Del diario El Comercio del día 28 de Marzo de
1846.
Se han aprendido en el término de Niebla
por los carabineros de la hacienda pública seis cargas de géneros de ilícito
comercio, las cuales habiéndose declarado de comiso, se pusieron en venta en la
aduana de esta capital huelvana; pero se asegura que antes de abrirse para el
público, muchas personas afectas de algunos empleados de aquella oficina y todas las vendedoras de esta
población escogieron los mejores géneros, dando lugar a que la maledicencia
pueda inferir que hay cierto valor entendido. En esta atención, el público se
pospone a exigencias particulares, y solo se aprovecha de lo que aquellas
personas despreciaron, con algún perjuicio al Estado, pues siempre se venderían
a más subido precio los géneros si íntegros se hubieran expuesto al público por
la abundancia de consumidores,
También resaltamos los robos de bestias que
se está ejecutando casi diariamente en el término de esta capital huelvana. Los
tenedores de aquellas, además de sufrir sus pérdidas experimentan grandes
perjuicios por no poder dejarlas de día pastar en los campos a no ir
custodiadas con algunos guardas, ya en las casas de campo, todo lo cual les
acarreas cuantiosos dispendios. Nunca se han deplorado como en el día
semejantes hechos, admirando suceda así, teniendo tantos agentes de policía,
tanto celadores de seguridad pública, un comisario, y en fin, una numerosa
gendarmería. ¿Y el pueblo paga por ventura y hace costosos sacrificios para
sostener estos empleados, que no velen por su seguridad y propiedad? No así se
portan, si casi a la vista de tantos agentes se cometen los sucesos
denunciados, diremos sin equivocarnos, que lejos de ser una institución que
garantice a las personas y sus bienes, es un gravamen. Esperemos que las
autoridades atiendan a tan justo clamores.
José García
Díaz.
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