Un día de fiesta en la casa del coto de don Felipe, a primero de los 30 del archivo de Pepe el Carnicero.
El Jueves 5 de mayo de 1934, notificación por
parte del Gobernador civil señor don Dionisio Cano López, de que se habrían
aprobado las bases de trabajo de los obreros del campo, pertenecientes al
primer grupo en Bonares.
La reunión fue
celebrada en la Diputación provincial las representaciones de la patronal y
obreros. En la primera no se consiguió llegar a un acuerdo, puesto que los
obreros pidieron que no se utilizaran en el campo las máquinas segadoras, cosa
que no accedieron los patronos.
Se tuvo que esperar
hasta bien entrada la madrugada para conseguir que los representantes de los
obreros propusieron que por los patronos se aceptara la obligación de tomar los
obreros para su trabajo solo lo que están inscritos en las Bolsas de Trabajo de
sus respectivas localidades.
Pero a esta
pretensión tampoco han accedido los patronos.
Como estamos
en el segundo año de la República, se ha celebrado por ser el día primero de
mayo, y coincidiendo con la solemnidad del día, llegaron a este pueblo invitado
por el industrial onubense don Cristóbal Martín, un numeroso grupo de amigos de
dicho señor, que de esta forma se sumaban a la festividad del día.
Una vez en esta,
y después de recorrer diversos lugares, se trasladaron a la bodega del rico
industrial de este pueblo don Manuel Carrasco Castillo.
Este señor se
puso desde el primer momento a la disposición de los excursionistas, haciéndole
pasar un rato agradable, en el que reinó la más sana de las alegrías, y en
donde hubo sección de cante "jondo" a cargo de Manuel Galán el
"Lincero" apodado por los bonariegos con el nombre artístico del
"Niño Magrito".
Por último y por el
citado señor Carrasco se sirvió a los invitados un suculento ágape,
saliendo todos encantados de la amabilidad prestada por dicho señor.
Antes de emprender
la marcha los excursionista dieron las gracias por la atención que les han
demostrado este pueblo a todos los participantes.
Notificación de
nuevo por parte del "Expediente nº ·2.156 del día 23 de Mayo" sobre
de la detención de tres reclamados por la Guardia civil del puesto de Bonares,
de los vecinos republicanos siguiente: José Carrasco Barroso, apodado el
"Paulino el de la Caldera" por tener una de esencia de eucalipto en
la huerta de Juán Pavón de y los
hermanos Juan Antonio y José Pérez Bueno, los cuales ingresaron inmediatamente
en la cárcel de Moguer. Ya que estos tres sujetos se hallaban reclamado por el
Juez instructor del partido.
Mientras el sábado
día 31 de mayo, resalta una noticia que produjo una autentica bomba, sobre las
8 de la noche Andresito "el pregonero" daba la noticias por la
mayoría de los barrios altos, con idea que fuera escuchado por los vecinos.
Diciendo lo
siguiente: !!! Han detenido a los ladrones de la caja del Ayuntamiento !!!
Dado fecha
del 15 de Junio, fue publicado en el "Boletín Oficial" de esta
provincia la requisitoria del juzgado de Instrucción de Moguer, por el célebre
robo de la Caja de caudales de este municipio, cuyo hecho tuvo lugar en la
madrugada del día 8 al 9 de del mes de Abril pasado y el día 25 de mayo el Juez
de Instrucción del partido solicitó de la superioridad el auxilio de la Policía
de esta capital, que con los informes facilitados por él y las diligencias
practicadas por el inspector jefe accidental don Javier Valdivia y los agentes
a sus órdenes dieron por resultado el confirmar que los autores del mencionado
robo eran un grupo de delincuentes, de escala mayor, pero que fueron absueltos
al día siguientes por carecer de pruebas suficientes para condenarlos.
Pero de la
segunda manera queda las diligencias que vienen practicando la Guardia civil, han
siendo detenidos el gitano Sebastián
Pino Duque apodado "El Quinque" su comadre Aurora Tristán Pérez y el gitano
Francisco Gómez Viones, como cómplice del hecho en cuestión.
Los detenidos
fueron trasladados en seguidas a la cárcel de Moguer.
La sospecha dieron
su fruto cuando, la guardia civil del
puesto de Bonares junto con la de Niebla, tenían en observación al citado
gitano, puesto que de estar viviendo en una "choza" que dada entrada
a hueco abierto en la muralla, se vino a comprar en el "arrabal" una
casa de un portal con su corral, una pareja de mulos, una burra, gallinas y un
cerdo. valorado todo en unas 2.200 pesetas.
Declarando en el
cuartelillo que gracia a la profesión de quinquillero o "latero" era
conocido por todos los pueblos de alrededor en el arreglo de hoyas, cacharros
etc.
