De la obra de
don Juan Ramón Jiménez: Platero y Yo.
!No te asuste.
hombre! ¿ Qué te pasa? Vamos, quietecito... Es que está matando a Judas. Tenían
puesto uno en Monterrubio, otro en la calle de Enmedio, otro ahí, en el Pozo
del Consejo. Yo lo vi anoche, fijos como por una fuerza sobrenatural en el
aire, invisible en la oscuridad la cuerda, que, de doblado al balcón, los
sostenía. ! Que grotesca mescolanzas de viejos sombrero de copa y mangas de
mujer, de caretas de ministros y miriñaques,(1) bajo las estrellas serenas! Los
perros les ladraban sin irse del todo, y los caballos, recelosos, no querían
pasar bajo ellos...
1 miriñaques: alhajuela de poco valor para adorno o diversión; también,
saya interior de tela rígida.
Esto que llamado
fiesta es lo que haya provocado que una joven mogueleña se encuentre gravemente
herida, dado que es una bárbara costumbre que aún perdura en muchas
localidades, como es la conocida la de "matar a Judas", el sábado
santo, al toque de Gloria, ha tenido este año en Moguer graves consecuencia.
Una guapa y
joven de 22 años, llamada Teresa Bermúdez González, al sentir varias
detonaciones de escopetas en su calle, tuvo la mala ocurrencia de la de
asomarse al balcón, en el preciso momento en que se hacían un disparo al aire.
La pobre
muchacha recibió la perdigonada en el rostro y las manos, cayendo al suelo
gravemente herida.
Rápidamente fue
avisado el médico, el cual le practicó la primera cura de emergencia, que
resultó larga y dolorosa, pero la infeliz muchacha seguía teniendo el rostro y
las manos completamente acribilladas.
Con las
debidas atenciones que requería la utilización de un coche, fue trasladada al
Hospital Provincial recibiendo el ingresó como consta: Sábado 23 de Marzo de
1913. Siendo las siete y treinta minuto, se procedió a el reconocimiento por el
médico de guardia el señor Pí, teniendo como ayudante el practicante señor
Rodríguez.
Después de ser
convenientemente atendida, quedó ocupando la cama número 32 de la sala de
Nuestra señora la Cinta, del citado Hospital, siendo su estado general
considerado como grave. Uno de los ojos de la pobre joven lo ha perdido por
completo.
De todo lo
ocurrido en los desagradable hechos se ha dado cuenta al Juzgado de Instrucción
de esta capital.
De los primeros
comentarios que se desarrolla por el pueblo de Moguer, se está sospechando que
el responsable del desagradable accidente, es un vecino del pueblo de Bonares,
asiduo a participar en este impropio acto.
Lo de
"matar al Judas" en Bonares, nunca se tuvo de tradición con interés;
si no en ocasiones espontanea, perdurando hasta los años veinte del siglo
pasado. Quedando sólo en el recuerdo de haberlos escuchado a sus padre, según
nos cuenta el longevo historiador local don José Pérez Camacho "El
Pérez".
Siendo lo de las
últimas veces en el recuerdo, de lo de "matar al Judas", que era lo
más parecido a un espantapájaros colgado en unos hocaliptos que se encontraban
alojado en el arroyo Jurado, lo que sería la trasera de la casa de Pascualín el
fontanero, en la calle del Arenal.
José García Díaz.