Siendo el día 6 de enero, y de la mano del maestro nacional
don Juan Felipe López corresponsal del diario La Voz, sobre los acontecimientos
ocurridos en este pueblo en el día de ayer.
En donde la
comunidad de labradores celebró junta general para elegir nueva directiva.
Algunos socios vieron que el presidente actual, trataba de ejercer influencia
sobre ellos negándose a dar lecturas detallada de las cuentas, lo que produjo
un enorme escándalo, que motivó que se rompiera algunas sillas contra el suelo.
En medio del gran
alboroto hubo que suspender la sesión, contando con la presencia de la
autoridad municipal.
El 8 de Abril. Organizado por el diario el
"Noticiero de Sevilla". En felicitar a su corresponsal gráfico en el
pueblo de Bonares a don Antonio Lebrato Romero, por obtener el título
profesional de maquinista de cinematografía.
Además corresponsal
del diario "La Unión". En donde se recoge por primera vez,
información sobre el veraneo de la gentes de este pueblo , los de los de Rocina
y Bollullo lo realizan en el paraje de los Asperillos, en el sitio conocido como
"Las Atarazanas", en donde cerca del cuartel de carabineros, se
encuentran un almacén de ventas de materiales dedicados a la vida de la mar y
la alimentación de los veraneantes.
Mencionan como de
los ranchos de la Torre del Oro, salen diario el pescado de noche cargado en
burros con destino a este pueblo, mediante un recorrido de 5 a 6 horas ;
donde ya le espera en la puerta de la plaza de abasto entre otros la pescadera
"Isabelita" la "Niña Chica".
Dentro de los proveedores
teníamos al conocido y querido almonteño Juan Domínguez Pérez "Juan el Palada".
Que aportaba la captura de coquinas, a través de un arado con un mulo surcaban
la orilla de la mar.
Juan El Palada se
casó y vivió en este pueblo el resto de su vida.
En la "Gazeta
de La Guerra" número 182.
Con fecha del 10 de
Mayo. Por el consejo Supremo de Guerra y Marina, se concede las pensiones de
328´50 pesetas anuales a partir del 21 de Diciembre de 1925 y 3 de Septiembre a
los vecinos de Bonares ,don Cristóbal
Asencio Pérez y doña Juliana Quintero Domínguez, padre del que fue soldado del
Regimiento Granada 34, Jerónimo Rodríguez Jiménez "El Ciruela" y don
Pablo Rodríguez Moro, en situación de viudez padre del que fue soldado del
mismo regimiento Alfonzo Rodríguez Pérez "Alfonzito del Arená".
Las leyendas como
las aventuras por tierra africanas, quedó gravada en la vida monótona y
tranquila de este pueblo, en el cancionero popular, incluso las niñas de
colegios las cantaban, cuando ponían en juego la famosa "comba".
Las canciones de las hazañas
de la guerra de Marrueco nunca fueron eclipsada, por las creadas durante la
guerra civil, si no todo lo contrario perduro su canto hasta los años setentas
del siglo pasado.
Del soldado el "Gerónimo
el Ciruela", se cantaba:
En un blocao copao
se
encontraba "El Ciruela"
que por
un buche de agua
fué
matao.
Un blocao de los
demás de cien que había en esas escabrosas tierras, era lo más parecido a un
corral de cabras, de los que habían en este pueblo antiguamente, un habitáculo
de madera con un techo de cinc, que de
día te mataban de calor y de noche de frío, delante unos parapetos de adobes
con alambradas.
Preparado para
alojar de 20 a 40 soldados con algunos
oficiales de pocas graduación. Colocados
en ocasiones sin el menor criterio de estrategia militar, como ocurrió
el de "El Ciruela". La aguada era un arroyo, que se encontrar no
cerca del blocao, según contaba su compañero y paisano del mismo regimiento el
soldado Diego Carrasco Martín, que aguantaron tres días sin agua y
"copado" rodeado por los moros, donde le permitían un blanco perfecto.
El pobre se atrevió
a intentar llenar la cantimplora, cuando fue abatido por los enemigos, junto
algunos compañeros ejecutados anteriormente. Su amigo Diego se licenció, le
trajo a su familia su camisa y su correaje para entregarla en recuerdo a su
familia.
Cuando llegaron los
refuerzos, se encontraron con pocos supervivientes de citada compañía.
Alfonzo Rodríguez
Pérez, "Alfonzito del Arená". Fue hecho prisionero en el conocido
desastre de Annual, y quedó como desaparecido en combate. Mientras su compañero
otro bonariego, le dice a su familia en
carta, que se había enterado en su compañía de la muerte de su paisano Alfonzo
en manos de las kábilas.
José García Díaz.
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