miércoles, 22 de mayo de 2024

Bonares, en el Condado de Niebla en 1851.

 

                                                                 


 

       Siendo jueves del 23 de agosto de 1851, queda implantado en esta villa el nuevo sello de la Casa Constitucional, por sugerencia del señor Gobernador Civil de esta Provincia don Mariano Alonso del Castillo, como dicta la Real Orden de nuestra señora la Reina Isabel II.

    En primero de enero, el Gobierno de la Provincia se dirige a esta Ayuntamiento pidiendo información sobre el mozo Antonio Márquez Castellano, que es hijo de Carlos que se dice que es vecino de este pueblo, habiendo sido sorteada para el reemplazo del Ejercito en la quinta de 1850, quiere presentar alegaciones familiares.

   Seguidamente, por orden del Corregidor de Sevilla se le ordena a esta Alcaldía que satisfaga de los fondos de la beneficencia municipal los cientos cuatros reales de vellón que ha supuesto el importe de veinte y seis instancia en el Hospital por el enfermo de esta villa Manuel Limón.

  El ilustrado Gobernador, vuelve de nuevo con las medidas sanitarias y de la importancia que tiene para este pueblo en aquellos difíciles años.

                                                           


 

   El Cura párroco de esta villa se dirige al Gobierno de la Provincia con fecha del día 1 de este mes, donde desde hace 20 años suministro la vida eclesiástica, siguiendo la costumbre inmemorial de mis antecesores y donde dentro de mis facultades el día 10 de octubre de cada año se ha traído “Santa María Salomé”, Patrona de esta población para hacerle su novena, desde la Ermita que está fuera de la población y el día 22 de este mes citado de octubre, celebramos su festividad, seguidamente el día de los todos los Santos. Sin el tiempo lo permite, se le traslada de nuevo a la Ermita citada.

  Siguiendo esta costumbre se preparó por su mayordomo don Antonio Caballero, la comunicación de su traslado con varios refriegas y grande preocupación por el Síndico Pregonero don José Carrasco por las quejas de la población ya que la Ermita se encuentra bastante distancia de la Iglesia, además de una vez comenzada su salida, se recibe la orden de volver de nuevo a su Trono, mediante la orden recibida por parte del Teniente Alcalde don José Moro Vega, lo que se verificó con el mayor disgusto, y escándalo de esta devuelta que dio lugar esta impudencia.

  Seguimos teniendo noticia por parte del señor Gobernador, donde parece que se funda en que ninguna procesión puede salir a la calle sea ordinario o de costumbre sin el permiso y licencia de la Autoridad Gubernativa. Por consiguiente, los Rosarios y las procesiones de rogativas de cuatro años, la de la Candelaria por alusión de bulas, el Corpus, la de acompañar al Cura a dar la Comunión a los enfermos, sin función alguna que se haga a petición de algún devoto no podrán salir sin licencia. Como usted conocerá muy bien que, en las financiaciones ordinarias, y de costumbres el párroco no necesitaba permiso alguno de la autoridad civil, y solo cuando se determinaba por una actividad pública sobre el hambre o enfermedades deberán ambas autoridades ponerse de acuerdo para aplacar las “iras de Dios nuestro Padre Celestial”. El culto público lo garantiza nuestras leyes, debiendo las autoridades auxiliarlos protegerlos y defenderlos, no impidiendo, ni entorpeciendo los actos religiosos en perjuicio de la moral cristiana, en un tiempo en que tanto interesa civilizar a los pueblos, para en los términos de fijar lo más el Trono de nuestra Reina. Sin duda el señor Gobernador no tuvo presente el artículo 138 de Gobierno Nacional sobre la libertad del Culto de la Religión Católica.

                                                              

   

 Otra nueva actividad sugerida y recomendada por este Gobernador en los pueblos de esta Provincia, es la actividades de los seguros agrícolas y demás, pero por aquellos años solo podía quedar en manos de los ricos hacendados locales.


 Pero había que tener en cuenta que este Gobernador don Mariano Alonso era “Masón y practicante” donde aplicaba el lema de esta Logia de aquellos años, que era “más sanidad y menos rezos”. Por donde el día 15 de octubre le responde al Cura don Manuel Gómez Feria, la siguiente Circular a través de la Alcaldía:

   “Atendiendo lo que usted me manifiesta como Cura Parroquial de esta villa el día 13 de este de octubre, se ha determinado conceder licencia para este Ayuntamiento para poder efectuar la celebración de su fiesta de su Patrona dentro de esta población, junto con tres corridas de novillos”.

 “Por lo que encargo a esta Alcaldía particularmente, que cuide con esmero estas funciones, y no se altere la tranquilidad pública, como exigió el Cura Párroco de esta localidad, tomando las medidas necesarias para evitarla”.

José García Díaz.

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