domingo, 8 de mayo de 2016

Pena de muerte para un carabinero.

                                                                  
                                                         


        El sargento patrón comandante del puesto de "Torre Arenilla", José Jaén Pomares, ordenó al carabinero de mar Miguel Gallardo Mora, se dirigiese a "Los Caños" andando, para revisar la revista de armamento.
         El Gallardo Mora obedeció protestando.
    Una vez pasada la revista, los carabineros de "Los Caños" invitaron a merendar al Gallardo Mora, rehusando éste la invitación repetidas veces y marchándose con dirección al cuartel de "Torre Arenilla".
     Ya de madrugada, cuando los carabineros de "Torre Arenilla" embarcados en un falucho y una lancha, se disponían a prestar servicio recorriendo las playas, llegó Gallardo Mora, que llevaba el fusil escondido a la espalda, y saltando a la lancha, comenzó a dirigir graves palabras contra el sargento.
       Este, al escucharle, saltó desde el falucho a la lancha para reprender la insubordinado carabinero.
        En este momento, Gallardo Mora, que llevaba el fusil montado, le hizo un disparo a quemarropa, cayendo el sargento muerto inmediatamente al fondo de la lancha.
      La bala le entró por el hombro derecho, saliendo por el lado izquierdo del cuello.
      El criminal, montó de nuevo el arma para, para seguir disparando, pero uno de los carabineros, se arrojó sobre él, y forcejeando, logró arrebatarle el fusil.
     Entonces el criminal se arrojó al agua, dándose a la fuga, siendo detenido poco después y trasladado a la capital, ingresó arrestado en el cuartel.
      El cadáver del sargento, en la misma lancha donde se cometió el crimen, fue conducido a Huelva. Mientras llegaba el Juzgado de Marina, estuvo la lancha amarrada a una de las columnas del muelle Sur.
        El Juez instructor de Marina, teniente de navío don José Rodríguez García, acompañado del oficial de la Comandancia Sr. López, de los médicos señores Bel y García ( D. V.) y del teniente carabinero señor de la Torre en una falúa se trasladó al lugar donde se encontraba el cadáver.
      Reconocido éste por los médicos antes mencionados, se ordenó el levantamiento, colocándose en una camilla y trasladándose al cuartel del muelle, donde fue nuevamente reconocido.
       En las ropas se encontró, un reloj, un lapicero, una petaca y varios otros objetos.
       Después de un detenido reconocimiento, fue conducido el cadáver al depósito del cementerio, donde a las cinco de la tarde de hoy, le ha sido practicada la autopsia.
      El proyectil atravesó órganos muy importantes y produjo una abundante hemorragia.
     La víctima que ya hemos mencionado, era el sargento patrón comandante del puesto, se llamaba José Jaén Pomares, tenía 46 años de edad y era natural de Santa Pola (Alicante).
     Sus subordinados, entre lo que ha producido el desagradable crimen una dolorosa impresión, le apreciaba mucho.
     Miguel Gallardo Mora era natural de Roqueta (Almería) y estaba casado. Al ser detenido, dijo que se había equivocado, pues su verdadero propósito era matar al compañero que le arrebató el arma, cosa que hubiera conseguido sin el arrojo de éste, pues al ver caer el sargento, montó nuevamente el fusil.
    El asesino ha pasado a la cárcel. Esperando el sumario del crimen cometido, que lo está instruyendo, el capitán del Cuerpo, don Juaquín Salas, a quien sirve de notario, el cabo don José Carmona.
      Ambos estuvieron de madrugada en "Torre Arenilla" instruyendo las diligencias, haciéndose cargo del agresor y el cadáver de la víctima.
    El atestado probablemente quedará terminado hoy mismo y seguidamente se remitirá al Excmo. Sr. Capitán General de la Región.
1913.-- En el día 25 de Agosto. Una vez comprobados todos los hechos expuestos, nos dirigimos a la Prevención municipal, donde había sido conducido el agresor por los carabineros Roldán y Galán.
   El día 8 de septiembre se termina la tramitación que con arreglo a las leyes había que darle al sumario, para que mañana martes a las 9 de la mañana se celebre en esta Comandancia de Carabineros un consejo de guerra ordinario, para juzgar al carabinero Miguel Gallardo Moya, autor de la muerte del sargento comandante del puesto de "Torre Arenilla", José Jaen Pomares.
       El acto será presidido por el teniente coronel, jefe de la Comandancia, don Pío Gassol Aguilera.
       Actuará de fiscal, el capitán de la Zona de Reclutamiento don Manuel Sandino Agudo y la defensa del procesado estará a cargo del capitán de carabineros don Ildefonso Pérez Peral.
       Como asesor, asistirá el teniente auditor del Cuerpo Jurídico, don Manuel del Nido.
      El tribunal estará formado, además del mencionado señor Gassol, por los siguientes vocales:
      Capitanes de carabineros don Manuel Pérez de León, don Antonio Galisteo de la Torre, don Diego Collado Martínez y don Juan Burgo Lozano.
       Capitanes de la Zona de reclutamiento, don Dionisio Chimarro Moreno y don Manuel Paredes Tinoco.
       Suplentes: capitán de la Zona, don Pedro Gómez Navarro y capitán secretario del gobierno militar, don Federico del Brio García.
    Al acto están invitado todos los señores jefes y oficiales francos de servicio.
     Después de las pruebas remitidas, el fiscal, dio lectura a su informe, en el que analizando los hechos, calificó los hechos como delito de maltrato de obra a un superior, con agravantes de premeditación y alevosía, y pide que se imponga al Gallardo Mora, la pena de muerte.
    Además se solicita que abone a la familia de la víctima, una indemnización de 20.000 pesetas.
       El encargado de la defensa, el capitán de de Infantería don Ildefonso Pérez Peral, que estudiando el sumario, hizo una defensa brillante, reconociendo que su defendido era el autor de la muerte del sargento, pero este hecho fue involuntario, puesto que el procesado no tuvo intención de causar aquel mal.
      Solicita para su patrocinado la pena de 12 años de prisión militar mayor.
     La sentencia recaída, no podrá conocer, hasta tanto no sea aprobada por el Capitán General de la Región.
                                   
