martes, 16 de diciembre de 2025

El deterioro del patrimonio arqueológico

 

                                                   


             

 

     En toda la Provincia de Huelva desde muchos años atrás, donde ya metido en el año de 1982, se encuentra una crítica por el abandono que sufre esta materia fascinante enclavada dentro de la Historia y la Arqueología, por parte de don Jesús L. Fernández Jurado del Servicio Provincial de la citada materia, expresada de la siguiente manera en el diario Odiel:

   “Sabido es que España posee un amplio y rico Patrimonio Histórico-Artístico; sin embargo, este hecho evidente parece que pasa desaparecido para la mayoría de los españoles, los cuales sólo se acuerdan de él y se “indignan”, cuando leen o escuchan noticias sobre el robo de obras artísticas y arqueológicas, olvidándose por el contrario de nuestro patrimonio cuando visitan a un monumento y escriben en sus paredes, o cuando se dedican a la busca de tesoros y expoliación de yacimientos arqueológicos, tanto terrestre como submarinos.

       Desgraciadamente, nuestro país no se ha salvado del incremento de robos y expoliaciones por los campos que está invadiendo a todas las naciones, y aunque son muy pocas las que tienen previsto en sus leyes, en el caso de la Arqueología, las sanciones pertinentes que sobre este asunto existe.

    Por el contrario, en España, las legislaciones vigentes en esos años citado no contemplaban la mayoría de las circunstancias que podían dar lugar a la expoliación de nuestro patrimonio arqueológico y los medios que para ello se utilizan.

    La legislación sobre materia arqueológica es antigua y escasa, y aunque en ella se contempla, aunque de forma no muy concreta, la defensa del Patrimonio Arqueológico, ésta no se lleva a cabo con el rigor que la propia ley exige.

      Pero quizá, lo más grave es la falta de atención que la propia Administración del Estado presta a estos problemas, faltando así al mandamiento constitucional que, en sus artículos 46 y 149, establece la defensa y conservación del Patrimonio Cultural, Artístico y Monumental, así como el que la ley penal sancionará los atentados contra este Patrimonio, en el que está claramente integrado el arqueológico.

   Se podrá argumentar que en el Proyecto de Ley sobre Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico 56, 2/f que establece la imposición de multa de hasta diez millones de pesetas para aquellos que realicen excavaciones o exploraciones clandestinas; sin embargo, no parece estar muy acorde este artículo con la realidad, cuando se permite la publicidad de detectores de metales con este objetivo siendo prueba de ello es el anuncio que reproducimos en un diario de Barcelona hace tan solo poco tiempo.

     Y no sólo es que el citado proyecto de ley no mencione explícitamente los detectores de metales destinados a los expolios, sino que las enmiendas que la oposición ha presentado a este proyecto de ley, tampoco hacen alusión al problema, ni a los detectores de metales en concreto.

    Y si lo expuesto hasta el momento es grave, por la proliferación de detectores de metales que está produciendo y que están ocasionando la destrucción de gran número de yacimientos arqueológicos, (sobre todos en el rebaje y construcción de la autopista de Huelva a Sevilla.) no menos grave es que la Administración no cumpla debidamente con sus obligaciones, problema que se acentúa por la falta de coordinación entre los distintos Ministerios y organismos estatales, lo cual da lugar a situaciones como la producida en el conjunto dolménico del Pozuelo (Zalamea la Real), donde las labores de repoblación forestal han dañado, de forma irreparable, a algunos dólmenes con que se presenten las denuncias de estos hechos o de otros similares, sino que se persiga y sanciones a los infractores.

                                                   


               

     Pero desgraciadamente, no sólo es que se incumplan las normativas legales, buenas o malas, actuales o desfasadas que tenemos, sino que tampoco se cumplen los acuerdos internacionales a los que España se encuentra adherida, como es el caso del Convenio Europeo para la Protección Arqueológico, que entro en vigor en España el día 1 de junio de 1975; y ni siquiera se tienen en cuenta las recomendaciones hechas por la Comisión de Cultura y Educación del Consejo de Europa (Comisión en la que España tiene dos representantes), que en julio de 1981, se pronunciaba contra los detectores de metales y la publicidad que de éstos se hace orientada a la búsqueda de tesoros.

      Con todo la anteriormente expuesto no es que queremos pronunciarnos tajantemente contra la venta de detectores de metales, que pueden ser útiles a la Arqueológica, sino contra las personas que hacen un mal uso de ellos, uso que en la mayoría de los casos está encaminado al lucro personal en detrimento del patrimonio de todos los españoles.

      Por todo ello, nuestro objetivo es llamar la atención de la sociedad y de la Administración, a todos los niveles, para que se controle la publicidad, venta u uso de los detectores de metales, para que se actualice y modifique en virtud de las necesidades y peligros que el Patrimonio español, y concretamente el arqueológico corre en estos momentos.”

     Mientras en nuestro pueblo, donde hace ya cerca de treinta años atrás cuando el vecino de este pueblo, Cristóbal Borrero Avilés se encontraba faenando con su tractor las labores de arado de las tierras de los “Bojeos”, hacen sacar las famosas, artísticas y valiosas lápidas de los Obispos visigodos, que fueron rescatada y trasladas por Pepe Gómez, y José María “El Barbero”, donde fueron mantenidas y cuidadas con sumo cariño, para ser después   donadas al Museo Provincial, toda esta gran labor quedó simplemente en esto. Dando motivo a los técnicos de Arqueología, que nos encontraríamos antes los restos de una Necrópolis visigoda, junto con los materiales  superficiales, pero ya está, nada de proyecto de excavación.

      Tan solo ha pasado diez años, cuando un arqueólogo de la Universidad de Sevilla, piden los permisos necesarios para realizar en el suelo del citado campo de los Bojeos, un proyecto para rastrearlo con un Georradar, donde las ondas electromagnéticas, detectaron estructuras y muros en imágenes, todo lo necesario para emprender su excavación, pero aquí quedó, ya que no pudo encontrar los medios económicos para llevarlo a cabo por la Administración, para luego recurrir al Obispado, donde les dijeron lo mismo, agradeciendo su interés.

      La Junta de Andalucía, le confirmó que toda en esta Comunidad hay más de 600 yacimientos de 1º orden pendiente de excavación Arqueológica y los Bojeos, es solo una de más.

Por lo que es lo mismo decir que tanto la Historia, como la Arqueología, no dan los votos necesarios para sus campañas políticas.

José García Díaz.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario