Esta polacra o pinque "San Diego" alias "La Esperanza"
era de fabricación catalana, se encontraba bajo licencia
de la Universidad de Cargadores de Cádiz de 216 6/8 toneladas, cuyo dueño era
Jacinto de Arizón, estuvo durante muchos años bajo control económico de un grupo de
comerciantes catalanes; se encontraba al mando el Capitán y Maestre
Salvador Cruañas oriundo de Canet, y su propietario el naviero Salvador Arizón,
que no pudo el navío realizar su viaje a Cartagena de Indias debido a que
cuando se encontraba en el puerto el día 17 de Enero de 1752, le entró un
fuerte temporal del Levante acompañado de violentas tormentas, que la desamarró
quedando a deriva por la costa para venir a naufragar, enfrente la "Torre
de los Asperillos".
Donde por suerte una parte de la carga pudo
ser recuperada mediante buceo, para empezar de nuevo su preparación y
trasladada dos días después a otro improvisado navío la nao llamada Nuestra Señora del Buen Viaje, (Curioso
y bonito nombre de "Santa" de este navío catalán, que detrás se
escondía su participación en un lucrativo negocio, dado que se encontraba
metido en muchos despacho con numerosos registros de transporte y negocios de
esclavos, que saliendo de los puertos de Sevilla, Sanlúcar, Cádiz, Lisboa y las
Islas Canarias, para cargar nativos en Cabo Verde, Guinea, Angola y la Mina y
sus ríos en virtud de licencias reales. A.G.I. Contratación-1633).
Arrieros de costa en las Islas Canarias.
Pero de ninguna manera pudieron llevarse toda
la mercancía rescatada del San Diego,
entre cosas desaparecidas no apareció por ninguna parte un baúl de la
catalana Compañía Macé con más de 2.800 pesos de a 150 cuartos,
asegurado en riesgo de ida y vuelta, sobre el primer tercio cargado a nombre
del comerciante de Francisco José Vanhemet e hijo, junto a ciertos géneros
denunciado por empresarios catalanes, que se suponen que fueron saqueados por
la gente de la mar de la playa de Castilla.
Además se documenta
que el mismo capitán y maestre Cruañas participó en poner a salvo parte de la mercancía
citada junto con los harrieros contratados en Moguer, Trigueros y San Lucas. Y
como era tan normal la costumbre en la oligarquía financiera catalana los
fiadores del navío de Nuestra Señora del buen viaje, eran ya los mismos de la
polacra San Diego, Cristóbal Arizón
propietario y hermano de Savador, Jaume Campins, Félix Almera y Félix Pera.
Quedando como abonadores de las expedición citada, se dan nombres catalanes,
como Tomás Prats y Pérez Marsal.
Pero algo debió de
pasar cuando la embarcación de los negreros catalanes transportaban mercancías
rescatadas que no habían pasado por registro de los oficiales de la mar para
que los Jueces de Rentas de Moguer, crearan un Auto de Oficio para tomar declaración jurada al mismo Capitán y
Maestre Salvador Cruañas, que tuvo suerte que el día 21 de Enero, fuera absuelto
de toda responsabilidad sobre los hechos acaecidos.
Registro de
ida de Tierra Firme. A.G.I.
José García Díaz.
Magnífico.
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