Orden por parte de Felipe II el día 16 de
Julio de 1561: "Porque conviene al
aumento el aumento, conservación y seguridad del comercio y navegación de
nuestras indias establecemos y mandamos que en cada un año se hagan y formen en el río de la
ciudad de Sevilla, puerto de San Lucas y Cádiz dos flotas y una armada real
que vayas a las indias".
De esta rentable
actividad por aquellos años para el reino destacamos la ocurrida y conocida por
la "Armada flota de don Diego Flores de Valdez, que salió el 27 de
Septiembre del año de 1581 del puerto de San Lucas de Barrameda que terminó en
unas de las grandes tragedias de la mar, motivadas por el naufragios de dos
navíos de la citada flota.
Empezando que estuvo con serios problemas ya
antes de salir del puerto, motivadas por partes del responsable de la citada flota, con el que se
suponía que ejercía de segundo, el citado Diego Flores con el ilustre Sarmiento
Gamboa. Las disputas entre ambos se basaba que el citado Flores era un gran
marino de espada en mano curtido en la vida militar, mientras que Sarmiento, era todo lo contrario fue un culto historiador, geógrafo, explorador y
hombre de bien que tuvo con el anterior
la negativa para que fuese Gobernador y capitán de la región del estrecho de
Magallanes. De hecho el general Florez Valdes, propuso a su Majestad Felipe II hasta
los nombres de siete generales, antes de Sarmiento, puesto que este y el piloto
Antonio Pablo Corzo no tenían el suficiente saber sobre lo que era la marinería.
Aunque hay además
documentada parte de alguna rencillas, ya que Sarmiento de Gamboa contaba con
un contrato por parte del Rey para esta jornada de 5.000 pesos de salario, mas
de 3.000 ducados de de ayuda de costa, por llevar el encargo de Capitán General
y el de Gobernador del Estrecho de Magallanes que obligó al general Flores
pedir su dimisión al Rey, y este no la aceptó.
Teniendo que venir a poner orden entre ambos, el mismo
capitán general de la mar de Andalucía, el Duque de Medina Sidonia y ordenando
lo más pronto posibles la salida de la flota, el Jueves día 27 de Septiembre de
1581, no sin antes tener en contra la opinión dada por Sarmiento y los pilotos
de las naves, afirmando la negativa que suponía la salida a la mar los días
seguidos del equinoccio de la luna de otoño, trayendo fuerte temporal del
Levante muy normal en estos mares. El
citado temporal duró más de 60 horas, se vieron obligado a volver al puerto de
Cádiz, dejando en el camino más de 800 personas, entre ahogados, heridos y desertores
con ciento setenta que no se supo más de ellos.
De este hecho la nao Gallega, al mando de su
capitán Martín de Quiroz junto con su Maestre Juan de Hormaeches, de 300
toneladas siendo su propietario Juan de Oribe Apallua fue tragada por la mar,
dando una voltereta quedando sumergida boca abajo sin que se pudiese salvar ningún hombre
de los marinos soldados, frente al paraje conocido como "Higuera" en
la playa de Castilla que sus costas estuvo recibiendo ahogados durante días. (Citado
en el parte del informe recogido por los Jueces de la Casa de Contratación
quedando muy completo por desarrollarse los dos naufragios cerca de la costa de
Mazagón: "Relación sumaria del jefe
de la Armada del Rey deforme que ha referido de Magallanes ha tenido del día de
la ribada. partió de la playa de San Lucas el año pasado del ochenta y uno,)
Aportada por el general Diego Flores Valdés. (Instituto de Historia y Cultura Naval).
El segundo
naufragio fue la de la nao San Miguel, cuyo capitán era Héctor Abarca, y su
Maestre Martin de Lozoya que era propiedad de Bartolomé de Pola, que tuvo más
suerte que la anterior por tener menos ahogados que la Gallega, por dar en tiempo utilizar la
chalupa y encontrarse lo más cerca de la costa de Moguer, teniendo como referencia encontrarse enfrente del paraje
conocido como "El Picacho".
Como viajeros de este grueso navío de 400 toneladas se encontraba con la marinería un grupo de pobladores solteros y
tres frailes, contando además como pasajero el Capitán de Ingenieros y
arquitecto militar al servicio de Felipe II Antonelli Bautista con la misión de
construir una fortaleza en el estrecho de Magallanes, con la suerte de salvar
su vida, pero no del material y pertrecho que acabaron hundiéndose con la nave.
José García Díaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario