Corría el año de 1973, cuando el 20 de
noviembre el diario Odiel recogía esta curiosa información:
Los agricultores de Bonares y de Lucena del
Puerto, serán los protagonistas de su propio desarrollo económico.
Mejorando sus
explotaciones con técnicas de cultivo forzado de hortalizas bajo plástico.
(Debemos de recordar, que el campo y las huertas de este pueblo, llevaban
manteniendo parte del Mercado de Abasto del Carmen de Huelva durante muchos
años, hay documentación de subasta de entrada de frutas en el A.M.H. desde
1875, al mismo tiempo sus hortalizas abastecían toda la zona minera de la
Sierra y el Andévalo. Sus viñas, llegó a mantener con sus vinos hasta 102 bares
o zampuzos en la capital huelvana, ya que este pueblo contaba en su tiempo con
86 lagares con sus respectivas bodegas).
El citado diario
sigue comentando: En los últimos años está produciendo una interesante
evolución en los agricultores de la comarca de Lucena del Puerto y Bonares.
Los cultivos hortícolas
tradicionales al aire libre, están dando paso a modernas técnicas de cultivos bajo
túneles e invernaderos de plásticos. El cultivo forzado en estos dos pueblos
comenzó hace más de dos años, cuando los jóvenes conocidos como los del “Plantel
de Extensión Agraria de Lucena del Puerto, que se encuentran asesorados por el
agente de Extensión Agraria de Bonares, la necesidad que se tiene de introducir
en sus alternativas de cultivos, las nuevas técnicas junto con las nuevas
semillas preparadas que permitieran aumentar la rentabilidad de sus
explotaciones.
Se inició entonces,
la construcción colectiva de un pequeño túnel semicircular para el cultivo de
pepinos híbridos Saticoy, cuya variedad no suele amargar nada en absoluto, los
que le hacen atractivo para su exportación y determinados mercados nacionales.
Pero en cambio, para los mercados locales los lugareños los prefieren que
tengan indicios de sabor amargo. Con el sistema citado se obtienen como secuencia
de este cambio una experiencia altamente positiva: -donde es considerable el
aumento del doble de la producción- antelación de dos meses en la recolección
con respecto al cultivo normal y por tanto unos precios más remuneradores.
A la vista de los
resultados obtenidos por los jóvenes al siguiente año un pequeño grupo de
agricultores iniciaron el cultivo en los túneles citados con esta variedad
selectas de pepinos, le siguen los tomates, los pimientos, calabacín y judías
con resultados técnicos y económicos muy superiores a los que venían
tradicionalmente obteniendo.
Estos túneles
primitivos se han ido sustituyendo por otros de mayores dimensiones que
permiten un trabajo más cómodo y por invernadero. Para estas construcciones los
agricultores utilizan todos los recursos a su alcance, como son las varetas y
palos de eucaliptos, cañas, alambres, etc., que permiten con muy poco desembolso
mantener unas altas productividades por unidad de superficie.
Actualmente el incremento
de estos cultivos es notable, habiéndose triplicado en este año las construcciones,
con respecto al año anterior, siendo el tipo de construcción más común el
invernadero-túnel de varetas de eucaliptus o las gavillas de hierro de 18 mm. de
sección semicircular y con unas dimensiones medias de 30 a 50 metros de
longitud, 5 metros de anchura con 2-40 metros de alto, recubiertos con plástico
transparente de 400 galgas.
Los cultivos que
mejor se ha adaptado han sido los pepinos, los pimientos, las judías y los
tomates, con producciones que, a veces, triplican las obtenidas al aire libre y
obtenidas en fechas distintas que hacen que los precios sean fácilmente
superados.
En esperar que estos
cultivos sigan en auge y mediante el esfuerzo de todos, y se consiga que la
zona costera de Huelva, que dispone de un clima privilegiado para este tipo de
cultivos, sea productora de estas hortalizas que, por su calidad, rendimientos
y precio supongan una entrada sustancial de ingresos en las explotaciones de
los hortelanos de Lucena del Puerto y Bonares.
El esfuerzo inicial
de unos jóvenes, secundados por el espíritu de superación de los agricultores
adultos de esta comarca están siendo los pilares de un alentador desarrollo
agrícola en los campos de Huelva.
En este pueblo,
nunca se ha tenido del todo en cuenta la gran labor desarrollada por estas
citadas Oficinas de Extensión Agraria de Bonares, de las pocas adjudicadas por
el Ministerio de Agricultura del anterior régimen en toda la provincia de Hueva,
ya que el peso que ejercía este pueblo en la Comarca, era de gran importancia
en el mundo de la agricultura. Por donde sus peritos consiguieron convencer a
los vecinos locales, con mucho sacrificio de la importancia que tenía el
cultivo de las fresas en la economía local para su futuro, como así quedó bien
demostrado en este pueblo.
José García Díaz.