martes, 16 de septiembre de 2025

El Dolmen de Soto y Jesús Fernández Jurado.

 

                                                     


          

        Corría el año de 1981, cuando en primero de octubre, el Arqueólogo den Jesús Fernández Jurado declara en un diario provincial que, a partir del día de hoy, se puede visitar sin problema el citado Dolmen, dado que dentro de poco tiempo la Dirección General de Bellas Artes emprenderá su restauración.

   El Servicio de Arqueología del Instituto Onubense, dependiente de la Diputación Provincial, que comenzó a funcionar en este año en el mes de junio. Siendo responsable de esta sección el citado Jesús Fernández Jurado, arqueólogo de Huelva, que ha empezado sus trabajos en varios de los puntos de interés de nuestra provincia, como son ya el citado Dolmen de Soto, Almonte y en la propia capital de Huelva, aunque los proyectos son muchos, para lo que, a todas luces, es necesario ampliar el servicio.

    “Llevamos muy poco tiempo funcionando- nos comenta a este diario el arqueólogo titular, Jesús Fernández Jurado- y nos queda mucho que hacer porque Huelva, es una de las provincias más rica de toda España en resto arqueológicos. El problema es que aquí no tenemos arqueólogos que permanezcan todo el año trabajando, puesto que tienen más obligaciones fuera de Huelva. Concretamente, sólo, hay dos profesionales de la arqueología aquí, Mariano del Amo, director del Museo Provincial, y yo. El resto sólo trabajan por temporada, aunque poco a poco vamos abriéndonos y preparando los equipos necesarios para acometer las obras”

   En el Dolmen de Soto, la Diputación Provincial subvencionas las diferentes excavaciones que en época estival se organizan, pero sólo mantiene a una persona en su Servicio de Arqueología, la cual se encarga de organizar sus propios equipos de trabajo, que normalmente no cobran por su actividad.

   Una de las primeras obras que cometió Jesús Fernández Jurado fue el adecentamiento del Dolmen de Soto, fue con motivo de la visita que hizo a nuestra provincia el capitán general de la II Región Militar, Manuel Saavedra Palmeiro.

                                                       


            

   El dolmen está situado en el término municipal de Triguero, junto a la altura del punto medio del kilómetro 619 de la vieja carretera a Sevilla, donde hay una desviación que, por un camino de tierra, conduce al monumento megalítico. La visita al dolmen durante este invierno se hace poco posible dada la calidad a las malas condiciones que se encuentran el camino, y la basura que allí se había acumulado. Además, la finca donde está ubicada en una propiedad que es privada.

     “El Dolmen de Soto” es un monumento funerario que se conserva extraordinariamente bien- nos dice Jesús Fernández- que a pesar de sus tres mil años de vida. Se trata de una construcción de piedras verticales sobre las que se han colocados horizontales. Posteriormente fue recubierto con un túmulo de arena por lo que, de lejos, no es más que una pequeña colina.

 Allí los moradores de esta zona enterraban su gente a modo de panteón familiar, a pesar de que aquí hemos encontrados hasta ahora pocos enterramientos.

   “El monumento tiene unas dimensiones-continua- por tres y medio de ancho y la piedra de cierre pesa nada más y nada menos que veinte y una tonelada. Según hemos podidos calcular, los granitos del dolmen debieron de traerlo del campo de Escacena, y otros materiales de Niebla, lo que viene a demostrar las perfectas vías de comunicación de aquellos onubenses y su equilibrada vida social, que les hizo crear esos monumentos, comparables a cualquier catedral.

   El dolmen recibe su nombre de uno de los propietarios de la finca donde está enclavado, llamado Soto, que excavó la zona en 1923. Este avisó al alemán Obermaier que terminó los trabajos de excavación, publicando una memoria que aún hasta el día de hoy es utilizada por los expertos. Según ha podido saber el diario Odiel, en el Ayuntamiento de Trigueros existe un acta del año de 1823, donde ya se cita al “Cabecillo del Zacarrón” como límite de división de parcela de tierras. El Cabecillo no era otro que el dolmen y allí, según dice la leyenda, está enterrado un matemático musulmán, creador de las ecuaciones de segundo grado.

   El dolmen-dice Fernández Jurado- está en muy buen estado de conservación, hasta hace poco tiempo se encontraba lleno de suciedad. Nosotros lo limpiamos de cara a la vista que haría el Capitán General citado anteriormente. Ahora está perfectamente pulcro, y tiene una cancela protegiendo la entrada. Por ello, es perfectamente visitable, gracia a las facilidades de los dueños de la finca. Ahora lo que falta es arreglar el camino hasta la carretera, y darle la publicidad que necesita”.

    Según ha sabido este diario, el proyecto por parte de la Dirección General de Bellas Artes, que ha tomado la iniciativa en las labores de recuperación del citado dolmen, para disfrutar de todos los interesados; ya que todas las formas, cabe decir que en Huelva hay catalogados actualmente más de ochenta dólmenes, repartidos por toda la zona de la Sierra y el Andévalo. Concretamente, el Ministerio de Cultura ha encargado a Fernando Rimó que catalogue y haga una muestra de todos los existente en la provincia.

   Don Jesús Fernández Jurado, falleció el 23 de mayo de 2019, siendo un referente del mundo de la Arqueología, desde los años setenta del siglo pasado como funcionario de la Diputación de Huelva.

 José   García Díaz.

sábado, 13 de septiembre de 2025

El Regimiento de Niebla N º 33.

 

                                                         


     

 

       Era el día 31 de enero de 1734, es cuando se publica la Real Orden de su Majestad Felipe V, siendo este el primer rey Borbón en España, hasta su muerte en 1746.

     Declarando las Ordenanzas sobre la formación de los 33 Regimientos de las Milicias Provinciales, disponiendo a Niebla dentro este número como uno de los más importante del Sur Occidental de España, dentro de una organización militar rural y urbana. Siendo su mayor defensor de este proyecto el ministro don José Patiño y Rosales. Estas unidades estaban formadas para ser reserva barata a el Estado dentro de la infantería y caballería, dado que en aquellos difíciles años Andalucía aportaba la mayoría de los soldados del Ejército Español.

   Su demarcación en el Condado de Niebla, estará a su vez compartida junto con el Regimiento de Sanlúcar de Barrameda, dentro del mismo presupuesto económico del Estado, quien les pagará el salario correspondiente de las tropas, según grado de escalafón que goce militarmente, mientras el vestuario y su mantenimiento correrán por cuentas de los Ayuntamientos.

