sábado, 4 de junio de 2022

El Parador de Mazagón.

                                                                                  


    Dentro de la promoción de Huelva al turismo, el martes día 18 de enero de 1966 se ha firmado la ordenación de sus playas, ha llegado a esta capital el Ministro de Información y Turismo el señor don Fraga Iribarne, conocido con el tiempo como “El Padre de los Paradores”.

 Tras inaugurar el parador de Ayamonte, junto al Embajador de España en Portugal el señor Pinto Cohelo, se traslada de nuevo para Huelva, donde le fue impuesta la medalla de oro de la Provincia.

  Al día siguiente, acompañado de las personalidades de su séquito, autoridades de la provincia y de nuevo los Embajadores de España en Portugal y el de Portugal en España, se trasladó al embarcadero de la Punta del Sebo, desde donde pasó en el transbordador el río Tinto para llegar a la Rábida, Palos de Frontera y seguidamente seguir viaje hasta la playa de Mazagón, a la que llegó a las dos de la tarde.

   Se detuvo primeramente en la parte alta del faro de Picacho, desde contempló por vez primera en esta corta excursión el maravilloso paisaje, denominador común de esta zona playera; futuro centro turístico de nuestra nación. El Ministro y sus asesores de turismo estudiaban el emplazamiento del futuro Parador de Mazagón.

  Pasó a continuación a la denominada zona nueva de la playa, situada a la terminación de la carretera, a un kilómetro aproximadamente del Faro del Picacho, desde donde—a juzgar por las mismas palabras del señor Fraga Iribarne—pudo apreciar el más sugestivo y espectacular paisaje, de una belleza fuera de lo corriente.

    El señor Fraga Iribarne comentó que el paraje “podía considerarse como único” y dedicó encendidos elogios a esta naturaleza maravillosa, que tan generosa había sido con estos lugares saturados de belleza. Sin duda alguna este ha sido el sitio que más ha entusiasmado al Ministro para la instalación del Parador, frente al Cuartel—Puesto de la Guardia Civil de Costa y ante el acantilado rocoso a cuyo fondo aparece el mar, a veces embravecido y a veces – las más—suave y sugestivo.

   Expuso el Ministro sus impresiones al Director General de Promoción de Turismo, don Juan Arespacochaga y Felipe, y por último se dirigió a La Rábida, Palos de la Frontera nuevamente, deteniéndose antes otro de los numerosos lugares en que podía alzarse el citado Parador. En la carretera, de regreso el Ministro, fue saludado a la altura del Hotel Santa María, con una pancarta que rezaba así: “Bienvenido, señor Ministro. “Hotel Santa María “.

    Como final de esta media jornada le fue ofrecido por la Diputación Provincial un almuerzo en la Hostelería de la Rábida, acto que asistieron las mencionadas autoridades y el prior del Monasterio, fray Gabriel Arce.

    Meses después, se confirma desde Madrid, que el Ministerio de Información y Turismo, ha adjudicado la subasta de para las obras de construcción del proyectado Parador de Mazagón. La adjudicación ha sido hecha a favor de la empresa constructora “Copasa” que se ofrece a construir el edificio citado en 19.300.799 pesetas, la baja ofrecida asciende a más de tres millones de pesetas.

                                                              


      La prensa aprovecha la oportunidad, para informar acerca de las características del segundo parador que el Ministerio construye en nuestra provincia. Como es sabido, había tres lugares en estudio en Mazagón para su emplazamiento. Se ha decidido por el central, el promontorio donde estuvo enclavadas las tribunas de observación durante la operación del desembarco conjunto hispano-norteamericano. Al terminar, pues, la carretera que lleva a Mazagón, en el lugar del restaurant Refugio de la Puesta del Sol, se toma el camino forestal que hay a la izquierda y se sigue hasta el final de la zona edificada. Se asciende unos metros y allí delante del pinal donde cada verano se establece un camping de una empresa aeronáutica sevillana, es el lugar elegido.

    He aquí lo que el arquitecto autor del proyecto, don J.L. Manzano Monís, dice en su memoria del edificio a construir: “En el término municipal de Mazagón junto al de Moguer y Palos, a pocos metros de la playa, se encuentra el terreno en cuyo interior se proyecta la construcción de un nuevo Parador de Turismo.

     El terreno, suavemente elevado sobre el nivel del mar, presenta un excelente emplazamiento, pues desde el mismo se devisa la costa por una parte y, por la opuesta, la gran pinada conseguida por el Servicio de Repoblación Forestal.

                                                               


   La planta del edificio es una cruz de brazos desiguales. En el brazo más largo, que es el más próximo al mar, se alojan los salones, comedor, bar, recepción, es decir, las piezas nobles del edificio, así como la vivienda del administrador. De los otros dos brazos, el de la derecha mirando desde el mar, se ha destinado desde el mar, se ha destinado a cocina oficio, sala de máquinas, almacenes, etc., y el de la izquierda lleva, en su planta baja, los veintes dormitorios para el servicio masculino y femenino del Parador, y en la alta diez dormitorios de clientes. Además de la planta en cruz, existe otro pabellón, para otros diez dormitorios de clientes, comunicado con el resto del edificio por unas pérgolas.

     Así pues, se desarrolla el programa del edificio en dos plantas con distinto niveles, salvo la zona de vivienda del administrador y el pabellón citado que son de una sola planta.

     Se ha previsto dotar el Parador de aire acondicionado, con unidades independientes y graduables en las habitaciones para que el cliente pueda usarlo a su gasto y también se le ha datado de piscina con su correspondiente instalación depuradora.

   Queda dar, unas líneas para facilitarnos de que en tan poco espacio de tiempo haya acudido el Ministerio de Información y Turismo con la construcción de dos paradores en nuestra provincia.

     José García Díaz.

 

 

     


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