viernes, 8 de agosto de 2025

Bonares en la Vicaría de Niebla.

 


                                                                 

 

     Corría por el año de 1750, cuando la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Asunción de esta villa, era la identidad más influyente en la vida social local, tanto políticamente como económicamente, junto a la siguiente Hermandades: las de las Ánimas, las del Santísimo,  de la Vera Cruz y de la Santa María Salomé, seguido de la Fábrica Parroquial de Bonares, cuyos Mayordomos eran a su vez los Regidores locales, que tenían la capacidad de nombrar cada año a los dos Alcaldes Pedáneos entre ellos, o bien persona adepto al sistema implantado.

     Seguido de aquellas órdenes religiosas que tenían propiedades arrendatarias en este término por los vecinos locales, y aquellos de otros lugares, siendo la mayor de ellas las pertenencias que tenía la Fabrica Parroquial de Niebla, y las Religiosas del Convento de Santa Clara.

    Que, para la recaudación anualmente del diezmo eclesiástico, debían de disponer de los medios necesario para esta labor, que se encontraba alojado en la Vicaría de la vecina Niebla, y esta a su vez se debía al Arzobispado de Sevilla, en donde el vecino que dejase de cumplir con este deber, quedaría bajo la pena de excomunión.

    La Vicaría de Niebla, se encontraba clasificada dentro de la vereda morisca, y la formaba las siguientes Parroquias: la de Santa María, la de Santiago, la de San Martín, la San Miguel y la de San Lorenzo en esta villa, seguida la de Palma, Villarrasa, Villalba, Bollullos del Condado, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena del Puerto en su Condado.

     Por donde este pueblo recaudo en este año la suma del diezmo de 3,150 reales, donde ya por si se queda el Cura Párroco con el 30 por %, el Hospital de la Misericordia se queda con el 12, el resto para el Duque y al Arzobispado, la misma cuenta se aplicaba a las 5 parroquias de Niebla, que recaudaban más de 20,000 reales todo un capital en aquella época, donde sin duda los grandes beneficiados eran los veintes eclesiásticos de la Catedral de Sevilla. Mientras la casa de Medina Sidonia, también había cobrado una buena parte de las tercias reales a dos novenos del pueblo de Bonares, juntos con toda las Vicaría de Niebla.

     Quedando otra singular y curiosa pensión procedente de las rentas eclesiásticas, que se daba temporalmente era la “la prestamera” o becas destinadas a los estudiantes pobres, y aquellos que luchaban contra los infieles de la morería, impuesta según alguno estudioso por parte del Rey Sabio, pero la Iglesia que ya por aquellos años, era conocida como Santa y Pecadora, aprovechó que al correr el tiempo se apropió de ella hasta convertirla en beneficio eclesiástico. Por donde la citada “prestamera” pasó a mano de los prelados, donde temporalmente se le abonaban los gastos de los nuevos curas, o aquellos que militaban al servicio de la Iglesia.

     Cuando esta prestamera, se concedía a ciertos individuos como pensión con carácter vitalicia, se le exigía bajo juramento que, dentro de los rezos de las horas canónicas diaria, debía hacerlo con cinco Padrenuestro y cinco avemarías.

      La cuantía, que debía de pagar este pueblo a la renta anual de la citada prestamera, es la misma que se abonó en las rentas pontificales, que supone otro 3,150 real para el buen servicio de la Iglesia Católica y de sus acólitos.

    La fábrica de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de esta villa, junto con sus Hermandades recaudaban unos beneficios económicos como arrendatarios de sus campos agrícolas, juntos con las aportaciones que prestaban y servían a sus feligreses, era la suma de 1,700 reales, donde se quedaban solo con el 11 por % de las llamadas tercias de las fábricas, para gastos de mantenimiento y compra para sus necesidades eclesiástica.

                                                       


          

   Los Curas Párrocos primero de los cinco que había, tenían el derecho de hacer cada año el padrón de sus feligreses, dado queda vecino se le conoce como responsable de tributar, cuando es persona de comunión, es decir que ya ha cumplido la edad de los siete años y se encuentra obligado a confesarse y tomar comunión, ya que en beneficio de la Iglesia se cobraba dos reales por los bautismos, lo mismo con los casamientos que se hacían en las casas de los desposados, y de igual cuantía los funerales.

  Cuando además les quedaban a los Curatos de esta villa, las conocidas “primicias”, que consistía en donar al clero local los primeros frutos quedaban el campo, en canasto por cada cura de la parroquia, las primeras brevas, las uvas, los higos, las granada y demás frutos que daba la temporada, que estuvieran acondicionada a la inclemencia del tiempo, para cobrar además el diezmo sobre las cosechas de los cereales trigo y cebada, todas las semillas, legumbres, carne de cabritos, pollo, gallina, pichones, palomos, huevos, cera, mitas de miel, de las huertas todo lo que produce la tierra, uva, vino y pasas, lana, queso, aceite y aceituna, , bellotas y las tejas y ladrillos, estos impuestos era los considerados como los personales.

      Quedando, aquellos que siembran por primera vez las tierras de baldíos, y tienen además en su propiedad, becerros, vacas, potros, borricos, mulas y caballo. A pesar que este año citado de 1750, este pueblo, junto con toda Andalucía estaba pasando por una fuerte sequía, donde una parte de jornaleros con sus familias pasaron hambre y miseria, tuvieron que colaborar obligados en este año con la aportación de 896 reales.

