La escuadra de Watson.
El día 10 de mayo,
antes los rumores que existían por toda la España. El Gobernador civil don
Jerónimo Montilla y Adán en el día de ayer por la tarde declara el estado de
sitio en toda la provincia, se fija el bando en los principales sitios de la
capital, en los Ayuntamientos y en las puertas de las iglesias, que causó en
todo el mundo la más extraña impresión:
Hago saber: Que atendiendo al estado de alarma en que ha quedado la
Nación, y los desórdenes en otras poblaciones por consecuencia de la difícil
situación que atraviesan, la Junta de autoridades en el día de hoy y en
conformidad con la ley de Orden público que más de disponer de sobra la cordura
y la sensatez del pueblo de Huelva.
Una hora después se publica el siguiente oficio por parte del “Gobierno
Militar de la Provincia de Huelva”: Habiendo sido declarado en estado de guerra
en esta Capital y Provincia, a las de la tarde del día de hoy he tomado el
mando militar de la misma.
El Coronel Gobernador Militar. Don Eduardo Teijeiro.
El 10 de junio encontramos en el diario La Provincia, que desarrolló en
aquellos años, una gran labor periodística sobre lo que representó el conflicto
de la guerra de Cuba. Dando comienzo el estado de alarma en Huelva, con la singular
expresión: ¡Ojo, al Cristo que asan carne!
Publicando que el presidente Mac-- Kialey
ordenó al Comodoro Sampson bombardear los puertos de España.
Lo primero que hace el Consejo de ministro de
Hacienda y Guerra, es mandar al Ministro de Marina que salga para Cádiz a inspeccionar
los refuerzos navales disponible.
A final de mes a
través del Diario Oficial del Ministerio de Guerra, llamando a filas a los
soldados que estaban libres de cupo, los que están de permiso y a los que
hubieran venido enfermos de Cuba, y se hallan restablecidos para formar unos
20.000 hombre para destinarlos a la defensa de Canaria y los puertos de la
península.
En este día en el mismo Diario, bajo orden de la Comandancia de Marina,
que a partir de esta noche se pagaran todas las luces de las boyas “Pntsch” que
balizan este puerto, y se quitarán las 5 que se encuentra en la entrada de la
canal del “Padre Santo”, colocándose provisional dichas boyas próxima a la casa
del vigía de la barra.
El 10 de julio sobre las nueve de la mañana de ayer desembarcó en el
muelle de madera de nuestro puerto, el capitán general de Andalucía, el señor
Ochando, que viene a Huelva para inspeccionar las costas, y entrada del puerto,
para defenderlas. Antes un posible ataque de la escuadra norteamericana. Donde
piensa emplazar baterías en la Rábida y en Punta Umbría.
De nuevo el Diario Oficial de la Guerra comunica, que ya se encuentra en
situación de vigilancia del puerto de Ayamonte, los tres torpederos: el
“Orión”, el “Halcón” y el “Habana”.
Díaz después el 14 se comunica que en Huelva ya se está esperando las
dos compañías de infantería, mientras se ha descargado esta mañana 24
cañones de nueve centímetros Krupp para
formar las baterías de costa Se están colocando torpedos en la entrada de la
barra, junto a la batería flotante Nervión.
Alarma en Huelva 2º parte.
Parte de esta locura colectiva, comenzó en la madrugada del
día 25 sábado al domingo último, la alarma fue motivada por parte por los
absurdos criterios de algunas personas, donde corrió de boca en boca que 14
buques yanquis se encontraban extendido desde la barra de esta ría hasta la de
Ayamonte. Esto motivó los siguientes hechos: Sobre las dos de la madrugada, el
señor comandante de marina de este puerto recibió la noticia de que desde la
barra, por medio del teléfono, transmitían que catorce buques de guerra,
algunos al parecer de gran porte y de aspecto sospechoso, estaban anclados
frente la barra.
Esta noticia no la
transmitía el vigía de la barra, hombre, según nos han asegurado, muy celoso y
prudente con su trabajo, si no de un carabinero que prestaban servicio en
aquellas costas de Picacho.
La noticia se puso
también en conocimiento de los gobernadores militares y civil, del alcalde y de
los oficiales del ejército, los cuales se fueron al muelle, a ver si se
confirmaba o se rectificaba. Allí permanecieron algún tiempo hasta que a eso de
las cuatro de la mañana transmitieron desde la barra que los “misteriosos”
buques de guerra habían desaparecido.
Poco después llegaba
de aquel puesto un práctico, que explicaba el hecho de la siguiente manera:
Como ahora está prohibido que entren de noche buques en la ría, el vapor
“Lafitte”, que llegó a la entrada de la barra a eso de las 10 de la noche, se
vio obligado a anclar un poco más allá, en donde las luces de otros buques, en
unión de las de otros vapores de pesca que salen de Sanlúcar y se extienden por
nuestras costas, dio origen al que el carabinero, que bajo su responsabilidad
dio la noticia, a partir de aquí se pudo a imaginar todo el mundo, lo que más
le haya convenido; porque el telégrafo funcionó a lo grande por todo los
pueblos de los alrededores.
