lunes, 30 de octubre de 2017

La Ley de Mendizabal en Bonares.

                                                                 
             
    Con  la Ley de la desamortización de Mendizábal o lo que es lo mismo el desastre de expropiarle los bienes de la iglesia y se lo vendemos a los ricos de los pueblos dejando al margen los pequeños agricultores que sobrevivían a duras penas.
   Empezó en el 1836, lo que sirvió para que algunos vecinos pudientes pudieran adquirir nuevas propiedades agrícolas dentro de las campiñas  de los pueblos de los alrededores.
   En la Gazeta de Madrid extraemos el siguiente comunicado del 26 de Agosto de 1842.
    Boletín Oficial del Clero Regular, número 1.250, en la Provincia de Huelva, subasta de once a uno.
   De una suerte de tierra calma de cinco fanegas en el sitio llamado de La Águilas o como Borregueros; término de Niebla, que perteneció a las monjas del convento de Santa Clara de Moguer, ha sido declarada indivisible  por parte de la Comisión de Agricultura ( puesto que no se puede vender en parcela, lo que daría oportunidad al pequeño agricultor a tener alguna oportunidad de compra), la finca linda por la parte Sur con el carril que va a Villarrasa, al mismo tiempo es vecinal con las tierras de la fabrica y hospital de la dicha Niebla; esta finca se encuentra actualmente arrendada en 75 fanegas de trigo al año.
   Parece según documento que la citada finca no tiene carga y cumple requisito para subasta, siendo apreciada con arreglo a  lo prevenido en los artículos 18 y 19 de la Real Instrucción del 1 de Marzo de 1835 en 650 reales. Siendo su precio de salida actualmente en 995´ 29 reales de vellón con 17 maravedíes.
   Esta subasta junto con tres parcelas más en  Villalva de Alcor, cuatro de grandes parcelas en Villarraza le son otorgada a los señores:
   Don Mariano Suarez y Díaz, viudo, labrador y propietario, este vecino de Bonares y el otro don Ricardo Prieto Oroña natural de esta villa de Villalba del Alcor, antes Notario del Colegio de Sevilla único en esta villa  don José María Gravado.
    Mientras la mayor parte de las tierras del clero se concentraba en los montes y cotos que fueron luego repartidos por los herederos para terminar en varias particiones como fueron el coto de don Felipe, el coto Fraile y el Obispero, llegando el término del Arroyo Gil distante del municipio de Bonares unos 15 kilómetros todos propiedades subastada del convento de Santa Clara de Moguer.
       Este convento que era uno de los más importante de toda la Provincia del clero secular, con las ventas de sus bienes obligado por el estado español quedó en la ruina mientras los ricos hacendados amasaron fortuna que no pudieron llegar a los bolsillos de los pequeños agricultores.
   Los grandes propietarios locales como don Cristóbal Carrasco junto con don Mariano Suarez, luego familia y suegro de José Vega Carrasco el "Patuo", quedó este como el mayor propietario de este pueblo, además de prestamista y arrendatario.
                                                           


      Otra compra efectuada el 6 de Marzo en Moguer antes el Notario don José María de la Corte, con el expediente de dominio número 79, f 207 es la venta de del Hospital de la Misericordia de este pueblo de Bonares que fue ermita, y que se encuentra en casi total ruina, desde el terremoto de 1755, situado en la calle Misericordia.
    Quedando bajo subasta pública en propiedad del señor José Vega el "Patuo".
   Con el tiempo quedó este pueblo siendo un gran propietario de grandes parcelas agrícolas en campiña de los pueblos vecinos, superior en muchas veces el doble  las que disponía el término local.
   Para terminar en un estudio económico por parte de las oficinas bancarias Caja Rural, a finales de los años noventa del siglo pasado, confirmando que el pueblo de Bonares era el que más campiña agrícola había perdido  por sus ventas en toda la Provincia de Huelva y en eso hemos quedados.
   Partes de la fuente en el:
    A. H. P. H.
 José García Díaz.



