viernes, 26 de diciembre de 2025

Los pleitos sobre Niebla.

 


            

    Los pleitos y sus consecuencias, mediante la sentencia de la Audiencia Territorial de Sevilla, favorable a la ciudad de Niebla por el ilustre cronista don Ramón Ortega Egurrola.

   Corría el mes de julio del año de 1982, cuando como corresponsal del diario Odiel, se hace cargo sobre los numerosos pleitos que se han incoado contra nuestro Ayuntamiento a lo largo de siglos a causa de los “Baldíos de Niebla,” y que ya son de dominio público, existe uno que fue iniciado en estos últimos años, en los que se ha luchado por la posesión de dieciocho fincas de pan sembrar, por unos ochentas, y dos hectáreas propiedad del Ayuntamiento de Niebla, como “Baldios”, las cuales podían ser aprovechadas comúnmente, pero nunca inscrita como propiedad de los que las usufructuaban como pertenecientes a la comunidad.

     Creyéndose ser de interés para los vecinos de Niebla, tanto los nativos como los foráneos y, particularmente aquellos que viven en nuestro término municipal de la sierra Norte, por lo cual publicamos parte del fallo y de algunos considerandos que la Audiencia Territorial de Sevilla ha dictado en el pasado mes de abril, totalmente favorable a los intereses campesinos de la vieja Ilipa.

        En el primer pronunciamiento de dicho fallo, dice que “debemos desestimar y desestimamos la demanda promovida por don Diego Romero Pérez, contra el Estado Español, el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Icona) y el Ayuntamiento de Niebla en manos de su Alcalde don Eduardo González, en cuanto a las acciones reivindicatorias ejercidas por el señor Romero Pérez, respecto a las fincas rústicas señaladas en el hecho inicial de la misma con los números uno, seis, siete, hasta diez y ocho, y en consecuencia, absolvemos de la misma en tales conceptos a los demandados”.

    En el segundo pronunciamiento, se declara mal constituida la relación jurídica procesal y, por tanto, inadmisible la demanda del señor Romero Pérez, en cuanto a las fincas señaladas en el hecho primero con los números dos, al doce, y, en consecuencia, se absuelve a dichos demandados. En cuanto al tercer pronunciamiento, y esto es lo más interesante de la sentencia, se estima en parte las reconvenciones formuladas por el señor abogado del Estado, y Ayuntamiento de Niebla contra el señor Romero Pérez, declarando que las fincas seis, hasta las dieciocho, son de propiedad del Ayuntamiento de Niebla, condenando a don Diego Pérez, a estar y pasar por esta declaración y, en consecuencia se manda que se practiquen en el Registro de la Propiedad de Moguer, las oportunas cancelaciones y demás constancias registrales.

      En el pronunciamiento cuatro, se estima la demanda del señor abogado del Estado contra don Pedro Arroyo Carretero, don José María Mora Membrillo y doña Nicolasa Mojarro Caballero, y se declara propiedad del Ayuntamiento de Niebla, formando parte del monte catalogados como “Baldíos de Niebla” y asimismo de la finca registral 4, 509, inscrita al folio 212, libro 62 de Niebla, inscripción primera de reunión de fincas a hombres de dicha Corporación local, las fincas registrables 2.883.-84 y 85 respectivamente, inscripciones primeras a nombre de don José Mora Membrillo, y la 2,944, al tomo 452 del Archivo de Niebla. Inscripción segunda a doña Nicolasa Mojarro Caballero y, en su consecuencia, se ordena de la cancelación de tales inscripciones practicadas en el Registro de la Propiedad de Moguer y la constancia de esta declaración mediante el asiento correspondiente en el folio de la finca registral 4.509, acomodando el Registro de la Propiedad de Moguer a la realidad jurídica extraterritorial.

    Se dice en uno de los considerandos que quienes crearon aquella suerte de apariencia jurídica de la que no pueden beneficiarse válidamente el señor Romero Pérez, que tanto por su condición de notario que fue de dicha ciudad de (Valverde), como por haber desempeñado también el cargo de alcalde de la misma, como por su amplia y bien cimentada preparación histórica reflejadas en su meritada obra “Un pueblo colonizador”, y en resumen, porque conociendo perfectamente todas las vicisitudes y circunstancias que concurrían en los “Baldios de Niebla”, que puede predicarse del mismo ni la “creencia” a que alude al artículo 1.950 del Código Civil, ni la “ignorancia” a que se refiere el artículo 433 del mismo, anverso y reverso de la buena fe según dicho Ordenamiento Civil, por donde el señor Romero Pérez, no puede ser calificado en el supuesto de que se trata de un tercero de buena fe, abundándose diferentes citas jurídicas entre apariencia y realidad, que no favorece en nada al señor Romero Pérez.

                                                           


       

      De inmediato, se ordena que se practiquen en el Registro de la Propiedad de Moguer las oportunas cancelaciones y demás constancias registrales por parte del señor alcalde de Niebla, don Eduardo Gonzales y por el señor abogado del Estado, y finalmente, estimando también la demanda formulada por éste, en el proceso número 122/1978, contra don Pedro Arroyo Carrero, don José María Mora Membrillo y doña Nicolasa Mojarro Caballero, titulares registrales de las fincas 2,3,4,5 y 12 y accediendo a lo que se pide para concordar el registro de la Propiedad de Moguer con la realidad jurídica extraterritorial.