     En la formación de los citados treinta y tres Regimientos, comprendido en las antiguas Compañías, cuyos Oficiales si fueran actos podrán continuar en el servicio activo.

     Cada Regimiento lo formará un Batallón, y cada uno de ello tendrá siete Compañía, y cada una de ella contará con cien hombres efectivos, con cuatro Cabos de Escuadra; enfrente de ellos un Capitán, un Teniente, Alférez, dos Sargentos y un tambor, que son los que formarán la Compañía de los cien hombres citados.

   La Plana Mayor, de cada Regimiento la formarán el Coronel, y el Teniente Coronel, un Sargento Mayor, y dos Ayudantes, no se contará con el Cirujano ni con el Capellán, dado que pueden ser de más de falta en los pueblos de los partidos.

   Los hidalgos, y nobles que formen este Regimiento serán considerados como militar cadetes, y con dicha distinción estarán siempre formado en las primeras filas, y en los puestos de ventajas.

   Las Compañías se formarán en los lugares de cada partido, a medida de su vecindad, y el repartimiento que les haga los Capitanes Generales, Intendente, Gobernadores o Corregidores entre la gente de más provecho, menos ocupadas en el cultivo de haciendas, los menos golfos, y estén dispuestos acudir donde les mande. El oficial tendrá el sueldo igual que el de las tropas profesionales, los sargentos, cadetes, soldados y tambores, más las comidas. Los mayores de plazas por la edad, o que estén inválidos dentro del Regimiento, gozarán de los mismos beneficios que los activos. Para los sargentos y cabos destinados en los Regimientos de Inválidos, (estos soldados que ya no pueden servir en el combate activo, debido a su edad o bien están mutilados, eran destinados a prestar solo servicio secundario, como hacer guardia, preparar municiones y custodiarlas entre otras actividades de pocas importancias y responsabilidad). y que dentro de su edad no se hallen ya en estado de mucha fatiga, cobraran la paga arreglado al servicio que presten, más su ración de pan.

    Siempre que algún soldado muriese, o enfermara por algún motivo de estas Compañías, mediante la aprobación del Capitán, ordenará al Sargento Mayor, informe al correspondiente Alcalde, e haga informar a la familia.

   Se le confiere a este Regimiento de Milicia, 23,000 fusiles con sus bayonetas, más la pólvora que necesitan, para sus prácticas de tiros estas armas se guardarán en las casas de los Ayuntamiento, si no tuviese pararían al cuartel de Niebla, a cargo de sus Mayordomos, o por personas puesta por cuenta del Ayuntamiento que mantegan sus vigilancias bajo su responsabilidad.

   Para su formación, y practicar los ejercicios de fuego, se Ordena, que cada por tres meses se junten todos los miembros que la forman esta fuerza en el Regimiento de Niebla, donde se alojarán durante tres días señalados por las Mandos Superiores, Sargento Mayor y Ayudante, haciéndoles entregar las armas guardadas en el Depósito, para adiestrar a los soldados en las disciplinas, y en el manejo de las armas, así como la forma de cargarla a las órdenes del cabo y del sargento, donde desde el primer día a “mangas”, de cuatro en cuatro, el segundo por pelotones, y el tercero por hileras, haciendo cada día tres descargas, para lo que hará dar el Comandante General. Intendente, o Corregidor de esta Provincia de Sevilla, la pólvora necesaria y suficiente; donde los referidos Oficiales citados, tendrá que vigilar los disparos y que las piedras pedernal sean de buena calidad.

                                                           


        Estas dos littografías,  cargadas de historia  donde la primera que exponemos es la presentación del Regimiento de Niebla en el año de 1755, mientras en la segunda presentamos un Alféres de dicho citado Regimiento, donde la villa de Bonares, fue un gran surtidor de soldados. Desde el año de 1539, en el Consejo de Justicia de este Regimiento, ya aparece documentado un Capitán de Guerra, Sargentos, Cabos, ballesteros, piqueros, arcabuceros, hasta un manco mutilado ejerciendo de mozo de cuadra.
 Cedidas del Archivo de Pelayo Castillo.

   Los sargentos, contarán bajo su mando cincuenta soldados cada mes para ser revisados, y no podrán faltar a ningún ejercicio, ni podrán recibir ninguna gratificación, en caso de no presentarse serán puesto en mano de la Justicia. Los soldados cobrarán íntegramente los ocho cuartos de pan en especie, junto con el salario diario de doce maravedíes por equivalente de ella, por los tres días de las citadas maniobras, desarrollada en cada tres meses. Todo el Regimiento se juntarán cuando se le ordena para su Revista General, y ejercicio empezando por la Compañía Coronela, teniendo presente la lista de cada una, para ir llamando por ella a cada individuo; para cuyo acto destinará el Intendente un Cuestionario de Guerra, que intervenga en él, y certifique haberle hecho la entrega, con expresión de los soldados que se hayan presentado de cada Compañía.

  Además, deberán de estar preparados este Regimiento, para que tengan vestidos uniformes cuando se junten los tres días, que en cada tres meses que han de recurrir para la revista; quedando siempre un retén para cuando haya que marchar, por motivo de avisos a las costas y frontera. Quedando obligado todos los lugares del Condado de Niebla, el deber de comprar los uniformes del citado Regimiento, que lo componen de la casaca, chupa, medias, zapatos, sombrero, cartuchera, correa, y el saco de cuero para la pólvora.

  Serán exceptuados de prestar servicio de armas, los ministros de la Iglesia, de la Inquisición y de la Cruzada, los anulados por Consejos de Guerra, y por los Tribunales; los notarios de Audiencia, Juzgado, Obispos y profesores, pero sus hijos tienen obligación de servir, igual que a los oficiales de la Casa de la Moneda.

  Los Mayordomos de las villas, los sacristanes, y sirvientes de la Iglesia. También queda exceptuados los labradores de arados de mulas, o bueyes; los maestros de escuelas y gramática.

  De la fuente del Archivo Municipal de Niebla.

  José García Díaz.

 

                                                           

 

 

 

 

 

                                         

martes, 9 de septiembre de 2025

La guerra de Portugal en el Condado de Niebla en 1640.