     Los repatriados de Ultramar.
                                                               


    De los hechos de la guerra de Cuba y Filipina  contra los invasores norteamericano, lo más destacado sin duda fue la penosa y triste situación de la repatriación de los pobres soldados derrotados, heridos o tocados por esas enfermedades tropicales, además de la anemia, la malaria y la disentería que tanto estrago le causaron, mucho más que las balas y metrallas enemigas.
          Estos jóvenes después del penoso servicio militar, en una jungla desconocida para ellos, semianafalbetos, la mayoría jornaleros del campo, que fueron despedidos en los puertos con bandas de música y fuertes aplauso, vuelven destrozados moralmente sin ilusión, sin porvenir ninguno. Tan solo por no tener las 1.500 pesetas, que costaba pagar la redención para librarse de ese maldito todo por la Patria, estando solo reservado para los jóvenes pudientes y ricos de los pueblos y ciudades. 
      El gobierno autorizo al capitán general de Cuba, pleno poderes para contratar todos los navíos de la compañía naviera La Trasatlántica, como así con la consignataria de buques franceses e italianos.

             Diario "La Provincia" del día 28 de Septiembre de 1898.
  En la sesión de ayer, se acordó la Comisión provincial a poner a disposición de los repatriados que lleguen a Huelva heridos o enfermos, 80 camas que ha mandado adquirir; estas serán colocadas en la casa adjunta a la Huerta de la Merced, y nuevos salones que se habilitarán en el Hospital.
  Los soldados repatriados enfermos que desembarquen en la región Andaluza, serán destinado a Huelva y Sevilla los que desembarquen en Cádiz.  
   Hemos tenido noticias del amigo de nuestro periódico el ayamontino   don José Feu Martín, condestable de la armada, ha regresado de los Estados Unidos, donde estuvo prisionero. A bordo del “Colón” asistió a la batalla en la que fue hundida la escuadra  de Cervera, y cuando encalló el barco mando el comandante el Sr. Díaz Moreu que salvara a nado el que pudiera, se arrojo con otros al mar en el estuvo tres horas, hasta que fue recogido por un bote yanqui.
  Con fecha del 24 de Octubre, en el Boletín Oficial, comenta lo Siguiente: La zona de Huelva y provincia, dará los días 1º y 5 del próximo Noviembre 654 reclutas para el Regimiento de León numero. 38 y 200 reclutas para el África número 2 de Infantería
       Con el mismo parte oficial para el día 25 deben ir de esta Zona a Caballería: 141 hombres a Lanceros de la Reina número .2; 115 a Lenceros de Villaviciosa número.6, y 31 al primer depósito de caballos sementales, y a Artillería; 70 al regimiento de sitio; 19 al  tercer regimiento de Artillería de Montaña, y 45 para el tercer batallón de plaza.
        Se añade al mismo boletín, que el día 21 del próximo mes de Noviembre y dos de su tarde, tendrá lugar en el Gobierno civil la subasta para la conducción de la correspondencia pública, a caballo o en carruaje de cuatro ruedas, desde San Juan del Puerto a Moguer los pliegos de condiciones y vice-versa, bajo el tipo anual de 500 pesetas, cuyo pliego de condiciones esta de manifiesto en la Secretaría del citado Gobierno, pudiendo presentarse en la misma y Alcaldías de San Juan y Moguer los pliegos de la subasta duraran hasta el día 10 del propio Noviembre, a las cinco de su tarde.

              Del periódico “El Liberal” del 28 de Octubre.

       De nuestro corresponsal en Huelva: La Diputación provincial se había propuesto con organizar un hospital militar para los repatriados, que conformen están llegando del puerto de Cádiz, hospital que debiera ser capaz para 200 camas cuando menos, utilizar varios salones del antiguo convento de la Merced, hoy propiedad de la Excms. Corporación y donde actualmente están instalados sus oficinas y el hospital provincial; más como esto no bastara tenía el proyecto de alquilar una casa inmediata; y como aún todo eso no fuera suficiente se proponía en caso necesario  ocupar la iglesia de dicho convento, por lo cual se pidió respetuosamente autorización al señor Arzobispo, el cual contestó diciendo que tenía que estudiar el asunto, pero mientras lo estudiaba el capitán general ofició rechazando dicha iglesia para semejante uso. 
                                                            


    Esta noticia fue recogida también por el diario satírico sevillano “El Baluarte” con el siguiente título, de la mano del famoso periodista apodado el “Carrasquilla”.
       ¡ Con la Iglesia hemos topado Sancho!. Carrasquilla la critica por la falta de colaboración de los problemas sociales, el no haber contribuido con sus bienes a los gastos de la guerra, limitándose solo a sermones sobre el honor y el apoyo de Dios a la causa de la justicia. El poema que ponemos siguiente, hace referencia a las indulgencias plenarias concedidas por el Papa a los españoles. 
                      Los soldaditos de Cuba
                     Hace un año que no cobran,
                    En cambio los arzobispo
                     Alhajas y oro le sobran
     
