miércoles, 3 de enero de 2018

" El "Potaje", el "Quemasanto".

                                                        

 La foto es del trabajo de Francisco Alcaide Mora.
Tenemos al Leonardo Gómez Mora.
Conocido en este pueblo como "El Potaje" el "Quemasantos" en la segunda entrada en la prisión provincial el 16 de enero de 1932, después de ser detenido.



   Durante muchos años quedó grabado en el recuerdo de los mayores de este pueblo el incendio de nuestra Santa María Salomé y de otras imaginerías de la Iglesia Parroquial, y de cómo  algunos vecinos sufrieron en sus carnes todo el peso de la Ley Franquista, debido a que fueron juzgados por complicidad voluntaria o involuntaria en los hechos, en donde los más afortunados dieron con sus huesos en la Prisión Provincial; varios en el Penal Santa María, otros en el Penal del El Dueso en Santoña  (Cantabria), algunos no volvieron a ver su pueblo de nuevo, quedándose en el olvido por haber fallecido encarcelados, ya que la pulmonía y la vida carcelaria hacía estragos en los presos republicanos; contando con la complicidad del nuevo Gobierno Nacional que veían como este método era del todo satisfactorios para sus intereses.
   No se podía comprender, que de los 42 individuos llamados marxistas de este pueblo , procesados con el "Bando de Guerra"  se le podían  encontrar en el expediente del Sumario Judicial, lo del "sacrilegio" por participar o bien de colaborar en el incendio de las imágenes  y por el atropello sufrido en la Parroquia.
   En este pueblo que no tuvo la desgracia de tener ningún fusilado de los llamados de derechas, o lo de gente de orden se encontró metido en este macabro acontecimiento motivado por los momentos en que se vivían en España.
    Ya que los auténticos y verdaderos incendiarios de los Santos de la Iglesia eran cinco delincuentes comunes disfrazados de izquierdista que vinieron en coche desde Huelva, donde ya habían estado días antes en Niebla y en otros pueblos de los alrededores. Donde antes de quemar Iglesias, lo importante de verdad era el lujoso botín, que ofrecía las imágenes religiosas con las aportaciones de los fieles pudientes  en  joyas y alhajas durante siglos, algunas de un valor absoluto.
      De los cincos delincuente que formaban esta conocida banda que participó en estos hechos, eran de sobras conocidos por las vecinos sobre todo el que ejercía el mando, ya que habían traído su fama en la espalda desde la capital huelvana.
       En el pueblo se quedó recordado en aquellos años el singular mote del "El Potaje" el "Quemasanto", cuyo nombre era  Leonardo Gómez Mora.
   Parte de la vida de este delincuente fue llevada a la prensa onubense del Huelva Información en 1995, por el policía historiador don Francisco Alcalde Gómez. Y por parte de mi estimado amigo el historiador y investigador que tanto ha hecho por su querida Huelva, don José Martínez Navarro, de su libro cancionero de los carnavales de esta provincia, recogiendo parte del folclores de aquellos años de los 30, se había escrito sobre las aventuras del "Potaje".

                                                    
 



   Este personaje Leonardo Gómez Mora, alias el Potaje y el Quemasantos. Fue juzgado por la audiencias de Sevilla y Huelva, con la condena de unos treinta años de presión motivados por los largos antecedente cargados por delincuencias, para mandarlo a cumplirla en el penal de Cartagena.
   Pero la amnistía política decretada por el Frente Popular del día 21 de febrero de 1936, que pondría en libertad a todos los detenidos políticos y a numerosos presos comunes, y entre ello se encontraba como no  "El Potaje" el "Quemasanto", para dar de nuevo comienzo a su carrera de delincuencia, para convertirla con la máscara de político republicano.
    En su expediente judicial encontramos que en la tarde del día 18 de julio de 1936, se encontraba con su grupo en La Palma del Condado, donde interviene activamente en las quemas de las iglesias de San Juan Bautista, la de Nuestra Señora del Valle y la ermita de San Sebastián.
   El día siguiente lo encontramos en la finca del Rincón en Huelva, en donde prendió fuego al pajar que se encontraba encimas de las cuadras de las bestias de labor, y de allí salto el fuego para acabar con todo el sembrado de mieses con que contaba la citada finca, para llevarla a la ruina total.
    El día 21 aparece por Rociana del Condado, quemando su Iglesia, su archivo parroquial y algunas obras de gran valor artístico incalculable. 
 No se atrevieron a quemar a la Virgen del Socorro, por tener enfrente un grupo fuerte de vecinos que se atrevieron a impedírselo, separando la citada Virgen y poniéndola en sitio seguro.
     Interviene en Villalba del Alcor y en Villarrasa, en donde fusiló a todos el personal declarado como derechista, dejando lo último para Niebla donde fusilaron al alcalde mientras en Bonares  es donde dejó finalizada su campaña de ratería por el Condado.

                                                              

"El Potaje el Quemasanto", con ficha de ingreso en la prisión provincial de Huelva en 1927, en donde al poco tiempo se escapó.



   Cuando se enteró de la próxima llegada de los Nacionales, no perdió tiempo para salir corriendo en busca de refugio en  la Sierra y de allí trasladarse a Jaén que era zona republicana en aquellos momentos.
       En las denuncias presentadas por las fuerzas nacionales se le atribuye a este personaje más de mil asesinatos de personas de derechas cometidos en Huelva, Córdova y Jaén; teniendo como preferencia los sacerdotes y monjas, en donde presumía de haber fusilado a más de cuatrocientos.
  Hay dos versiones sobre su detención, la primera aportada por el señor Alcaíde comentando lo siguiente: Cuando termina la Guerra Civil, se integra en una partida de guerrilleros los llamados "maquis", que tenían su campo de acción en la frontera gerundense, en donde un enfrentamiento con la Guardia Civil, cayó prisionero para ingresarlo en la prisión provincial de Gerona, el día 22 de Junio de 1941, tras participar en un juicio sumarísimo fue condenado a la pena capital en el garrote vil.
     Mientras la segunda es la portada por el Diario de Huelva el 11 de Noviembre de 1940, con la siguiente aportación: Pamplona.--Uno de los autores del robo cometido en la sastrería del señor Oluz, de esta capital, diciendo llamarse Tomás Sánchéz Mora. Tras duras investigaciones policiales, se determina que el detenido era en realidad el conocido como el Leonardo Gómez Mora, de treinta y dos años natural de Huelva y avecinado en Madrid, conocido como el "Potaje" y el "Visera".
    Se encontraba reclamado por la Dirección General de Seguridad como personaje muy peligroso.
Termina la historia de este singular personaje conocido como El Potaje, el Quemasantos, Leonardo  Gómez Mora que había nacido en Moguer el 8 de mayo. En este pueblo tenía viviendo un primo hermano suyo.

  José García Díaz.



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