 

                                                                            


 

      Ya que esta fue conocida como la guerra de Restauración de Portugal, entre los años de 1640-1668, por donde Huelva y el Condado de Niebla, sufrieron daños como territorio fronterizo; los ejércitos de los vecinos portugueses, se dedicaron en más de una ocasión hacer incursiones en muchos pueblos vecinos, para saquear a sus habitantes encimas destruyendo y quemando sus bienes, que en un momento dado llegaron hasta las mismas puertas de las murallas de Niebla, en una simple escaramuza.

   Todo este conflicto, fue motivado por la revuelta y alzamiento portugués en contra el dominio español mantenido desde el año 1580 unidos bajo la misma corona, formando la conocida Unión Ibérica, pero los portugueses quedaron hartos de prestar personal para las levas, y de pagar impuestos a la corona española.

      Es en el año citado anteriormente de 1640, el día 1 diciembre fue el día del alzamiento civil, haciendo motivar a que el Duque de Medina Sidonia, junto con su primo el señor de Ayamonte, se encargara de organizar una repuesta militar desde esta ciudad que era el puerto principal del Condado de Niebla, iniciándose así una dura guerra de baja densidad entra ambos países hermanos que perduró durante 27 años, y que fuertemente quedó en el más grande de los olvidos históricos españoles.

  Al quedar Niebla en el camino que conducía hasta la Plaza de Arma de Ayamonte, tuvo que soportar la recepción de las numerosas compañías de soldados españoles para ponerlos al servicio del Duque, destinados para atacar a los rebeldes portugueses. Dentro de un periodo de tiempo que padecía en decadencia la actual provincia de Huelva, afectado por un descenso de las poblaciones motivados entre otras cosas, por las enfermedades contagiosas como fue la Peste Mediterránea, y seguido que, en cada poco tiempo se producía cambios políticos y sociales, donde los vecinos se debían obligados pagar más tributos, junto con las frecuentes malas cosechas provocadas por las sequías y los temporales, marcaban las vidas locales entre la vida o la muerte.

   Además, el Duque Medina Sidonia se encontraban con la obligación de reclutar más soldados en sus dominios, aplicando aquello de uno por cada 100 vecinos, a pesar que en muchos lugares apenas contaban en aquellos días con habitantes. (Domínguez Ortiz). Dado que en tiempo de la morería Niebla tenía mil alquería o aldeas, (Al-Drisi), y de eso quedó solo para el recuerdo de la historia. En esta ocasión se le ordena a la citada Niebla y a sus lugares, a realizar un padrón de varones mayores de 14 años, y que valgan para participar en esta guerra y que, puedan ser alistado; mientras se concentrará los soldados en ella, contando además que, estos mozos deberán ser atendidos por los Ayuntamientos en sus vituallas, alojamiento y equipamientos, evitando por todo los medios que huyan de sus mandos, quejándose por las muchas veces que han prestado servicio de armas, además de ver la corrupción que mantenían sus oficiales. Seguidamente, se recurre de nuevo a esta Alcaldía, requiriendo sal y vino mucho vino para las tropas, además cebadas y paja para los caballos, mulos y jumentos, para dejarlo completamente en la ruina.

   Igualmente, se le ordena por parte de Vicente Sánchez de la Calle, de la Junta de Guerra de Madrid, que se abonen dos reales diarios a las mujeres casadas con hijos, mientras sus maridos presten servicio en su Regimiento. (A.M.N.) En el mismo Archivo en el apartado de correspondencia de la Alcaldía, ya en el año de 1593, se hace nombrar el Consejo de Justicia del Regimiento de Niebla, como una institución militar con su cuartel.

                                                       


         

  Desde agosto el año de 1637, ya se estaba calentando el conflicto, que provocó en un intento de rebelión en toda la zona del Algarbe, siendo sofocada de inmediato. por el Duque de Medina Sidonia, con las ayudas de la milicia de Niebla, y las demás que se encontraban en su territorio feudad, pero no tardó más de tres después años cuando de nuevo comenzó el estallido en toda la zona portuguesa, provocando unos gastos al Duque, de 350,000 ducados.

    Para encontrar y recurrir información sobre este conflicto, debemos recurrir principalmente a los documentos, que se encuentra alojado en el Archivo Municipal de Niebla, para conocer algunos detalles militares, económicos y sociales ocurridos por aquellos días.

     Con fecha del año de 1646, es donde encontramos un cuaderno que contiene la Orden de Don Francisco Hereda y Alvarado, para que se prepare la caballería y la infantería de la ciudad de Moguer, y de las villas de Lepe, Cartaya, Gibraleón, Trigueros, Beas y Niebla, ante una posible invasión del ejército portugués.

      Sobre 1652.- Cuaderno para formar lista de hombres con armas en prevención de un enfrentamiento contra Portugal, que es donde el Duque estableció su cuartel general para preparar la reconquista portuguesa, contando con un ejército de diez mil hombres desde toda Andalucía. Pero esta operación quedó muy retrasada por su lentitud para concentrar las tropas, ya que no contaban con los suministros que le prometieron desde Madrid.

     Quedando Niebla, y sus aldeas más cerca receptoras de tropas, enviadas desde Sevilla por el asistente García Sarmiento de Sotomayor, como era uno de ellos el Regimiento de Caballería de Andalucía; a parte de los dos mil napolitanos desembarcados en Sevilla, dejando toda clase de incidencias y atropellos por donde marchaban y acampaban.

     Encontramos que se cita que en este lugar de Bonares, teniendo por aquellos años 404 habitantes, cuentan con 43 viudas producidas por las diferentes guerras, y la marchan provocadas por parte de sus vecinos jóvenes para encontrar algún sitio mejor para vivir sus ya difíciles vidas. Es así, cuando el Corregidor don Pedro Plaza Bocanegra, se dirige al Consejo de Justicia y Regimiento de Niebla en marzo de 1642, donde se les pide que recauden más dineros dentro de sus lugares de su jurisdicción, aportando la suma de 11,200 maravedíes, a los ya sufridos moradores como tributo para la guerra.

  José García Díaz.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Cuando el mundo quiso hacer llover en España.

 


                                                                     

   Esto se hizo hace 45 años, en unos experimentos que se proyecto en un hangar de la Base Aérea de Villanubla en Valladolid, y recogido por un diario de Huelva.

    Todo un experimento mundial realizado en la Cuenca del Duero. Sobre la “Maquina para hacer llover”, haciendo bombardean las nubes con ioduro de plata.