    Del diario "La Gazeta :"

    El soldado José Alonzo Márques, falleció en Filipinas, en combate contra los enemigos siendo natural de Huelva. Otro soldado murió en la travesía del navío "Monserrat" de anemia. llamado Lázaro Susini natural de Ayamonte.
        Con fecha de hoy, se preparan para su traslado del Regimiento Segorbe destinado en esta ciudad.
El último correo de las Islas de Filipinas llegado a Barcelona, ha desembarcado el médico señor Escalona, gran de conocido de esta ciudad; además los soldados siguientes: Juaquín Riquel Carrión de Valverde del Camino; Rafael de la Torre y Mora de Aracena; Antonio Toscano García de esta capital.
     Además el Gobierno ha dirigido nuevas peticiones al embajador de Francia, para que los yanquis gestiones con los tagalos la libertad de los soldados españoles. Puesto que el general filipino Aguinaldo se niega a liberal los prisioneros, mientras esté en el gobierno el señor Palovieja.
      La guerra de Ultramar junto con los problemas diarios, sobre todo la agricultura que por motivo de fallar las cosechas, produjo un elevado precio de los alimentos, abrieron las puertas a lo que sería el nuevo regionalismo.
    También hay que resaltar la lucidez y premonición del periodista R. G. que con el titulo de: "la Diplomacia Española" en el diario "La Provincia" de Enero de 1898, comentando lo siguiente:
                                                              


     La postura del gobierno norteamericano en esta guerra es el económico, como para arrebatar las Antillas a los españoles. Se quedarían convertida en una potencia mundial, que intentaría de establecer su poder en todo el continente americano, dañando de paso a  los intereses europeos y modificando el equilibrio mundial.


José García Díaz.



domingo, 29 de octubre de 2017

jueves, 26 de octubre de 2017

La batería de costa del Picacho.

                                         
                                                       

                         Agosto de 1936, en la foto Braulio Soriano sargento de Milicia, natural de la Palma del Condado, el farero Maresca, Antonio Pichardo y el Valverdeño. Todas estas fotografias y sus cámaras fueron requisada por orden de Queipo de Llano y devueltas años después, aquellas que pasaron la censura militar.

                           Era el día 5 de Diciembre de 1936.
    Cuando extraemos la siguiente información de un periódico provincial, de como se está  formando el relevo de la batería del "Picacho". (En realidad lo que era un pequeño destacamento de soldados, que a duras penas sobrevivieron, al bombardeo por parte del crucero Miguel de Cervantes, que en cuestión de poco tiempo, transformó la pequeña base artillera en un paisaje lunar, pues los disparos del buque de guerra era tan potente que las ondas expansivas se oyeron desde los campos de Bonares, concretamente del conocido como el coto "Fraile", en donde los jornaleros fueron testigos, que las ramas de los arboles eran sacudidas y se caían por medio de las vibraciones), y de como el gobernador civil y el militar, fueron a Moguer a despedir a el resto del batallón, que se trasladaba a Sevilla, a ponerse a disposición de la División.
                                               

Después del bombardeo, tuvieron que improvisar en la playa,  preparando una base de material para alojar mortero y ametralladora.
    

      Se les ofreció una misa en el convento de Santa Clara con toda la oficialidad. ( Como era normal, en aquellos momentos metidos de lleno en la Guerra Civil, el no mencionar a los soldados que fallecieron en el bombardeo ocurrido el día 30 de Julio último de este año, no estaba del todo permitido).
   Tras la toma de Huelva, por parte de las fuerzas nacionales, al mando del capitán  de navío don Ramón de Carranza le recomienda al General Franco, sobre la importancia de corregir y organizar de nuevo la defensa de la barra de entrada para el puerto onubense, situada en la zona militar, llamada la del "Picacho".
    Franco reconsidera en aquellos momentos la situación y le pide al general italiano Mario Reata, 8 piezas de mortero de 260/9 modelo del año de 1916. Que llegaron al puerto de Huelva el 8 de Febrero de 1937, dentro de la operación secreta conocida con el nombre de "Espa" donde tres navíos de guerra desembarcaron en este puerto, camiones, pertrechos, municiones y un contingente de 2.500 soldados, sin que nadie lo esperasen dentro del Estado Mayor y menos tener constancia de esta operación. ( En el Archivo fotográfico de la Diputación, tiene una fotografía, sobre el desembarco de este material militar ).
    .                          


