En la Colección
Diplomática, dentro de los Archivos de la Casa de Medinasidonia, es donde queda
confirmado legalmente que la conocida
como la “Aldea de Bonares”, con fecha del 18 de marzo de este año de 1339, por el reconocimiento
de una deuda del Consejo de Niebla y sus aldeas de Trigueros, Beas, Bonares, La
Palma y Villalba que se encuentran obligado a pagar al Rey Alfonzo XI los
treinta mil maravedís, que este había adelantado a Martín Fernández de
Portocarrero por la compra de esta última aldea citada de Villalba.
Por donde podemos
conocer a los dos primeros Alcaldes que se encuentra reconocido y documentado
de esta villa, como era Alfonzo Miguel, y Domingo Juan Lozano, que en nombre de
sus vecinos aceptaron abonar entre todos ellos, la parte que le corresponde sobre
esta deuda con el Rey.
Mientras el 10 de
febrero de 1386, se encuentra otro documento que es una carta misiva con el
siguiente mandato dirigida al Consejo de esta aldea, de parte de don Juan de Guzmán,
I conde de Niebla, e Adelantado Mayor de la Frontera por mi señor el Rey de
todos los alcaldes, / alguaciles y gente buena sobre la restitución de su
almojarifazgo,(que era el derecho que pagaba los vecinos sobre los géneros que
entraban y salían del pueblo), para hacerlo en el Consejo Niebla, dado que
dichos lugares pertenece a sus propios/ por ese motivo se deben de abonarse
dicho maravedíes en ella.
Quedándose así el
citado Consejo de Niebla, como de nuevo la organización administrativa y política
ya que gobernaba esta villa y sus aldeas correspondientes, a pesar que ya que
hacia veinte años que pasó a ser el Condado de Niebla.
Años después, en
el mismo Convento Santa Clara de Moguer, es por donde aparece lo poco
documentado que había sobre la vida de esta aldea de Bonares, por aquellos
años, cuando el 4 de mayo de 1440, es donde de nuevo encontramos otro contrato de
compraventa en una carta notarial:
“ Se otorga y vendo a
vos abadesa o dueña del convento de la / Orden de Santa Clara, que estado usted
ostenta, yo Antón Suárez e Alfonzo Pérez, junto con las tierras de, Pero
Alfonso Pérez Borrero vecinos todos de Bonares, que se llama dicha tierra el
“Redosnero”, junto otro pedazo de tierra que linda con la del “Val de Santa
María” dentro de esta aldea de Bonares,/ que linda con las tierras de Pero
Alfonso, y con la otra de Alfonso Domínguez Serrano vecinos de esta aldea,
vendido en 1,300 maravedíes de la moneda usual que ahora se utiliza, que vale
un blanco cinco dinero. ?” Don Laureano y Anasagasti.
Ya por aquellos
años, se hacía demostración económica la que disponía el citado convento de Santa
Clara de Moguer, receptoras de las muchas donaciones privadas, de parte de la Nobleza,
y de las ricas acomodadas hacendadas, que, en concepto de rogativas en
beneficio de su salud, junto con misas fúnebres después de su muerte, hicieron
del citado convento propietarios de la mucha tierra comunales que disponía en
el entorno de este pueblo, para dejarlo con las desamortizaciones en la más
completa ruina.
Tuvimos que esperar
en febrero del año de 1509, cuando encontramos en las rentas ducales de
Medinasidonia mantenía sobre las aldeas del Condado de Niebla, según Ladero Quesada, que en
aquellos días la población local de Bonares la componían 67 vecinos, ya que en
este citado año de 1509 este lugar fue
fuertemente diezmado, por las pandemias de la peste negra, que fue las plagas
más mortíferas que ha pasado este pueblo en su historia, para que años después
empezará a recuperarse bastante bien para llegar a los 104, vecinos en 1534, por donde este pueblo abanaba con la
contribución a la Casa de Medinasidonia la suma de 180 reales de vellón con 17
maravedíes, una suma respetable en aquellos días.
Esta aldea con sus
vecinos dependía principalmente en aquellos tiempo de la agricultura como medio
de vida, manteniendo el sobrante para su comercio, como era el trigo, dependiendo
como casi siempre del tiempo tanto la sequía, como los temporales de lluvias,
seguidos del vino y del aceite junto con su ganadería eran la fuente de su
economía local.
José García Díaz.
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