   Donde un periodista de Huelva, participa cubriendo la noticia durante una semana en agosto de 1981, informando de esta manera: El hombre no sólo está empeñado en dominar a la máquina, sino también controlar los fenómenos naturales. La regulación del clima sería uno de ellos. Por el momento, producir lluvia artificialmente. En España y, concretamente en la Cuenca del Duero, se investiga esta posibilidad. El estudio realizado servirá de pauta para el resto del mundo. Por ello, científicos norteamericanos, canadienses, soviéticos y franceses. Colaboran con las autoridades meteorológica españolas, entre ellos dos técnicos del Centro de Experimentación del Arenosillo, en  Mazagón, de Moguer (Huelva).

   Todo esto dentro del “Proyecto de Intensificación de la Precipitación”, que surgió a consecuencia de un acuerdo internacional, durante el séptimo congreso de la Organización Meteorológica Mundial en el año de 1975. Allí, se estableció cuando y en que, condiciones se podía conseguir un incremento artificial de lluvia, en una región determinada de nuestro planeta.

   Dieciséis países solicitaron que el experimento se realizarse en sus territorios. Después de una segunda criba, que estudiaron las condiciones de los Estados. Por último, fue escogido España en la provincia de Valladolid y, concretamente en la Cuenca del Duero, el lugar elegido está dentro de una extensión de diez mil kilómetros cuadrados sufrirá las consecuencias, positivas o negativas de la ventura.

  Primero habría que profundizar en la posibilidad del hombre para controlar el clima. Hasta el momento es muy poco capaz. Si el clima pudiera cambiarse artificialmente los países poderosos, hubieran jugado ya esa baza. Sería un elemento más en la discordia mundial.

                                                         


      

   Este escéptico comentario proviene del director general de Meteorología, Amadeo Modesto Hernández, es quien profundiza en los métodos y objetivos del “PIP”. El estudio que se realiza en la provincia de Valladolid ha levantado polémica, sobre todo por parte de los grupos ecologista; objetan… entre otras cosas, que la experimentación influirá negativamente sobre la fauna y flora de la zona investigada y de sus proximidades.

  Concretamente en Valladolid, no se ha producido a experimentarse todavía. Estamos estudiando la física de las nubes y las condiciones necesarias para lograr las precipitaciones. Cuando haya terminado la investigación, lógicamente habrá que analizar la gestión con los sectores directamente afectados. Supongo que el Instituto de Meteorología del Gobierno español actualmente sin tener en cuenta a las personas a quienes se le pudiera beneficiar o perjudicar, unas precipitaciones provocadas en el lugar en que en vez de tener resultados positivos se obtuviera todo lo contrario.

   Provocar la lluvia, consiguiendo la precipitación artificial cosiste en regar con induro de plata la nube previsiblemente adecuado. Se produce un fenómeno de condensación y cae la lluvia de forma controlada. Precisamente la acción del induro de plata y la imposibilidad de regular la lluvia son dos temas conflictivos.

   En cuanto el induro de plata, lo básico es que se insemina en cantidades muy pequeñas. Por otra parte, es un compuesto químico inactivo. Un elemento extraño en la composición natural del aire. Un símil sería acusar que el alquitrán de los cigarrillos va a la atmósfera en el humo y, cuando llueve, cae sobre la gente y puede provocarle cáncer o matarla. En cuanto a la regulación de las precipitaciones, lo primero que tenemos que definir es si podemos conseguir lluvia artificial de forma rentable. Si lo que nos hemos gastados en induro de plata se corresponde económicamente con la que haya llovido.

  Aunque el estudio está a mitad del camino, una empresa privada norteamericana actúa por su cuenta en la lucha antigranizo, también en España.

   Efectivamente. La empresa tiene unos objetivos. Dice que vende un artículo.  Hace un trabajo y el señor que paga recibe el servicio que ha pedido. En estos momentos no hay, control oficial. Es más, yo he planteado ya el tema. Los técnicos agrícolas conocen los daños que determinados fenómenos meteorológico producen y son ellos los que nos marcan las directrices. Casi al final, solicitan un funcionario al Instituto de Meteorología para que vaya a asesorar.

                                                       


            

   Desde luego, nuestra intervención tendría que ser mayor. Mi opinión personal es que estos ensayos que se hacen, con un control claro del programa, no son negativos. También es cierto que no tiene grandes repercusiones económica a nivel de rentabilidad.

    Llega el momento, el citado conocido como “PIP” no parece haber, conseguido los objetivos que, en principio se propuso. En estas fechas finaliza la recogida de datos. Científicos de distintos países se dedicarán a investigarlos y, a final de año, se formarán nuevas decisiones sobre el proyecto.

    De momento, el objetivo previsto inicialmente no ha demostrado que se pueda producir precipitaciones. Esto no es llegar y empezar a inseminar para producir lluvias. Por donde hay un plazo de 6 años para continuar la investigación, dado que este el tiempo que se requiere para que de fruto el citado experimento. Personalmente, dudo de que, hoy por hoy, sea rentable el elemento de precipitaciones artificiales, a nivel general. Pero ello no requiere decir que concretando y estudiando la física de las nubes, no se pueda actuar sobre determinadas, facetas y lograr un provecho.

   Los ecologistas, acusan cualquier intento de dominar a la naturaleza. Según ellos, en Estados Unidos se produjo una catástrofe en la que murieron “más de doscientas personas” por hacer un intento similar al que se desarrolla en la Cuenca del Duero. Provocaron una precipitación artificial con induro de plata, y el resultado fue una gran tormenta de agua que provocó crecidas e inundaciones de la zona en que se llevaron los citados experimentos. Actualmente, hay un proceso entablado contra el gobierno americano.

   Desconozco ese hecho, pero si sabemos que se realizaron diferentes tipos de experimentos en todo el mundo. Por ejemplo, los rusos han inseminado grandes bloques de hielo, en Siberia, con polvo de carbón y han tenido bastante éxito. Los franceses han disipado nieblas en los aeropuertos utilizando una fila de motores a reacción y poniéndolos a funcionar todos a la vez. Pero todos estos experimentos son muy locales. También un experto español opina que es factible actuar en la ladera de un monte sobre un frente nuboso de manera rentable. Se podría provocar una precipitación de nieve, regulándola y transportándola, y de esta forma contribuir apoyar determinadas estaciones de montaña. En principio parece asequible.

  Mil estudios diferentes, se realizan por todo el mundo en busca de dominar a la naturaleza y evitar que la sequía asole a grandes zonas que sufren las más terribles condiciones climatológica.

 José García Díaz.