  Este potente y descomunal mortero, cuyo peso era de unos 12.000 kilos y sus proyectiles pesaban unos 220 kilos podían mandarlos a más de 9 kilómetros de distancia, con un tiempo de de carga de un disparo por cuarto de hora, lo hacía un peso pesado en la línea de fuego.

   Pero estuvo cerca de un mes, cargado en vagones de transporte en el mismo puerto de Huelva tras considerar el gobierno de Burgos, que la situación de las costas andaluzas no corrían en estos momentos mucho peligro por el declive de la fuerzas navales republicanas. Creyendo la necesidad de la potencia de fuego de este mortero era la de mandarlos para el frente Norte, donde participó en casi todas las más conflictivas batallas.
                                                              


   Ya en el año de 1943 la Junta de Defensa Provincial, presidida por el Gobernador Civil y Militar, contando con la colaboración del señor Pérez de Guzmán se dirige nuevo al Estado Mayor solicitando cobertura de fuego para la zona del "Picacho" teniendo en cuenta la marcha que está tomando la segunda guerra mundial.
   Esto hiso que el 22 de Octubre de 1944, llegara al puerto de Huelva tres piezas de artillaría procedente de los restos  de los cruceros que habían participados en la guerra de Cuba, y de aquí en barcaza del puerto, hasta el de la casa del Vigía, según contaba el bonariego Antonio Rasco, el cual participó en este curioso desembarco, realizado con la ayuda de los presos político y presentado.
      Montar estas piezas fue un gran problema, por no tener herramientas y equipos de tornos y fresadoras para fabricar las piezas dañadas y sustituirlas.  El montaje fue todo una aventura, por motivos que los talleres de mecánica más cerca estaba en el puerto de Huelva, y teniendo que venir dos Ingenieros de la Armada destinado en Cádiz, para terminarla de una vez, pero tuvieron que esperar para ajustarla y ponerla a tiro, hasta el verano de 1945, fue todo una aventura colocar estas piezas de artillería, pero como las desgracias nunca vienen solas.
     El martes 6 de Diciembres de 1949, sale en el periódico del Régimen, el Odiel una pequeña nota media escondida. Diciendo que el sábado último día 3, motivado por un rayo provocó, un grave incendio en la base militar en el Picacho, se intentó sofocarlo y controlarlo, pero no pudo ser, porque  el fuego alcanzó una caja de granada de manos, provocando una fuerte explosión, en donde los oficiales mandaron rápidamente el desalojo.
   La noticia llego a Bonares de la mano del industrial, José María el "Churruso" y de su ayudante el "Cabo Vela", puesto que iban todas las mañanas por el pescado al cuartel del Loro, teniendo que pasar por delante da la base militar.
 Los comentarios hubo de todo tipo, incluso tiempo después se escuchó en una emisora clandestina de la radio, lo mismo que cuando explotó el polvorín de Niebla, algunos años antes, el bulo era un sabotaje por el personal de izquierda.
   De los comentarios se reducen en que un rayo entró por la barraca de transmisiones por la antena, alcanzando algunas cajas de municiones provocando las explosiones. No hubo comentario de desgracia humanas, ni de heridos como casi siempre en aquellos tiempo tan difícil, si no lo que ocurrió fue que se quemó un pequeño corral con algunas gallinas y varias bestias sin especificar.

      José García Díaz.






miércoles, 25 de octubre de 2017

En el verano de 1936.

                                                 
          
                         En el verano de 1934, en los Asperillos bajando por el Loro.

       EL principio del verano del 36 era del todo normal para la colonia veraneantes de la Torre del Oro, formada por vecinos de Bonares, Rociana y alguno de Hinojos.
    Hacía años que se había abandonado la aglomeración de rancheros formada en la zona de los Asperillos, quedando pequeños focos aislados para los amantes de la tranquilidad.
      Esta zona limitada por las autoridades de Almonte de debió al abandono de la zona playera conocida por las "Atarazana" documentada por vecinos de Bonares desde el año del verano del 1903, cuando los más pudientes aprovechaban "los baños" para la salud, sobre todo la conocida como la "escrófula" o lo que era lo mismo la "tuberculosis", puesto que las playas aportaban en verano los remedios necesarios como el "yodo" entre otros como atenuante de esta famosa y común enfermedad.
    El abandono de la playa de las "Atarazana" llamada así por un almacén de material que se encontraba pegado al bajar el monte con  la orilla, destinado al material de pesca de almadraba. Se debió a un fuerte incendio provocada en una cocina que se encontraba alojada como era costumbre de aquellos años en la pared de la montaña, quemándose todos los chozos sin provocar desgracia humanas.
       Era el 29 de Agosto de 1925, en el recuerdo de la  gente de Bonares, porque cuando emprendía la marcha de regreso para el pueblo con las bestias preparadas, la jovencita Rocío García de 19 años se le antojó tomar el último baño, pareciendo ahogada.
                                                   

La foto es del verano del año de 1922 ,en las Atarazanas es la hija de un famoso hacendado de Hinojo.