    ¿Terminará aquí el pleito que ahora se ha fallado la Audiencia Territorial de Sevilla, o se continuará por los demandados valverdeños en el Tribunal Supremo...?

   Casi podemos asegurar que no parará aquí la cosa y se continuará hasta que, en definitiva, el citado Alto Tribunal, siente jurisprudencia, o eso podemos creer, como buenos vecinos que somos los bonariegos.

  José García Díaz.

sábado, 20 de diciembre de 2025

Las Cruces de Mayo como estudio Antropológico.

 

                                                                         


 

 

     Era el 20 de mayo de 1982, cuando por primera vez dentro de las actividades culturales, celebra una deserción dentro del ciclo “Visión Antropológica de Huelva”. Por el profesor don Salvador Rodríguez Becerra, centró las manifestaciones de la religiosidad popular onubense en promesas, exvotos y fiesta.

      Organizado por el Servicio de Publicaciones del Instituto de Estudios Onubenses. Por el cual el conferenciante que es Catedrático de Antropología, analizó el tema de la religiosidad desde fuera del ámbito de las creencias, lo más objetiva y científicamente posible.

   En primer lugar, habló de las relaciones del hombre con la divinidad y las razones que motivan las citadas narraciones. Luego estableció la diferencia entre religiosidad popular y religiosidad oficial, para pasar seguidamente analizar las manifestaciones más comunes de la primera.

     La manifestación de la religiosidad popular que estableció fueron fundamentalmente: las promesas y exvotos y las fiestas con sus Romerías. Exvotos y promesas fueron definidas y explicado el carácter de cada una, y se hizo también, una buena ilustración gráfica de los exvotos de las diferentes zonas de la provincia.

     Las fiestas fueron constreñidas fundamentalmente a romerías y patronales, que son las que en realidad tienen sentido religioso (mientras, la ferias son de origen y carácter comercial). Igualmente, dentro de las fiestas se trató tanto el carácter externo y colorista, como el de la autenticad de la o el paganismo soterrado que en ella pervive. El tema del sincretismo religioso estuvo presente, a la hora de intentar explicar estos fenómenos.

Al final tuvo lugar un coloquio, que vino a poner de manifiesto la problemática que existe a la hora de querer interpretar este tipo de conductas y manifestaciones humanas.

   Años después, el periodista y escritor don Andrés María Segovia publica en un diario un curioso artículo de gran interés cultural, sobre el sentimiento y costumbres que conlleva las Cruces de Mayo, tan enclavada en este pueblo:

   Dentro de las muchas tradiciones del mes de mayo, yo diría más bien que de la primavera, las de las Cruces es una de las que más siente el pueblo. He visto Cruces, romería cruceras, en la Sierra de Aracena, que es toda una lección de tipismo auténtico de nuestra tierra.

   El tema de la Exaltación de la Santa Cruz no lleva desde la misma orilla del mar hasta la alta serranía. Las manifestaciones de esta tradición varían según el lugar, pero a la hora de la verdad todas tienen una similitud en la testificación fervorosa del símbolo de nuestra fe. La Cruz es un altar de una manifestación popular. Yo recuerdo de niño, cuando Huelva tenía Cruces famosas en los castizos patios de vecinos, cómo se celebraban esta fiesta en la que unía el tema religioso, la Cruz, el de los bailes por sevillanas y el gastronómico.

                                                                  


            En esta publicidad del diario Odiel, corresponde a la publicación del día 15 de mayo de 1973, donde se organiza por primera vez, una excursión al Romerito de este pueblo de salida de Huelva, de tan gran éxito que vinieron tres camionetas cargadas de viajeros, paran dejarlos en el pueblo, antes la falta de aparcamiento para estos coches en el paraje del "Corchito". Dado que contó con gran ayuda de los taberneros de este pueblo, que le hicieron mucha publicidad; el pago de ochenta pesetas por viajero, cuando solo hacía un mes el Gobierno, había declarado como salario base mínimo de 150 pesetas no era del todo barato, pero se contó con muchas tabernas, como la de Joselito en la Plaza Niña, que tenía escrito con tiza en su pizarra, la curiosa frase: Si al "Romerito de Bonares va, recuerda que el vino y la caldereta no pagará"
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   No se podía concebir una fiesta de la Cruz, sin las consabidas habas “enzapatás” que, con el vinillo de la tierra formaban un sencillo ofrecimiento a todos cuanto participaban de la fiesta crucera. Nunca podemos olvidar las Cruces en el Brasil Grande y en el Chico, en aquellas viviendas unidas en una calle interior que llamaban “La Argentina” y en muchas casas particulares, siempre en los pisos bajos, donde en cada patio había una Cruz engalanada.

   El muestrario de adornos era muy similar, pues casi siempre las Cruces de Mayo se vestían con flores de papel de distintos colores.

