Batallón del
Regimiento Colón nº 29 Cuba notificación de la muerte del Soldado José María
Toro Coronel por muerte de la enfermedad del vómito negro, de oficio del campo,
vivía en la calle Misericordia.
El soldado de la 2ª
Compañía del Batallón de mi mando José María Toro Coronel. Hijo de José y de
Manuela natural de Bonares… Juzgado de 1ª instancia de Moguer provincia de
Huelva Capitanía General de Sevilla de 25 y años un mes. Estado soltero y que
perteneció a la clase voluntaria, falleció en el Hospital Militar de la Habana
el día 29 de septiembre de 1897 dejando un alcance final de 120 pesos y 45
centavos.
Sírvase V. ponerlo en conocimiento de sus
padres y herederos legítimo, a fin de que puedan recurrir a la Caja General
Central de Ultramar, establecida en Madrid, o por su orden a los Depósito de
Bandera y Cuerpo del Ejército más próximo al puesto de su residencia, en donde,
previa presentación de los documentos justificados que se señalan al margen,
podrán hacer efectivos los referidos alcances de los mismos, sin más quebranto
que el del giro, y les serán entregados el ajuste final de dicho individuo.
Dios guarde a V. muchos años.
El Teniente Coronel…
El soldado
Manuel Coronel Pérez, que nació en esta villa el día 8 de noviembre de 1872; su
padre Pedro Coronel Romero; su madre Dolores Pérez Martín de oficio del campo,
vivía en la calle Misericordia, el día 31 de Diciembre de 1890 cumpliendo los
18 años, tuvo la citación para la inscripción en el Ayuntamiento junto a los 17
mozos que formaban su quinta, estaban acompañado por su partida de nacimiento
presentada por el párroco don Diego Garrido.
Ingresó en el cuartel del Regimiento de Infantería Barbastro
n.º 43. Donde prestó servicio hasta el día 6 de junio donde ingresó en el
Hospital Militar de Regla en la Habana, atacado con sarampión y el día 11 de
agosto de 1897, encontró su muerte.
Soldado Gonzalo
Barriga Martín, destacado en el Regimiento de Caballería Alfonso XII, dejando
dos años de operaciones en Cuba murió por el vómito negro, en el Hospital
Militar de la Habana el día 28 de julio de 1897.
Soldado Simón Coronel
García, soltero de campo natural de esta villa, nació el 11 de agosto de 1873 y
murió de malaria en el Hospital Militar de Puerto Padre en la provincia de la
Habana, fue soldado sorteable del Regimiento Colón.
Soldado Antonio Torres Pérez, nacido en Bonares, filado para
servir en clase de soldado por el tiempo de doce años desde el 10 de diciembre
de 1895, ingresó en Caja y fue sorteado con destino a Cuerpo y alta en el
Regimiento de Infantería Cuenca n º 27. El 7 de marzo siguiente, resultando
útil y de talla conveniente. En abril del 96 obtuvo plaza de corneta en la 4ª
compañía, y formando parte del 1º batallón embarcó rumbo a Cuba. Participó
activamente en toda la campaña hasta que cayó enfermo por el vómito negro, que
le provocó la muerte el día 28 de julio en el Hospital Alfonso XII en la
Habana.
Como se pudo observar,
tanto los soldados bonariegos, como lo de todas España, su peor enemigo no eran
las balas ni los machetazos de los mulatos cubanos, si no las fiebres amarillas
de los trópicos y de las zonas pantanosas de las maniguas, que dejaron en
tierras cubanas más de 50.000 muertos. Sólo un soldado de esta villa, resultó
muerto por disparo, otro por un rayo caído en un árbol cuando fue a cobijarse
con sus compañeros, los restantes por enfermedades.
El día 16 de enero de 1897, sobre el
soldado de Bonares, llamado Antonio García Barriga El Repatriao, que servía en un regimiento que estaba de guarnición
en Málaga, tocándole por su suerte marchar a Cuba, fue redimido a metálico en
esta capital; más se ha dado el caso que el citado “Repatriado” fue embarcado y
en la actualidad se encuentra en Cuba y sus padres con el desembolso hecho y
apenado como es consiguiente. Como el embarque se hizo a final de noviembre era
ya tiempo para que desecho el error hubiera vuelto a la península y regresado
el redimido soldado.
Pero se tuvo noticia de nuevo
de este soldado, el día 2 de febrero, donde se comunicaba que este soldado anda
todavía con el fusil a hombro por los maniguales de Pinar del Río un soldado de
Bonares que fue redimido a metálico en los primeros días del pasado octubre
antes que lo embarcaran para Cuba. El infeliz padre tiene la mar de carta del
citado soldado, incluso del ministro de Guerra, dándole esperanzas de que se
arreglará pronto el expediente.
Pero sobre esto el padre
del Repatriado dice: ---¿Y mientras se tramita el asunto van hacer los
insurrectos cubanos, ningún disparo sobre mi hijo?
Un hijo en Cuba y seis mil
reales fuera del bolsillo en los tiempos que corremos, es una gran alegría.
Pues toda ella la viene gozando el infeliz bonariego.
José García Díaz.
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