   Incluso algunos Curas también llegaron a pasar hambrunas, como así se explicaba el Vicario de Huelva, don Antonio Jacobo del Barco “¿Podrá acaso considerarse sin dolor que al tiempo que parecen hambre 30 o 40 clérigos de un pueblo, se enriquezcan 3 o 4 forastero que por favor o fortuna consiguieron las piezas simples que hay en él? Pues a este abuso, digno de toda consideración a V.M. solo se puede ocurrir haciendo beneficiales y pilongos los curatos”.

     Dado que esta situación de pobrezas y miseria que pasaban en ocasiones los Curas, eran sin duda motivado por el mal repartimiento de las rentas impuestas, pero nada comparado con aquellos vecinos braseros que, sin trabajo por falta de jornales, no podían llevarse el pan a su casa para mantener a su familia.

  Dado que en aquellos años el, concepto que había con el “diezmo eclesiástico era una décima parte de todos los frutos, justamente adquiridos, debido a la voluntad del Dios Todopoderoso, en reconocimiento de su universal y su supremo dominio, para que se entreguen a los ministros de la Iglesia”.

    Por este motivo la Iglesia Católica reconocía, a Dios como Donador y Supremo Señor de todos los bienes, teniendo como su gran obra el mantener a los citados ministros de Dios, y después el sobrante para ayudar en el socorro de los pobres.

     En los Archivos de la Catedral de Sevilla, en la Sección II, Mesa Capitular, donde en concepto de productos de la huerta, encontramos las siguientes rentas destinadas al Arzobispo, de los  productos locales, como son las coles, lechugas, rábanos, todos tipos de cebollas, tanto de porretas como de cabeza, llantas o berzas, vinagreras, zanahorias, pepinos o cohombro, todo tipo de calabazas verde o seca, berenjenas perejil, culantro, hierbabuena, nastuerzo, toda clase de ajos, verde o de cabeza, albérchigas, melocotones, brevas, mora, manzanas y ciruela.

  Utilizando fuentes escritas de don Manuel Martín Riego.

José García Díaz.

 

 

lunes, 4 de agosto de 2025

Notas sobre el año de 1600.

 


                                                              

   Tras la Reconquista de Niebla, no se restauró su sede Episcopal, por donde el Rey Sabio, como recuerdo del antiguo obispado mozárabe, nombra en su lugar al primer Arcediano de Niebla, al doctor Fernando Díaz de Toledo, persona que perteneció a una familia de judíos conversos que floreció en Castilla la Nueva, seguramente expulsado mediante la persecución que fueron sometidos en 1391, se cree que nació en la importante Toledo, prestó juramento en la Catedral de Sevilla el cual debió de traer el encargo Real, de formar Niebla en cuatro parroquias, situadas siguiendo un esquema cruciforme. Este Arcediano, era además médico, erudito, hombre de negocios, sus primos hermanos eran los mayores arrendadores de las rentas reales.

  Niebla fue declarada por parte suya como Vicaría, de la que dependían las aldeas del Condado, dado que Arcediano de Niebla era la máxima autoridad con cargo eclesiástico, que tenía la función del control, vigilancia y administración dentro de esta Vicaría, que, dentro del año de 1572, se establece en siete Vicarías, la de Niebla. La Palma, Triguero, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena.

   En 1630, el Arcediano Fray Juan de Corral, autoriza y concede licencia a Cristóbal García de Dios como Alcalde, y demás Regidores de este lugar, y sobre todo al Capitán del Regimiento de Niebla, Cristóbal Sánchez Coronel, colocar el techo de la Iglesia Parroquial, a pesar que el perito del Arzobispado le dijo que dichos gastos le resultarían el doble de lo estipulado. (R.Nicholas).

   No fue hasta el año de 1693, cuando se publica un nuevo censo local, que nos da una población reducida de unos 785 vecinos, (A. Domínguez.) careciendo de pocas noticias la vida local, ya que, en estos años, algunos historiadores la calificaron como un estacionamiento demográfico en todo el Condado de Niebla, debido a las crisis de epidemia, los continuos reclutamientos, los impuestos para sufragar las guerras, ya que esta aldea tuvo prestar muchos vasallos para este fin bajo el mando del Conde de Medina Sidonia, para conducirlos frenar la rebelión en Barcelona, para luego bajarlos para tenerlos más cerca de sus casas, motivado por la independencia de Portugal, es por donde la Milicia de Niebla mantenía a tres Capitanes de este lugar, dado que un tal Borrero, era además Alguacil Mayor del Concejo de la citada Niebla. Pero la mayor parte de las desgracias de este pequeño lugar recaían, sobre todo en las cosechas insuficientes, se harían notar negativamente en esta población.

    También, hay constancia que en esta aldea había varios arrendadores de las tierras locales para pan, el vino y el aceite, lo mantenía primeramente la fábrica de la Iglesia, y su Hermandades parroquiales, para luego el resto quedaban en manos de los Regidores locales, que ejercían como los encargados de los bienes comunales y de propios, y como encargados de los pocos señores hacendados locales, para mantener a los labradores en el laboreo de las tierras y demás como es la recolección y preparación del vino y del aceite, junto con los demás cereales, ya que eran los mejores vecinos que disfrutaban en el salario y en saber vivir.(Ganes). 

      Además, se recogen datos, de cómo el trigo en este Condado, en unos años subían el doble del precio establecido, donde el pobre labriego y su familia les hacían pasar hambre y calamidades, encontrando algo de bienestar económico ingresando en las filas del Ejército del señor Conde, acompañados a veces con su familia.

