Siguiendo las
directrices marcadas por el consejo provincial de Enseñanza Primaria en el que
toman parte activa el señor Gobernador Civil don Francisco Summers y el
inspector jefe de primera enseñanza, este Ayuntamiento bajo su Alcaldía del
señor don Julián José Guzmán Prieto, ha tomado el acuerdo en Pleno del 1 de
noviembre de 1955, de dotar y costear tantas clases para analfabetos sean precisas
a fin de dar la batalla decisiva a este, poderoso enemigo de la sociedad: el analfabetismo.
Con este acuerdo se pone de manifiesto el interés que toma la alcaldía en
cuanto atañe a la enseñanza afán secundado por los señores maestros nacionales.
Para reforzar este
cometido por parte del Magisterio, han entrado para reforzar la plantilla
actual el maestro don Emilio Romero Llorente y la maestra doña Elisa Navarro
Barrera.
De aquellos días,
Bonares con una población de 5.000 habitantes hasta los años 70 del siglo
pasado fuera unos de los pueblos con más universitarios por vecinos en toda la
provincia, de hecho, se mantiene actualmente, así cómo disponer de una de las
colecciones privadas más importante del mundo de la enseñanza.
Esta circular contra
el analfabetismo, forma parte de una legislación completa, la que de una manera
clara y terminante quedemos por enterados, dado que nació en Julio de 1945 (Ley
de Enseñanza Primaria), hasta igual mes de 1954 (orden de Educación Nacional),
sobre la enseñanza primaria.
Con su única misión,
es que no quede ni un solo niño o niña en nuestra España, de edad escolar
obligatoria –6 a 12 años—sin que aparezca matriculado en una escuela con
constancia de asistencia habitual a la misma; y segundo, que se proceda a
exterminar por completo el analfabetismo que en esta provincia de Huelva alcanza
todavía u promedio del trece y medio por ciento por lo que se refiere a los
mayores de 12 años y el tres y medio por lo que respecta a los comprendidos
entre los 12 y 21 años.
Se reafirma que la
legislación sobre la enseñanza primaria, fue realizada para todos por interesar
a todos: a las autoridades locales, porque el analfabetismo es una lacra que
más desprestigia al pueblo que lo tolera y sostiene con su imparcialidad, que al
individuo que, por este motivo, permanece sumido en las tinieblas de la incultura.
Abarca, asimismo, a los padres de familia que elaboran un mal vitalicio para
sus hijos, que ha de perjudicarles en su vida social y laboral a lo largo de
los años; y a los patronos y empresas de trabajo que, asistidos de aquellos
ignorantes, no podrán desarrollar en muchos casos la productividad que se precisa
para el normal funcionamiento del negocio.
Por este motivo, la Delegación
provincial del Trabajo y las Inspecciones provinciales de Enseñanza Primaria de
Huelva han dirigido esta circular a las entidades y personas afectadas, requiriéndoles
para el cumplimiento de las disposiciones legales, ya dictadas sobre el
particular asunto.
En relación especial
con la lucha contra el analfabetismo se hace constar la repetida obligación de matrículas,
y asistencias de los analfabetos entre los 12 y 21 años, así como el plazo de
dos años que se concede a los trabajadores analfabetos para dejar de hacerlo y
obtener el certificado de Estudios Primarios; si no se verán implicado a la
sanción económica correspondiente.
Hay un apartado en
dicha circular que publicamos por su gran interés y para su mayor difusión en
aquellos días. “Para mejor cumplimiento de las disposiciones oficiales se
requieren la colaboración de todos los empresarios y patronos, para acabar con
el analfabetismo a los adultos y menores establecidos bajo su dependencia, con
la obligación de organizar clases especiales nocturnas para ellos, los señores
alcaldes reunirán con toda urgencia a los empresarios y patronos de término
respectivo, cada uno de los cuales patrones o empresario no reúna por si solo
unos treintas analfabetos de su dependencia laboral y los agrupara del modo más
conveniente y a gusto de todos, de modo que cada grupo sostenga una clase de
treinta alumnos, por lo menos dos horas mensuales en los mese de noviembre a
marzo inclusive. Los patronos o empresarios que tengan los citados treinta o
más trabajadores analfabetos cada uno, serán requerido para que, por su cuenta,
atiendan la campaña citada”.
Cuanto más pronto se
haga, el problema del analfabetismo tendrá una pronta solución con resultado en
este pueblo, incluso, como se ha dicho aumentará la calidad como persona
elevando su nivel cultural. Aunque si fuese preciso los gastos e intereses
personales tenga algo que sacrificarse.
No fue hasta los años
de 1970, cuando la UNESCO, clasificó que una persona era “analfabeta” cuando no
sabía, lo que significaba para que servía la Constitución en su país, y “esclavo”
la persona que no sabía escribir el recibo del cobro de su nómina laboral.
José García Díaz.
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