 

 

miércoles, 27 de agosto de 2025

Cuando la S.U.A. apostó por introducir el cine en su local.

 

                                                         


     

 

    Corría el año de 1981, cuando la Junta Directiva acuerdan la compra de un proyector cinematográfico Súper 8 mm. Conocido en aquellos días como cine familiar, ya que unos cuantos vecinos lo tenían en propiedad para su uso particular, donde se observaba que podía ser de gran utilidad emplearla como una nueva actividad cultural para este centro.

   En el mes de agosto, a propuesta del directivo Diego Barriga expone a esta Junta, que se va de vacaciones unos días, acompañado de su amigo Juan Mantero (que descanse en Paz los dos) con destino a Melilla, por donde podían comprar allí el citado proyector, a bien le informaron del mejor, que en aquellos años existía en el mercado, con un coste de 22,500 pesetas, tras el pago de la Aduana, (este modelo costaba en la Península, 34,000 pts.).

                                               


                    

   El proyector comprado era el Eumig Mark 710 D. donde lo ubicamos en unos de los mejores sitios que disponía este local, la bonita y entrañable en el recuerdo juvenil como era su discoteca.

   Para su estreno, recurrimos al Cine-Club más famosos e importante que había en Sevilla, sobre el cine súper 8 y 16, el conocido como Claret Film, en manos de una Orden Católica, donde nos aconseja su director, un cura progresista que alquilemos la película rusa el Acorazado PotemKin, seguidas de estrenos, como la “Asignatura pendiente”, el Diputado, ambas de José Sacristán, etc., etc. Por donde los asistentes colaboraban con una pequeña cuantía voluntaria, para sufragar los gastos que conllevaban el alquiler de los citados estuches con sus películas, con costes que suponían unas 1500 pts., más los gastos de sus traslados para traerlas y llevarlas.

  Un año después, se abre un nuevo cine-club en la vecina Huelva, donde siguió prestando servicio a esta Sociedad Unión Agraria.

   José García Díaz.

 

 

 

martes, 26 de agosto de 2025

La Guerra de Sucesión, en el Condado de Niebla.

 


                                                                  

 

       Ocurrida entre los años de 1702-1713, según los documentos alojados en el Archivo Municipal de Niebla, donde encontramos una breve documentación, dentro de lo que fue un conflicto internacional por la sucesión del trono de España tras la muerte de Carlos I, que duró los años citados,  y que supuso la entrada de la dinastía de los complicados Borbones en el trono español, poniendo fin al Gobierno de los Austrias, implantando una nueva etapa  de poder, para ser esta misma una copia de la que tenían los franceses, ya que tuvieron mucha suerte, dado que en este País español no se implantó la guillotina.

   Dentro de los documentos encontrado en el A.M.N. en el apartado sobre la Sección de Gobierno, junto con Ayuntamiento Pleno, Actas Capitulares y Quintas que, es donde se encuentra los años que determinaron el tiempo que perduró este periodo de guerra, por donde se dan cabida a los citados documentos bien digitalizados personalmente, por obra del historiador nieblero Pelayo Castillo Palacio, junto con Antonio Bonilla y demás miembros que forman el equipo de investigación de esta ciudad, ya que se encuentra dividido en fondos históricos y administrativo.

     La primera carta viene dirigida desde Cádiz, cuando esta se encontraba sitiada por la flota inglesa junto con la holandesa, en la conocida como la batalla de Cádiz, en el día 23 de agosto del citado año de 1702, firmada por el Capitán General de Andalucía, el Marqués de Bay para el Consejo de Justicia y Regimiento de la villa de Niebla, el Regidor de este Condado don Francisco Pérez Crespo. Pidiendo a todos sus lugares de jurisdicción que aporten un nuevo reclutamiento de levas, que se encuentran en el expediente de Quintas, así como la venta de bienes de propios, pero sobre todo ayuda económica para colaborar a financiar la guerra citada.

   Sobre el reclutamiento forzoso, se escogerán soldados entre los vecinos de este lugar, dentro de cualquier condición que se encuentren, a partir de tener los veinte años cumplidos, deberán tener obligación sin poder poner pretexto alguno para librarse de ello, seguidos también de los hombres casados. Solo  serán excluidos como siempre los nobles e hidalgos, los ministros de la Inquisición, los fiscales, los curas y sacristanes, aquellos menores de veinte años y los mayores de cincuenta ya que se les dicen encima que estos soldados reclutados contarán con la bendición Divina.

      El Alcalde de este lugar y Presidente de las Hermandades, se quejan a este Consejo de Niebla, sobre las aportaciones de vecinos para los soldados, que solo puedan dar para esta campaña dos mulos y un jumento como animales de carga, junto con cebadas y pajas. Ya que se tienen en este Regimiento de Niebla, un Capitán de Guerra Juan García Domínguez junto a  un Cabo con tres ballesteros.

   Este Regimiento, “marcharan a la playa” para incorporarse al de Gilbraleón para trasladarse por la costa hasta la de Cádiz. (Todo esto dentro mi poco entender de las lecturas de las caligrafías, sobre los citados documentos, que se encuentran con mucha suerte en buen estado de conservación).

                                                           


   No tardó mucho tiempo después, cuando la vecina Portugal se alinean con los enemigos de España, por donde de nuevo otra parte del Regimiento de Niebla, tiene orden de trasladarse para Ayamonte para mantener vigilancia contra la frontera portuguesa, y ponerse bajo las órdenes del Capitán General Marqués de la Florida.  Además, se recibe una Real Orden desde Sevilla, una carta sobre la prohibición por parte del Condado de Niebla, para que, todos los pueblos de su jurisdicción, no mantengan ninguna actividad comercial con la vecina Portugal, so pena quedar detenido y puesto a mano de la Justicia. La fuerte presión mantenida por el Ejército español, con la frontera portuguesa evitó el confrontamiento entre ambas naciones.

   El erudito historiador gaditano, escribió en 1880 sobre esta complicada guerra ocurrida en su tierra: Tras la orden del Capitán General de que las milicias estuvieran “prontas para marchar a los parajes donde se le señalare para resguardo y seguridad de las costas de Andalucía por los recelos de que las armadas de Inglaterra y Holanda vengan a estos mares”, de poco sirvió para aguantar la embestida de los cercadores, acompañado de bélicos aparatos, para quedar solo en estruendo de armas, con mucho ruido de guerra y todo diversiones de paz, pero para el peligro que amenazaban, se quedó solo en eso, en un simple amago, y se fueron para Vigo con todo la rapiña y saqueo que hicieron por algunos pueblos costeros, mientras en Galicia le esperaban el oro proveniente de las Indias.