                                         SENTENCIA.

    En el día 9 de septiembre de 1913. Tras ser aprobada la sentencia dictada por el Consejo de Guerra, contra el carabinero de mar, Miguel Gallardo Moya y rectificada por el Excmo. Sr. Capitán General de la Región.
        Dicha sentencia condena al desgraciado carabinero a la última pena, en el pelotón de fusilamiento.
    Huelva entera, se ha apresurado a pedir clemencia para el desgraciado reo, elevando su voz hasta el mismo monarca que rige los destino de la nación.
    En el consejo de ministro celebrado ayer día 23 de septiembre.
     Y antes la actitud de Huelva y su provincia, en colaboración con los diarios "La Provincia" "El Heraldo de Huelva" el "Diario de Huelva" el Liberal de Sevilla, como las diferentes asociaciones, que han pedido el indulto de la pana de muerte del pobre carabinero.
    El conde de Romanones y el ministro de la Guerra, general Luque han tratado con mucho interés los asunto de Marrueco, como lo del carabinero Miguel Gallardo Moya.
     Afirmando el ministro que--Yo soy favorable al indulto-- pero el Consejo resolverá.
     Al día siguiente se confirma la noticia, que conmocionó a toda Huelva, por el gran sacrificio humano, prestado por su gente. Por el cual el carabinero, pendiente de los pocos días que le quedaba para su ejecución, ha sido indultado, conmutándose la pena por la de reclusión militar perpetua.
    La prensa en Huelva, las muchas Corporaciones y personas que han solicitado el indulto del carabinero. Manda de nuevo el último telegrama al Rey, dándole las más expresivas gracias.

    

     


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