La cantera de La Zahurdilla, donde apreciamos en el fondo las primeras casa de la calle San Sebastián, en la derecha vemos el depósito del agua municipal.
Notas del año de 1928 para el recuerdo.
Siguiendo la moda espontánea implantada en
este pueblo que está dando mucho que hablar.
En donde a través de la oficina de Gobierno
civil, extraemos la siguiente nota para
prensa.
Comunicado de la
guardia civil del puesto de Bonares, que el Sábado 9 de Junio puso fin a su
vida, ingiriendo gran cantidad de sulfato de cobre, el vecino de la citada
localidad, Leonardo Limón García, de 46 años de edad y de oficio labor en el
campo.
El desagradable
hecho tuvo lugar en una viña de su propiedad situada en el sitio conocido como
"Las Cabezadas".
Dicho individuo
llevó a cabo sus propósito cuando se hallaba sulfatando la mencionada viña,
suponiéndose que sea los móviles del suicidio el venir padeciendo el
desgraciado Leonardo una enfermedad crónica en el estómago que le
imposibilitaban para el trabajo, atravesando por esta circunstancia una situación
bastante precaria.
De lo sucedido se
dio cuenta al Juzgado Municipal quien compareció, ordenando tras los requisitos
de rigor, el levantamiento del cadáver y su conducción al cementerio para la
práctica de la autopsia.
El día 18 de Julio,
sobre las 6´30 de la tarde en el término del campo de Niebla conocido como
"Los Bermejales" salió ardiendo una extensión
aproximada de 20 hectáreas, las primeras pesquisas efectuadas dieron con
los niños naturales del vecino pueblo de Bonares José e Hipólito Coronel
Borrero de 14 y de 11 años de edad respectivamente por querer fumar un cigarro
prendieron fuego en los sembrados del terreno citado.
Pero dando esta
noticia el diario "La Provincia", resultó luego de que los chicos
eran inocentes, contando gracia con la nueva investigación ofrecida por la
ayuda de un vecino testigo ocular de los hechos, quién afirmaría, que el que
prendió el fuego en el citado campo, era un individuo del mismo pueblo,
conocido como José Coronel García apodado "El Alcalde".
Las pérdidas se calculan en unas 4.200
pesetas.
El 30 de Agosto otro
nuevo incendio, en el paraje "La Cuesta de los Gatos" hasta "San Lázaro ". Empezando por
el camino del cementerio para dar con la atalaya de la "Barrera" donde había comenzado
el fuego, ardiendo cinco hectárea de pastos.
Como presuntos
autores, han sido detenido los pastores vecinos de este pueblo, José Márquez
Barriga, el "Matarrata" tío soltero de Juana, la mujer de Anastasio;
Juan Domínguez Domínguez, "El Priano" y Manuel
Fernández Ramos todos mayores de edad.
Los resultados del
expediente del Juzgado de Instrucción de Moguer. Confirma que los procesados
tomaron esta actitud, ante la negativa de algunos empresarios agrícolas, de
este pueblo que le negaron a los cabreros que sus animales pactaran en sus
rastrojeras.
Además de mandar a
un guarda rural para vigilarlos y incordiarles con sanciones de veinte y cinco
pesetas cada uno, haciéndoles poco agradable su labor de pastores.
Vista del centro, de la mina. A la derecha tenemos como vecino, el campo de la Huerta del Sordo.
Semanas después el
día 8 de Septiembre, en el sitio nominado "Zahurdilla" de la
propiedad de la "Huerta del Sordo",se encontraba haciendo
excavaciones en una barranca para extraer arenas fina para transpórtalas a las
minas de piritas de la empresa de Río Tinto, el obrero de 22 años de
edad Cristóbal Carrasco Carrasco, que tuvo la desgracia de que el
desprendimiento rápido de un gran montón de dicha arena lo sepultara matándole
por asfixia instantáneamente.
Se encontraba
acompañado en esos momento con el carrero y dos trabajadores más que realizaban
la carga paleando.
Personado horas
después del accidente el juzgado municipal, dispuso el levantamiento del
cadáver ocurrido sobre las 11´30 de la mañana, para llevar su conducción al
departamento anatómico.
El desgraciado
accidente ha provocado gran conmoción entre los vecinos de este pueblo. El
pobre joven recién licenciado del servicio militar, se encontraba en víspera de
contraer matrimonio.
La historia de la
explotación de la cantera citada. Empieza el Viernes día 8 de Abril de 1899, a
través del boletín informativo del Gobierno civil de Huelva, con el número de
expediente 8.440, perteneciente a mineral de hierro, en el paraje conocido
como "La Zuhardilla", término municipal de este pueblo, solicitud de
propiedad presentada por parte del señor don José Martín Querido vecino del
pueblo de Río Tinto, pasándose a llamarse la mina de "San Rafael".
En Mayo del año
1922, compra la explotación de esta mina el industrial de este pueblo Felipe
Coronel "El de la Portugueza", tío carnal del conocido vecino local y
empresario del mundo del cine "Pepe Coronel".
Esta arena era de
tal importancia para la preparación de la explotación minera de Río Tinto, que
permaneció abierta cerca de cuarenta años.
El carreo del transporte
se realizaban por medio de carros de tracción animal, hasta llevarlo al paraje
del bajo de los Bermejales, junto al rio Tinto conocido como "El
calderín" era una vía muerta, propiedad del empresario catalán afincado en
Niebla el señor Buenaventuras Rivas.
Actualmente aún
perdura los restos de las obras del embarcadero que servían para la carga en
los vagones del tren de mercancías de la citada arenas.
En las inmediaciones
de esta curiosa y olvidada cantera, se encuentra varios hornos dedicados a la
elaboración de la cal, empleada para la construcción de obras como mortero
mesclada con arenas un recuerdo de años atrás que junto a la fabricación del
ladrillos, hacían de este pueblo una forma de vida económica cotidiana.
El final de la cantera, bajando la cuesta nos encontramos con la carretera, de Niebla a Rociana.
Una costumbre de
este pueblo que no se consigue radical, como es la casa de conejos por medio de
hurones.
En este caso
ocurrió, el jueves día 5 de Octubre, cuando la Guardia civil les sorprendieron
con la mano en masa, a los vecinos de este pueblo llamado, llamado Cesáreo Saiz
Domínguez, Manuel Moro Coronel y Diego García Martín cazando con los citados hurones
y redes en las fincas que se encuentran vedadas
como es el "Avispero" y "La Palomera".
José García Díaz.
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