José García Díaz.

viernes, 22 de agosto de 2025

Cuando en la S.U. A. implantó la primera revolución cultural en este pueblo.

 



    Siendo responsable de la Comisión de Cultura, José García Díaz.

   Esta actividad, se realizó el sábado 26 de junio de 1981.

martes, 19 de agosto de 2025

La película prohibida "Rocio"

 

                                                 


        

      Curioso caso de secuestro en plena democracia, de todas las copias de la película “Rocío” publicado el día viernes 12 de agosto de 1981, tras la aprobación de la Constitución de 1978, una vez que se había terminado la censura franquista impuesta al cine.

      MADRID, día 11, según Efe. - Por donde el titular de Instrucción del Juzgado número dos de Sevilla, es que ha ordenado el secuestro citado de todas las copias de la película “Rocio” del director Fernando Ruiz Vergara, y producida por Vicente Pineda. Dicha orden afecta a todo el territorio nacional.

   El film se exhibía actualmente en los cines de Madrid, Valencia y Malaga. En la sala madrileña Pequeño Cine Estudio, se recibió en esta tarde, un telegrama del Juzgado sevillano. La proyección de la tarde fue suspendida de inmediato, y el texto del telegrama ha sido instalado en la puerta de la sala. Se encontraba filmada en los años de 1976 y 78 en formato de 16 mm. Para que luego estrenarse en las pantallas de cine en 35.  Pero lo más curioso de este documental es que fue seleccionado por el Ministerio de Cultura, para el Festival Internacional de Cine de Venecia de este año de 1981.

   Mientras en Málaga y Valencia no han recibido hasta al momento, sin notificación alguna, por lo que su proyección ha sido en principio normal, pero luego tras salir publicada su secuestro, junto con la información ofrecidas por la radio y la Televisión Española, incitaron a muchos asistentes a presenciarla.

    En Huelva, como consecuencia de una querella presentada por una conocida familia de Ayamonte contra la citada “Rocío”, el Juzgado de Instrucción número dos de Sevilla, obligó que no se presentara la película en lo cine de Sevilla, Cádiz y Huelva.

    Quedando a la espera, de que la Audiencia Provincial viera la causa, este documental empezó a exhibirse en el resto de los cines de toda España durante un par de días.

   La denuncia presentada en los juzgados sevillano, la expuso los hijos de la familia de don José María Reales Carrasco, un exalcalde y terrateniente del pueblo   de Almonte, acusando al documental de difamar a su padre, y de ultrajar la romería del Rocío, dado que abordaba la religiosidad y el latifundismo que existían aun, por aquellos años en toda la Baja Andalucía criticado fuertemente a través del citado reportaje; los denunciantes confirmaron que era un grave ataque a la Iglesia, y a las élites asociadas a la romería. Se centraba principalmente, en la represión tomada por los franquistas en los primeros meses de la Guerra Civil contra los vecinos republicanos de este pueblo, aquellos trabajadores sin tierras, pendiente siempre que el señorito de turno le hicieran falta para sus labores, mediante un pequeño salario, que terminaron con la muerte de 100 almonteños, bien reflejado en la película con testimonio de los nombres de los falangistas que cometieron tales atropellos, en aquellos tristes días.

                                                   


     

   La censura, junto con la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, sirvió para el arresto de dos meses de cárcel, y 50,000 pesetas de multa, al director del documental Fernando Ruiz Vergara, más pagar una indemnización de 10 millones de pesetas, en concepto de responsabilidad civil, por delito de injurias graves contra la familia Reales.

   Cuatro años después la película volvió a los cines españoles, con fragmento censurados, para que poco tiempo después apareciera en video en un conocido local de distribución de este pueblo.

   Con el tiempo se supo que detrás de esta Sentencia había una mano negra, muy negra con mucho poder e influencia en las más alta instituciones Cinematográfica madrileñas.

        Donde, dentro las mayores responsables en aquellos días, como vocal de la Junta de Clasificación y Censura de Películas Cinematográfica del Ministerio de Información de Turismo. Ejerciendo además la Jefatura del Departamento de Cine de la Comisión, y Conferencia Episcopal Española, representando a esta Institución en diferentes organizaciones católicas relacionada con el séptimo arte, entre otras muchas y grandes influencias sobre los festivales de cine como el de San Sebastián, Berlín, y Venecia.

   Esta influyente señora, era doña Rafaela Rodríguez Raso, que nació en Bonares el día 25 de abril de 1922, y murió en Madrid el 22 de octubre el día de su Patrona en el año 2006. Historiadora, periodista y critica del cine español, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid.

   Señora, que, como buena católica de este pueblo, ejerciendo en aquellos años su influencia en el mundo del cine; yo no puedo juzgar lo que tuvo que ver con la censura de esta película, por si acaso me denuncian a mí también.

José García Díaz.

 

 

miércoles, 13 de agosto de 2025

El triste final del monumento del Rey Sabio.

 

                                                       


 

 

     Así quedó publicado por parte del erudito cronista oficial de la vieja ciudad de Niebla, don Ramón Ortega Euguerrola hace ya más de cuarenta años, cuando ejercía como corresponsal local del Diario Odiel.

   Era el 15 de mayo de 1981, cuando en las páginas de este citado diario rescatamos el siguiente artículo dentro del apartado titulado como las “Cosas de Niebla”. “Derribo del monumento erigido al Rey Sabio, y en su lugar la construcción de un obelisco”.

       La triste desaparición del citado monumento donado por el Ayuntamiento de Huelva en el año de 1970, por el entonces Alcalde señor don Federico Molina Orta, con motivo de conmemorarse el sexto centenario de la creación del Condado de Niebla por el Rey Enrique II de Trasmatara, que sería erigido en la plaza del Generalísimo Franco, (también conocida como la Plaza de los Peros), donde se terminó de llevarse a efecto esta decisión por parte de la Alcaldía de nuestra ciudad, por haber sido muy afectada en sus cimentaciones por cierta desviación mirando hacia el río.