   Las autoridades almonteñas tomaron la decisión de separar en dos parte la zona ranchera una para Matalascaña y otra para la Torre del Oro, para evitar que las grandes aglomeraciones que podían terminar en una desgracia provocada por otros incendios venideros.
     Los vecinos de Bonares tenían en el Loro, las comodidades suficientes para pasar el veraneo, como la parada de la camioneta diaria del señor Cintado, que además de viajero transportaba  encargos como el vino para la taberna y barbería de Antonio el "Nesqui" y todas clases de vituallas; el correo verbal de los asuntos locales, provocados por el Alzamiento Nacional y las tenciones que se estaba viviendo en el pueblo, hicieron que algunos vecinos se vinieran para sus hogares.
      Se quedaron los vecinos del famoso arroyo de Lucena del Puerto, a la izquierda el rancho de José González con su piara de cabra que aportaba las necesidades lecheras para la comunidad y a la derecha el de el "Sordano" José velo Rodríguez agricultor , bodeguero y rociero, pero esto duró poco puesto que lo que venía encima no se lo esperaba nadie en la playa.
      Fueron tan deprisa los acontecimientos que en cuestión de día, quedo desalojado todo el Loro de parroquianos, quedando solos los pescadores Rociana con sus barcas que surtían el pescado de los pueblos vecinos.
                                                           

Esta foto es original de submarino C-4 del año de 1928, es propiedad del archivo privado de Pepe el Carnicero.


    El motivo fue que el jueves  27 de Julio de 1936, amaneciendo el día, la oficialidad de la batería costera del "Picacho" están observando que a lo lejos y enfrente la playa de Mazagón, se encuentra un submarino de la serie C-4 en estado de observación del bloqueo del Puerto de Huelva.
   Este submarino tubo el día anterior la primera acción de combate en la vigilancia de las aguas del Estrecho, deteniendo dos buques de carga que se encontraban cruzando este por medio de disparos de cañón, incluso el lanzamiento de un torpedeo obligándole a el abordaje.
  Tras comprobar la línea de disparo por parte la batería del Picacho abrieron fuego, con la suerte que en el tercer disparo cuando se preparaban para la inmersión fue tocado el submarino en unos de los costados y la proa suceso que le costó la muerte de un maquinista y produciendo varios heridos. Tuvieron que virar a toda máquina con rumbo a Tánger, contando con la ayuda del navío auxiliar planero Tofiño que se encontraba al mando el segundo comandante don Luís Güines que se encontraba a pocas millas cerca del submarino, que tuvo que llevarlo de arrastre.
                                                         

La foto del planero "Tofiño" la tuve que sacar en el Museo Naval de Madrid junto a ciertas documentación relacionada con el año de 1936 en Mazagón.


   El C-4 estaba mandado por el Capitán de Corbeta el vasco don Jesús Lashera Mercadal en sustitución del anterior comandante por la simpatía con los franquista,(mientras Lashera, era interiormente más nacionalista que el oficial anterior, como lo demostró, siempre que pudo bloqueando todas las misiones encomendadas, hasta que pudo pasar al lado nacionalista, salvando así su fusilamiento y de algunos miembros de su tripulación). Al día siguiente entra en la bahía de Tanger.
      El mismo día en las charlas de Queipo de Llanos sobre la detención, en Huelva de algunos  familiares de los marinos perteneciente a los navíos piratas. Por cada víctima que ataques de aquellas índole ocasionen, caerán cinco de ellos, y así se hizo.
                                                    José García Díaz.


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viernes, 20 de octubre de 2017

¿Qué pasó en Bonares el 22 de Julio de 1936?

                                                 
                                                   
                       
                         Cuartilla parroquial de la Iglesia de este pueblo del año de 1936.