Era, la de Huelva una tradición sencilla y popular, no era de carácter romero como los pueblos de la provincia, o con tan grande suntuosidad como esos maravillosos altares de cruces que se montan en Bonares.

    En el aspecto religioso, no había que pedirle mucho. Era algo testimonial, de corazón, pero existía un rosario llamado de la Cruz, que en algunas casas se rezaba y que no eran más que sencilla y simples jaculatorias repetidas hasta mil veces. Todas estas fiestas citaban, en torno al símbolo cristiano, a familias, amigos, conocidos, pero sobre todo aquellos grandes patios de vecinos reunían a los que podíamos considerar una gran familia.

   Las fiestas de la Cruz, con el paso del tiempo han ido variando. Hoy el mundo es otro y la gente pide otro tipo de novedades festivas. Hoy, las Cruces se convierte en romería llenas de gentío, de caballos, carrozas y de fiesta larga que dura varios días, salvo en Bonares que lo hacen en uno, pero lo viven intensamente.

     La Cruz en algunos puntos, por ejemplo, en Punta Umbría, es llevada al campo donde se le canta y jalea en ritos de ida y traída al pueblo.

   No me atrevería a fijar puntos famosos, pero puedo silenciar las cruces de la Palma del Condado, las de Almonaster y tantas otras que en el Andévalo forman una corte maravillosa de una tradición que no muere porque está dentro del alma andaluza.

       Tiempo de cruces que, es decir tiempo de primavera, de vida que renace, de alegría.,   

    No podemos terminar esta página, si antes reconocer la gran labor desarrollada en este año en el mes de mayo, ante la exposición y conferencia presentada por la joven local, licenciada por la Academia de Bellas Artes de Sevilla, la chica Rocío Bueno Vega, para animarla que siga investigando en tan singular proyecto, como son las Cruces de este pueblo.

  José García Díaz.

 

 

  

martes, 16 de diciembre de 2025

El deterioro del patrimonio arqueológico

 

                                                   


             

 

     En toda la Provincia de Huelva desde muchos años atrás, donde ya metido en el año de 1982, se encuentra una crítica por el abandono que sufre esta materia fascinante enclavada dentro de la Historia y la Arqueología, por parte de don Jesús L. Fernández Jurado del Servicio Provincial de la citada materia, expresada de la siguiente manera en el diario Odiel:

   “Sabido es que España posee un amplio y rico Patrimonio Histórico-Artístico; sin embargo, este hecho evidente parece que pasa desaparecido para la mayoría de los españoles, los cuales sólo se acuerdan de él y se “indignan”, cuando leen o escuchan noticias sobre el robo de obras artísticas y arqueológicas, olvidándose por el contrario de nuestro patrimonio cuando visitan a un monumento y escriben en sus paredes, o cuando se dedican a la busca de tesoros y expoliación de yacimientos arqueológicos, tanto terrestre como submarinos.

       Desgraciadamente, nuestro país no se ha salvado del incremento de robos y expoliaciones por los campos que está invadiendo a todas las naciones, y aunque son muy pocas las que tienen previsto en sus leyes, en el caso de la Arqueología, las sanciones pertinentes que sobre este asunto existe.

    Por el contrario, en España, las legislaciones vigentes en esos años citado no contemplaban la mayoría de las circunstancias que podían dar lugar a la expoliación de nuestro patrimonio arqueológico y los medios que para ello se utilizan.

    La legislación sobre materia arqueológica es antigua y escasa, y aunque en ella se contempla, aunque de forma no muy concreta, la defensa del Patrimonio Arqueológico, ésta no se lleva a cabo con el rigor que la propia ley exige.

      Pero quizá, lo más grave es la falta de atención que la propia Administración del Estado presta a estos problemas, faltando así al mandamiento constitucional que, en sus artículos 46 y 149, establece la defensa y conservación del Patrimonio Cultural, Artístico y Monumental, así como el que la ley penal sancionará los atentados contra este Patrimonio, en el que está claramente integrado el arqueológico.

   Se podrá argumentar que en el Proyecto de Ley sobre Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico 56, 2/f que establece la imposición de multa de hasta diez millones de pesetas para aquellos que realicen excavaciones o exploraciones clandestinas; sin embargo, no parece estar muy acorde este artículo con la realidad, cuando se permite la publicidad de detectores de metales con este objetivo siendo prueba de ello es el anuncio que reproducimos en un diario de Barcelona hace tan solo poco tiempo.

     Y no sólo es que el citado proyecto de ley no mencione explícitamente los detectores de metales destinados a los expolios, sino que las enmiendas que la oposición ha presentado a este proyecto de ley, tampoco hacen alusión al problema, ni a los detectores de metales en concreto.

    Y si lo expuesto hasta el momento es grave, por la proliferación de detectores de metales que está produciendo y que están ocasionando la destrucción de gran número de yacimientos arqueológicos, (sobre todos en el rebaje y construcción de la autopista de Huelva a Sevilla.) no menos grave es que la Administración no cumpla debidamente con sus obligaciones, problema que se acentúa por la falta de coordinación entre los distintos Ministerios y organismos estatales, lo cual da lugar a situaciones como la producida en el conjunto dolménico del Pozuelo (Zalamea la Real), donde las labores de repoblación forestal han dañado, de forma irreparable, a algunos dólmenes con que se presenten las denuncias de estos hechos o de otros similares, sino que se persiga y sanciones a los infractores.

