La nueva quinta del año de 1913, la
compone 42 bonariegos, que como todos los años por esta fecha de primero de
Marzo, marchan para Huelva los del 1º reemplazo de toda la provincia,
Llevan casi todo cubierta la cabeza como
de costumbre con los gorros que le han prestado sus paisanos veteranos
licenciado de sus pueblos, pero si embargo van vestidos con el inconfundible
traje de los labradores, con algunos más que otro remiendo.
Todavía no sienten la nostalgia de la
casa que han dejado y aunque la tengan en cuenta, la nueva vida que les esperan
les atraen los hechos e historias de los soldados viejos que allá en el pueblo,
contaron o inventaron admirables hazañas bélicas.
Para la mayoría, van a ver por primera vez un mundo nuevo en sus
tristes y penosas vidas, la del cambio de joven al de adulto.
A
ellos que son la juventud, el futuro y la esperanza de la Patria, le van a
contar lo que simboliza el gran ideal que representa la Bandera que van a
defender con las armas en mano. Por el mero hecho de ser pobre y no tener las
1.500 pesetas que cuesta la redición, mientras sus compañeros los hijos de los
ricos permanecen en sus cómodas casa, entreteniéndose leyendos en sus casinos o
centros privados los periódicos sobre el transcurrir de la guerra africana.
Los cuales tenían encima una irónica coplilla
que decía:
"Si te toca te jodes
que te tienes que ir
que tu madre
no tiene
dos mil reales
pá ti
a la guerra
del moro
a que luches
por mi"
Todos los reclutas tiene una cita en
el lugar de la plaza de toros para el sorteo de los mozos, con el fin de
designar a los 86 que irán a las plazas de Ceuta y Melilla.
El acto empezó a las 9 y media de
la mañana, bajo la presidencia del coronel don Serafín Ripoll Abad.
También asistieron el teniente
coronel D. Florentino Rodríguez, los comandantes, don Luciano Marauri y don
Cristóbal Abrio Acebedo.
Los reclutas, sacaron por si mismos
las papeletas contenidas en un bombo. Quedando la plaza de toros como los
alrededores, muy concurrido por motivos
de los reclutas y sus familiares.
Durante el sorteo, reinó el mayor orden
y durante toda la tarde en la calle Cánova, la animación ha sido bastante
grande.
Los reclutas marcharan a sus nuevos
destinos el próximo jueves en un tren militar, que saldrá de esta plaza a la
tres de la tarde.
En el citado sorteo les tocó a dos de
nuestro pueblo: a Lucas Domínguez Martín a Sanidad Militar de Melilla, y a
Dionisio Carrasco Pérez a Ceuta al Destacamento de Regulares.
Por parte de la alcaldía de Bonares,
ha puesto en manos de la Justicias los nombres de los dos mozos reclamado para
la quinta, que aun no se ha presentado y se no sabe nada de su paradero los
nombres son : Alfonzo Iglesia Pineda y José Torre Merell.
Los nombres de los futuros quintos, lo presentaba
el Síndico con los nombres de los varones bautizado 20 años antes en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en la
llamada hoja parroquial, que se entregaba todos los años a mediado del mes de
Enero.
Para los no presentado, o llamados
prófugo le esperaban el presidio como delito determinado, más el aumento de los
años del servicio militar. Pero tenían como atenuante, que después de un tiempo
de cárcel, podían presentarse como voluntario a los Regimientos africanos de
los cuales encontramos un paisano nuestro.
En este pueblo el número de prófugo
documentado, es de bastantes poco, aunque las notificaciones las mandaba el
ayuntamiento en la localidad. Era en ocasiones un problema de información para
las muchas personas jóvenes que vivían
en los cotos en chozos y en parajes conocido por el nombre de majada, dado al
negocio del carboneo, agricultura y pastoreo.
José García Díaz.
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