto que los niños casi perdían la esperanza de
saludarles este año. Pero por fin has estado aquí recibidos con la mayor
alegría y regocijo por una comitiva de jóvenes y chiquillos de ambos sexos en
el bonito teatro instalado en el referido centro, que estaba totalmente ocupado
por los socios de las hermandades unidas de la Cruz.
La fiesta
resultó muy bonita; hubo música y bailes muy bien ensayados.
Tanto los Reyes
Magos como el público mostraron su satisfacción de la labor artística del
cuadro teatral dirigido por la señora de Whishaw.
La parte musical
estuvo a cargo del competente organista de San Juan del Puerto, don Guillermo Chiappe
que tocó al piano numerosas y escogidas piezas.
Las hermandades están realizando una
hermosa obra que recuerda aquellos buenos tiempos de antaño cuando tales
cofradías se dedicaban exclusivamente a la caridad.
En Niebla hay un
huerfanito de la guerra, un pobre chico de apenas de dos años escasos.
Sus padres se
casaron con 19 años, antes de entrar el mozo en quintas. Cuando el niño tenía
un mes escasos, su padre fue llamado al servicio. Con el disgusto la pobre
madre se quedó sin leche de pechos y el marido, sin un céntimo que dejar en su
casa, vendió lo único que poseía, su
cuerpo y se fue a Melilla por otro quinto de mejor suerte económica que quedó
en su lugar destinado en Córdova.
Estalló la
rebelión de los moros y cogió a nuestro saldado con la columna del general
Navarro en la odisea de Monte Arruit. Desde entonces no se tiene más noticia
de él que la trágica palabra "desaparecido en el combate" y una carta
de su hermano mayor de la chica, destinado también en Melilla y se encuentra
prisioneros de los moros en el antiguo campamento español de Annual, que dice
que no ha visto a su cañado desde aquel día funesto de la traición de las
kávilas.
La pobre viuda mantiene a su hijito y a su
anciana madre trabajando en el campo o lavando cuando sale un jornal. El
Ayuntamiento de Niebla le ha hecho un donativo a ella y a su madre de diez
duros a cada una de las 3.700 pesetas recaudadas en el pueblo para los fines de
la guerra. Pero con cien pesetas tres seres humanos no puedan vivir mucho
tiempo en estos días, y más todavía cuando la infeliz joven padece una
enfermedad crónica que no le permite el trabajo en el campo a la intemperie.
Sin embargo como
ella no es de las que vocean sus penas por el pueblo en general casi no se
había dado de los sufrimientos de esas víctimas de la guerra africana.
Ha querido para los
Reyes Magos y las Hermandades de la Cruz la alta satisfacción de haber iniciado
la idea de proteger a la viuda y al huerfanito.
En la fiesta que
citamos fue presentado el pobrecito niño, y de cuya presencia allí fue
explicada su historia desde el escenario.
La criatura
atraída por los colores vivos de la bandera que llevó unos de los actores, que
cogió una plegadura y grito con su vocecita un "Viva España".
Fue tan conmovedor
el espectáculo que hasta los hombres lloraban. Se puso a votación la
proposición de nombrar al niño "hijo adoptivo de las Hermandades" y
se hizo una colecta a su favor.
Las Hermandades han
nombrado administradores de los fondos recaudados para su hijo adoptivo a don
Antonio Guisado, don Fernando Roldán y
doña Elena Whisaw, para que la pobre viuda pueda dormir tranquila, sabiendo que
hay quien mirará por su hijo si llega el día que ella no pueda hacerlo.
Si hay algún alma
caritativa entre los lectores de La Provincia, que quiera apoyar la obra
patriótica y humanitaria emprendida por una Cofradía obrera, puede mandar su
donativo a cualquiera de los señores arriba nombrados; en el Centro de las
Hermandades de la Cruz de Niebla, a favor de Joselito Toután Macía, hijo del
soldado José Toután Belmonte, muerto en el Monte Arruit por cumplir con sus
deberes para con su patria.
Solo una semana
antes aparece en la prensa: La
humanitaria gestión del rey, antes la vecina de Niebla, doña Manuela Andrade,
no había recibido noticia desde hacia mes y medio, de un hijo suyo, soldado,
que presta servicio en la zona de Larache. Por conducto de la señora de Whisaw
la pobre mujer, hace ocho días informes de digno capellán castrense don Lorenzo
Marín, en Alcazarquivir y anoche llegó un telegrama dirigido a la madre que
dice:
,,Su Majestad el rey
ordena que le comunique que según datos del ministerio de Guerra, el soldado José Carmona Andrade del regimiento
de infantería n.º 9, ha salido del hospital de Larache el día 27 de diciembre,
restablecido".
Se explica el
silencio del muchacho por no saber escribir y por no haber sido hasta ahora
organizado el hospital de la Cruz Roja en Larache, no existiendo allí servicio
de información para tranquilidad de las familias cuyos deudos pelean en
Marruecos.
Más de 400,000
cartas y telegramas por el estilo, salieron de la oficina de informaciones
fundadas por el rey de España en el Palacio Real en favor de los prisioneros
durante la primera guerra europea.
Y el caso se
repite ahora pudiendo las madres españolas darse cuenta de de la intensa gratitud y el hondo afecto que las mujeres de las
naciones aliadas sienten hacia el rey de España por sus gestiones humanitarias.
José García Díaz.