                                                   


               

     Pero desgraciadamente, no sólo es que se incumplan las normativas legales, buenas o malas, actuales o desfasadas que tenemos, sino que tampoco se cumplen los acuerdos internacionales a los que España se encuentra adherida, como es el caso del Convenio Europeo para la Protección Arqueológico, que entro en vigor en España el día 1 de junio de 1975; y ni siquiera se tienen en cuenta las recomendaciones hechas por la Comisión de Cultura y Educación del Consejo de Europa (Comisión en la que España tiene dos representantes), que en julio de 1981, se pronunciaba contra los detectores de metales y la publicidad que de éstos se hace orientada a la búsqueda de tesoros.

      Con todo la anteriormente expuesto no es que queremos pronunciarnos tajantemente contra la venta de detectores de metales, que pueden ser útiles a la Arqueológica, sino contra las personas que hacen un mal uso de ellos, uso que en la mayoría de los casos está encaminado al lucro personal en detrimento del patrimonio de todos los españoles.

      Por todo ello, nuestro objetivo es llamar la atención de la sociedad y de la Administración, a todos los niveles, para que se controle la publicidad, venta u uso de los detectores de metales, para que se actualice y modifique en virtud de las necesidades y peligros que el Patrimonio español, y concretamente el arqueológico corre en estos momentos.”

     Mientras en nuestro pueblo, donde hace ya cerca de treinta años atrás cuando el vecino de este pueblo, Cristóbal Borrero Avilés se encontraba faenando con su tractor las labores de arado de las tierras de los “Bojeos”, hacen sacar las famosas, artísticas y valiosas lápidas de los Obispos visigodos, que fueron rescatada y trasladas por Pepe Gómez, y José María “El Barbero”, donde fueron mantenidas y cuidadas con sumo cariño, para ser después   donadas al Museo Provincial, toda esta gran labor quedó simplemente en esto. Dando motivo a los técnicos de Arqueología, que nos encontraríamos antes los restos de una Necrópolis visigoda, junto con los materiales  superficiales, pero ya está, nada de proyecto de excavación.

      Tan solo ha pasado diez años, cuando un arqueólogo de la Universidad de Sevilla, piden los permisos necesarios para realizar en el suelo del citado campo de los Bojeos, un proyecto para rastrearlo con un Georradar, donde las ondas electromagnéticas, detectaron estructuras y muros en imágenes, todo lo necesario para emprender su excavación, pero aquí quedó, ya que no pudo encontrar los medios económicos para llevarlo a cabo por la Administración, para luego recurrir al Obispado, donde les dijeron lo mismo, agradeciendo su interés.

      La Junta de Andalucía, le confirmó que toda en esta Comunidad hay más de 600 yacimientos de 1º orden pendiente de excavación Arqueológica y los Bojeos, es solo una de más.

Por lo que es lo mismo decir que tanto la Historia, como la Arqueología, no dan los votos necesarios para sus campañas políticas.

José García Díaz.

 

martes, 9 de diciembre de 2025

Atraco al Banco Español de Crédito.

 

                                                             


  

     Corría el año de 1982, cuando el martes día 2 de marzo, dos individuos encapuchados, perpetraron sobre la una y media del mediodía a mano armada de punta de pistola, un atraco en la sucursal del Banco Español de Crédito de este pueblo, ubicado en la calle Esperanza, número 68, y tras reducir a los empleados, se apoderaron de un botín de 912,000 pesetas se dieron a la fuga en un coche Renault 9, con matrícula H–8838-G, que tenían estacionado en las inmediaciones, del banco citado. En la entrada del local los ladrones levaban la cara cubierta por una capucha, y en su huida, los atracadores fueron interceptados por miembros de la Guardia Civil que se dirigían al lugar de los hechos, entablándose un tiroteo (en la hora que los niños estaban recién salidos de la Escuela, y muchos de ellos fueron testigos mudos de los hechos). Los ladrones hicieron caso omiso de la orden de detenerse y respondieron con otros. No obstante, los atracadores continuaron con la fuga en el citado vehículo, que tuvieron que abandonarlo al ser alcanzado unos de las ruedas por los disparos de la Guardia Civil. Posteriormente, los delincuentes se internaron en el campo donde fueron localizados, cercados y reducidos tres horas después a las 4,45 en la zona conocida como el “Coto del Villar” entre Bonares y Rociana. ´

   El primero de los atracadores responde a las iniciales V.M.M. es oriundo del vecino pueblo de Niebla, persona muy apreciada y conocida por muchos jóvenes locales, ya que llegó a regentar un conocido Bar-Pub en la esquina de la Plaza de los Peros, frente al cine local. El segundo es vecino de la villa de Almonte, responde a las iniciales A.T.P. este hombre estaba recién llegado de Nicaragua, tras haber participado como mercenario en las guerrillas de los “Contras”, pagado por los dolores norteamericanos para combatir a los miembros sandinistas del F.L.N.

