Fotos del diario "La Unión" 1918. Archivo Privado. Pepe Carnicero
En este verano de 1913, hemos querido dedicar a las hermosas e higiénicas playas que poseemos en las costas del inmenso Océano Atlántico y a las cuales concurren además de Almonte, multitud de poblaciones de la comarca, tales como Carrión, Rociana, Bollullos, Sevilla y otras muchas.
Al tener el
gusto de visitar estas hermosas playas, me encuentro con la obligación de
escribir algunas de las agradable impresiones experimentadas. Cercas de ella se
nota desde el arenoso camino, el gran Piélago, como los antiguos llamaron a la
gran masa líquida. Enormes extensiones de médanos o variables montes de arena
hace que no se distingan las blancas casetas, como sucede al pasar aquello.
Sevillana,
bollulleras carrioneras, rocianeras y almonteñas, lucen sus gallardas figuras
por la playa dejando ver sus caprichosos trajes veraniegos. Las pisadas de
ambos sexos se notan sobre la fina arena asentada por la influencia de la
mareas.
!Por las tardes!
Febocon sus rayos tiende a morir al ocaso. Mirase a lo lejos y fuentes
materiales históricas se presentan a nuestra vista, restos de terribles de
torres o castillos que en un tiempo sirvieron a los nuestros para su defensa de
la piratería mora.
El Sol ha
muerto. Es tiempo de tomar un aperitivo acompañado de un vino de la tierra. Así
se hace y a la salida de la puerta de la blanca caseta el espectáculo no podía
ser más hermoso. El astro del día ha sido reemplazado por la nocturna Diana.
Sus blancos
rayos, al reflejo sobre las azuladas aguas, hacen parecer capas de hilillos de
plata.
Una pequeña luz
se ve a lo lejos intermitente; es el faro del Picacho de la playa de Mazgón, Otra luz se ve allende el mar; la de un vapor
seguramente. Por la orilla una enamorada pareja que pasea, un cazador que se
dispone a vender su mercancía, un carabinero que vigila, es todo lo que da la
playa.
Pero termina el ajetreado y caluroso verano,
para encontrarnos con el otoño, donde queda la tristeza y la soledad de la
playa.
El
día 27 de Octubre de este año, es noticia de nuevo esta playa de Matalascaña
por un desgraciado accidente, de donde acaba de llegar los miembros del Juzgado
Municipal de la villa de Almonte.
Al frente de
la Comisión el señor Juez, el nuevo titular tras tomar posesión de su cargo
días antes, don Francisco Villa Báñez, para exhumar el cadáver del feto viable
que le costó la vida a la esposa del carabinero allí destacado don Alfonzo
Navarro.
Se ha podido
confirmar, la no responsabilidad por parte del facultativo doctor don Rogelio
Martín, médico en San Lucas de Barrameda, a quien recaía la atención sanitaria
en los puestos de carabineros.
Entre otras
cosas porque la mujer fallecida por motivo del aborto, no la cubría el contrato
médico que tiene hecho con la fuerza del carabinero de aquel puesto, eximía de
la asistencia a partos, pero sin embargo el repetido médico llegó hasta el
puesto de Malandar; no pudiendo llegar al puesto donde se proponía, por falta
de caballería, distando uno de otro unas cuatro leguas; contando además que
padecía cuando salió de San Lucas de Barrameda un ataque de hemoptisis,
consecutivo de una afección gripal.
El cadáver de la
pobre infeliz acompañado con su feto, será enterrado mañana en el cementerio de
Almonte recibiendo cristiana sepultura.
R. Torres
Endrina, Almonte.
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