     Con la entrada en las elecciones pasadas del Frente Popular en toda la provincia, la vida cambió radicalmente en este pueblo. Fueron eliminadas por completo las autoridades que integraban el Ayuntamiento a pesar de haber ganado las elecciones por mayoría absoluta, permaneciendo sólo el Secretario el señor "Flores" conocido popularmente como el "Gato de Hierro" por su fuerte carácter y expulsando de empleo y sueldo al funcionario de oposiciones el señor don José Montés García.
    Las minorías socialista y republicana, empezaron sus ataques descarados al culto y a la Iglesia. Se impidió este año toda manifestación de la Semana Santa y en la solemnidad del Corpus Cristi, si bien autorizó la romería tradicional del Rocío, que salió no con menos problemas, cuando un exaltado bien conocido se tendió delante de la carreta, durante una hora, hasta que la autoridad pudo retirarlo.
    El Simpecado ya se encontraba en la aldea almonteña, que por prudencia había salido la  noche antes para evitar posible altercado.
    Pero la situación se acentuó mucho más a raíz del Alzamiento Nacional. En donde el pueblo estuvo pocos días en manos de las fuerzas revolucionarias, reducidas a un pequeño grupo, de exaltados que, por su barbarie y fiereza se impusieron a los tranquilos vecinos del pueblo, no faltando algunas amenazas.
  Pero tuvimos que esperar hasta el 22 de Julio, para  que este día perduraría  en la memoria de los antiguos vecinos locales durante mucho  años.
    Los lugareños llevaban desde días intranquilos, puesto que la Alcaldía Republicana había estado pidiendo información al Gobierno civil sobre la actitud de grupos incontrolados revolucionarios que están tomando la justicia por sus manos en los pueblos vecinos.
   Mientras la contestación por parte del Gobernador el señor don Diego Jiménez Castellano, es que carece de autoridad sobre estos grupos de exaltados que se escapa de su jurisdicción, en los momentos de crisis social como en la que nos hallamos.
    Los vecinos se encontraban angustiado y precavido debido a los últimos atentados cometido en el vecino pueblo de Niebla, cuando a la primera horas de la mañana del día 19 de Julio, aparecieron uno de estos grupos de milicianos que implantaron el terror en todo el pueblo.
     Entre los muchos desmanes como prender fuego a la parroquia, hicieron la salvajada cultural  más grande de su historia local como fue la de saquear el importante Museo Arqueológico haciendo desaparecer los objetos de más valor y destruyendo los otros, que ya jamás se recuperaría.
    Tanto en Bonares como en Niebla la Guardia civil se encontraban fueran de sus puestos por la orden de concentrarse en Huelva bajo el mando del Teniente Coronel don Julio Orts Flor (abuelo de un bonariego de adopción). Oficial que se mantuvo fiel a su juramento de lealtad hacia la República, costándole su propia vida.
      En el recuerdo local, quedaron como fue la entrada en este pueblo de dos pequeños camiones requisados a varios empresarios de la capital. Estos "cabecillas" venido de Huelva eran algunos delincuentes profesionales  bien conocidos entre ellos, como  El "Romero", y el "Potaje" que gracia a la amnistía del gobierno los pusieron en la calle, para disfrazarse como republicanos.
   Se decían algunos vecinos que aparecieron por la tarde del día 22 de Julio. otros que estaban durmiendo la siesta, pero los parroquianos que estaban en la taberna del "Taqueño" dieron voces de alarma, por toda la calle hasta llegar a la puerta del Centro Benéfico para pasar al Ayuntamiento y de allí a la puerta de la iglesia.
      En la puerta del citado centro es cuando aparece un coche con milicianos del vecino pueblo de Rociana del Condado; tomando el casino a la brava, rompiendo muebles y enseres; obligando al señor conserje colocar la bandera republicana en el balcón, y en la puerta pintaron la frase "Centro del Sindicato Agrario".
      En la puerta del Cabildo, apareció las llaves del Juzgado Municipal, cedida por el señor Juez don Andrés, que se había marchado a su finca del  coto del "Avispero".
     Días antes el 20 de Julio un diácono, hijo del pueblo, que se encontraba en periodo de vacaciones, después de tras administrar solemnemente un bautizo, retiró el Santísimo y lo guardó en su casa. El párroco local se encontraba oculto desde hace una semana, sin que nadie supiese su ubicación.
    El citado día Jueves 22 Julio es cuando aparece el pelotón de revolucionario asaltando la iglesia parroquial, penetrando toda clase de atropellos. Suerte que el día antes el sacristán había retirado todas las imágenes, cálices, cupones y objetos de valor a ciertas casas de confianzas. Pero de poco valió esta medida de prudencia. Puesto que este día se destrozó los altares, retablos y dependencia de la iglesia fue total. Para dos días después el 24 ya habían localizado la mayor parte de la imágenes, casi todas talladas en madera y del siglo XVI, era un exponente admirable de rica imaginería sevillana con sus prestigiosas firmas. Violentamente fueron arrebatadas de sus escondiste con el mayor escándalo por parte de algunos vecinos que no le tuvieron ningún miedo alguno, hasta colocarla en uno de los camiones y las condujeron a dos kilómetros del pueblo donde tras hacerlas pedazos a golpes de azadón, las redujeron pronto a cenizas.
      Era el conocido lugar desde entonces como "El Calvario", en la carretera de Bonares a Lucena del Puerto, y desde esta fecha que anualmente se ha venido celebrándose una procesión de un rosario penitencial de desagravios.
   Tenemos que resaltar la actitud, de algunos revolucionarios locales, vecinos y aun el alcalde del frente populista con la Corporación Municipal, impidieron por dos veces el incendiar el templo en manos de los delincuentes onubenses, con suerte de no pocos esfuerzos, acompañado de disparos fortuitos que pudo terminar en una verdadera carnicería. Apostaron por dejar quemar los santos en el campo, antes de la iglesia, teniendo las casas vecinales tan de cerca, podría terminar en una catástrofe sin límite.
    Se conserva un inventario de ésta época, certificado por el señor Cura Párroco, con relación de que pudo salvarse y de las obras y objetos valiosos que fueron destruidos. Las pérdidas que acusa este triste inventario hizo bastante daño al sentimiento de los católicos de este pueblo. Destacamos la bonita imagen de la Asunción; las de Santa María Salomé, con sus hijos Juan y Santiago, el patriarca San José con el Niño en brazos, nuestra señora de los Dolores, el señor de la Sangre, el señor en el Santo Sepulcro, la Virgen del Rosario, Santa Ana, el señor Resucitado, San Sebastián, nuestra Señora de la Concepción, en nuestro pueblo conocida como "La Candelaria"; nuestra señora del Amparo conocida como la "Virgen del Carmen" eran imágenes de gran talla y valor considerable de tamaño natural.
      Entre las pequeñas, pero de un gran valor artístico, cabe mencionar las de San Antonio de Padua, San Francisco de Asís, San Juan Nepomuceno, en Bonares "San Juan el Sereno", Santa Bárbara Bendita, San Marcos y un Jesús atado a una columna.
    Fueron además destruidas algunas más modernas y algunos lienzos centrales de retablos de apreciable calidad del templo. Valiosas eran también las cristaleras, hasta diez en número y de grandes proporciones. Respetaron la fábrica del templo (lo que es la renta afecto para la conservación de la iglesia, tanto para las reparaciones como para la celebración del servicio divino), con el empeño de convertirla en escuelas municipales.
     Con mucha suerte se pudo salvar la valiosa obra como es la Purísima Concepción, pequeña de tamaño y de la gubia de A. Cano con otras imágenes, amén de las alhajas, vasos sagrados y ornamentos del culto. El Archivo Parroquial quedó mutilado y desaparecieron sus primeros libros que databan del siglo XVI y numerosa documentación de gran valor histórico de este pueblo.
  El inventario original de lo que hemos relatados se encuentran inserto en el Libro de inventarios del la parroquia  de Bonares, según certificado del 9 de abril de 1957 de una copia literal que se halla remitida a la Curia Diocesana.