                                                   


               

  Tuvimos que esperar casi un siglo, para que las familias que forman esta pequeña aldea rural se transforme, y se aglomeren con sus casas para tomar nombre legal de pueblo o villa de Bonares, ya que en 1713 esta villa contaba con 519 habitantes, para tener el doble casi 30 años después en 1752 mantenía una población de más 250 vecinos formando unos de 1,250 habitantes dentro de la medida de aquellos años, que daban 3´5 habitantes por cada casa, ya que manteníamos el sitio 35 en toda la Provincia. según el Catastro del Márquez de Ensenada, que empezó por lo que sería una reforma fiscal bajo el reinado de Fernando VI, con un impuesto único por motivo de los gastos de guerra, que dio como resultado el de siempre el pobre seguiría en igual estado de miseria, pero en cambio el rico lo sería aún más, puesto que sabían cómo defraudar al Duque dentro de las leyes establecidas, como se hace actualmente y se ha hecho en todos los momentos entre los siglos en este pobre y sufrido País.

     En estos años, es cuando comienza elaborarse los interrogatorios locales mejores elaborados y explicado en documentado, para saber el estado económico de este pueblo.

  El primero el citado Catastro de Ensenada comentado:

    “En el lugar de Bonares, hacemos las prácticas de las diligencias presentadas en la procedente providencia, en el examen de las preguntas Generales antes el Señor don Josehp Martín de Mendoza y Guzmán, como uno de los Visitadores Generales de Rentas Provinciales de los sitios Propios de Andalucía, y subdelegado de Intendencia de la única contribución del Partido del Condado, en que comprende este lugar –comienza la falta exposición del documento, sobre este asunto en el Archivo General de Simanca´- .. Ocupa el término de levante a Poniente tres cuartos de legua, de Norte a Sur lo mismo y de circunferencia la forma tres leguas, que se anduvieran en cuatro horas. confronta con el Levante con el término del lugar de Rociana, con el Poniente y Norte con el de Niebla, y al Sur con el de Lucena”.

   Que las especies de tierra del término con arreglo para hortaliza y de secano, y las sembradas de viña, olivares, arbolados frutales, pastos, monte bajo y alto con matorrales y Pinares junto con alguna sembradura, que da una cosecha al año.

   Quedan las tierras de regadíos que son de primera calidad, mientras en la de secano, la forman de las primeras calidades, de segunda y tercera, que algunas están plantadas de olivares, frutales como alcornoque y encinas.

    Que los frutales, olivares y pinares se hallan en tierra de tercera calidad y montes alto de primera y tercera. Que los olivares están bien plantados junto con los demás árboles con ella ocupando todas las tierras baldías, los barbechos son sembrados de cebadas y trigos. Que las medidas de tierra de este término son las normales del campo.

 Que los frutos que más se cogen en este término, son el trigo, cebada, lino cáñamo centeno habas, garbanzos, vinos, aceite, hortaliza, fruta y legumbres.

  Esto es lo poco que se encuentra sobre esta villa, y sobre su cartografía para configurar su término municipal, junto con el cuestionario de 40 preguntas a cada vecinos sobre su estado social y económico, cuantos animales hay de cada clase etc. Elaborado en el año de 1753.

   Tuvimos que esperar más de 30 años, para que se elaborase un nuevo interrogatorio, esta vez por un geógrafo en 1785, don Tomas López, que hace la primera ocasión conocer la vida de este pueblo, de la mano de una de las personas más ilustrada de esta localidad, el Cura Párroco don Diego Garrido.

    Comentando lo siguiente:

   “Esta villa no tiene convento alguno, dentro de su población, pero tiene dos Ermitas. La Santa Misericordia – donde existe Hermandad de crecido número´- y San Sebastián, fuera del pueblo, tiene la Ermita Santa María Salomé.

                                                           


        

    Tiene dehesa boyar poblada de encinas y alcornoques en tierra de monte bajo. Cuentas con varias huertas de particulares con diversos árboles frutales, con naranja chinas, limones, manzanos, peras, membrillos etc. Su producto principal son las brevas y la uva mollar, cuyo valor estimado es 200,000 maravedís. Mientras, la producción de trigo y cebada alcanza entre 8000 a 9000 fanegas.

    Tiene diversas fábricas; 6 hornos de cal de piedra caliza, en cada año labran 3600 cahices, que abastecen la ciudad de Moguer y las villas de San Juan del Puerto, Bollullos del Condado y Almonte.

 Asimismo, hay 4 fábricas de aguardiente, establecida por vecinos de este lugar. Tiene una fábrica de jabón blando, establecida por el industrial don José López, de este vecindario que labrará cada año 600 arrobas de las que surte a otros siete pueblos, que tiene arrendado al Duque de Medinaceli, como dueño de este privilegio, hay tres fábricas de ladrillos de los vecinos locales que labran cada año unos 50,000 ladrillos, así como 60,000 de canales establecida por un vecino natural de Sevilla.

    Es lugar pedáneo de Niebla. En lo gubernativo y económico ejerce la jurisdicción, ordinaria. Hay escuela de Primeras Letras, con enseñanza gratuita a los niños. También existe un Hospital próximo cerca de la Ermita de la Santa Misericordia, donde se recogen a los pobres transeúntes.

   La enfermedad más común son las tercianas, remediadas con la quina. Según quinquenio, ha muerto cada año 55 personas y nacidos según dicho expresado quinquenio 74, tras haber fallecidos 19 de ellos.