   Las placas que la adornaban el mismo y los leones, (unos de los símbolos de nuestro estandarte local), han sido depositadas en el local de la Cámara Agraria; como nos teníamos y así lo hacíamos constar en dicho trabajo: “… toda vez que por su volumen y su empaque artístico debe restaurarse con todas las garantías necesarias para evitar cualquier accidente y rotura del mencionado monumento…” “…como así también de otros materiales más dúctiles y livianos, estos daños se han causado y lo que quedado del mismo, las placas, si tendrán que ser arregladas de tal forma, que no quede fisura alguna.

   No ha sido afectados hasta ahora han sido los leones, pero sí el monumento entero que ha desaparecido, (dado que hay que reconocer que el material empleado no era el más indicados), como así también las dos placas que adornaban el mismo, como decimos anteriormente, donde una de las cuales, donde se reproduce parte de la Real Carta de población y concesión de Fuero, dada por el Rey Sabio (en el año de 1300, Era Hispánica, año de Cristo,1262), ha sido partida en un buen trozo en una de sus esquinas; la otra, la de la efigie del monarca castellano, aunque también partida, no afecta para nada al rostro del mismo; confiamos que con un efectivo retoque por persona entendida y competente, puedan quedar bien para volver a ser colocadas en los sitios donde se encontraban en el anterior monumento.

  Esta obra, declarada monumento en su día de gran valor, y con trazos de bellas líneas fue obra del arquitecto don Joaquín Moreno Daza.

   Mientras, el “obelisco” citado que se está construyendo por los albañiles de esta población y dirigidos por el maestro de obras de este Ayuntamiento, Carlos Gálvez Peña (el mismo que dirigió las obras de colocación anterior), ha sido diseñado por el pintor avecindado en esta población, Geraldo Vidal, da una idea de lo que puede ser este monumento al nieto de doña Berenguela, que irá rematado, según nos comunica el teniente alcalde, Manuel Feria García, bien por una bola de cristal u otro adorno, ad-hoc, iluminado en color.

   El material que se está utilizando en esta obra es a base de adoquines pequeños, ladrillo y piedra caliza. Llevará una zona verde, una fuente e ira todo él iluminado; un detalle que no nos gusta, y es que los leones aparecen de espalda al busto del Rey, cuando en realidad deberían ir en sentido contrario, hacia donde mira el conquistador de Niebla.

    Comenta el señor Egurrola, la gran satisfacción que se ha tenido a una propuesta, que se llevó a cabo en el mes de enero del año actual, sobre un pergamino existente en este Ayuntamiento, que deseaba mucho que desear de su conservación, dado la importancia del citado documento histórico.

                                                         


         

   Dado que hace unos días, no ha llamado a su despacho el alcalde señor Gonzáles Moreno, para darnos cuenta, que el viejo marco existente en el edificio del viejo Ayuntamiento que mantenía alojado el pergamino histórico, ha sido sustituido y enmarcado por otro nuevo, habiéndolo construido por Juan Manové Jiménez, vecino local, cuyo marco es de forma sencilla pintado de caoba en madera llamada de “Londres”, procedente de Guinea, cuyo cuadro ha sido colocado en el salón de sesiones, como estaba en el anterior y viejo Ayuntamiento.

   Nos felicitamos de que nuestra idea haya sido tomada en consideración por la Corporación Municipal, y se haya dado a este pergamino el lugar idóneo para su exhibición, donde podrá ser admirado por cuanto vecinos asistan a las sesiones plenarias.

   La historia de otro curioso pergamino, comenzó once años antes 15 de noviembre de 1970, cuando Niebla celebró con gran solemnidad la clausura del VI Centenario de la Creación del Condado de Niebla.”

 Por donde el domingo, salió la procesión por las calles la Patrona, Virgen del Pino, donde su novena la predicó, juntamente con el Cura Váquez Castillejo, el Arcediano de la Catedral de Huelva don Luís Pardo Gil. 

  Los actos celebrados el lunes por la tarde, sobre la inauguración de este monumento del Rey Sabio, comenzó con unas palabras por parte de don José María Segovia, donde a continuación el Alcalde de Niebla en aquellos días, don Manuel Molina entregó a don Federico Molina Orta Alcalde de Huelva, un pergamino agradeciendo la atención de la Corporación onubense. Para terminar, hablando de la Historia de Niebla el señor Egurrola, dejando una gran conferencia fuertemente aplaudida.

  Terminamos, este artículo denunciando por parte del citado señor Egurrola, los destrozos en el monumento a los mártires de Niebla. Dado que hace unos dos años, el monumento que se erigió a nuestro Patrón San Walabonso y su hermana Santa María en la Puerta del Buey. En junio de 1969, al comienzo de los actos de la celebración del sexto centenario de la creación del Condado de Niebla, se encuentra descarnado de la leyenda que lleva el mismo y destrozado casi por completo el pequeño jardín que lleva a su alrededor.

   Reconstruido en el año de 1977 por el anterior Ayuntamiento, se ha vuelto a deteriorar con mayor daño para el mismo, debido, no al tiempo sino al abandonado que se ha tenido aquel lugar y a los niños y algunos mayores que se dedican a destruir todo cuanto de bello y artístico existe en Niebla, dándose una prueba fehaciente de su incultura y falta de civismo.

  Parece ser, según nos manifiesta el citado edil, que será también restaurado, tanto en la leyenda, como el pequeño jardín. No dudamos que una vez restaurado, se mantenga una mayor vigilancia. Sobre todo, en las horas punta del día y de la noche, pues, de lo contrario, volverá a repetirse la destrucción por estos inciviles. Por Ramón Ortega Egurrola, dentro de sus últimas publicaciones al citado diario.

 José García Díaz.

 

viernes, 8 de agosto de 2025

Bonares en la Vicaría de Niebla.

 


                                                                 

 

     Corría por el año de 1750, cuando la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Asunción de esta villa, era la identidad más influyente en la vida social local, tanto políticamente como económicamente, junto a la siguiente Hermandades: las de las Ánimas, las del Santísimo,  de la Vera Cruz y de la Santa María Salomé, seguido de la Fábrica Parroquial de Bonares, cuyos Mayordomos eran a su vez los Regidores locales, que tenían la capacidad de nombrar cada año a los dos Alcaldes Pedáneos entre ellos, o bien persona adepto al sistema implantado.

     Seguido de aquellas órdenes religiosas que tenían propiedades arrendatarias en este término por los vecinos locales, y aquellos de otros lugares, siendo la mayor de ellas las pertenencias que tenía la Fabrica Parroquial de Niebla, y las Religiosas del Convento de Santa Clara.

