miércoles, 13 de julio de 2016

El Museo de Niebla.

                                                 


                               El Martes día 15 de Mayo de 1917.
          Breve notas de un congresista que aplaude con justicia y sentimiento el valioso elemento de cultura lo que significa la creación de un museo.
      Allí escribió el señor Gobernador civil de Huelva en el álbum del citado Museo, cuando ayer tarde llegó a Niebla para asistir a la inauguración de él cargado de objeto arqueológicos, cerámicas antiguas y modernas y labores de la mujer; donado al pueblo por la ilustre dama inglesa, doña Elena de Whisaw.
    Y por donde repetimos todos acontecimientos del acto, formado por congresistas forasteros, las autoridades y personalidades del mismo pueblo, tanto liberales como conservadora, los miembros del Congreso de la Ciencia y muy especialmente la dama extranjera que ha dado una prueba de reconocido cariño a "Niebla, la bella y antigua Niebla", como cantaban los niños de las escuelas nacionales.
       Pero para nosotros, el día de ayer fue una gran sorpresa. la primera algo desagradable, porque equivocadamente nos apeamos todo el grupo en la estación de Sevilla a Niebla, mientras la comitiva nos estaba esperando en la de "Las Mallas", habiendo acudido el cura párroco acompañado de las autoridades, llevando consigo a la banda de música del pueblo vecino de Bonares. Se encontraban también presente los jóvenes miembros de la Sociedad Colombina, seguidos de los demás compañeros del Congreso de Huelva y Sevilla, que habían llegado anteriormente, sin faltar la mayoría de los vecinos de este pueblo, dispuesto a tributar un recibimiento ciertamente merecido.
     Pero hasta ese momento el accidente gracioso y simpático, nos obligó hacer el trayecto desde la estación al pueblo, asombrado al contemplar el bonito paisaje que nos encontramos, el singular color de las aguas del río Tinto, y como la belleza de los árboles frondosos que se extiende por ambas orillas.
       Cuando llegamos a la Puerta del Buey, fue todo una sorpresa, pues el tren había parado en la estación de Las Mallas, pero ningún de los empleados de esta compañía se percató de lo que estaba ocurriendo, por lo que cogieron algunos viajeros con destino a Huelva, y emprendieron su marcha.
   Por lo que la situación pasaba algo complicada, hasta que notaron nuestra esperada presencia, que fuimos recibidos con el compas de la banda de música, y de los aplausos de los asistente.
      Enseguida fuimos recibidos por la señora Elena Whishaw, que nos recibió con una fuente de higos y pasas, acompañada de una copita de aguardiente, y de vino del pueblo.
     Desde lo alto de la Puerta del Buey se divisa el pueblo con sus murallas, y la iglesia de San Martín que se encuentra en parte de pie, ofrece un espectáculo bastante sugestivo.
      Terminada la ceremonia, se dio acceso al público al Museo, procediéndose gradualmente a la inauguración, bendiciendo el edificio y la obra cultural que representa aquel, el virtuoso arcipreste de Huelva, don Miguel Muñoz, acompañado por el cura párroco de Niebla, don Cristóbal Jurado.
     El acto terminó con la banda de música tocando el himno a España y a Niebla, cantado por los numerosos niños y preciosas niñas de las Escuelas Nacionales, bajo la dirección del celoso maestro don José Muñoz.
       El cura párroco después dirigió unas palabras a sus feligreses, analizando la obra cultural que representa el Museo para un futuro y dando las gracias a todos los congresistas por nuestra asistencia al acto.
        Seguidamente habló el señor alcalde Buenaventuras Rivas, quien su sentidas frases, expresó la gratitud del pueblo hacia la persona de doña Elena Whishaw por su generosa donación, y a todos los asistente al acto.
        El congresista don Eduardo Díaz, habló de los beneficios que reportaría al pueblo el conocimiento de sus monumentos arqueológicos, y don Manuel Chávez hijo del gran cronista sevillano, y sobrino del gran Nogales, en nombre de los congresista, dio las gracias al pueblo de Niebla encomiendo su hospitalidad y las atenciones que para con ellos habían recibido.
    Acto seguido visitamos los congresista la iglesia de San Martín y otros monumentos.
        El Gobernador civil señor Mesa de la Peña, a quien también expreso nuestro agradecimiento por las atenciones que tuvo para nosotros, llegó a la cinco de la tarde, acompañado del Director de la Primera Enseñanza, señor Hoyo Villanueva, que regresaba de Huelva a Sevilla, siendo recibido por las autoridades, los congresista y el pueblo en masa con la banda de música a la cabeza.
       Muchos compañeros marcharon a Sevilla en dicho tren, con el objeto de seguir hasta Madrid, quedando en Niebla solo nosotros, pudiendo recoger las impresiones del señor Gobernador el señor Mesa de la Peña, quién expresó su satisfacción y sorpresa, idéntica a las que experimentamos por la bellezas que encierra este pueblo monumental y por las impresiones del Museo donado por la señora de Whishaw, del que no tenía de él, la más remota idea.
      En el último tren de la tarde, marcharnos a Sevilla, llevando el más grato recuerdo de nuestra excursión a la histórica ciudad.
    
            Un congresista madrileño.

     

No hay comentarios:

Publicar un comentario