Es donde se
encuentra documentado por primera vez el nombre de la aldea de Niebla, llamada “Bonares”,
concretamente el día 29 de junio del citado año de 1321, archivado en
pergaminos alojado en el convento de Santa Clara de Moguer, como una carta notarial
de compraventa de una heredad en este término, ya que es el mismo que tenía durante
el tiempo de la morería, donde los vecinos de Bonares Domingo Yagüe, Pascual
Domínguez su hermano, junto con otros vecinos que forman la propiedad del
terreno citado que han sido vendido a Salvador Sánchez y a su mujer Teresa
Martínez en la suma de tres mil maravedíes.
El documento
archivado en el citado Convento, se encuentra escrito en letras góticas cursivas:
“Sepan cuanto estas
cartas vieren como yo, Domingo Yagüe, y yo Pascual Domínguez su hermano, / hijo
que somos de Domingo Yagüe de Bonares, y yo don Gil marido de Marina Domínguez,
hija del dicho Yagüe, con consejo por parte de mí, yo Martín Pascual abogado,
curador que soy de Johan y de Yagüe hijo del dicho/ con consejo y con
acuerdo de los sobredichos sus hermanos y de Martín Millán “clericó”, tío de
estos dichos mozos, otorgamos que vendemos a vos Salvador Sánchez escribano y a
Teresa Martínez vuestra mujer, vecino de la collación de Santa María de Niebla,
un heredamiento de tierra / para pan, que tenemos en término de Bonares, que
heredamos de parte del dicho Domingo nuestro padre, y de Johan nuestro suegro /
La cual tierra tiene como lindero al vecino Alfonso Pérez que es “vicario” y la
otra parte de la tierra es los hijos de Ferrant Domínguez de Bonares, otra
parte de la tierra linda con Johan de Ueas / por abajo con el Río Tinto.
Vendidas el lote en tres mil maravedíes de moneda blanca, bajo juramento de
cobro / para que nunca sea negada.” Don Laureano y Anasagasti.
Mientras algunos
historiadores comentan que ya en el Repartimiento de Sevilla, el Rey Sabio otorgó
a Niebla una carta puebla en febrero de 1263, por ser la” primera que ganamos a
los moros”, para poder ser poblada por buenos cristianos al servicio de Dios y
de “Santa María” y de todos los Santos en honra de la fe católica, junto que se
les conceda a todos los vecinos de ella y de las vecinas aldeas queden libre de
efectuar el pago de portazgo, sobre la mercancía que se transportarse para el
consumo propio.
Afirmando noticias que la
aldea vecina de Bonares, fue repoblada por 62 vecinos, entre ellos algunos de
origen vascos, mudéjares que se habían quedado
gracia a los pleitos que les otorgaron el Rey, un matrimonio judío
converso, contando además con algunos peones proveniente de la región del Cáucaso,
que habían prestado servicio en las filas de los cristianos como mercenarios al
servicio del Rey Santo, esto es poco lo que se encuentra hasta ahora por no
conocerse del todo bien los padrones de vecindario, junto los libros de
heredares, (Ladero Quesada). Sí que hay constancia bajo la confirmación de privilegio,
que se prohibía a que los moros y judíos pudiesen comprar tierra alguna en
Niebla, sólo se quedaban autorizada las Órdenes Militares y Eclesiástica, pero
sobre todo a personas vecinas de Sevilla.
Ya que, con el
tiempo se aclaró que la conquista de Niebla, no tuvo más justificación que ser
una razón de Estado, para hacer la reclamación necesaria sobre el Algarbe, por
su importancia estratégica y Militar.
José García Díaz.
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