  Está, este pueblo cercado por varios cabezos, que viniendo del Norte o camino de Niebla, está nombrado como el Pino, distante de este pueblo como dos tiros de balas y es voz común, tiene dicho nombre por haberse criado en él un pino muy grande y dicho Cabezo, viniendo de Niebla a este pueblo, es nombrado su principio o subida la cuesta del Verbis, cuya altura a juicio prudente será de 400 pasos. El cabezo del Sur se nombra el Campillo, en cuya altura que será de 500 o más pasos, está "un molino de viento". Entre dicho viento y el Levante, está otro que está la Ermita de Santa María Salomé. Y en el otro que está norte y poniente, se hallan seis calvarios donde se reza el Vía Crucis en tiempo de Cuaresma".

 José García Díaz.

 

martes, 29 de julio de 2025

Bonares, en tiempo de los Reyes Católicos.

 



                                                 
                                                           

   En el 27 de febrero de 1435, es donde encontramos un curioso documento, sobre la sentencia notarial entre el Consejo de Niebla y el Consejo de Almonte, por el cual Niebla pierde la postedad de las Arenas Gordas o Playa de Castilla, comprendida entre el Arroyo del Oro hasta el Tendero de la Figuera en beneficio de Almonte.

 ¿Qué, de la dehesa del Carrizal, que era del Conde, hasta arriba del Charco de la Barrosa / que era costa de la mar, que era término de la Figuera, término de Almonte / de la Figuera hasta el Río de Oro por la playa de doña Elvira de Ayala, llamase de Mazagón, que es término de Palos?

    En el año del Señor de 1475.

  Gabriel de Caballón, contador de los Reyes Católicos, da testimonio de la inscripción de la villa de Niebla con sus lugares de su término, donde se nombra la aldea de Bonares en los Libros de los repartimientos de pedidos, existente de la época de Enrique IV.

   Mientras, el 12 de abril de 1490, los Reyes Católicos ordena a los Consejos de Niebla, Villarasa y Bonares que guarden a varios vecinos de Hinojos y Huevar la costumbre de Sevilla de no pagar dos veces por lo mismo. Por mandato en real provisión.

    Don Fernando e Doña Isabel, etcétera, a vos el Consejo / alcaldes, alguacil, regidores o hombres bueno / de la villa de Niebla, Villagrasa y Bonares, con salud y gracia, que en nombre de sus vecinos que tiene hacienda, hacen reclamación a vuestra merced sobre el doble pago del tránsito a varios vecinos de Hinojo e Huevar, para que se tome las medidas de justicia / sobre ellos

   El 23 de agosto del año de 1492, en el mismo A.D.M-S. encontramos en escritura procesal, que Francisco Vellerino, escribano público, da testimonio de la toma de posición por Alonso Hernández Montemayor, en nombre de don Juan Guzmán III tercer Duque de Medina Sidonia y V conde de Niebla, de la villa de Niebla, y los lugares de Villarrasa, Rociana, Lucena y Bonares.

   En la villa de Niebla, domingo 23 días del mes de agosto, / año del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo, / en este día susodicho, podía se ora de tercia poco más o menos, estando ante la puerta del castillo y fortaleza de esta villa de Niebla. / el honrado caballero Alonso Hernández de Montemayor / en presencia de mi Francisco Vellerino, escribano público de esta villa, junto con los testigos que presento ante vuestra merced / hago llamada a las puertas de esta fortaleza, que aún están cerradas / a la cual respondió el portero de ella y abrió el postigo de ella, para hacer su entrada, y es donde se le dice, que toman posesión de propiedades de la villa de Niebla, Villarrasa, Rociana, Lucena y Bonares con todos sus vecinos y propiedades.

                                                           


   

     En el mismo Archivo, años después el 16 de mayo de 1503. encontramos por primera vez documentado el padrón de vecinos y contía de esta villa, con las que se puede servir al conde, en documento notarial en escritura cortesana.

   (La citada “contía”, era la cuantía que deberá de pagar como impuesto, todos los vecinos de este lugar, como contribución al Duque de dos en dos años, en proporción a su estado económico, bajo criterio de un Notario del Consejo de Niebla, y este a su vez nombraban a tres vecinos de los más influyentes y conocidos de este lugar, que en tres días dieron finalizada esta desagradable actividad para muchos lugareños, que veían como le tocaban los bolsillos, dejando a los más pobres libre de este impuesto).

   En el lugar de Bonares, lugar de la villa de Niebla, que es del ilustre señor Duque de Medina Sidonia, conde de la dicha villa, señor de la noble ciudad de Gibraltar, / en nombre de nuestro Señor Jesucristo, / en martes diez y seis días del mes de mayo de nuestro Salvador, de mil quinientos y tres años, en presencia de mí, Juan Martín escribano público del cabildo de este lugar, hicieron que Alonso González de Montemolín notario, y Francisco Vellerino escribano / las contias de dicho lugar por mandato de los regidores,

/ Juan Pérez Cabrera y Ferrán Cuárez todos ellos buenos hombres y como personas para valorar y contar a los vecinos Juan Alonso Redondo, Juan Cuárez y, Pero Martín, los cuales son todos ellos buenos Acontiadores, que juraron en mi presencia en forma de derecho / de hacer dicha labor bien y fielmente, y no encubriese bienes algunos tuviesen, o supiesen de otro vecino de este lugar.

