viernes, 4 de noviembre de 2016

Bienvenidos los años de 1920.

     
                                             
                 
                                                               

      
   Terminada las navidades con bastante frío este año. Los bonariegos se preparan para celebrar los carnavales junto con la fiesta de la piñata, tan común en algunas calles que  ya desde hace muchos tiempo  mantienen esta curiosa y bonita tradición local.
    Por parte de la Alcaldía, van a tomar este año medidas sobre la nefasta y vandálica costumbre de hacer explotar cohetes en cantaros y otros utensilios parecidos, provocando en ocasiones accidente fortuitos como los del año pasado en la calle San Sebastián.
     Este año en nuestra patria chica se ha celebrado tres lujosos bailes, a los que ha asistido la juventud siempre alegre de nuestro pueblo.
    El día 15 de Febrero en el Centro Benéfico, se organizó un baile donde no falto entre otras cosas, la mistela y el chocolate con pasta.
   Otro día la fiesta tuvo lugar en casa de los señores Carrasco, cuya amabilidad hizo que la alegría durase hasta bien entrada la madrugada.
     Los días 17 y 22 se dieron dos elegantes bailes de máscaras. Por los señores de Carrasco López, fuimos invitado este humilde corresponsal a su domicilio y a continuación se bailó hasta una hora avanzada.
       Amenizó la fiesta nuestro muy querido amigo Trinidad Carrasco, el cual dio pruebas con sus romanzas italianas de una hermosa voz y de un gusto exquisito por la música.
        Llamaron la atención por sus disfraces, las señoritas de Carrasco López (M. Dolores y M. Luisa), de húngara y de mora respectivamente; Antonia Montes, con elegante traje de japonesa; María de Guzmán, contraje de sultana; de Leonor Carrasco, de valenciana; Pepita Muriel, con un fantástico traje de Colombiana; Juana Pérez, con un vaporosa traje de bebé; Carmela Miñana, de aldeana escocesa, y otras muchas.
      Nos honraron con su presencia las señoras de Carrasco, Guzmán, Coronel, Soto, Barba, Gómez, Moro y otras que sentimos no recordar.
    El día 20 de Marzo en el diario "El Pogreso" rescatamos la siguiente noticia de un sucedido muy normal en nuestro pueblo.
      En Huelva la Comisión, siguiendo las prácticas establecidas desde hace mucho tiempo por el caciquismo, ha realizado verdaderas enormidades en las  reclamaciones formadas sobre las últimas elecciones municipales en los pueblos de la provincia.
      Las enormidades consisten en aprobar o anular, según convenga, las elecciones, para dar la mayoría a los elementos que vienen privando en la política.
      Citase el caso del Pueblo de Bonares. No obstante se consta en acta notariales de la presencia del atropello realizadas por los conservadores, la Comisión aprobó esas elecciones, a pesar de dichas actas y de la protesta del vecindario, que únicamente proclama la falta de arraigo de los elementos a quienes la  Comisión le dio el triunfo.
       El mes siguiente una triste noticia recogida en todos los diarios provinciales y regionales día 31 de Marzo.
   En el Diario de Huelva, anunciando una estafa con ramificaciones en Bonares y Paterna. Desde Junio del año pasado se venía cometiéndose una serie de estafas en los conocidos y lujosos almacenes de "La Ciudad de Londres", establecidos en la calle de Federico de Castro.
     Esta estafa ha sido descubierta por unos de los jefes de la casa que se observó al dependiente Luis Moro, quien habiendo vendido a una señora un traje, no ingresó su importe en la caja.
       Efecto de ello y por tratarse de un individuo que venía inspirando sospechas, se puso el hecho en conocimiento de la guardia civil del puesto de la Macarena que sometió a Luís a un estrecho interrogatorio.
   El dependiente terminó por confesarse autor de un sin fin de estafas que se venía haciendo desde que prestaba servicios en la
casa y para las que se valía del cosario de Bonares Juan Domínguez Rodríguez; que en combinación con este sacaba los géneros y los vendía.
   Aparece también complicado en el suceso el corsario de Paterna, con el curioso nombre y apellido parecido al anterior Juan Domínguez Venegas.
       El importe de la estafa asciende a unas 15.000 pesetas, cantidad obtenida por la venta de cortes de traje de alta gama para señoras, piezas de tela y otros géneros.
   Gracia a las gestiones realizadas por la Guardia civil del puesto de Bonares, en colaboración con el Juzgado Municipal se ha podido recuperar gran parte  de los géneros que han sido devuelto a su dueño. Creando un estado de preocupación en este pueblo, motivado por la situación creada en los vecinos, que se han visto como una mayoría han tenido que devolver, trajes, blusas, faldas confeccionadas con las citadas telas sustraídas puesto que gozan de una extraordinaria calidad.
   El asunto ha tomado tanta importancia, que ha intervenido incluso el juzgado del Salvador practicando las diligencias del caso, que ha pedido el ingreso en la cárcel al dependiente Luís Moreno y al cosario de Bonares Juan Domínguez, estando citado para prestar declaración ante el Juez, el cosario de Paterna Juan Domínguez Venegas.
    Al día siguiente el corresponsal local del Diario de Huelva, resalta la siguiente noticia.
       En el pueblo de Bonares y en  la bonita y alegre "Casa del Pino" finca propiedad de don Serafín Ruiz, se congregaron, invitados por éste, unos veintes de sus íntimos para obsequiar con una caldereta a los amigos de Niebla, don Cristóbal Barrera, don Casiano López, don Bibiano Roldán y don Francisco Pacheco, alcalde el primero y juez municipal el segundo de la vecina villa.
     Don Serafín Ruiz, nos atendió a todos con su amabilidad acostumbrada; menudeaban los vasos de vino que era un primor y a fuerzas de tantos oradores, había pocos oyentes.
  Cuando la puesta del sol sentimos los cascabeles de un coche, todos nos precipitarnos a la cancela para ver el soberbio tronco de mulas que arrastraban el elegante vehículo donde venían don Francisco Ruiz, don Ramón Villalón y don Elías Nelo.
    Solo a ellos se esperaba para empezar la comida que fue abundante y espléndida.
   Terminada la comida se trasladaron todos los invitados al pueblo y en casa de don Serafín Ruíz, se prolongó tan agradable fiesta hasta las dos de la madrugada.
    Entre los concurrentes recordamos a don José Cotar, don Cristóbal Conejo, don Lázaro Soto, don Teófilo Carrasco, don Andrés Nelo Coronel, don Alfonso Manzano, don Cándido Martín, don Luís Rosales, don José Martín Toro, don José Ramos, don Manuel Díaz Romero, don Daniel Moro, y don José Carrasco.

   José García Díaz.
   



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