    Resumiendo, los hechos de nuevo sobre estos dos hombres, que entraron de golpe brusco en la en la entidad bancaria armados con una pistola y una escopeta de cañones recortados. Una vez dentro, los atracadores amenazaron a todos los empleados del banco, donde obligaron a su director a hacerles entrega del mencionado botín, para luego emprender la fuga a toda prisa.

     Fue el momento de dirigirse hacia el coche, que tenían aparcado en el llano, de lo que es hoy la actual Plaza de Andalucía, es cuando fueron interceptados por una patrulla de la Guardia Civil. El vehículo citado anteriormente con matrícula de Huelva, pertenece al cuñado de unos de los atracadores.

      Según un vecino local, se encontró como testigo presencial, cuando este hombre se dirigía a la oficina para realizar una operación bancaria como pudo observar, antes de entrar en el banco, que las personas que se hallaban en su interior tenían los brazos en alto y dos individuos de espaldas parecían amenazarles con alguna arma, por lo que supuso que estaban atracando el banco y se apresuró a toda prisa avisar a la Guardia Civil de lo sucedido. Fue entonces cuando se encontró con un miembro de la Policía Municipal el cual alertó a una pareja de la Guardia Civil que se encontraban de patrulla por el pueblo.

    Enseguida el coche de los ladrones fue interceptado cuando intentaban la huida, y hacer estos casos omisos al alto, es cuando se establece un tiroteo entre los guardias civiles y los malhechores, en el que, según testigos presenciales, uno de los atracadores resultó alcanzado en el hombro por unos disparos.

También en opinión de los testigos allí presentes incluidos niños, a la orden de detenerse por parte de los guardias civiles unos de los ladrones respondieron con un disparo, que estuvo a punto de alcanzar a unos de los civiles, con lo que tuvo que replicarle.

    Sin embargo, los atracadores consiguieron darse a la fuga y la patrulla de la Guardia Civil se dispuso emprender la persecución para darle alcance. Posteriormente, los dos delincuentes tuvieron que abandonar el coche en el que intentaron la huida al haber sido alcanzado, en el momento del tiroteo, unos de los neumáticos y el cristal trasero del coche.

   A partir de este momento, los miembros de la Guardia Civil de este pueblo alertaron a las patrullas de su mismo cuerpo de Almonte y de Rociana para intentar detener a los atracadores que se habían internado en el campo. Los medios desplegados por la Guardia Civil, muy efectivos, acordonaron el lugar para que a las 4 y 15 de la tarde, apresaron a los delincuentes en la zona conocida como el “Coto de Villar”.

    El botín recuperado asciende a 744,000 pesetas, cantidad que no coincide con la del Banco Español de Créditos declaró que fue de 912,000 pesetas, aunque es muy probable que los responsables de la entidad bancaria no realizaron el recuento debidamente, fruto según ellos del estado nervioso de los mismos tras producirse el atraco. (cuando la Justicia firma el inventario del dinero robado, resulta que hay 17,000 pesetas de más en la cuenta, que era propiedad de uno de los gafes atracadores).

    La Policía no descarta la participación en otros atracos en el mismo pueblo de Bonares en la Caja Provincial de Ahorros, otro en Punta Umbría y en Hueva capital, que sigue las investigaciones sobre ellos, mientras estos ladrones pasaran de inmediato a disposición del Juzgado de Guardia.

José García Díaz, y del Huelva Información.

 

 

viernes, 5 de diciembre de 2025

Apuntes y notas sobre la matanza del guarro.

 

                                                     


          

     La matanza casera del cerdo tiene en toda España una gran costumbre sociocultural, derivada de su papel en la alimentación de la conocida clase media rural.

       Las raíces de este significado pueden buscarse en el Paleolítico, según el historiador y sociólogo alemán Arnol Hauser y otros especialistas cuando se observan las pinturas rupestres una magia de índole utilitaria, creada por el hombre con el exclusivo fin de asegurarse el alimento, siendo estos los primeros actos rituales en relación con el ciclo alimenticio humano que encontramos en las páginas de la historia, sin considerar otros ritos dudosos muy anteriores.

      Con el transcurso de los milenios, las actitudes del hombre a propósito de sus fuentes alimenticias van cambiando, merced a la introducción de nuevas tecnologías, que en el Neolítico-domesticad a los animales- despegan espectacularmente para que el mundo alcance una población social y comience a presidir el devenir histórico.

     Por lo que respecta a la matanza como factor alimenticio. En la Hispania romana se harán célebres por todos el Imperio los jamones cerretanos – del Pirineo-, de los cuales ya hablaba con entusiasmo Estrabón. Conservarán su importancia asta finales del siglo III, ya que figuran en las listas de productos, precio y salarios -Edictum rerun venalium- que en su organización general del Imperio público Diocleciano. Tenemos también documentación para la Sierra de Aracena, las matanzas en la época visigoda, naturalmente sin los datos necesarios para reconstruirlas hasta el nivel deseable.

