Próximo a su terminación está el puente
antes citado, cuyo trabajos de ensanches y alzamiento se emprendieron hace diez
meses.
Es de tal
importancia por su situación geográfica, de carácter histórico y turístico,
industrial y comercial, que merece con honor ocuparse de él, siquiera sea para
reseñar brevemente algunos puntos y datos de sus trabajos preliminares; el
objeto de su construcción e importancia.
Sabido es por
todo el que haya recorrido el trayecto comprendido de Huelva a Sevilla, el
inmenso obstáculo que se presentaba para toda clase de circulación a la salida
de Niebla para el dicho puente. Una contra curva y pendiente peligrosísima, excitaba
la serenidad de todos; tanto de conductores y ciclista, como de peatones,
La entrada tan
repentina en el puente fue motivo que lamentamos por las numerosas desgracias
que ocurrieron.... choques de vehículos y atropellos y entorpecimiento de la
circulación; muchos fueron lanzados por la velocidad, del puente abajo.
Estas y otras
causas parecidas, fueron las características de su mal estado. Urgía la
desviación forzosa y modificación que el interés público compartía en general
para evitar semejantes efectos; hasta que los ilustres y competentes ingenieros
de Obras Públicas de la Provincia, don Juan Conradi y don José Estévez, gracias
a sus laboriosos esfuerzos lo consiguieron para bien de todos.
Sus dignos
deseos fueron llevados a la práctica y hoy realizados casi su integridad,
merecen multitud de aplausos y sinceros plácemes, tanto para don Juan Conradi
como para José Estévez, ilustre inspirador del proyecto en cuestión. Como para
el señor encargado con tanto éxito, ha estado enfrente a los trabajos de
construcción, don Francisco Paz y Santiago.
Visto su objeto,
diremos que los trabajos preliminares consistieron en primer término, en el
establecimiento de una nueva curva de mayor desarrollo que no adoleciera de los
defectos de la primera. Esto se consiguió fácilmente, llevándola contraria a la
otra, abriendo su talud correspondiente y salvando cierta distancia para su
mayor radio.
Con esto
resultó la entrada recta en la curva desde Niebla y recta al puente, viéndose
despejado los inconvenientes de la antigua y peligrosa curva que tanta
desgracia ha provocado.
De aquí se pasó a
los trabajos complejos de ingeniería, la ensanche y alzado del puente, como
resultante al desnivel de la curva hallada.
Planos y apuntes,
técnicos y prácticos, elaborados por el inteligente don José Estévez y su
competente ayudante don Carlos Rubios, fueron los guía y norte de la sólida y
resistente obra de hierro y hormigón armado. Sobre la estrecha y defectuosa plataforma
de rodaje del puente, se ha levantado una amplísima de siete metros y cincuenta
centímetros, y ciento sesenta metros de longitud.
Su hermoso
adoquinado con su excelente bombeo y tubos de desagües, juntamente con sus
aceras correspondiente que son modelo de holgura para el desenvolviendo de los
peatones. Sus pretiles o baranda de hormigón finalmente enlucidas, dan una
muestra de firmeza y protección eficaz. Todo esto, unido al extremo donde se ha
situado un espacioso abanico que sirve de ejes de cruces de tres carretera
distinta, que se prolongan en sus muros respectivos con sus muy adaptadas
cornisas y muy especialmente como base fundamental, las ménsulas resistentes de
artístico perfil ondulado que con sus líneas, dan una sensación en su conjunto
que simboliza con la obra de estilo romano del puente.
La vieja
construcción data de hace de dos mil años; consta de nueve arcos, sobre los
cuales discurren las aguas del Río Tinto. Es curioso y científico observar el
enorme peso que se le ha agregado en bloques de hormigón y hierro para
conseguir sus fines prácticos.
No obstante
diremos como dato singularísimo que si la obra romana merece atención suma, más
por sus aspectos técnicos lo merece la emplazada, que sin interrumpir la circulación
ni un momento, a pesar de su intento tráfico y cargas elevadísima, pues se
evalúan de 60 a 80 toneladas en camión que por él han transitado, no ha
habiendo necesidad de impedirla y resultando obrar las cargas durante un
transcurso de tiempo sobre las ménsulas laterales de reciente construcción.
Ha sido y será
unos trabajos y obra admirable en donde no se han tenido que lamentar
accidentes, solo algún que otro automóvil que salió de su límite por no tener
precaución a las obras; que por ciertos milagrosamente salieron ilesos sus
ocupantes.
Sirvan estas
líneas como reconocimiento de un triunfo más que añadir a la larga lista
obtenida por los distinguidos e ilustres ingenieros de Obras Públicas de la
provincia y orgullo de España.
A ellos mi
felicitación más cordial y sincera.
J. Pablo Méndez Barroso.
Bonares, en la
calle Esperanza el 19 de Abril de 1933.
José García Díaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario