lunes, 4 de abril de 2016

Por tierras Africanas.

                                         
                

                 Del diario de "La Provincia" del día 1 de Marzo de 1912.
     Ayer estuvo la estación de Sevilla como un hervidero de gente tanto de Huelva como de la provincia, que estuvieron  esperando a los quintos de 1908, que habían terminado su campaña en tierras africanas.                                            
            Un recuerdo de algunos soldados del Regimiento de San Fernando llamado José Martín Pedraza en  la batalla del río Kert, en la que estuvo acompañado por su amigo el bonariego Juan García Bueno.
         Es un bravo soldado de nuestro ejército, nacido en la aldea de al Redondela, en nuestra provincia, que en el combate del 7 de Octubre del pasado año, recibió luchando heroicamente una herida, que por consecuencia de la cual le quedó inútil el brazo derecho.
      José Martín, cuya visita hemos recibido en nuestra redacción, tiene 22 años de edad y se fué a Melilla como soldado de al segunda compañía del segundo batallón del regimiento de infantería nº11.
         Tomó parte en ocasión de hallarse en África el ministro de la Guerra general Luque en aquel sangriento combate del paso del río Kert, en que resultó herido el coronel de su regimiento, hoy ascendido a general de brigada, don Miguel Primo de Rivera.
        De lo que ocurrió el día del combate nos ha hecho José Martín Pedraza, nos relata las siguientes referencias.
      Sería como a las siete de la mañana salió el regimiento de la posición Inazafren y pasó el río Kert, entrando en fuego media hora más tarde de la que dió principio de avance.
                                                     
Melilla Abril de 1911, Miembros del Regimiento San Fernando nº 11. En el reverso de la foto, escrito con lápiz.
Primero por la izquierda : Manolito el Gaditano, Andrés Lucero, Juan García, no se pude leer nada más.

        El fuego duró todo el día, y según cuenta el soldado, las bajas del enemigos fueron enormes, pero las nuestras no fueron escasas, hasta el punto que de la sección de un regimiento que se hallaba en la primera línea de fuego, él incluido.
      El enemigo luchó ferozmente, y con su acostumbrada osadía llegó a situarse a veces muy cerca de las filas de nuestras tropas. A la mediación del combate, otra compañía del mismo regimiento de San Fernando fué a revelar en la primera línea de fuego a la que pertenecía José Martín Pedraza, pero éste que se hallaba en el lugar muy avanzado, no pudo replegarse, seguro de que si lo intentaba hallaría la muerte, pues había de cruzar sitios donde alcanzaban constantemente los efectos del fuego de los moros. Siguió, pués, combatiendo en su puesto con la compañía que relevó a la suya.
        Un gran rato permanecieron haciendo constantes descargas para defender a otra sección que avanzó más adelante y tuvo que echarse a tierra ante el mortífero fuego de los moros, que se aproximaban mucho. El enemigo ocupó un barranco inmediato y en él se hizo fuerte, causando gran mortandad en nuestras filas.
    Fué preciso entonces el auxilio de la artillería y estuvo a punto de ocurrir una desgracia. Una granada de nuestros cañones cayó cerca de los soldados de las avanzadas y no en el barranco. Una sección de las avanzadas se metió en el mismo barranco para desalojar a los moros.
         José Martín Pedraza que se apercibió a tiempo de ello, dijo al teniente que mandaba la sección con que peleaba: Mi teniente, no disparar a ese barranco que hay soldados nuestros en el.
        Así se hizo y aquellos valientes lograron desalojar la guarida de los musulmanes. La sección de José Martín Pedraza siguió haciendo fuego a los rebeldes de una loma inmediata al barranco.
      Al oscurecer se inició el repliegue de las fuerzas bajo el fuego enemigo y en la retirada cayó herido José Martín. La herida en el antebrazo derecho es de bala explosiva y por ello le ha causado tan grave daño. De la sección con que se batió José Martín resultaron herido un capitán y dos tenientes. En el hospital en Melilla fué bien atendido según nos ha manifestado.
                                                             

       El capitán de su compañía don José Verdú escribió a la madre del soldado diciéndola que estaba levemente herido.. En la carta del capitán Verdú que hemos leídos se elogia el valeroso comportamiento del soldado. Este con leciencia llegó a su casa el 29 de Enero de este año. Aun tiene vendaje en el brazo, que como decimos le quedará inútil para siempre. Se cree que José Martín está propuesto para una cruz pensionada, lo dice así una carta de fecha reciente su compañero de regimiento.

José García Díaz.


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