Fue don Manuel Azaña el que dijo en el
Ateneo de Madrid en 1917, aquello sobre la Primera Guerra Mundial:
La neutralidad española no ha sido ni es
neutralidad libre, declarada por el Gobierno y aceptada, por la opinión de un
duro examen (…..), si no una
neutralidad forzada, impuesta por nuestra propia indefensión.
Lo que es lo mismo, no teníamos capacidad
política de hacerla efectiva, y mucho menos poderla defender militarmente.
El
puerto de Huelva, como el de toda España en los años del conflicto bélico,
permaneció como neutral, donde los buques de guerra de los comprometidos con esta, solo podía permanecer el tiempo de
arreglar la avería y una vez arreglado debían de abandonarlo antes de las 24
horas.
Sin embargo, en el nuestro al dar los
primeros signos de que empezaba la guerra europea, dos barcos alemanes y otro
dos austriaco permanecieron amarrados en el puerto, encontrándose minado antes
el temor de que el gobierno pudiesen requisarlo. A sabiendas los alemanes que los españoles no teníamos
capacidad de realizar represalias contra ellos.
Además todas las autoridades de Huelva,
sabían perfectamente que estos navíos cumplían con una valiosa misión de centro
de información de las nacionalidades todos los navíos que entraban y salían del
puerto.
Puesto que desde que empezó la guerra en 1914,
los alemanes ya tenían en Huelva formada una red de informadores, escuchándose
incluso decir que tenían pagados a determinados anarquistas para provocar
incidentes en la sufrida cuenca minera.
Según el
diario” La Provincia” (periódico fiel vasallo de la colonia inglesa huelvana y
sobretodo de la compañía minera de Rio Tinto) del día 13 de Junio, el vapor
noruego de nombre “Symra”, que procedía de Liverpool con destino Huelva a
Gibraltar, fue hundido por un submarino de nacionalidad alemana. Antes de
torpedearlo dieron tiempo a la tripulación para que abandonara el barco en dos
botes. Los marineros fueron auxiliados
en alta mar por el vaporcito de Huelva
“Cinta”.
El vigía de
la barra contaba así lo sucedido: “A las tres de la tarde advertí que entraba el vaporcito cinta
remolcando dos botes salvavidas que llevaban izada la bandera noruega. Uno de
ellos aparecía volcado y el otro ocupado totalmente por muchos marineros.
Tanbien vi a un submarino que marchaba a
toda velocidad con dirección a poniente. A las tres y quince minuto escuche el
estampido de un cañonazo hacia el Sudeste advirtiendo que el vapor español “Itálica”
que navegaba con rumbo poniente, se detuvo quedando parado por espacio de un
cuarto de hora, siguiendo después su marcha”
A la llegada a puerto del vaporcito “Cinta”
desembarcaron los náufragos; “todos son jóvenes y vigorosos, aparecieron muy
impresionados por lo que acababa de ocurrirle, hablando en su idioma a gritos y
dando muestra de gran excitación”. Posteriormente, prestaron declaración ante
el juzgado de instrucción el capitán, oficiales y marineros del “Symra” que
coincidieron al decir que fueron abordados por el submarino sobre las once y
cuarenta y cinco minutos de la mañana y
que el hundimiento se produjo frente a la barra del puerto. El buque era
moderna construcción y estaba dotado de la telegrafía sin hilo. El cónsul de
Noruega en Huelva estuvo en la Comandancia de Marina conservando con los
náufragos.
Del mismo día hay otra opinión del
peridiodico catalán” La Vanguardia”, bajo el titulo, hay un rumor por Huelva de
haber ocurrido un accidente marítimo a una milla de Huelva.
Se
dice que un submarino alemán disparo un torpedo contra un vapor noruego, que
traía carbón para España, a cambio de mineral que tenía que cargar, para su
viaje de regreso a Inglaterra.
Se dice que la tripulación desembarcó al
medio día en Huelva, presentándose enseguida a las autoridades de la marina.