    Vecinos que cuentan en la citada cantía:

Juan Alonso Redondo, Juan Pérez, de Antón Pérez, Juan Pérez Cabrera, Antón Gómez de Bodana, Juan Gonzáles Toro, Juan Rodríguez de Orihuela, / Pero Martín, Pero Juan, Francisco Martín Barriga, Francisco Pérez, Alonso Pérez Barriga, Francisco Martín Chamorro, Cristóbal Martín Caluo, Gonzalo Díaz Romero /.

    Alonso Martín, yerno del Sevillano, Alonso Domínguez Donaire, López Cuárez, Alonso Martin Salvador, Diego Alonso Barriga, Gonzalo Felipe, Pero Alonso Barriga / Juan Cuárez, (al margen: Franco señor San Lázaro), Juan Martín escribano, Luis García Alcalde de este lugar, Juan Martín Barriga, Antón Martín Romo, Alonso Pérez Borrero, / Juan Rodríguez Camacho, Francisco García Remón, Cristóbal Hernández, Pérez Cuárez “el Moro”, Bartolomé Martín, Diego Alonso, / Antón Martín Gilazo, Ferrán Cuárez, Felipe Domínguez, Diego Díaz Bodana, Antón Cuárez, “el Moro” Ferran Sánchez, Fernando Díaz “el de la Calua” Antón Pérez Borrero.

    Fernando Alonso, Cristóbal Cuárez, Antón Díaz, Cristóbal Rodríguez Diego Rodríguez Tolosán “mujeres pobres” Juana Sánchez Antonia Martín “la Gilaza”, y la Xarifa que es pobre y vieja.

     Los menores moros albarranes, Diego Alonso Moreno menor, Cristóbal Rodríguez, que es hijo de, Pero Juan, moro albarrán.

    Así suma este padrón del lugar de Bonares, con pobres, viudas e menores moros, con la cantidad de seis ciento ochenta y cuatro mil maravedíes que van directamente la caja del Duque. Don Laureano y Anasagasti.

   De la parte mejor que se ofrecía en beneficio de este lugar es sin duda, la aportación comercial de la venta de materiales de construcción para mantener la fortaleza de Niebla, dado que después de que, pagábamos el diezmo Bonares, junto con las demás poblaciones del Condado para su mantenimiento y conservación para este castillo, donde este pueblo aportaba los ladrillos, las canales y cal en grandes cantidades, dado que se encuentran bien documentado en la historia de este pueblo.

José García Díaz.

   

  

domingo, 27 de julio de 2025

La aldea de Bonares en el año 1339.

 

                                                       


      

 

       En la Colección Diplomática, dentro de los Archivos de la Casa de Medinasidonia, es donde queda confirmado legalmente  que la conocida como la “Aldea de Bonares”, con fecha del 18 de marzo de este año de 1339, por el reconocimiento de una deuda del Consejo de Niebla y sus aldeas de Trigueros, Beas, Bonares, La Palma y Villalba que se encuentran obligado a pagar al Rey Alfonzo XI los treinta mil maravedís, que este había adelantado a Martín Fernández de Portocarrero por la compra de esta última aldea citada de Villalba.

   Por donde podemos conocer a los dos primeros Alcaldes que se encuentra reconocido y documentado de esta villa, como era Alfonzo Miguel, y Domingo Juan Lozano, que en nombre de sus vecinos aceptaron abonar entre todos ellos, la parte que le corresponde sobre esta deuda con el Rey.

      Mientras el 10 de febrero de 1386, se encuentra otro documento que es una carta misiva con el siguiente mandato dirigida al Consejo de esta aldea, de parte de don Juan de Guzmán, I conde de Niebla, e Adelantado Mayor de la Frontera por mi señor el Rey de todos los alcaldes, / alguaciles y gente buena sobre la restitución de su almojarifazgo,(que era el derecho que pagaba los vecinos sobre los géneros que entraban y salían del pueblo), para hacerlo en el Consejo Niebla, dado que dichos lugares pertenece a sus propios/ por ese motivo se deben de abonarse dicho maravedíes en ella.

   Quedándose así el citado Consejo de Niebla, como de nuevo la organización administrativa y política ya que gobernaba esta villa y sus aldeas correspondientes, a pesar que ya que hacia veinte años que pasó a ser el Condado de Niebla.

      Años después, en el mismo Convento Santa Clara de Moguer, es por donde aparece lo poco documentado que había sobre la vida de esta aldea de Bonares, por aquellos años, cuando el 4 de mayo de 1440, es donde de nuevo encontramos otro contrato de compraventa en una carta notarial:

  “ Se otorga y vendo a vos abadesa o dueña del convento de la / Orden de Santa Clara, que estado usted ostenta, yo Antón Suárez e Alfonzo Pérez, junto con las tierras de, Pero Alfonso Pérez Borrero vecinos todos de Bonares, que se llama dicha tierra el “Redosnero”, junto otro pedazo de tierra que linda con la del “Val de Santa María” dentro de esta aldea de Bonares,/ que linda con las tierras de Pero Alfonso, y con la otra de Alfonso Domínguez Serrano vecinos de esta aldea, vendido en 1,300 maravedíes de la moneda usual que ahora se utiliza, que vale un blanco cinco dinero. ?” Don Laureano y Anasagasti.

                                                       


         

   Ya por aquellos años, se hacía demostración económica la que disponía el citado convento de Santa Clara de Moguer, receptoras de las muchas donaciones privadas, de parte de la Nobleza, y de las ricas acomodadas hacendadas, que, en concepto de rogativas en beneficio de su salud, junto con misas fúnebres después de su muerte, hicieron del citado convento propietarios de la mucha tierra comunales que disponía en el entorno de este pueblo, para dejarlo con las desamortizaciones en la más completa ruina.

