miércoles, 16 de marzo de 2016

Un desaparecido.

                                                                                    
                                                                                           


          En el boletín de    de los hechos y sucesos ocurridos en la villa Bonares y alrededores:  
      
     Ayer por la tarde del día 2 de Abril de 1911. dos mujeres llamada Rosario López y Aurora Martín se encontraban cogiendo caracoles, en lugar conocido como la Vega de Marquez, de frente del paraje de los Bermejales de la Villa de Niebla, donde se hallan varias cuevas abandonadas por los años, que sirviendo en su tiempo como mina de mineral, han quedado como resguardo de las inclemencias del tiempo para algunos transeúntes ocasional.
   De la conocida como la de Juanito el Vicario, la más cerca del pueblo de Bonares, se tropezaron con un cadáver, que se encontraba ya en estado completo de descomposición.
    Dichas mujeres dieron cuenta del fúnebre hallazgo, a las autoridades de Niebla, las cuales,en unión de una pareja de la guardia civil, se personaron en el lugar de los hechos.
       Tanto por el estado de descomposición del cadáver, como por la falta de toda la parte carnosa más algunos huesos que se encontraban diseminados por varias partes de la cueva apareciendo mordidos por los perros vagabundos, lo que hacía muy difícil su edintificación.
     Conducido los restos al depósito del cementerio, desfiló antes de ello un buen número de vecinos que reconociendo algunos trozos  de la estropeada ropas, se vino en conocimiento de que se trataba de un vecino de esta villa de Bonares, llamado Cristóbal Macias Barroso, conocido por el apodo del "Colombo", de 50 años de edad de profesión albañil casado con varios hijos, cuyo sujeto se encontraba desaparecido desde hacía más de un mes de su pueblo.
    La familia que estaba acostumbrada a estas extrañas ausencias, pues el muerto era dado a la bebida de manera excepcional, no llamando la atención suponiéndole que se encontraba recorriendo las bodegas del inmediato pueblo de Bonares.
                                                  


Dibujo de  D.M.R. Castelao. 1941.

    Según resalta las diligencias practicadas por el Juzgado de Instrucción, la muerte del infeliz Cristóbal debió de ser de muerte natural, sorprendiéndole cuando dormía la borrachera en la mencionada cueva.
       Pero las desgracias nunca llegan sola, días después leemos una notificación con destino al Gobierno civil, por parte del puesto de la Guardia civil de Bonares,  donde se da cuenta del sangriento suceso en dicho pueblo.
     El guardia particular Félix Contrera Betanzos (alias) el Pinto, de una edad de 32 años; casado natural de Rociana del Condado que por tener resentimiento antiguo, dio muerte a Felipe García Romero, de 27 años vecino de este lugar.
    La benemérita salió en su persecución del agresor, conceguiendo averiguar que éste de dirigía con destino a la Palma del Condado, pero consiguieron detenerle y puesto en manos del Juez de Instrucción.

                      José García Díaz.

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