El rumor hasta ahora no ha tenido
confirmación oficial.
El mismo día pero en la versión contada
por el A.B.C. este periódico conservador era el mejor amigo que tenía los
alemanes en España. Lo resumía de esta
manera; 14 de junio de1917 a las cuatro
y doce minuto. A unas 8 millas de la costa de Huelva, ha sido torpedeado el
vapor noruego…….
Estos son los resúmenes, con sus diferentes
criticas personales de cada periódico sobre el hundimiento del vapor noruego.
Pero ese mismo día, a las pocas horas el
submarino alemán, vuelve otra vez a la carga, según el diario La Provincia, en
esta ocasión con un carguero italiano preparado a escondidas con artillería de fuego que consteto a la agresión lanzándole
varios cañonazos. El capitán del navío Deipara, Fortunato Marini, que se
dirigía a Gibraltar con un cargamento de carbón, comento a la prensa de Huelva
que el encuentro tuvo lugar frente la almadraba de Nuestra señora de la Cinta
donde el submarino aguardaba escondido en espera de que algún barco de
nacionalidad beligerantes.
Los hechos comienzas cuando el submarino
alemán disparo un cañonazo, sin duda con el objeto de que el mercante se detuviera. El
proyectil quedo corto, al sumergirse, levantó una enorme columna de agua y
espuma. El submarino giró poniéndose frente a la almadraba, efectuando otros
tres disparos contra el buque. Sin duda tenía previsto que le Deipara se
detendría, porque los proyectiles esta
vez quedaron largo, pasando por encimas del vapor. Dice el capitán que
al pasar por encima del buque los proyectiles percibió idéntico ruido que hace
un aeroplano cuando vuela a regular altura. El Deipera continuó evolucionando
hacia la costa y cuando ya estaba a poca distancia de la tierra, volvió de
nuevo a parecer el submarino ante la almadraba de la Cinta. La posición era
pues la siguiente, según refiere el capitán Marini: ante la almadraba el
sumergible, y entre ésta y la costa el buque mercante. Comprendiendo el capitán
que no podía perder tiempo disparo el cañón de su barco, cayendo los
proyectiles muy cerca del submarino, que se sumergió en el agua desapareciendo
sin contestar a los cañonazos.
La
misma crónica del día pero contada por
el A.B.C. en la que su corresponsal en Huelva, participo en la rueda de prensa
dada por el capitán italiano. Pero aportando; que el buque cuando intercambia
los disparos se marcha a toda máquina para las aguas juricionales y embarranco
frente a Punta Umbría, desapareciendo el submarino por completo.
El vapor italiano pertenece a la matricula de
Génova, siendo sus armadores los señores Bozza, traía 3.500 toneladas de
material para un puerto italiano.
La marea de la madrugada lo puso a flote, para
poder entrar en el puerto.
El diario del mismo día A.B.C. Redacta la
misma noticia que el diario “La Provincia” y aporta nueva información.
Mayor suerte tuvo el vapor ingles llamado
Ladkisk., que mientras el submarino alemán se encontraba combatiendo con el
navío italiano, aprovecho la confusión para poder entrar en el puerto con un
cargamento de carbón para las minas de Rio Tinto.
Hay varios autores de libros hablando del
papel que tuvieron los submarinos alemanes en la Primera Guerra Mundial entre
ellos Herber Wemer cuyo título es
“Ataúdes de Acero” donde pone que en el teatro de operaciones del mes de junio
de 1917, había operando cinco submarinos en el Golfo de Cádiz.
El que participo en esta operación fue el
submarino costero UB-18 a 47 que entro en servicio 1916, tenía dos motores de
550 CV. Con dos tubos para cuatro torpedos, a demás de un cañón de 88. Mm. Y
disponía una tripulación de 23 hombres. Era unos de los pequeños que tenía la
flota alemana.
José García
Díaz.
Pepe el
Carnicero.
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