    Tuvimos que esperar en febrero del año de 1509, cuando encontramos en las rentas ducales de Medinasidonia  mantenía sobre las aldeas del   Condado de Niebla, según Ladero Quesada, que en aquellos días la población local de Bonares la componían 67 vecinos, ya que en este citado año de 1509  este lugar fue fuertemente diezmado, por las pandemias de la peste negra, que fue las plagas más mortíferas que ha pasado este pueblo en su historia, para que años después empezará a recuperarse bastante bien para llegar a los 104, vecinos en  1534, por donde este pueblo abanaba con la contribución a la Casa de Medinasidonia la suma de 180 reales de vellón con 17 maravedíes, una suma respetable en aquellos días.

    Esta aldea con sus vecinos dependía principalmente en aquellos tiempo de la agricultura como medio de vida, manteniendo el sobrante para su comercio, como era el trigo, dependiendo como casi siempre del tiempo tanto la sequía, como los temporales de lluvias, seguidos del vino y del aceite junto con su ganadería eran la fuente de su economía local.

  José García Díaz.

jueves, 24 de julio de 2025

En el lugar de Bonares en el año de 1321

 

                                                       


           

 

       Es donde se encuentra documentado por primera vez el nombre de la aldea de Niebla, llamada “Bonares”, concretamente el día 29 de junio del citado año de 1321, archivado en pergaminos alojado en el convento de Santa Clara de Moguer, como una carta notarial de compraventa de una heredad en este término, ya que es el mismo que tenía durante el tiempo de la morería, donde los vecinos de Bonares Domingo Yagüe, Pascual Domínguez su hermano, junto con otros vecinos que forman la propiedad del terreno citado que han sido vendido a Salvador Sánchez y a su mujer Teresa Martínez en la suma de tres mil maravedíes.

  El documento archivado en el citado Convento, se encuentra escrito en letras góticas cursivas:

  “Sepan cuanto estas cartas vieren como yo, Domingo Yagüe, y yo Pascual Domínguez su hermano, / hijo que somos de Domingo Yagüe de Bonares, y yo don Gil marido de Marina Domínguez, hija del dicho Yagüe, con consejo por parte de mí, yo Martín Pascual abogado, curador que soy de Johan y de Yagüe hijo del dicho/ con consejo y con acuerdo de los sobredichos sus hermanos y de Martín Millán “clericó”, tío de estos dichos mozos, otorgamos que vendemos a vos Salvador Sánchez escribano y a Teresa Martínez vuestra mujer, vecino de la collación de Santa María de Niebla, un heredamiento de tierra / para pan, que tenemos en término de Bonares, que heredamos de parte del dicho Domingo nuestro padre, y de Johan nuestro suegro / La cual tierra tiene como lindero al vecino Alfonso Pérez que es “vicario” y la otra parte de la tierra es los hijos de Ferrant Domínguez de Bonares, otra parte de la tierra linda con Johan de Ueas / por abajo con el Río Tinto. Vendidas el lote en tres mil maravedíes de moneda blanca, bajo juramento de cobro / para que nunca sea negada.” Don Laureano y Anasagasti.

                                                                   


   Mientras algunos historiadores comentan que ya en el Repartimiento de Sevilla, el Rey Sabio otorgó a Niebla una carta puebla en febrero de 1263, por ser la” primera que ganamos a los moros”, para poder ser poblada por buenos cristianos al servicio de Dios y de “Santa María” y de todos los Santos en honra de la fe católica, junto que se les conceda a todos los vecinos de ella y de las vecinas aldeas queden libre de efectuar el pago de portazgo, sobre la mercancía que se transportarse para el consumo propio.

    Afirmando noticias que la aldea vecina de Bonares, fue repoblada por 62 vecinos, entre ellos algunos de origen vascos, mudéjares que se habían quedado  gracia a los pleitos que les otorgaron el Rey, un matrimonio judío converso, contando además con algunos peones proveniente de la región del Cáucaso, que habían prestado servicio en las filas de los cristianos como mercenarios al servicio del Rey Santo, esto es poco lo que se encuentra hasta ahora por no conocerse del todo bien los padrones de vecindario, junto los libros de heredares, (Ladero Quesada). Sí que hay constancia bajo la confirmación de privilegio, que se prohibía a que los moros y judíos pudiesen comprar tierra alguna en Niebla, sólo se quedaban autorizada las Órdenes Militares y Eclesiástica, pero sobre todo a personas vecinas de Sevilla.

   Ya que, con el tiempo se aclaró que la conquista de Niebla, no tuvo más justificación que ser una razón de Estado, para hacer la reclamación necesaria sobre el Algarbe, por su importancia estratégica y Militar.

  José García Díaz.

martes, 15 de julio de 2025

Cuando Niebla, representó el complejo Forestal de esta provincia.

 



   De la mano de su Alcalde en aquellos días don Eduardo Gonzáles Moreno,  en el mes de mayo de 1981, que fue quien motivó el encuentro entre el Presidente de Celulosa,  don Rafael Orbe Cano y don Eduardo que ejercía como el líder forestal de esta provincia, contando además con don Julio Molleda, consejero delegado de esta empresa citada; tratando sobre todo el estado de necesidades que urgen actualizar en el mundo de la madera del eucaliptos, así como la problemática que plantean los montes consorciados de Niebla, cuyo rico patrimonio está a merced de una política comercial que en ningún caso corresponde a la riqueza activa de masa forestal, cuyos propietarios son los ciudadanos de la histórica y noble ciudad de las murallas almorávides.