    La invasión musulmana de zona (711-1239), constituye un corte cultural decisivo para las raíces de costumbrismos matanceril, pues sabido es que los musulmanes no utilizan el cerdo como alimento. Hay que esperar a la Reconquista y subsiguientes, para ver de nuevo implantado –e importado- el hábito de las matanzas caseras en la Sierra de Huelva, y ahora, con tal empuje que llevará a Jabugo, Aracena y Cumbres Mayores a los primeros puestos mundiales en cuanto a productos derivados del cerdo.

     Siendo pues finales del siglo XIII y principio del XIV la introducción de la matanza, nos haremos eco a continuación de la sugestiva teoría que nuestros amigos de los Romeros-Jabugo- entre ellos el “poeta de la Sierra” están tratando de documentar, según la cual, unos Rumeo del Pirineo cátalo-aragonés –recuérdense los jamones cerretanos- habrían llegado a principios del siglo XIV a un principios del siglo a un paraje próximo a Jabugo (el actual Los Romeros), estableciéndose allí para dedicarse a la matanza del cerdo.

      Los argumentos que poseemos, en el estado actual de esta investigación, aconsejan por ahora tal hipótesis, ya que todos los elementos, vocabulario, usos y costumbres de la matanza –el cerdo, el hogar, los utensilios y el sacrificio propiamente dicho-, apuntan una vez más a orígenes leoneses, no exentos de influencias bajo extremeñas para esta “fiesta de la alimentación”.

                                                         


   

    De los cerdos o gorrinos, se dice que cuando están mamando son lechones (Los Marines) o pirinos, (Valdelarco, Navahermosa). Si no crecer lo debido respecto a su edad, se les llama agostizos (Fuenteheridos), galaflantes, o que sean quedado como cuínes.

En las zahúrdas o porcina, se crían y engordan los cochinos. El estierco que producen se aprovecha como excelente abono. Comen en el dornajo donde se hartan de rollón, agua, pringa y desperdicios. Para cebarlos se usarán luego castañas, maíz, bellotas, pero caídos y lo corriente hoy – piensos artificiales. Antiguamente, cuando estaban estirando el lomo, iban en piaras al campo conducidos por el porquero o concejil. Este, mientras estaba guardando guarros, los gobernaban dándoles jurrios y golpes con una varita fina de acebuche o de adelfa que cimbreaba.

     Si el guarro carece de rabo o lo ha perdido, se le llama curto. Cuando se quiere evitar que rocen el terreno o jopeen en la puerta de la cuadra, se los coloca una anilla en el hocico y si tiene plaquitas blancas en la papá se les llama marmellados. Sus enfermedades más corrientes. –aparte la terrible peste africana para cuya erradicación tantos esfuerzos la sanidad española, además la morriña, la pesuña, llamada también como la pizota y la triquinosis, triquina, trichina o trianchina, sólo detectable al microscopio del veterinario. Para el engorde se suelen capar, hoy por titulados, antaño también por los capadores.

    Una vez gordos, cuando pesan de 10 a 12 arrobas, más o menos están listos para la matanza. En la casa que se va a matar un guarro, se tiene preparado ante todo un buen lacho de candela; los avíos deben encontrarse en perfecto estado junto a la chimenea: las atenazas, o bien los muelles, el morrillo, un buen tueco de encina sobre el que descansan los palos y las taramas; los llares de las que cuelgan el caldero, en la que el agua hierve a borbotones, el asador para el tocino granilloso, las castañuelas o castañetas, las pajarillas y otras presas que se pueden asar el mismo día de la matanza.

    Las espartillas y la espumadera tendrán también su oportunidad, completando las es trébedes y el badil el ajuar del fuego, que chisporrotea alegremente dando calor a los que van ayudar en la matanza, durante las gélidas tardes del invierno serrano.

    En el patio, o corral -según la casa-, esperan los lebrillos vidriados, los tableros, el banco, el cubo de hojalata para la sangre, los ganchos de abrir y los casos, o bien unos hierros para despellejar llamados respetas. No faltan en el escenario un par de haces de carquesa o de abulagas para chamuscar al guarro, y por supuesto, las herramientas como el cuchillo, el hacha y la chaira.

Tras el sacrificio, el cerdo, ya desangrado y raspado, se tiende boca arriba y mientras varios hombres lo sujetan por las cuatro patas, el matador procede a abrir, rasgando el cerdo de uno a otro extremo. Enseguida se extrae la hiel- que hasta eso se aprovecha del cochino, pues colgada y seca tiene propiedades curativas- Luego se van dando cortes con habilidad, hasta sacar todas las tripas, que van al tablero grande o artesa, donde comienza ir a lavar las tripas al arroyo, o al barranco. Al lavarla se encallan con sal y naranjas y después se hierven en la caldera. El cerdo, ya desprovisto de las vísceras se deja partido en dos mitades en el suelo de la bodega durante 24 horas, para que se enfríe y esté bien tieso al otro día, en el que, de nuevo el carnicero en casa, procede a deshacer, separando jamones y paletas, cortando en trozos el tocino (de papada, panceta y tocino blanco) junto con el espinazo, que sale adherido al rabo, y descuartizando en fin todo el animal. Como las mantas con las costillas, etc.