 
      José García Díaz.

sábado, 7 de octubre de 2017

A primero del año 36.

   

                                                             

La bonita fotografía es del año 1936, cuya propietaria es Rocío Pérez Romero, vemos el coche del "Bonilla" en la puerta de la "Pozá de la Pascuala" actualmente el supermercado del "Jamón" donde varios amigos llevan portando la bandera republicana, pertenece al archivo de Pepe el Carnicero.



  Comienza el año, cuando día 8  de este mes de Enero, se produjo un incendio sobre las cinco de la madrugada, en la calle Almonte número 5 propiedad de Ignacio Limón Martínez.
    La llamas destruyeron parte de la techumbre y gran cantidad de paja, calculándose las perdidas en unas 200 pesetas.
   El fuego lo produjo por una imprudencia del nieto del dueño de la casa llamado Andrés Limón, de 18 años de edad, que dejo  una vela encendida en el pajar donde durmió esa noche.
       Pero como las desgracias nunca vienen solas en este pueblo, mira por donde dos semanas después tenemos otro incendio, en esta ocasión le tocó a otra casa situada en la calle de Alcalá Zamora número 50, siendo su propietario don Jesús Labrador y habitada en esos momentos en régimen de alquiler por el veterinario titular de esta villa Julio Sánchez Parejo.
     Se quemó toda la techumbre del doblado con el pajar incluido, las pérdidas se elevan a más de 500 pesetas. Mientras el fuego fue producido por imprudencia de la señora de la casa Mercedes Cumbreras Rasco, al encender un brasero y no ponerle el cuidado necesario.
   Pero lo más curioso de estos accidentes fue tener el año pasado una fuerte sequía y dar comienzo el invierno metidos en un temporal de fuertes lluvias que no han parado en pocos días en este mes de Enero, pero con tan mala suerte que en los días de los incendios no habían llovido.
   Pero el mes siguiente, el 16 de Febrero, tenemos de nuevo Elecciones Generales para el Parlamento, en donde el Frente Popular gana las elecciones.
       Mientras en este pueblo, como en anteriores sufragios gana por mayoría absoluta la derecha, con estas declaraciones por parte de la Alcaldía:
  Votantes locales 3.100 vecinos.

COALICIÓN DE DERECHAS.
Don Fernando Rey Mora (Partido Radical)                   2.077  votos.
Don Francisco Pérez de Guzmán (Acción Popular)      2.081  "   "
Don Manuel Sánchez--Dalp (Acción Popular)                        2.070   "   "
Don Dionisio Cano López (Independiente)                  2. 082    "   "
 Don    Juaquín Urzáiz Cadaval.                               2.083    "  "
                          
COALICIÓN DE   IZQUIERDAS.
  Don Ramón González Peña (Federal)                            285 " "
   Don Juan Gutiérrez Prieto (Socialista)                            209  votos.
   Don Crescenciano Bilbao (Socialistas)                            285  "   "
   Don Luís Cordero Bel (Socialista)                            286 votos                                                                    
   Don Juan Gutiérrez Prieto (Socialista)                           286  votos.

          El jueves día 16 de Marzo, notificación por parte del puesto de la Guardia civil de este pueblo al Gobierno civil, comentando que al amanecer de este día, algunos obreros se disponían a realizar las faenas agrícolas en el paraje conocido como la "Cuesta de los Gatos" se encontraron un mulo suelto con todo su aparejo y junto a él, el cadáver de un hombre que al ser reconocido resultó ser vecino de este pueblo, Fermín Carrasco Coronel, de 56 años de edad y jornalero.
    Se constituyó el Juzgado certificando el médico local don Antonio Guardia, que practicando las oportunas diligencias, que la muerte le había sobrevenido a consecuencia de una congestión cerebral que le cogió la noche anterior cuando venía de vuelta para el pueblo.
    Días después aparece una nota en la prensa onubense, para terminar en casi todos los medios nacionales por lo valiente y justificada causa.
       El autor Fernando Díaz Caparros.
    Los secretarios de los Juzgados Municipales, piden la independencia.
      Grande es la campaña que ha hecho la prensa sobre la triste situación en que se encuentran los Secretarios de los Juzgados Municipales y de nada ha servido que estos modestos funcionarios, hayan encontrado apoyo en los que han ostentado la dirección de la nación, todo han sido promesas y todo se ha quedado en proyectos.
       Al formarse el escalafón de estos funcionarios un rayo de esperanza brilló en sus rostros, por fin se acordaban de ellos, pero la realidad fue, que en la reforma de la Justicia municipal, quedó sobre el escalafón y aquella independencia económica que todos ansiaban de nuevo quedó frustrada.
      Hoy en un régimen de democracia como el que vivimos, y en el que se tiende a mejorar la situación del obrero es lógico y humano que el Gobierno se preocupe de estos funcionarios que son los únicos que tienen infinidad de trabajo sin remuneración alguna. Miles de Secretarios de los Juzgados municipales que existen hoy en España (que triste es decirlo) que no ganan, para medio de comer.
    La República está obligada a que esta situación tan precaria que hoy atraviesan estos funcionarios desaparezcan, hay que darles las máximas independencias para que puedan desempeñar su delicada misión con entera imparcialidad, y que no se den los casos bochornosos, de tener que someterse a los caprichos de algunos Jueces municipales, que por lo general son analfabetos en la materia legislativas, y si no te someten a su crítica, te tiene que pedir el traslado si no quiere morirte de hambre.
       Al Sr. Ministro de Justicia con todo mi respeto pido desde estas columnas que se interese por estos humildes funcionarios que con mucha razón piden su independencia.
  En Bonares, a 25 de Marzo de 1936.


     José Gercía Díaz.