   El señor Orbe fue informado de la impugnación hecha al contrato entre el antiguo Patrimonio Forestal del Estado y Encesa, dentro del cual se exponían una serie de condicionamientos negativos que la dura economía de la depende el Municipio de la antigua Ilípula. Con ello, se según nos informa el señor Alcalde, no sustenta el débil presupuesto que tiene este Ayuntamiento, que se ve obligado a incrementar los impuestos de los vecinos.

   El señor Gonzales Moreno, el Alcalde de Niebla, nos sigue señalando que mantiene una lucha titánica por resolver todas las dificultades que desequilibran la cuestión de las explotaciones forestales en los montes públicos. Con la visita del señor Presidente de la Celulosa a la reunión celebrada en el Gobierno Civil, se pone en marcha un tren de negociaciones para superar las diferencias intersectoriales.

    Con ello se lanza un aliento más a todas las familias campesinas de la Provincia de cuyo futuro dependen los éxitos que se logren en estas que se abrirán en muy breve tiempo. El Alcalde de Niebla don Eduardo, nos manifestó finalmente que el gran triunfo de poder de establecerse un ritmo de negociaciones a distintos niveles y por primera vez en nuestra provincia, se deben a las gestiones que con gran acierto ha llevado el señor Gobernador civil de la provincia, don Jesús Posada Moreno, “quien- prosiguió el señor Gonzales- está demostrando una capacidad y una inteligencia, así como un esfuerzo sobrehumano para ayudar para darle salida a un problema muy difícil”.

      Mientras, en la citada reunión el corresponsal de la prensa se dirige a don Abrahán Ruiz, como representante del grupo forestal junto con Eduardo Gonzales, preguntándole por la reunión que tuvieron el día de ayer con el Gobernador Civil, con las partes interesadas en la problemática del sector forestal de esta provincia.

                                                                   

                                             


         En es esta fotografía de 1981, podemos observar unas de las muchas   actividades que desarrollaba el ex Alcalde don Eduardo por aquello años en la vieja Niebla,

   Estuvo presente de nuevo don Jesús Posada Moreno, como presidente nacional de Celulosa, el presidente de la Cámara Agraria Provincial, el señor don José Luís García Palacio, junto con los representantes de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, miembros de la Asociación de Ganaderos y Forestal de la F.0.E. acompañados de sus respectivos equipos de asesores y técnicos.

    Abrió la reunión el Gobernador civil, pidiendo que se tuviera en cuenta la enorme importancia del problema forestal en nuestra provincia, su incidencia en nuestra fábrica de Celulosa y la enorme riqueza que todo ello supone para Huelva. “Es por esto –dijo- por lo que debemos intentar que las partes salgan fortalecidas de esta reunión”. Seguidamente, el señor Orbe Cano, después de manifestar sus deseos de haber venido antes a Huelva, y declarar que –no obstantes- conocía perfectamente los problemas, planteó una serie de explicaciones técnicas de orden económico para justificar la postura empresarial.

   El señor García Palacios, agradeció la visita del presidente nacional de la Celulosas, manifestando que los problemas existentes, hace año que están latentes y es hora poner el dedo en la llaga. Se refirió a consorcios, aprovechamiento de residuos forestales, precio de la madera y a la necesidad de organizar unas jornadas técnicas sobre Masa Forestales, para las que pidió la colaboración y presencia de la Empresa Nacional de Celulosa.

    Don Abrahán Ruiz Mantero, en representación del grupo forestal, se manifestó satisfecho por la ocasión que brindaba esta reunión a posibles negociaciones tendentes a solucionar los problemas. El resultado de la reunión ha sido, entre otros acuerdos, la decisión de conformar una comisión técnica de estudios, que analice en profundidad los problemas expuestos, para que posteriormente, otra comisión de liberadora o decisoria. Encauce, a la vista de las posibles soluciones, la más idónea para resolver definitivamente el problema de este sector.

    Una vez finalizada la reunión, hemos abordado al presidente nacional de Celulosas, el señor Orbe Cano nos ha calificado la sesión de “positiva”, añadiendo que se ha planteado los problemas por ambas partes, afirmando que esta empresa está dispuesta a colaborar en las propuestas sobre las Jornadas sobre la Masas Forestales, si se programan con estricto rigor científico.

   Luego le preguntamos, sobre el antiguo proyecto de montar una fábrica de papel en Huelva, nos dijo que sería posible si el estudio de la restructuración, del sector papelero, a nivel nacional lo permite.

  José García Díaz.

lunes, 14 de julio de 2025

La crisis forestal de Huelva.

                                                                           


             

    Cuando en los años 80 del siglo pasado, una de las empresas punteras a nivel Mundial, como era “Flas consulting incomunicatión”, y una de las primeras en Europa, en asesoramiento profesional y técnico en cualquier ámbito de negocio en ventas comerciales de cualquier sector, con sede en Barcelona. Se reunió con los representantes del sector onubense sobre la “crisis forestal de Huelva”.

     Fue en primero del mes mayo de 1981, es cuando en la capital de Huelva, se celebró una importante reunión que convocó a los más destacados miembros del sector forestal de esta provincia, y a los enviados especiales de la empresa citada “Flas Consulting”, como especialistas en consultas, y valoración de temas económicos al servicio que puedan acusar la crisis de los diversos estamentos del país, dentro de los distintos sectores, tuvo lugar en la sede social de la Federación Onubense de Empresario.

