lunes, 11 de abril de 2016

Crónica de una ballena..

     

                                                                            

Dibujo editado por el Diario de Huelva, por motivo de la llegada de la ballena, juzguen ustedes.

     Huelva, Jueves del día 9 de Mayo de 1912. En donde las primeras horas de la tarde ha circulado en Huelva la noticia de que en la entrada de la barra se ha visto una ballena, y es recogida por todo los periódicos locales; calculando los prácticos en mediaciones a ojo de buen cubero, que el cetáceo tiene un largo de 25 a 30 metros de largo.
         Como este animal, uno de los mayores conocidos, solo abunda y se reproduce en los mares boreales, al principio ponemos en duda esta noticia, pero como nada es imposible tratándose de animales hemos de procurarnos de averiguar la verdad, ya que no es la primera vez que se queda en una broma. Están diciendo que dicho cetáceo se encuentran entre la caseta de la barra y la de los carabineros del Picacho lo comenta el Diario de Huelva.
         Se supone que este viaje de incógnito por aguas inhabilitadas por sus congéneres, será objeto de estudio para los que estudian la Zoología y tal vez un efecto de los presupuesto de Reverte.
         Los profanos en la Historia  Natural decían, poco después de salir la  singular noticia, que la ballena debe ser alguna hembra de pez gordo, que habrá sido repudiada y huyendo de las furias del cónyuge viene a buscar tranquilidad en las aguas del Odiel.
    La prensa del día siguiente resalta de nuevo la noticia sobre la ballena que no da señales de vida, ya que desde la primera hora de la mañana mucho público al muelle del embarcadero, a esperar la llegada de la ballena, según teníamos anunciado por la prensa local.
       El tiempo estaba pasando en balde y la gente cansada de esperar se retiró, considerándose desanimada por el pobre animalito.
        A este, según parece, lo trasladó del recinto la pleamar y para su busca y captura se han hecho todo el día pesquisas que no han dado resultado alguno.
      Los vigías de la barra dicen a última horas que no se vé huellas algunas del cetáceo.
       Uno de los buzos del Puerto ha marchado a la barra para ver si puede encontrar su nuevo domicilio. Mientras el público no para de preguntar curiosamente, puesto que el deseo es general en poder conocerla, si no es que no se llega a darle pesca, en cuyo caso sería trasladada a la bahía.
      Se dijo esta tarde que en la Comandancia de Marina se había presentado un señor reclamando el cadáver, sobre el cual alegaba tener derecho de propiedad, pero de esto no se ha confirmado nada.
        Pero estuvimos que esperar hasta el Sábado  día 11 para recibir la prensa, con la siguiente información:
      A primero hora de la mañana, el vigía de la barra de el señor don Luís Maresca vio flotar en las inmediaciones de la misma, a la ballena que antes de ayer se quedó varada en aquellas playas.
       Se dio el aviso enseguida a sus superiores y se dispuso que saliese el vapor "Rábida" de la Junta de Obras del Puerto, para remolcar el pobre animalito.
        A las dos y media de la tarde zarpó el "Rábida" para la barra esperando que llegue devuelta por la tarde para Huelva con su mercancía. Desde que al medio día circuló la noticia de que había aparecido la ballena, la animación fue grande en el muelle, como si fuera víspera de fiesta, dando lugar a que muchos propietarios de embarcaciones de velas habían salido a la famosa excursión.
   La ballena fue trasladada frente a la Isla de Bacuta. Donde es la responsable del tema de todas las conversaciones por tan curioso espectáculo en Huelva y provincia alertando a muchos curioso viajeros a participar en él. A demás si tenía la confirmación oficial de la Comandancia de Marina.
    Dicho centro autorizó el traslado del cetáceo, de acuerdo con la dirección de Obras del Puerto y la Sanidad Marítima con el fin de que no pudiese ocasionar perjuicios en los trabajos y navegación del puerto, ni dar motivo a cualquier problema con la higiene. Para realizar la operación debidamente del cadáver del descomunal cetáceo, se dispuso que la dirección de Obras del Puerto la salida de unos de sus vapores con los buzos y personal de obreros necesario para llevar a cabo los trabajos con la mayor rapidez posible de éxito.
          El mencionado vapor el "Rabida" zarpó con el equipo de rescate, llevando a bordo unas 35 personas y de complemento una barca de remo para facilitar el trabajo a los operarios.
        Entre los invitados a la expedición se encontraba el fotógrafo Calle, con su máquina de foto dispuesto hacer historia con tan curiosa misión. El animal fue medido teniendo una longitud de 18´50 metros por 3 metros de altura.
   Cuando se puso en marcha la operación del traslado, empezó a exhalar un olor poco recomendable para el olfato, intervino el director de Sanidad don Guillermo Riera se opuso a que fuese conducido a la bahía, pues podía dar lugar a algún foco de infección, ya que se espera multitud de gente para verla.
     Para evitar tal peligro se ha dado aviso al Inspector provincial de higiene pecuaria, señor Moreno Amador, con el fin de que reconozca la ballena y dictamine si puede y debe traerse al sitio donde pudiera el respetable contemplar la ballena.
        De mucho antes de llegar al muelle del Rio Tinto, comenzaron a salir muchas embarcaciones repletas de curiosos y de multitud de persona concentrada en el embarcadero.
   En fin todo un gran espectáculo y encima gratis.
           
       José García Díaz,
       

     

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