Comienza el año,
cuando el 3 de enero esta Alcaldía bajo la Presidencia Constitucional de don
Rafael Prieto. Y como Primer Teniente don Ildefonso Feria, reciben una
notificación procesal de parte del Juzgado de primera instancia, de la ciudad
de Moguer y de su partido, por parte de su Señoría don Andrés Peláez, y
redactado por el escribano don Laureano Rasco.
Sobre los autos
pendiente en este citado Juzgado promovido por don Gumersindo García Benites
(a) el asturiano, vecino de esta villa de Bonares, presentándose en concurso
voluntario, en los que ha propuesto por este satisfacer a sus acreedores la
cantidad que con ellos convenga, garantizando la propuesta de don Tomás de la
Calzada del comercio de Sevilla, se citan por el presente a todos los
acreedores que pueda tener para la Junta que ha de celebrase en este Juzgado a
las doce de la mañana día veintiocho del corriente mes, los que comparecerán a
dicho acto por sí o por medio de su apoderado completamente autorizado,
presentando además los oportunos títulos que legitimen sus créditos
respectivos; bajo apercibimiento de no ser admitidos en otro caso para la
resolución que corresponda a lo que se acuerde en dicha Junta.
Gumersindo
García, el “asturiano” vecino acomodado de esta villa había abonado la
contribución industrial en 1860 la suma de 455 reales, lo que le hacía tener
una buena posición local, ejercía como matriculado como armero, y expendedor de
escopetas de caza, y de sus arreglos y ajustes, autorizados para la venta de
cartuchos y balas, pólvoras y demás materiales relacionados con esta industria,
pero parece que algunas gestiones laborales no le salieron del todo bien,
quedando el hombre mal parado económicamente en aquellos días.
El 25 de enero, se
recibe una notificación dirigida al Ayuntamiento, de parte de la Oficina
Superior del Gobierno Civil de la Provincia.
Extracto de un
curioso embargo, a otro vecino de este lugar, llamado Francisco María Fernández,(a)
el Paquiro de los bienes en muebles de una tienda de comercio, alojado en el
mesón de propiedad de don Mariano Suarez (En la Cuatro Esquina en la Ermita de
la Cruz) en la calle de las Cuatros Esquinas de la siguiente manera: Un
mostrador valorados en 60 reales, un estante en 120, sesenta botellas vacías en
60, un peso en 15, una mesa en 10, una cafetera de lata 22, cinco medidas de
lata 22, tres embudos en 8, cuatro banco de madera 40, seis sillas en 12, unas
tribeles en 6, un velón en 15, una barrica de sardinas, estrenada en 200,
catorce libras de manteca colorada, cinco arrobas y once libras castellanas de
morcillas, a tres reales, y cuartillos, en 442, una arroba castellana de
chorizos a 3 reales, y tres libras en 105, y veinte cuatro hojas enteras y
partidas de tocinos con sus jamones y espadillas, a razón de 56 y medio cada
arroba, cuyo número exacto se sabrá cuando sean extraído del saladero en que se
encuentran.
Se le ruega al señor
Alcalde, que dispone de un plazo de 15 días, se le remita a este citado
Gobierno, el número de los bautizados, matrimonios y defunciones habidas en el
año pasado de 1862, arreglado a lo que dicta el documento que acompaña a dicha
orden.
En tal concepto
prevengo como Autoridad, al señor Alcalde de este pueblo que, oyendo a las
matronas y facultativos de medicina y cirugía local, rectifiquen esta noticia
diciéndome el resultado, con expresión de uno y otro sexo, a correo seguido sin
falta alguna de tiempo.
Igualmente, el 25 de
febrero el Cura Párroco don José María Fernández de esta villa, se dirige al
señor Gobernador eclesiástico de la diócesis, exponiendo la urgente necesidad
de contener el abuso que se viene cometiendo los vecinos que tiene que trabajar
públicamente en los días festivos; en tal concepto, el Gobierno eclesiástico
del Arzobispado, sede vacante, se ha dirigido al de mi cargo interesando que
interponga mi autoridad a fin de evitar el escándalo que representa la
santificación de las fiestas locales de este pueblo.
Días, después se
publica en el tablón de anuncio Municipal, la subasta pública de 27 pinos de
tablazón y ligazón de los montes de propios de esta villa, bajo el tipo de
pliego de condiciones expuestas, y cuyo remate ha de tener efecto en estas
casas capitulares en los 30 días siguientes, entre las 10 a doce de su mañana,
quedando abierta la subasta.
En el apartado de
quintas en primero de marzo, se llaman para ingresar dos quintos del reemplazo
de 1862, debe de hallarse en esta capital el día 31 de este mes citado, para
presentarse en el Batallón Provincial de Huelva, nº 45, son los mozos Fermín
Carrasco Carrasco y Francisco Martín Carrasco.
En aquellos
momentos reciente del terminar la Guerra de Marruecos, mandar a un hijo al
servicio Militar, significaba que en nombre de Patria podía venir devuelto,
herido, lisiado o muerto, lo que hacía que aquellos padres pudientes o ricos,
disponían del derecho de pedir la redención en metálico voluntaria al Gobierno
de la Reina Isabelina, dentro de las Leyes de aquella época bajo pago de 6000
reales de vellón, y más aún los sorteados a las Colonias de Ultramar, donde el
primer bonariego documentado para marchar a Cuba, desertó, el mismo día que
tenía que embarcarse, suponiendo que tenía que cumplir con seis año de servicio
activo, en aquellos parajes donde el
enemigo, más duro que las balas era el clima cargado de enfermedades
tropicales.