  Al frente de la empresa citada, estuvo en Huelva don Eduardo Ferreira Gonzáles, periodista y especialista en encuesta económicas. Y por parte de la representación forestal onubense,  y alcalde cuyo Municipios están afectados por la grave crisis del sector, productores independientes, aparceros de Celulosa, arrendadores, consorciadas, destajistas cortadores, grupos de transporte del campo a la fábrica, asesores forestales en representación del Grupo Forestal de la Asociación de Agricultores, Ganaderos y Forestales de la F.O.E. (Solamente en Bonares, había en aquellos día, más de 40 camiones trabajando en la madera citada, llevando consigo como medio de vida a más de 120 vecinos jornaleros).

    En principio, y como comienzo de la reunión sobre la 6 de la tarde, el presidente del Grupo Forestal, don Abrahán Ruiz Mantero presentó al equipo de la “Flash Consultin” y esbozó una detallada pero muy concreta historia del proceso seguido por el sector forestal de la provincia, desde el nacimiento de la fábrica de Celulosa en San Juan del Puerto por los años sesenta del siglo pasado, hasta 20 años después en la conferencia celebrada hoy.

      El señor Ruiz Mantero habló la satisfacción que producía en el sector lo avanzado de las conversaciones que se mantiene con Celulosas, en cuyo programa de negociaciones había dos temas graves; el precio de la madera y las importaciones, que el sector --dijo- considera la más grave amenaza contra la actual situación, pues el precio mínimo de la madera a partir del año de 1977 se ha fijado los lotes en 3,885 en peseta en pie y con corteza, para que así puedan sobrevivir las empresas forestales; por lo que respecta a las importaciones, el déficit de la madera en España no se cubre precisamente con esta política de importaciones –valga la redundancia-, sino con más plantaciones de eucaliptos y mejores precios –seguimos reflejando el pensamiento del sector-, pues está claro que a mayores importaciones se producirán también mayores déficits.

   El señor Ruiz Mantero reconoció la cooperación eficaz que el concejero de Agricultura, José González Delgado, viene prestando al programa de negociaciones con la empresa de Celulosas, para dar paso después a las diversas intervenciones de los representantes de cada grupo reunido, los cuales unánimentes expusieron la “amenaza grave que pesa sus montes” si la empresa nacional de Celulosa no cambia de política económica en precio y condiciones de cultivo, ya que los Ayuntamiento con sus montes públicos están dispuestos a cumplir los acuerdos adoptados de ir a las negociaciones con la citada Celulosas; si estas fracasarán, ir a la presión no fuera eficaz tendrían que programar una planificación a corto, medio y largo plazo que consistiría en reducir las áreas forestales para otros destinos agrarios, así como para cotos de caza.



            En la foto, tenemos al señor don Eduardo Gonzáles, ex Alcalde de Niebla, y ponente de esta citada conferencia.                                        

      Hay algo importante que destacar, y es que quedaba claro que, entre los reunidos, convocados por el Grupo Forestal, estaba representada de una forma más o menos directa el ochenta por ciento de la riqueza forestal como así apuntaría el alcalde de Niebla, don Eduardo González Moreno.

      También quedaba clara una cosa, la gravedad de la crisis forestal, reflejada en la unanimidad de opiniones y datos de todos los concurrentes, lo que sin a dudas supo llevarse de su visita el equipo de la “Flas Consultín”, de cuyo resultado de su trabajo sea expuesto aclaren las nuevas alternativas que le esperan al futuro de la masa forestal de esta provincia.

          Esta curiosa y conocida fábrica de la Celulosa de San Juan del Puerto, perteneciente a la empresa del Estado Ence, que, dejando en el recuerdo a los vecinos cercanos, por su olor “a coliflores”, tuvo su comienzo por el año de 1964, para cerrarse el 20 de octubre del 2014, motivando perdidas económicas, que les obligaban concentrar su producción en sus plantas que tiene en Galicia.

     Dentro de sus 50 años de vida, estuvo marcando la vida local y económica de muchos pueblos de esta provincia, dado que en sus mejores años mantenían cerca de 300 trabajadores directos, unos cuantos de este pueblo se buscaron su porvenir en ella, gozando de un excelente salario, más unos 3,000 jornaleros indirectos, que mantenía en actividad más de 160,000 Hectárea de terrenos sembrados de eucalipto.

     Este pueblo, también se resintió con la crisis económica de los años 80 del sigo pasado, cuando se mantenía su vida local, mediante el cultivo de secano comprendido en el mantenimiento de la viña y el olivo, ya en decadencia que superaba el 70 % de la vida local. Pero fue en los momentos que la Cámara Agraria Local, comienza una gran campaña, sobre la importancia que podían tener la siembra de la fresa bajo invernadero en este pueblo.

   Uno de los más jóvenes técnico de esta citada Cámara, vecino de Moguer, fue el encargado de convencer con mucho sacrificio a los indecisos agricultores locales, que años después les cambiaron la forma de vida en su economía. Los campos de fresa, absorbieron a la mayoría de los jornaleros de la madera, así como los de las fábricas de ladrillos.

     Pero, de lo mejor del proyecto de la masa forestal de esta provincia, que comenzó con la repoblación de las tierras del eucalipto en 1950, conllevó una de las grandes inversiones a nivel europeo, para dejarno un gran recuerdo visual en este pueblo como es el “Arboreto de Villar”.

  José García Díaz.