Estamos siguiendo
del artículo anterior, que con el título del “El trasvase del río Tinto al río Odiel”. Por parte del ingeniero
Isidro Pinedo Vara.
En todo caso,
trasvasar el río Tinto al río Odiel en cabecera, al nacer, no es igual que si
trasvasara al final, o sea echando al Odiel el caudal y los aterramientos de
toda la cuenca del río Tinto, pues insistimos que el trasvase se hace en la
parte más alta del río Tinto, al nacer éste, y sabido es que los nacimientos de
todos los ríos en general, suelen ser un pequeño arroyo, que incluso se seca en
verano.
En el trasvase del
Tinto no será grande el caudal del río en sí, pero habrá que trasvasar a otra
aguas superficiales y vertidos, Estamos convencidos que la empresa minera
prestará su inestimable colaboración para resolver bien la recogida y trasvase
de las aguas sucias, cual fuere su origen, al igual que estimamos que la
Administración debe otorgarle, sin regateos, las concesiones de nuevos caudales
de aguas limpias, para el mejor desempeño de los proyectos agrícolas y mineros
que piensa llevar a cabo.
Terminamos estas
líneas, alertando a la Administración y al público en general, de un grave
riesgo, cuyos efectos se atenuaron con las obras del trasvase y aprovechamiento
de las aguas limpias de la cuenca del río Tinto. El riesgo que vamos a señalar,
podría malograr o retrasar mucho el arrollador progreso de Huelva en las tres
actividades básicas: Gran industria, turismo de playa, y modernas agricultura a
base de riego localizado. Dicha las
tres actividades precisan de mucha agua y, sobre todo, la continuidad del
suministro, sin fallos. Una gran avería en verano, que privara por unos días o
semanas de aguas a las tres actividades citadas, podría significar una tremenda
ruina. Y eso es muy posible porque vivimos en una región sísmica. Bien sabemos
que esto traería risa o sonrisa a los jóvenes.
Pero si Huelva no
tiene memoria, si tiene en estos
momentos algunos viejos que con bolígrafo en mano podemos hacerle saber que los
últimos veinte y cuarenta años hemos sufrido dos o tres fuertes sacudidas, que
la iglesia de la Milagrosa y la Catedral
de la Merced hubo que cerrarlas por los daños sufridos y que cerradas siguen.
También pueden preguntarse porque no hay en Huelva ni en Palos edificios,
murallas o castillos, no reconstruidos, que tenga varios siglos.
Además de recordar
el peligro sísmico, que no es el único, esbozaremos, a grandes rasgos, nuestras
conducciones hídricas, que hoy forman un conducto lineal con los embalses en un
extremo. Es una red ingeniosa, que así por las circunstancias lo impusieron.
Pero que nosotros la creemos frágil con
muchas zonas de peligro, provenga éste de una explosión de envenenamiento involuntario,
por caída de alguna cisterna… y sobre todo por algún trastorno sísmico, de los
que se producen varios cada siglo, cuando menos se esperan. Comienza esta red
con qu8e toda o una gran parte del agua hay que elevarla unos metros por medios
de bombas y tuberías. Luego atraviesa un largo túnel hasta entrar en la presa
del El Piedra. Largo canal de hormigón y tuberías de gran sección por un puente
de los más largos de España le permite llegar a Huelva, el mayor centro urbano de la provincia, El puentes
antes citado está sobre la ría del Odiel y para llevar el agua a la zona industrial, que en su mayor parte
se encuentra localizado en el término municipal de Palos, hay que cruzar las
tuberías por otro gran puente.
El sistema
distributivo del agua en esta zona repetimos que lo encontramos frágil, y por
lo tanto, con mucho riesgo de un colapso. La atenuación al mínimo de estos
riesgos requiere una solución en triángulo o cuadrilátero, es decir, con los
dos o tres embalses estratégicamente situados, teniendo en cuenta la situación
de los centros de mayor consumo y que los cortes de suministro pueden producirse por rajas en presas y canales,
obstrucciones en los túneles y cortes en los puentes sobre las rías.
Es indudable que el
aprovechamiento de agua del río Tinto contribuiría a disminuir dicho riesgo.
Del sábado 12 de Agosto de 1993. Bajo el artículo, firmado por M.J.G.
(En el Huelva Información). Teniendo de cabecera el siguiente título: La Junta
iniciará en otoño las obras de saneamiento de los ríos Tinto y Odiel.
Anunciado por el
consejero de Cultura y Medio Ambiente, Juan Manuel Suárez Japón, quien clausuró
ayer las jornadas sobre humedades desarrolladas en la Rábida, y donde abogó por
“políticas activas de intervención” para conservación de estas zonas.
Las diversas
actuaciones que incluye este proyecto de saneamiento de los ríos Tinto y Odiel
se dirigirán, según el explicó el consejero, a la corrección de los vertidos
“de ácido y de todos los elementos de las
explotaciones mineras de la zona. Las obras empezarían el próximo otoño,
que tendrá un presupuesto de 1.200 millones de pesetas, que serán financiados
conjuntamente con la CE. Quien aportará entre el 30 y el 70 por ciento del
coste total.
Según estimó el
consejero, este proyecto de saneamiento junto con el de restauración de las
balsas de yeso de la cuenca baja de ambos ríos, en el Polo Químico. “serán
fundamentales para poder decir a la sociedad de Huelva que los ríos Tinto y el
Odiel han dejado de estar contaminado”.
En este mismo año, en el día 20 de Octubre, y en portada la siguiente noticia:
El ministro de Obras Públicas, don José Borrel, dijo ayer que su departamento
va invertir más de 13.000 millones de pesetas en el saneamiento de las cuencas
de los ríos Tinto y Odiel.
El ministro contestó
a una pregunta del senador socialista Antonio García Correa sobre las
actuaciones que se realizan en estas cuencas de Huelva para la descontaminación
y posterior aprovechamiento de sus aguas. Previsto en la primera fase del
proyecto de directrices del Plan Hidrológico II de la Cuenca del Guadiana, con
un coste de 13.000 millones de pesetas.
José García Díaz.
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