Se encontró unos
días ente del citado robo, arreglando un lebrillo de la ropa, en la calle de
los "Cañamales" de este pueblo cuando pudo escuchar por distracción de un
concejal, de la cuantía económica que disponía el Ayuntamiento en aquellos
momentos.
Lo que le animó a
perpetrar el robo de la caja; contando la ayuda de su comadre Aurora Tristán,
que hizo la labor de vigilancia durante el tiempo que duró el robo y el marido
de esta el conocido gitano nieblero "El Paco Gómez " que ayudó a
coger la caja ponerla en cima de una burra, hasta que encontraron el sitio para
desvalijarla.
En el pueblo de
Bonares no se comenta nada de los nuevos
hechos que han tomado la investigación, ya que los vecinos había hecho juicio
por su cuenta, dando como resultado culpable por opinión de la mayoría el
alcalde de derecha y sus concejales que le acompaña en este mandato en el
cabildo.
Un día paseando por el pueblo de Bonares.
Como desde nuestra
querida Huelva, fuimos un Domingo invitados a un bautizo del hijo de un querido
e ilustrado amigo.
Cierto día me dijo
un estudioso con Cátedra de Historia,
que su nombre de Bonares deriva de "huerta frondosa" que abastece el
Andévalo como la Sierra con sus frutos que es tan conocido en la provincia, está
también distinguido por su afectividad y exquisito trato para cuantos lo
visitan.
Por ello, a las
primeras silabas que pronunciara el amigo Corbacho en su invitación para
visitarlo y con un motivo para muchos ahora... "extraño o censurable",
acepto con mucho gusto. Y a Bonares fuimos los amigos invitados el domingo, día
que Enrique, ese viajante de quincalla y con salero, chiquitito y regordete,
radical y lo otro... iba ser padrino de un niño hijo de Pedro Borrero, trovador
y amigo suyo.
Tuvo la ceremonia
que es y será siempre solemne, porque hace olvidar los pasos tortuosos o
equivocados de la vida, porque, en una palabra, repara y debe perdonar errores
y solemnizar los primeros pasos que en este valle de lágrimas tengamos
deparados. Fue ilustrado párroco el que derramó en las angelical cabeza, con
agua impregnada de tantas virtudes, de sanos principios, y con tan puros
sentimientos, y terminada la concurrencia, siguiendo a los padres, párrocos y
padrinos hicimos entrada en casa del nuevo cristiano.
Había preparado en
nuestra espera esos artículos con los cuales se festejan estos simpáticos actos
y que no ha podido prohibir nuestra nueva Constitución.
Vino, comida,
alegría. En acción rápida esta última como lógica concurrencia de que ofrecen
las primeras; hace de nuevo otra aparición otro amigo regordete y también
radical que le llaman Juanito el Minero y de una funda saca la navaja que siempre
le acompaña en sus excursiones. Requiere y consigue el tono y es el
inconfundible amigo don José Caro el que inicia el brindis, lo mezcla con
comentario al proyecto de Reforma Agraria que con tanta competencia la
interpreta y lo remata con un fandanguillo.
Le sigue el conocido comerciante y el
indispensables en todas las reuniones por sus bondades, Vicente Bachero al que
sostenido por el brazo del castizo Alfonzo Pino. ! Ya está lanza con la voz
levantina y choquera esas jotas que para él son consideradas como inimitables y
cuya letra dice: "No extrañéis que se escape"... ! Ya está ! Llama la
atención y hace desbordar la alegría. el ingenio excesivamente choquero de
Juanito Morano con su gracia y culta mojarra.
También
intervienen, pero estos dos sonidos sociales y deseo de arreglar a la humanidad
que, con vino barato y bueno como el del
Condado no lo consiguieran los amigos Romualdo Pinto y Gonzalo Leandro. Pero
todas las intervenciones cesaron, tan pronto el padrino regordete, el autentico
Corbacho, el revolucionario de la gracia y de la quincalla hace su presentación
espontánea, y con ese discurso tan enjundioso y tan suyo y que descansan en la
realidad que nos ofrecen los momentos actuales, termina dando las gracias a
todos y los reunidos devuelven con sus aplausos y vivas a los compadres y es el
cronista el que sin otra intervención que el disfrute de la alegría en dicho
acto se derramó, el que pidiera al padrino que tocara y se cantara como él sabe
hacerlo, una colombianas y sus fandanguillos de aire serreños, y muy suyos y
con ellos termina esta excursión alegre y simpática que nos proporcionó el más
radical de la gracia y de la alegría y que chiquito y regordete se llama
Enrique Corbacho.
El Esteban, y como pasar un día de fiesta en Bonares.
José García Díaz.