       La cabeza se deshace también, y se extrae la sesada, con el pectoreo y las orejas.  (como en Bonares y en su Comarca). Toca el turno ahora la operación de picar carne. Esta se realiza bien a mano –a cuchillo, por varios hombres, que revelan la singular destreza de trinchantes-. Las primeras morcillas que se hacen en la matanza son las de los pueblos de la Sierra; luego las de sangre, los chorizos, la morcilla de entraña, el salchichón, el chorizo-lomo en blanco, y el rico lomo embuchado. Para embudar chorizos y morcillas, que se usan en este pueblo desde el medievo, la máquina de embutir, se llama el porro. Su estructura de madera, sus embudos de chapa, su larga palanca y el émbolo de roble o encina le confieren un aspecto de armatoste de otras épocas. Hemos conseguido documentar la aparición de este artefacto, lo más al Norte, en la Sierra de Gata (Cáceres) donde es conocida con el nombre de masón, por donde en la Sierra de Huelva, es donde se utiliza actualmente. En la zona celebres de matanzas más al Norte, como en la Alberca (Salamanca) es desconocida.

    Con hacer de las empellas la manteca blanca y colorada a través del pimiento molido y los chicharrones; luego hay que colgar la chacina de la talanquera para que escurra y freír la higadera o asadura que se conservará en manteca o aceite de oliva, sólo nos falta salar los jamones en la bodega para considerar terminada la popular matanza.

 Por Rodolfo Recio, en Alajar en 1981. José García Díaz.

 

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lunes, 1 de diciembre de 2025

El misterio de las minas de fosforitas.

 

                                                                             


   

 

     Una de las tres de ella, se llamó con el nombre “San Pascasio”, y fue tan singular y curiosa como el nombre de su bautismo.

       Dentro de las grandes aportaciones y curiosidades, que ha presentado la vida local de este pueblo es algo original, la mayor parte del terreno de su término ha sido conocido como “los barros, están formado por yacimientos de "caolita" de 1ª categoría para la elaboración de cerámica y materiales de construcción como ladrillos, tejas etc.

    Además, tenemos, algo de “tierras raras” cono así lo califica la Consejería de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía y la determina de la siguiente manera:

    Las conocidas como “Arenas de Bonares”, es una formación geológica del periodo Plioceno superior, que se encuentra cerca del pueblo de Bonares. Y no son las arenas de una playa moderna, sino depósitos de sedimentos marinos de esa época que quedaron expuestos con el tiempo, caracterizados por su composición arenosa y, en ocasiones, por la presencia de conglomerados y óxidos rojizos, que la encontramos en la parte altas de los cabezos locales, encima se reservan el valor económico que podrían tener actualmente su explotación, si es que fueran necesario.

          La incógnita mina llamada “San Pascasio”.

             Gobierno Civil de la Provincia de Huelva.

   Expediente de la concesión minera de Fosfato de fosforita el 22 de febrero de 1892.

     Don José Pérez de la Vega y Coto vecino de la ciudad de Huelva, con cedula que ya tengo presentada, me dirijo a usted señor Gobernador, con el debido respeto, expongo que en el término de los pueblos de Bonares y parte de Niebla, conocido con el nombre de Hilo de Piedra, cuyo propietario del terreno es de don Rafael Prieto Carrasco, y hermanos vecino de Bonares, linda al Norte con el Carril de los Moriscos, y con el camino que va de Niebla a San Juan del Puerto y por los terrenos nombrado Bermejal perteneciente a don Joaquín Carrasco vecino de Niebla.

                                                       


  

              Al Sur con don José Vega Carrasco vecino de Bonares, al este con las estacadas de olivo en tierra de don Juan García Molín, y de nuevo con don José Carrasco Vega, y al Oeste con terreno de don José García Pulido y de don Diego Guzmán, es por donde deseo adquirir, treinta y cinco pertenencias mineras con el nombre de San Casiano, para la extracción de fosfatos de cal y otros metales que me propongo descubrir.

       Verifico la designación registrada anteriormente, situada junto de la piedra conocida como “La Pisada del Caballo de Santiago” tan querida y apreciada por los vecinos locales.

    La mina cerró un mes después, el 30 de marzo, debido a su bajo rendimiento económico, pero lo más curioso que a tan solo cincuenta metros de esta, en el mismo mes se abre y explota otra del mismo material de Fosfato de cal de fosforita, por otro fuerte industrial de Minas de Huelva, como era don Manuel de la Corte Delgado, encima la bautiza con el nombre de la mina  "Calle de la Amargura” para cerrarla 8 meses después el 17 de diciembre de este año de 1892.

     Pero es que, en otros cincuenta metros, ya se había abierto la primera mina de fosfato en enero de 1867, que perduró por tiempo de 12 año, ya que cerró en 1872, que portaba el nombre de “Fortuna” por su gran rentabilidad económica para el industrial don Francisco Pinto del Valle. Todo estas actividades sobre el Fosfato de cal, se debía al alto rendimiento que ejercía en el sembrado del trigo y demás cereales como abono fertilizantes gozando de buen precio en aquellos días, ya que lo que se utilizaban normalmente era el estiércol como guano.

