jueves, 18 de febrero de 2021

!! El último Sacristán !!

                                                                           


 Antonio García Rodríguez el “Sacristán”.

  Así fue y así lo cuento que el señor Antonio el Sacristán, fue el más longevo y el último que ejerció en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de esta villa ejerciendo esta profesión que la atendía perfectamente a pesar de tener más de 60 años en sus espaldas no faltó nunca a su misa.

  Con diez años entró a prestar sus servicios como acólito(monaguillo) en esta citada iglesia. Cuando entonces regía los destinos de la parroquia, el cura don Cristóbal Pérez Romero, hijo de este pueblo.

  En febrero de 1886 nació este buen hombre y en junio del año de 1906 fue nombrado suplente sacristán y crucero mayor de la villa. Donde debido a su noble comportamiento y a su excelente condición para su cargo, meses después el día 6 de diciembre del citado año, gano la propiedad de dicho cargo, en cuya época ejercía el cargo el párroco don Francisco Manchado Reina.

   Además del citado cura, que por aquellos años se les conocía por ejercer como ministro del Señor, el veterano y longevo sacristán ha conocidos rigiendo los sagrados destinos de mencionada parroquia los sacerdotes siguientes: Don Antonio Sánchez Florido, oriundo de Cádiz; don Antonio Sánchez Rodríguez, de Sanlúcar de Barrameda; don Francisco Labrador Montero de, de Puente-Genil; don Antonio Brío García, de Salamanca; don José Rodríguez Ruiz de Moguer, y el actual en 1945 el señor don Elías Rodríguez Martín de San Juan del Puerto.

   Dicho Sacristán recuerda perfectamente y hace magnifico elogio del hermoso acto religioso celebrado en esta parroquia hace ya unos cincuenta años atrás, con el motivo de la repatriación de los soldados de la Isla de Cuba, haciéndose un solemne traslado procesional de la Patrona por las calles del pueblo, seguida de una hermosa función principal, en estos actos a los que asistieron casi todo el pueblo. Aquel día fue una verdadera festividad en toda la población que perduró en el recuerdo de todos los vecinos durante muchos años.

                                                     


            

   En primero de enero de 1897 ayudó a la celebración de la primera misa del presbítero don José Luís Barba Cruces, hijo natural de este pueblo. Hoy, en este año citado anteriormente este anciano ministro del señor, vive entre nosotros ya jubilado.

       En los tiempos revuelto que trajo la Segunda República, mencionado sacristán, se expuso con su propia vida, poner a salvo algunas imágenes de gran valor, varios vasos sagrados y ornamento, guardándolo en su casa y en varias casas particulares.

  Algunas de ellas quedaron en el olvido por motivo de los celos en esconderla donde consiguió aparecer una de las hermosas coronas cargadas de historia y de siglos pasados, que lucía nuestra Virgen Santa María Salomé en los años del dominio rojo, para aparecer cincuenta años más tarde.

    El día que aparecieron los rojos para quemar la iglesia, en vez de tomar las medidas como hiso el párroco, se resguardó y se escondió en el doblado de una conocida casa. El viejo sacristán se puso de guardia en la puerta de la Iglesia, por donde fue en seguida detenido e ingresado en la cárcel durante varios días.

                                                               


  Actualmente en octubre de 1945, el citado Sacristán se encuentra en estado viudo contando con dos hijos y una hija.

   La hija Antonia García, ejercía de carnicera en el Mercado de Abasto local junto con su marido José Moró Pérez, también carnicero matarife. Otro hermano Timoteo junto con el otro que era el padre de Paco García Martín el albañil.

  Su muerte en los años cincuenta del siglo pasado, dejó en el recuerdo de este pueblo de ser el último sacristán de la Iglesia de este pueblo

  José García Díaz.

 

   

 

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