Pero esta curiosa noticias fue
recogida por parte del diario satírico de la mañana La Atalaya, diciendo que
haces pocos días se pudo observar frente al paraje conocido como la “Torre del
Oro” se vio una escuadra francesa, pero con más ironías en donde algunos
espíritu impresionable creyeron que eran los yanqui.
¡Qué miedo hace!
Mejor será mantenerlo callado, porque si esos
jodidos yanquis se enteran, vamos hacer un mal papel.
La escuadra de Watson y
los europeos.
Algunos periódicos creen que no se ha aplazado la salida de
la escuadra de Watson con destino a las aguas de la Península española. En
donde el ministro de negocio extranjeros niega fundamento a la noticia de que
el gobierno de Italia, de acuerdo con los de Austria, Francia y Rusia, se haya
opuesto a la llegada de la escuadra de los Estados Unidos a las costas de
Europa. A juicio del diario La Tribuna,
no deben suponerse en manera alguna que los yanquis hayan renunciado a enviar
la flota de Watson, guiados por sentimientos humanitarios y nada más. En sentir
del citado periódico, los norteamericanos temen que los ecos del bombardeo
despierten Europa y la obliguen a sacudir el sueño de su cobardía.
Si después de las
capitulaciones de Santiago de Cuba—prosigue La
Tribuna hablando en sentido irónico---el gobierno de Washington solamente
pedía la Isla de Cuba, la de Puerto Rico, las Filipinas y un puerto en
Canarias, ¿qué no pediría después de desbastar las costas españolas? Mac-Kinley
ha comprendido, sin duda, que esa nueva agresión sacaría a España del
aislamiento. Y también se ha cuenta de lo ventajoso que será para él tratar
directamente con España de las condiciones de paz sin la peligrosa intervención
de otras potencias.
Creo que los
americanos son torpes que van a atravesar el atlántico solo para darse el gusto
de bombardear Huelva, puesto que no han de exponerse a un desastre ante Cádiz u
otros puertos bien fortificados, es no conocer al enemigo con quien combatimos.
Debemos creer que no ofrece duda que el objetivo principal de esa escuadra son
sin duda las Islas Canarias. Ellos no pueden tener interés en hacer simulacros
ridículos antes las costas de la Península pues demasiado saben que con dos
acorazados y cinco cruceros no van a poder conquistar España y que se captarían
el odio universal si asesinaran con sus cañones niños y mujeres en algunos
puertos indefensos, pero si tienen interés en dejarnos sin islas y demostrar
ante el mundo sus grandes elementos, cuando al mismo tiempo sientan sus plantan
en Filipinas, las Antillas y las Canarias.
Ellos tienen gran
interés en aproximarse al África cuyas riquezas ofrecen ancho campo de
explotación que van aprovechando las naciones poderosas, y ya se recordará las
veces que han intentado en estos últimos tiempos, hacer pesar su influencia en
Marruecos.
A los yankees, por
último, le conviene mucho estar cerca de Europa, porque en ella tiene los
mercados de su industria y el centro de su comercio. Acoso no espiran con el
envío de esa escuadra a hacerse dueños de las Canarias porque saben que son
pocos elementos para tal empresa, pero no olvidemos nosotros que las en otro
tiempo. Afortunadas son varias islas y que bien puede tratarse de un tanteo
general y de apoderarse de una de la menos defendidas para tener ya una base de
ulteriores operaciones.
Necesario, es que el
gobierno se haga cargo el esto y aumente en las Canarias en los días que tarden
en presentarse los buques norteamericanos, los mayores elementos de defensa
para frustrar sus planes, pues es claro que el gobierno de Washington no ha
decirnos su pensamiento y no ha de alegarse después como estúpida escusa que
creía que la escuadra se dirigía contra los puertos españoles.
Bueno es que en
estos también se aumentan las defensas, y que en previsión de los sucesos se
atienda a todo y se coloquen en Ceuta potentes focos eléctricos que puedan
descubrir el paso de los buques yankees por el estrecho de Gibraltar para
hacerles el daño posible y para que supiera el rumbo de esa escuadra en el caso
de que entrarse en el Mediterráneo.
Pero también tenemos
que añadir, que no se crea nadie las mentiras y paparruchas que ya comienza a
circular por parte de las potencias europeas, que se oponen a bombardear
nuestros puertos, y más grande la hipocresía por parte de Inglaterra, que dicen
con toda la cara dura que no permitirá que la escuadra norteamericana pase el
estrecho de Gibraltar.
José García Díaz.
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