Teniendo en cuenta la
rentabilidad económica en los negocio
del transporte de la cera para las Indias contando con la bendición del clero.
Hace que encontremos varios naufragios en nuestras playas de Castilla, donde se
hace resaltar la importancia que tenían las velas de ceras de abejas para las
Iglesias del Nuevo Mundo y para los nuevos ricos allí asentados.
Mientras en los
hogares de los humildes, las velas era fabricadas del sebo, extraído de las
grasas de las vacas de las ovejas y de ganado cabrío, siendo la de este último
la más barata, pero presentaba un olor tan desagradable, que mientas en toda
las España se permitan su venta, en países como en Francia y Alemania se quedó
prohibida por ordenanzas municipales. Ya que el fétido olor se debía a la glicerina
que contiene el sebo animal.
Expediente de
segundo navío naufragado en las costas de Mazagón, teniendo como parte de su
transporte la cera de abeja:
"Sobre el navío que se hace llamar Hubber,
naufragado en esta costa.
En la ciudad de Sevilla del año del Señor
Jesucristo a 10 de Marzo de 1731 y antes del señor Juez de la Santa Madre
Iglesia hago certificar:
Que Joseph de Ezquivel en nombre de don Tomás Burget de nación Irlandesa, que es hombre de comercio vecino de la ciudad de Cádiz,
que en la mayor forma haya lugar las averiguaciones a cerca de lo sucedido a
este navío.
En cuyo naufragio han desaparecido, más de de
cuatrocientas arrobas de cera, poca más o menos que venían consignada a mi
parte para su venta.
Este navío naufragó en las costas y
cercanías de Moguer, en la tempestad última acaecida el mes de Febrero y entre
las mercancías que se perdieron fue la dicha cera, para que de mi parte he
hecho varias diligencias para descubrir su paradero, que no lo he podido
conseguir, y teniendo noticias, que la han sacado de la mar, y que se la llevaron
diferentes personas vecinos de Moguer, Almonte y San Juan, para que la hubiesen
ocultado parte de ellas las restituyan y sean entregada a mi parte, y las que
hubiese noticia que la declaren.
Suplico a usted mande a despachar sus cartas
de Censura Generales para que se publiquen en las Iglesias de las dichas
ciudades de Moguer, San Juan y la villa de Almonte, y lo hago en nombre de mi
parte por no tener otro recurso.
Joseph de Ezqivel.
Su merced mando a despachar las costas de
censuras.
A.H.M.M.
José García Díaz.
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