Parte de todo esto, llamada y conocida como la
“guerra que no existió”, comenzó el 15 de agosto de 1957, cuando saltaba en la
prensa la siguiente nota: ¿Marruecos ante una nueva amenaza? Designios
soviéticos y soldados negros en las arenas del Sahara.
Cuando en realidad,
era el territorio español el que se encontraba amenazado, por donde en poco
tiempo después, las arenas del Sahara iban ser de nuevo testigo trágico en la
historia militar española, por donde jóvenes reclutas regarían con su sangre la citada tierra. Mientras tanto en este año marrueco se constituye en Reino.
Ifni era un territorio, controlado por pequeños sultanatos independientes que desde hace más de treinta años se peleaban a muerte entre ellos, sin molestar a los españoles que eran sólo observadores de tales acontecimientos.
Pero no fue hasta el
viernes día 29 de noviembre, cuando la prensa española, se atreve a tocar por
encima de la censura impuesta, el asunto de Sidi-Ifni, por orden del Generalísimo,
cuando ya llevaba los españoles casi una semana a tiro limpio con los moros. De
ahí el sobrenombre de la “Guerra Chiquita”, donde jóvenes bonariegos, quintos
que después de pasar tres meses de instrucción en el campamento, se vieron
embarcados con rumbo al África, para incorporarse con los que estaban prestando
el servicio militar allí.
En aquellos días el príncipe
Muley Hassan, (para los amigos Hasan II), se había dirigido por la radio a su pueblo,
refiriéndose que los sangrientos acontecimientos ocurrido en los últimos días
en Ifni se debía a que los españoles habían provocado los ataques contra territorio
marroquí. En donde la Aviación española arrojaron una bomba y dio muerte en la
provincia de Agadir a dos mujeres, una burra y cinco cabras que no fueron vista
por nadie.
Lo más curioso de
esta “guerra pequeñita” era que todos los prisioneros capturados por las fuerzas
españolas. eran marroquí de Ifni y del Sahara español, en donde las armas intervenidas
y las municiones eran de fabricación española, procedente del Ejército español
y entregada a los moros que formaban las nuevas fuerzas armadas real de Hasan
II tiempo antes, para que fuesen utilizada para mantener la seguridad en
territorio marroquí. Este hecho ha formado una cruel y despiadada norma muy
utilizada por los políticos españoles en toda su historia en el vecino
Marruecos hasta nuestros días, que provocó la muerte de 300 soldados y 86
heridos, de hecho, de la vecina Niebla, murió un joven recluta que fue
tiroteado cuando viajaba en un coche. La peor parte se la llevó la morería, que
le costaron más de 8.000 muertos y cientos heridos.
Relación de los
nombres que formaron la quinta de Ifni, de los cuales la mayor parte participaron
en los combates de esta pequeña guerra africana, que, durante seis meses,
reclutas mal armados con fusiles máuser y demás materiales de los desechos y
sobras de la guerra civil, combatieron a los moros.
Comenzamos con el
señor Bartolomé Camacho Martín, prestó
servicio cómo auxiliar administrativo en el Cuartel de Intendencia de las Palmas
de Gran Canaria, fiel testigo y receptor de multitud de regalos solidario
aportado por el pueblo español para esta campaña militar, y que no pisaron jamás
la tierras africanas, entre ellos un barril de vino añejo, aportado por la bodega
vinatera de este pueblo de los Velo; cajas y cajas de embutidos, conservas etc.
para terminar todas amontonadas y buscarle mejor camino que el de la tierra de
los mahometanos.
El señor Bartolomé,
es el principal colaborador de esta página, prestando toda ayuda que ha sido
posible por su parte.
Soldado: Juan Asencio
Coronel; Isidro Asencio García; José Borrero Vivas; Bartolomé Carrasco Camacho;
José Luís Carrasco Conejo; Antonio Coronel Pérez; Juan Domínguez Díaz; Andrés
Galán García; Luciano Pérez Camacho; Manuel Pérez García; Juan Pérez Bueno;
Francisco Pérez Martín; Manuel Jesús Pérez Rodríguez; Antonio Ibáñez Gallardo;
Lucas Romero Rodríguez; Manuel Romero Martín; Fidel Velo Castillo; José María Velo Pérez; Juan María
Vega Coronel; Eusebio Ramos Romero; Pascual Ramos, domiciliado en Madrid;
Rufino Coronel Gómez; Juan el Taqueño, con domicilio en Sevilla; Juan Martín
Martínez y Carmelo Martín Bot.
José García Díaz.
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