Algunos vecinos,
acabaron en la más completa ruina para tener a su hijo en casa sin tener que ir
a filas, como el padre de Diego Barriga García; mientras que otro joven vecino
que quedó como suplente de hacer el servicio en su nombre, fue Francisco
Rodríguez Díaz, cobrando 2300 reales; que fueron abonados en varios plazos.
Días después, una
Circular de Oficio, de parte del Capitán General de Andalucía dirigida a esta
Alcaldía, atendiendo la demanda de reclamación de la señora María Fustina
Carrasco, que se encuentra en estado de viudez, pidiendo licencia de su hijo
Fernando Carrasco, soldado del Batallón de Numancia.
Por lo que traslada a
la señora su conocimiento, que le remita los certificados necesarios para
gestionar lo antes posibles la citada licencia.
Por parte de la
Alcaldía hacen saber, que los días 13 a 20 del mes próximo mes de abril, de
diez a doce de la mañana, es estas casas capitulares, se han de rematar en
subasta pública los derechos de los ramos de consumo de este pueblo, para el
año económico desde 1º de julio del corriente año de 1864, sirviendo de base
sus respectivos presupuestos y recargos legales que se expresan en el pliego de
condiciones que estará de manifiesto al acto de subasta.
Toma de posesión, en la historia local del
1º Veterinario titular de esta villa.
El 17 de mayo,
Gobernador civil de la Provincia se dirige a este Ayuntamiento, para resaltar
la nueva Real Orden, proveniente de la Sesión Sanitaria donde se confirma que
debido al número de habitantes unos 2.598, y de animales que residen en esta
población, se haya designado un Inspector de Carne para cubrirla, por el cual
la Comisión Sanitaria nombra como Profesor Veterinario titular a don Diego
Martín Paredes para su plaza de propiedad. (Se da el caso que este Sanitario,
hijo natural de esta villa, era sobrino del Cura guerrillero de este pueblo
García Paredes).
El 27 de mayo, se
recibe una Circular de la Dirección General de Aduanas y Aranceles. – nº 133/
63.- En vista de la consulta relativa a la documentación que necesitan los
vecinos de Bonares, que se encuentran a dos o tres leguas, de distancia de
Moguer, actualmente, como único punto habilitado de muelle, para conducir a
este por el río Tinto los frutos y efectos del país, esta Dirección citada ha
acordado, que los propietarios ribereños de este río, cuyas fincas están
situadas cerca de los pueblos donde hay Administración de Aduanas, se provean
en estas las “guías de bahía” como
dictan las Ordenanzas, pero que, en los puntos de embarque donde no se haya
Administración habilitada, se proveerán de un documento firmado por el señor
Alcalde, donde acredite transportar producto del país, cuyo documento de
embarque le servirá solo para vía fluvial como guía hasta el puerto de
Moguer, y nunca para salir al mar, además llevará fijado en el citado documento
el plazo que juzgue necesario para llegar las mercancías a su destino.
A la semana
siguiente, encontramos una curiosa carta dirigida al Gobernador de la
Provincia, por parte de dos jornaleros de esta villa Ildefonso Moro y Gregorio
Domínguez en nombre de otros muchos individuos exponemos, que desde hace una
porción de años, se viene con la costumbre de hacer “rosas” o despegar el monte
de jaguarzo blanco y otras matas de poca consideración en los “baldíos de éste
término” para hacer una pequeña sementera de trigo, habiéndose sido los
exponentes los que han aprovechado las cosechas de años interiores, mediante
sus trabajos laboriosos y con desvelos para mantener a sus respectivas
familias.
El señor Gobernador,
le responde a través del Ayuntamiento a los vecinos expresados, la autorización
necesaria, y sobre todo prestar el más posible cuidado sobre los Montes de Propios
para evitar los incendios fortuitos, y sobre la cuestión de los arbitrios con
destinos a las obras pías, serán bajo acuerdo con esta Alcaldía dentro de sus
determinaciones acordadas.
La Alcaldía les
cobra sólo el Canon anual por las parcelas, que suma la cuantía de 45 reales,
dado que el Ayuntamiento, después de las cosechas pone a subasta los aprovechamientos,
de los rastrojos de semillas y espigas que se hayan abandonadas en las tareas
de rebuscos, para que los ganados locales puedan pactarlas.
La segunda
autorización Gubernativa, viene con la siguiente notificación:
“En uso de las
atribuciones que me competen he acordado conceder el permiso necesario, para
que pueda celebrarse en esta villa una corrida de vacas el día 22 de octubre
dentro de la feria de la Patrona Santa María Salomé, patrocinado por don Manuel
Pérez vecino local, tras haber depositado en este Gobierno Provincial cien
reales de vellón como retribución acostumbrada.
Así mismo, prevengo
que cuide bajo su responsabilidad de la conservación del orden y de que se
eviten algunas desgracias”.