Dentro de la promoción de Huelva al turismo, el
martes día 18 de enero de 1966 se ha firmado la ordenación de sus playas, ha
llegado a esta capital el Ministro de Información y Turismo el señor don Fraga
Iribarne, conocido con el tiempo como “El Padre de los Paradores”.
Tras inaugurar el
parador de Ayamonte, junto al Embajador de España en Portugal el señor Pinto
Cohelo, se traslada de nuevo para Huelva, donde le fue impuesta la medalla de
oro de la Provincia.
Al día siguiente,
acompañado de las personalidades de su séquito, autoridades de la provincia y
de nuevo los Embajadores de España en Portugal y el de Portugal en España, se
trasladó al embarcadero de la Punta del Sebo, desde donde pasó en el
transbordador el río Tinto para llegar a la Rábida, Palos de Frontera y
seguidamente seguir viaje hasta la playa de Mazagón, a la que llegó a las dos
de la tarde.
Se detuvo
primeramente en la parte alta del faro de Picacho, desde contempló por vez
primera en esta corta excursión el maravilloso paisaje, denominador común de
esta zona playera; futuro centro turístico de nuestra nación. El Ministro y sus
asesores de turismo estudiaban el emplazamiento del futuro Parador de Mazagón.
Pasó a continuación
a la denominada zona nueva de la playa, situada a la terminación de la
carretera, a un kilómetro aproximadamente del Faro del Picacho, desde donde—a
juzgar por las mismas palabras del señor Fraga Iribarne—pudo apreciar el más
sugestivo y espectacular paisaje, de una belleza fuera de lo corriente.
El señor Fraga
Iribarne comentó que el paraje “podía considerarse como único” y dedicó
encendidos elogios a esta naturaleza maravillosa, que tan generosa había sido
con estos lugares saturados de belleza. Sin duda alguna este ha sido el sitio
que más ha entusiasmado al Ministro para la instalación del Parador, frente al
Cuartel—Puesto de la Guardia Civil de Costa y ante el acantilado rocoso a cuyo
fondo aparece el mar, a veces embravecido y a veces – las más—suave y
sugestivo.
Expuso el Ministro
sus impresiones al Director General de Promoción de Turismo, don Juan
Arespacochaga y Felipe, y por último se dirigió a La Rábida, Palos de la
Frontera nuevamente, deteniéndose antes otro de los numerosos lugares en que
podía alzarse el citado Parador. En la carretera, de regreso el Ministro, fue
saludado a la altura del Hotel Santa María, con una pancarta que rezaba así:
“Bienvenido, señor Ministro. “Hotel Santa María “.
Como final de esta
media jornada le fue ofrecido por la Diputación Provincial un almuerzo en la
Hostelería de la Rábida, acto que asistieron las mencionadas autoridades y el
prior del Monasterio, fray Gabriel Arce.
Meses después, se
confirma desde Madrid, que el Ministerio de Información y Turismo, ha
adjudicado la subasta de para las obras de construcción del proyectado Parador
de Mazagón. La adjudicación ha sido hecha a favor de la empresa constructora “Copasa”
que se ofrece a construir el edificio citado en 19.300.799 pesetas, la baja
ofrecida asciende a más de tres millones de pesetas.
La prensa
aprovecha la oportunidad, para informar acerca de las características del
segundo parador que el Ministerio construye en nuestra provincia. Como es
sabido, había tres lugares en estudio en Mazagón para su emplazamiento. Se ha
decidido por el central, el promontorio donde estuvo enclavadas las tribunas de
observación durante la operación del desembarco conjunto
hispano-norteamericano. Al terminar, pues, la carretera que lleva a Mazagón, en
el lugar del restaurant Refugio de la Puesta del Sol, se toma el camino
forestal que hay a la izquierda y se sigue hasta el final de la zona edificada.
Se asciende unos metros y allí delante del pinal donde cada verano se establece
un camping de una empresa aeronáutica sevillana, es el lugar elegido.
He aquí lo que el arquitecto autor del
proyecto, don J.L. Manzano Monís, dice en su memoria del edificio a construir: “En
el término municipal de Mazagón junto al de Moguer y Palos, a pocos metros de
la playa, se encuentra el terreno en cuyo interior se proyecta la construcción
de un nuevo Parador de Turismo.
El terreno,
suavemente elevado sobre el nivel del mar, presenta un excelente emplazamiento,
pues desde el mismo se devisa la costa por una parte y, por la opuesta, la gran
pinada conseguida por el Servicio de Repoblación Forestal.
La planta del
edificio es una cruz de brazos desiguales. En el brazo más largo, que es el más
próximo al mar, se alojan los salones, comedor, bar, recepción, es decir, las
piezas nobles del edificio, así como la vivienda del administrador. De los
otros dos brazos, el de la derecha mirando desde el mar, se ha destinado desde
el mar, se ha destinado a cocina oficio, sala de máquinas, almacenes, etc., y el
de la izquierda lleva, en su planta baja, los veintes dormitorios para el
servicio masculino y femenino del Parador, y en la alta diez dormitorios de
clientes. Además de la planta en cruz, existe otro pabellón, para otros diez
dormitorios de clientes, comunicado con el resto del edificio por unas
pérgolas.
Así pues, se
desarrolla el programa del edificio en dos plantas con distinto niveles, salvo
la zona de vivienda del administrador y el pabellón citado que son de una sola
planta.
Se ha previsto
dotar el Parador de aire acondicionado, con unidades independientes y graduables
en las habitaciones para que el cliente pueda usarlo a su gasto y también se le
ha datado de piscina con su correspondiente instalación depuradora.
Queda dar, unas
líneas para facilitarnos de que en tan poco espacio de tiempo haya acudido el
Ministerio de Información y Turismo con la construcción de dos paradores en
nuestra provincia.
José García Díaz.
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