     Como es posible que esta zona minera de este pueblo, alojada en el paraje conocido como “La Cantera” podían contener en sus terrenos hasta la explotación de 16 minas de minerales, que comenzaba en el puente de la autopista de Bonares a Niebla, para terminar en el puente sobre el Río Tinto.

No cabe duda alguna que esto solo pasa en este pueblo.

José García Díaz.

 

   

viernes, 28 de noviembre de 2025

La mina de hierro "San Rafael".

 



                                                                    

         La curiosa mina de hierro, que se encuentra a 500 metros del casco urbano, y desconocida por la mayoría de los vecinos de esta villa nombrada "San Rafael".

  En las oficinas del Gobierno Civil de esta Provincia en 1899. Dentro del expediente nº 8442, aclarando lo siguiente:

   “ Don José Martín Querido, vecinos del pueblo de Minas de Río Tinto, provisto de la célula personal de 11º clase con el número 4.593, que solicitado en el día 4 de noviembre ha solicitado permiso para el proyecto de la mina siguiente: Que en el término del pueblo de Bonares, en el sitio llamado la “Zahurdilla” propiedad común de este municipio, que linda al Norte con los pinares de Propios, al Sur con la huerta de don Ildefonso Prieto; con el Saliente, también con la huerta citada, juntos con terreno municipales; con el Poniente con el camino rural de Bonares a Niebla; por la cual solicita 12 participaciones de mineral de hierro de la 3ª categoría, con el nombre de “San Rafael”.

     Verificada esta designación en la forma siguiente que exponemos: Se hará como punto de partida el citado terreno, en el cual se extrae arena para las obras del pueblo para mezclarla con cal. (Esta zona de montes arenosos, mantenían hasta siete hornos para la elaboración de cal, contando con la esquina, situada enfrente de lo que era el campo antiguo de futbol, contaban con los dos expresados hornos, propiedad del industrial Lucas Coronel, cuya actividad empresarial perduró hasta los años ochenta del siglo pasado).

 Demarcación, por parte del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Minas, del Distrito de Huelva, don Domingo Jiménez Fuente como Ingeniero, acompañado del auxiliar temporero don Ricardo Caballero Delgado, me organizo en el paraje de la Zahurdilla del común de los vecinos del término municipal de Bonares, para proceder a su demarcación de doce aportaciones para el registro San Rafael.

   Comenzando el acto con el interesado, que se encuentra presente, y habiéndose obtenido resultado del reconocimiento del terreno, se da comienzo a proceder a efectuar la operación en la forma siguiente.

                                                         


     

    Se toma por punto de partida, la parte más alta del terraplén, cuya entrada del camino del pueblo, tiene como puerta el camino vecinal de la casa dela huerta de don Ildefonso Prieto, marchando al Sur veinte y cinco grados treinta minutos al Este, al camino de la casa de campo de Braulio Montes, en el Oeste veinte grados Sur, camino de la casa Paneti en la de Oeste cuarenta grados Norte.

    Quedando de esta manera, partiendo del referido punto de partida se medirá cincuenta metros al Este por donde se colocó la primera estaca en campo municipal. De esta se medirá cincuenta metros al Sur y se colocará la segunda como las dos siguientes en terreno de Pablo Carrasco. De aquí se medirán cien metros al Oeste. De estos cien metros al Sur y tercera. De estos otros cien metros al Sur y cuarta. De estos cien metros al Oeste y quinta estaca próxima al camino de Bonares a Bollullos. De estos doscientos metros al Norte, y esta como las dos del Norte, en terreno de los herederos de José Fernández, demarcadas en cuatro pertenencias con una superficie horizontal de cuarenta mil metros cuadrados que lindan por todos con terreno franco.

    El limbo de la brújula en que se operó esta división en trescientos sesenta grados, siendo su declinación de diez y seis grados cuarenta y cinco minutos al Oeste.

  A los Sur ciento cincuenta metros; al Saliente cincuenta metros; y al Poniente doscientos cincuenta metros, que toda cantidad unidas, formarán las doce pertenecías. Por lo suplico a usted señor Gobernador, para que se me haga ser admitidas esta instancia.

    El 24 de marzo de 1899, queda admitida las pertenencias de la mina de hierro, por el cual se le notificará al señor Alcalde de Bonares, después de cumplir con las Leyes vigentes, como es tener este edicto expuesto durante dos meses en el tablón de anuncio colocado en la Secretaría de este citado Cabildo

   La mina finalizó su trabajo en marzo de 1907, para pasarla meses después en junio de 1908, a régimen de alquiler de su explotación a un vecino de este pueblo, que la mantuvo activa hasta el año de 1943, por donde podemos entender con buenos resultados en sus momentos, dado que mantenían un grupo de 5 a 6 peones, para rebajar y palear en la carga de los dos carros que disponían, para bajar la Cuesta de la Venta de Isidro el Manco, para hacerlo girar a la izquierda por el camino del Puente de Hierro, pasando las tierras del Encinasola, buscando el embarcadero del ferrocarril del industrial don Buenaventura Rivas, que aún perduran su  buena conservación para su traslado a las minas del Río Tinto.

José García Díaz.