lunes, 22 de junio de 2015

El extraño suceso que acaeció durante la fiesta de la Cruz de La Palma

             Nuestros abuelos siempre nos decían que todos los cuentos tenían algo de verdad, manteniéndose la costumbre oratoria de padres a hijo, tan común en aquellos años, antes de aparecer la televisión en los hogares allá por los años sesenta y de robar las intimidades que ofrecía las reuniones junto a la chimenea o la mesa de camilla.
   Este relato permaneció durante muchos años por nuestro pueblo y alrededores y ocurrió en La Palma del Condado el día 6 de Mayo de 1909.
    En plena fiesta de las Cruces, la siniestra noticia solo en el periódico “La Provincia” con el titulo:
          La profanación de un cementerio, una industria macabra.
      El vecindario de la Palma se halla horrorizado antes los delitos que venía cometiendo el enterrador de este cementerio llamado José Bellerín Rojas.
     Este individuo, que está sujeto a un proceso judicial por haber desenterrado el cadáver de una joven para que lo viera el primo y el novio de ella, había convertido el sagrado recinto en un lugar de tráfico de mercancía, haciendo negocio con los despojos de los muertos.
    En la noche, y guardado por la soledad del recinto a donde nadie se acerca, el singular personaje practicaba sus operaciones con una frialdad aterradora.
Su oficio había roto las fibras de su sensibilidad y se lucraba con la muerte con el mismo calculista espíritu de un mercader.
      Mientras que en los entierros, parientes y deudos lloraban a las víctima, él calculaba lo que podía valer las ropas que llevaba puesta, y que con mano impía arrancaría más tarde de los infelices cuerpos para venderlas por unas cuantas monedas.
    José Bellerín cambiaba los ataúdes nuevos por otros ya usados, vendiendo aquellos a bajo precio.
    También se ha descubierto que el macabro sepulturero vendía las ropas de los difuntos en los pueblos inmediatos.
    El día 7 de Marzo último vendió un ataúd al vecino de la Palma José Gallardo Jiménez, en cinco pesetas; cuyo recibo obra en poder del jefe de la guardia civil de aquel puesto.
     Hace poco tiempo también exhibió a José Martínez el cadáver de una hija suya, recibiendo en cambio cuatro pesetas, y a Josefa Díaz Pavón, a un primo suyo que murió dos meses antes recibiendo por este servicio treinta reales.
  José Bellerin ha declarado estos delitos con el mayor cinismo, dando cuenta detallada, de cómo practicaba su industria.
   El vecindario de La Palma está indignado con este profanador del cementerio.
   La dirección.
  Pero las fiestas de las Cruces, seguían su marcha según lo comentaba el que era su corresponsal: L. M. Arce.
  Dentro de los días de fiesta de la Cruz de la calle Sevilla que empezó el día 2 de Mayo, junto con las elecciones municipales, ganadas por mayoría por los conservadores, mientras la derrota se las llevó “El crédito Agrícola” al mando de su representante D. Jaime Font.
  La fiesta estuvo amenizada por la banda de música “Nueva Nerva”, que gusto mucho al público y fue muy aplaudida.
   Durante tres noches se quemaron vistosos fuegos artificiales. Estando la calle iluminada y adornada durante nueve noche.
   La fiesta de la calle Cabo ha tenido lugar los días 8 y 9 de este mes
El Día 8 fue el “romerito”
   Estos festejos han sido amenizados por la banda municipal de Bonares.
   Se han quemado también magnificas piezas de fuegos artificiales.
    La calle Cabo también ha estado exornada e iluminada durante la novena.
José García Díaz.

Pepe el Carnicero.

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