    Que, para la recaudación anualmente del diezmo eclesiástico, debían de disponer de los medios necesario para esta labor, que se encontraba alojado en la Vicaría de la vecina Niebla, y esta a su vez se debía al Arzobispado de Sevilla, en donde el vecino que dejase de cumplir con este deber, quedaría bajo la pena de excomunión.

    La Vicaría de Niebla, se encontraba clasificada dentro de la vereda morisca, y la formaba las siguientes Parroquias: la de Santa María, la de Santiago, la de San Martín, la San Miguel y la de San Lorenzo en esta villa, seguida la de Palma, Villarrasa, Villalba, Bollullos del Condado, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena del Puerto en su Condado.

     Por donde este pueblo recaudo en este año la suma del diezmo de 3,150 reales, donde ya por si se queda el Cura Párroco con el 30 por %, el Hospital de la Misericordia se queda con el 12, el resto para el Duque y al Arzobispado, la misma cuenta se aplicaba a las 5 parroquias de Niebla, que recaudaban más de 20,000 reales todo un capital en aquella época, donde sin duda los grandes beneficiados eran los veintes eclesiásticos de la Catedral de Sevilla. Mientras la casa de Medina Sidonia, también había cobrado una buena parte de las tercias reales a dos novenos del pueblo de Bonares, juntos con toda las Vicaría de Niebla.

     Quedando otra singular y curiosa pensión procedente de las rentas eclesiásticas, que se daba temporalmente era la “la prestamera” o becas destinadas a los estudiantes pobres, y aquellos que luchaban contra los infieles de la morería, impuesta según alguno estudioso por parte del Rey Sabio, pero la Iglesia que ya por aquellos años, era conocida como Santa y Pecadora, aprovechó que al correr el tiempo se apropió de ella hasta convertirla en beneficio eclesiástico. Por donde la citada “prestamera” pasó a mano de los prelados, donde temporalmente se le abonaban los gastos de los nuevos curas, o aquellos que militaban al servicio de la Iglesia.

     Cuando esta prestamera, se concedía a ciertos individuos como pensión con carácter vitalicia, se le exigía bajo juramento que, dentro de los rezos de las horas canónicas diaria, debía hacerlo con cinco Padrenuestro y cinco avemarías.

      La cuantía, que debía de pagar este pueblo a la renta anual de la citada prestamera, es la misma que se abonó en las rentas pontificales, que supone otro 3,150 real para el buen servicio de la Iglesia Católica y de sus acólitos.

    La fábrica de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de esta villa, junto con sus Hermandades recaudaban unos beneficios económicos como arrendatarios de sus campos agrícolas, juntos con las aportaciones que prestaban y servían a sus feligreses, era la suma de 1,700 reales, donde se quedaban solo con el 11 por % de las llamadas tercias de las fábricas, para gastos de mantenimiento y compra para sus necesidades eclesiástica.

                                                       


          

   Los Curas Párrocos primero de los cinco que había, tenían el derecho de hacer cada año el padrón de sus feligreses, dado queda vecino se le conoce como responsable de tributar, cuando es persona de comunión, es decir que ya ha cumplido la edad de los siete años y se encuentra obligado a confesarse y tomar comunión, ya que en beneficio de la Iglesia se cobraba dos reales por los bautismos, lo mismo con los casamientos que se hacían en las casas de los desposados, y de igual cuantía los funerales.

  Cuando además les quedaban a los Curatos de esta villa, las conocidas “primicias”, que consistía en donar al clero local los primeros frutos quedaban el campo, en canasto por cada cura de la parroquia, las primeras brevas, las uvas, los higos, las granada y demás frutos que daba la temporada, que estuvieran acondicionada a la inclemencia del tiempo, para cobrar además el diezmo sobre las cosechas de los cereales trigo y cebada, todas las semillas, legumbres, carne de cabritos, pollo, gallina, pichones, palomos, huevos, cera, mitas de miel, de las huertas todo lo que produce la tierra, uva, vino y pasas, lana, queso, aceite y aceituna, , bellotas y las tejas y ladrillos, estos impuestos era los considerados como los personales.

      Quedando, aquellos que siembran por primera vez las tierras de baldíos, y tienen además en su propiedad, becerros, vacas, potros, borricos, mulas y caballo. A pesar que este año citado de 1750, este pueblo, junto con toda Andalucía estaba pasando por una fuerte sequía, donde una parte de jornaleros con sus familias pasaron hambre y miseria, tuvieron que colaborar obligados en este año con la aportación de 896 reales.

   Incluso algunos Curas también llegaron a pasar hambrunas, como así se explicaba el Vicario de Huelva, don Antonio Jacobo del Barco “¿Podrá acaso considerarse sin dolor que al tiempo que parecen hambre 30 o 40 clérigos de un pueblo, se enriquezcan 3 o 4 forastero que por favor o fortuna consiguieron las piezas simples que hay en él? Pues a este abuso, digno de toda consideración a V.M. solo se puede ocurrir haciendo beneficiales y pilongos los curatos”.

     Dado que esta situación de pobrezas y miseria que pasaban en ocasiones los Curas, eran sin duda motivado por el mal repartimiento de las rentas impuestas, pero nada comparado con aquellos vecinos braseros que, sin trabajo por falta de jornales, no podían llevarse el pan a su casa para mantener a su familia.

  Dado que en aquellos años el, concepto que había con el “diezmo eclesiástico era una décima parte de todos los frutos, justamente adquiridos, debido a la voluntad del Dios Todopoderoso, en reconocimiento de su universal y su supremo dominio, para que se entreguen a los ministros de la Iglesia”.

    Por este motivo la Iglesia Católica reconocía, a Dios como Donador y Supremo Señor de todos los bienes, teniendo como su gran obra el mantener a los citados ministros de Dios, y después el sobrante para ayudar en el socorro de los pobres.

     En los Archivos de la Catedral de Sevilla, en la Sección II, Mesa Capitular, donde en concepto de productos de la huerta, encontramos las siguientes rentas destinadas al Arzobispo, de los  productos locales, como son las coles, lechugas, rábanos, todos tipos de cebollas, tanto de porretas como de cabeza, llantas o berzas, vinagreras, zanahorias, pepinos o cohombro, todo tipo de calabazas verde o seca, berenjenas perejil, culantro, hierbabuena, nastuerzo, toda clase de ajos, verde o de cabeza, albérchigas, melocotones, brevas, mora, manzanas y ciruela.

  Utilizando fuentes escritas de don Manuel Martín Riego.

José García Díaz.