De la
Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejercito.
Extraemos
las siguientes notas del año 1804. Relación de la consistencia de
los puestos fortificados en la costa de Poniente de la Plaza de Cádiz
y de la frontera de Portugal, hasta los límites…. de Extremadura
por don Antonio Hurtado, Mariscal de Campo, Ingeniero director.
Signatura………
C—30 Nº 3 pags. 4.
Toda
la porción de costa comprendida entre el río Guadalquivir y el
Guadiana se halla indefensa, siendo accesible por su naturaleza de
playa, la posición que media hasta la desembocadura del rio Tinto,
desde se haya la ciudad de Huelva, que sin más defensa que las
torres vijias que se ha hallan esparcidas por todas ellas.
Lo
que produce con facilidad la ayuda que tienen los corsarios, los
contrabandistas y los demás enemigos de introducirse por el río
Tinto, que aunque de barra pero con 4 brazas de agua en pleamar hacia
los pueblos de Huelva. Como Aljaraque, Gibraleón, Palos, Moguer, San
Juan del Puerto y otros interiores del Condado de Niebla, como es el
vado de Bonares, fondeando con el abrigo necesario y hacer
incursiones.
A
dos leguas de la torre del Oro siguiendo la costa y a un cuarto de
legua de la Barra de Huelva o la desembocadura del río Tinto, se ha
halla una choza, a pesar con nombre de torre del Puntal que tiene sus
torreros, aunque no hay vestigio de haber existido torre alguna.
Puede ser que su destrucción en lo antiguo haya borrado memoria de
ella. Hay opiniones de que convendría construir allí una torre de
batería. Dicha torre o batería según reconocimiento de hechos
estarían bien situados en la inmediación del expresado sitio del
Puntal, entre los puntos que llaman Borrajara y Padre Santo; pero
mientras este proyecto no se aprueba y tiene se puede suplir en parte
con una lancha cañonera en tiempo de guerra, la cual defenderá la
entrada o embocadura de los ríos de Huelva, Aljaraque y el Tinto que
desaguan por una misma boca a causa de un bajo continuado que llaman
el manto.
Termina
la Guerra de la Indepencia y antes del nefasto Borbón Fernando vII
las costas de Huelva hasta Ayamonte son de nuevo visitadas por los
corsarios piratas ya que en 1816 es el año del comienzo de la
campaña hasta el año 1823 fueron capturados 9 navíos en el paraje
de las Arenas Gordas (Playa de Castilla) quedando muchos quemados,
hundidos o solo saqueados.
Relación
de algunos de los navíos capturados en las Costas de Huelva, a
través de la prensa de aquella época como es el Diario Marítimo y
el Diario Mercantil de Cádiz.
La
Fragata El Pájaro o La Diana una fragata que viniendo de la Habana,
se dirigía para el puerto de Cádiz, fue detenida y saqueada por los
corsarios rioplatense frente de la Torre de la Higuera, en la
conocida Arenas Gordas, llevándose un valioso cargamento, los hechos
ocurrieron el 2 de Octubre de 1817. Fue llevada a Buenos Aires y
rebautizada de nuevo el día 23 de Diciembre del mismo año con el
nombre de Luisa, cuyo nuevo capitán era Ezra Drew de Baltimore.
Al
día siguiente y frente a la Torre del Oro, la fragata conocida como
el Correo del Rey ( o) La Actividad. Fue saqueada quedándose con
todo lo que tenía valor económico y tirando a la mar la
correspondencia del Rey y de los particulares.
El
día 8 de Octubre del mimo año le toco a la fragata Santo Cristo del
Grao, siendo capturado frente los Asperillos, robándole toda la
mercancía y echada a pique.
Nos
queda el San Antonio, un laúd que viniendo de Lisboa el 29 de Junio
1821 para Cádiz cargada de barriles de aguardientes fue capturado
por una goleta insurgente colombiana, cuyo capitán se hacía llamar
“El Libertador”, frente a la Torre del Oro. Le robaron todo el
cargamento como los productos alimenticios, el equipaje de un
pasajero, la ropa de la tripulación y todo lo que podía tener
algo de valor.
Esta
situación fue tan compleja en nuestras costas, que en el año 1826
el gobierno español llego a plantearse la posibilidad de recurrir de
nuevo a las torres almenara estudiando las observaciones
económicas conseguidas años antes para evitar las posibles
incursiones de los piratas berberisco. Ya que junto a la poca
defensa, la Marina de Guerra no disponía de barcos en condiciones,
para intentar corregir el problema. (A. H. N.)
José
García Diaz.
Pepe El Carnicero.
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