Esquela mortuoria de la Falange de Bonares.
El miércoles día 8 de Septiembre de 1938, Bonares
rinde homenaje a otro de sus hijos caído en el frente.
La noticia llegó en
la tarde del día 2 de Septiembre por telegrama al cuartel de Falange, que han
estrenado un nuevo local situado en la parte derecha del Ayuntamiento, debajo
del centro escolar.
El joven camarada
llamado José García Romero el "Hijo de la Palanquita" militante de Falange
y de la J.o.n.s. en este pueblo, había caído luchando por Dios y por la Patria,
al lado de nuestro glorioso Ejército, en el frente de Córdova.
Este joven de 23
años de profesión carnicero y matarife como yo. Tuvo el honor de ser el primero
en inaugurar el Matadero local el 23 de Agosto de 1926; sacrificando ese día 3
cabríos y dos ovejas.
Del expediente militar extraemos, que estando de guarnición y vigilancia
en trincheras de la Grana por Fuenteovejuna, todo el mes de Agosto; el día 1 de
Septiembre es trasladado junto su Compañía, al frente el Calatraveño y la
Sierra Tejonera donde encontró la muerte por enfrentamiento con el enemigo.
Familiares del
camarada partieron hacia el lugar donde encontró la gloriosa muerte del
expresado camarada, a fin de recabar de los mandos el traslado del cadáver al
cementerio de este pueblo. Obtenida la autorización, y tras penosa marcha por
haber sufrido un accidente el coche que conducía sus restos mortales, no
pudieron llegar a Bonares hasta las nueve hora del día de hoy; acto seguido se
hicieron los preparativos necesario para la mayor rapidez, dar sepultura al
cadáver del heroico camarada, cuyo acto constituyó una sentida manifestación de
duelo.
Correspondencia desde el frente de Córdova con el pueblo, todo el material expuesto en esta página fueron rescatado del río.
Los hechos que
produjeron la tardanza: El accidente que produjo el atraso del transporte del cadáver, se quedaría
en el recuerdo histórico de los mayores de este pueblo.
La familia del
difunto alquiló el coche de "El Bolilla" el señor Francisco Rodríguez
Thissander ; un Cherolet matrícula H.1130 que acompañado del segundo chófer Cristóbal
Camacho, emprendieron el largo camino desde Bonares a Peñarroya (Córdova). Para recoger el ataúd con el
cadáver; pero el protocolo cargado de
obligaciones mantuvieron a los bonariegos en larga espera, hasta el anochecer.
Teniendo en cuenta
la situación funeraria, emprendieron la marcha de regreso lo más aprisa posible
por aquellos parajes de sierras rocosas. Con la compañía del cansancio y la
falta de sueño no se percataron que se
habían introducido en la zona roja.
En donde al
momento fueron interceptado por una patrulla marxista al mando de un joven
alfares. Según los dos bonariegos, el joven oficial miliciano daba entender que
era "persona de letra" por su correcto comportamiento y educación.
Además que no fue
capaz de cumplir con su obligación como era la detener a dos prisioneros y
exprópiales el coche, tan codiciados en aquellos días en una zona de guerra.
Todo la contario les dio confianza y tranquilidad ayudándoles a proteger el
coche en unos arbusto para no ser detectado.
La patrulla del
miliciano le acompañaron hasta el amanecer, consiente los rojos del macabro
transporte por el hedor, tan común por aquellos días tan negro en la vida de
los españoles.
Les acompañaron en el viaje hasta la próxima zona nacional
enseñando una bandera republicana, y advirtiéndoles por donde quedaban algunas
minas eléctrica guardada por los caminos, ya que tuvieron suelte de no tropezar
con ninguna anteriormente.
De esta manera el
joven oficial rojo salvó la difícil situación que pasaba los bonariegos, para
devolverlos a la zona nacional, sin pedirles nada a cambio.
Desde la casa que fue su domicilio, en
la calle Higueral, que fuera luego la de Manuel La O fue trasladado al cementerio
San Rafael en el coche estufa que lo había traído desde Córdova, cuyo féretro iba envuelto con las
banderas nacional de Falange, y sobre el mismo una hermosa corona de flores
naturales dedicadas por la sección Femenina de este partido; precedía el
fúnebre cortejo el clero con Cruz Alzada, carroza fúnebre, elementos civiles de
la población en gran número, familiares del finado y representación oficial del
duelo, entre los que figuraban el comandante militar de la plaza el brigada de
la Guardia civil, don José Álvarez Rodríguez, Presidente y Secretario de la
Gestora municipal, el camarada David Carrasco Pérez, y José María Camacho
Carrasco, Juez municipal Propietario don Andrés Prieto Carrasco y el Secretario
Judicial don José Flores Quintero; cabo sobreguarda forestal don Francisco
Limón Martín. Delegado local y Secretario de Falange Española Tradicionalista y
de la Jons, camaradas José Pérez Domínguez e Ildefonso Ruiz pulido; Jefe de
milicias, camarada Manuel García Pérez; Delegado y Secretario de la C.N.S.
camaradas Juan Antonio Bueno Carrasco y Leonardo García Bautista; Delegado
local administrativo de Falange Española y Depositario municipal de esta villa,
camarada Juan Luís Cintado Pérez e Ildefonso Pulido Carrasco; Médico titular,
camarada Pedro Bueno Bautista, y Delegado local de Prensa y Propaganda.
A continuación una
sección de flechas con sus bandas de tambores al mando del camarada delegado,
José María Arrayás, fuerzas de Falange franca de servicio y una sección de la
Guardia cívica.
Al llegar la
comitiva a las puertas del cementerio, fue sacado el féretro del coche
quedándose sobre los hombros de sus camaradas, en cuyo momentos se ordenó por
el Jefe de las milicias el desfile de las fuerzas ante el mismo, en cuyo
momento de honra y gran emoción, rasgaron el aire y el silencio la voz clara y
firme del camarada Pedro Bueno, quien con su acostumbrada elocuencias tuvo
frases de acertadísima expresión y de gran espíritu patriótico, glosando el
acto que se celebraba juramentando en nombre de todos vengar su muerte,
siguiendo el camino imperial de la nueva España, en constante lucha por nuestra querida Patria, en Una, Grande y
Libre.
La foto tiene por detrás en lápiz Octubre de 1936.
Pero no he podido identificarlos.
Y nosotros te
decimos, camarada José García Romero, con la fe de cristiano que nos une, que
Dios prefirió que tu sacrificio se consumara, quiso elegirte para que desde la
eterna guardia sin relevo, en vigilia tensa conozca los actos de lo que por
aquí quedamos; y te decimos:
Camarada José, no
tengas cuidado que tu sacrificio no será estéril. Los campos de la hermosa
serranía de Córdova fertilizada con tu sangre joven, sabrán corresponder a tu
generosidad; como centinela permanente de la eterna guardia sobre los luceros,
te seguiremos todos en esta ruta de Imperio, dando la vida como tú lo has
hecho, y por formar parte en esa bendita Legión de los que dieron su vida por
la Patria.
Desde la más
íntimo de nuestros razones y al grito sublime de !Arriba España! te lo decimos
por última vez:
Camarada José García Romero ! Presente !
Delegación de Prensa de Falange de Huelva.
José García Díaz
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