jueves, 24 de julio de 2025

En el lugar de Bonares en el año de 1321

 

                                                       


           

 

       Es donde se encuentra documentado por primera vez el nombre de la aldea de Niebla, llamada “Bonares”, concretamente el día 29 de junio del citado año de 1321, archivado en pergaminos alojado en el convento de Santa Clara de Moguer, como una carta notarial de compraventa de una heredad en este término, ya que es el mismo que tenía durante el tiempo de la morería, donde los vecinos de Bonares Domingo Yagüe, Pascual Domínguez su hermano, junto con otros vecinos que forman la propiedad del terreno citado que han sido vendido a Salvador Sánchez y a su mujer Teresa Martínez en la suma de tres mil maravedíes.

  El documento archivado en el citado Convento, se encuentra escrito en letras góticas cursivas:

  “Sepan cuanto estas cartas vieren como yo, Domingo Yagüe, y yo Pascual Domínguez su hermano, / hijo que somos de Domingo Yagüe de Bonares, y yo don Gil marido de Marina Domínguez, hija del dicho Yagüe, con consejo por parte de mí, yo Martín Pascual abogado, curador que soy de Johan y de Yagüe hijo del dicho/ con consejo y con acuerdo de los sobredichos sus hermanos y de Martín Millán “clericó”, tío de estos dichos mozos, otorgamos que vendemos a vos Salvador Sánchez escribano y a Teresa Martínez vuestra mujer, vecino de la collación de Santa María de Niebla, un heredamiento de tierra / para pan, que tenemos en término de Bonares, que heredamos de parte del dicho Domingo nuestro padre, y de Johan nuestro suegro / La cual tierra tiene como lindero al vecino Alfonso Pérez que es “vicario” y la otra parte de la tierra es los hijos de Ferrant Domínguez de Bonares, otra parte de la tierra linda con Johan de Ueas / por abajo con el Río Tinto. Vendidas el lote en tres mil maravedíes de moneda blanca, bajo juramento de cobro / para que nunca sea negada.” Don Laureano y Anasagasti.

                                                                   


   Mientras algunos historiadores comentan que ya en el Repartimiento de Sevilla, el Rey Sabio otorgó a Niebla una carta puebla en febrero de 1263, por ser la” primera que ganamos a los moros”, para poder ser poblada por buenos cristianos al servicio de Dios y de “Santa María” y de todos los Santos en honra de la fe católica, junto que se les conceda a todos los vecinos de ella y de las vecinas aldeas queden libre de efectuar el pago de portazgo, sobre la mercancía que se transportarse para el consumo propio.

    Afirmando noticias que la aldea vecina de Bonares, fue repoblada por 62 vecinos, entre ellos algunos de origen vascos, mudéjares que se habían quedado  gracia a los pleitos que les otorgaron el Rey, un matrimonio judío converso, contando además con algunos peones proveniente de la región del Cáucaso, que habían prestado servicio en las filas de los cristianos como mercenarios al servicio del Rey Santo, esto es poco lo que se encuentra hasta ahora por no conocerse del todo bien los padrones de vecindario, junto los libros de heredares, (Ladero Quesada). Sí que hay constancia bajo la confirmación de privilegio, que se prohibía a que los moros y judíos pudiesen comprar tierra alguna en Niebla, sólo se quedaban autorizada las Órdenes Militares y Eclesiástica, pero sobre todo a personas vecinas de Sevilla.

   Ya que, con el tiempo se aclaró que la conquista de Niebla, no tuvo más justificación que ser una razón de Estado, para hacer la reclamación necesaria sobre el Algarbe, por su importancia estratégica y Militar.

  José García Díaz.

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