lunes, 22 de abril de 2024

Réquiem, por un joven soldado de este pueblo.

 

                                                          


    Hace unos años que visite el Archivo Militar de Melilla, donde tuve la suerte de conocer y agradecer la ayuda que me prestó el Oficial don Eduardo Sar Quintas, para confeccionar el trabajo de conocer aquellos jóvenes locales que habían prestado el Servicio Militar en tierras africanas, hasta la última quinta que fue la mía la del año de 1974, que vivió la Marcha Verde del Sahara y su abandono luego de esta provincia española.

   La cifra sin poder terminarse por completo, supera los más de 1,400 soldados de este pueblo, e igual con los muertos y enterrados por aquellas tierras africana, en manos de la morería sobrepasan los 46 individuos, salvo uno que murió de pulmonía y se enterró en el Cementerio local de la Purísima Concepción.

   El curioso caso que tratamos, es de un soldado que se dio por desaparecido en combate en 1922, y durante 5 años nadie supo dar información de su estado de vida, por donde se aportaba con el apellido de Rodríguez, muy común en aquellos años pero  cogió un número determinado de fallecidos.

    “ En la villa de Bonares, provincia de Huelva a las once del día dos de Diciembres de mil novecientos veinte y siete, ante don Luís Carrasco López-Uría, Juez Municipal y don Manuel Díaz Romero como Secretario, se procede a inscribir la defunción del soldado de veinte y cinco años, natural de esta villa, provincia de Huelva, hijo de Juan y María de estado soltero, habiendo presenciado como testigo don Juan Domínguez Vega de cincuenta y seis años de edad y don Diego Coronel Rodríguez de cuarenta y siete años naturales y vecinos de esta villa, de estado casado y empleado.

    Esta inscripción se practica en virtud de lo ordenado por la Dirección General de los Registros y del Notario. -Certifico: Que en las relaciones de desaparecidos remitidas a este Centro por el Ministerio de la Guerra, en cumplimiento de lo prevenido en el Real Decreto de la Presidencia del Concejo de Ministro del once de septiembre de mil novecientos veintidós, y archivada en esta Dirección general, figura como desaparecido el individuo Juan Rodríguez Rodríguez, soldado del Batallón de Cazadores  de África número once, hijo de Juan y María, natural de Bonares, nacido el 12 de julio de 1902 y de estado soltero.- Y para que conste, y a fin de que sirva de fundamento a la oportuna inscripción de defunción del nombrado individuo en el Registro Civil de Bonares (Huelva) autorizada por Real Decreto del 19 de febrero de 1923 en la “Gaceta de Madrid” del 24 del mismo mes, expido el presente certificado con Vº Bº del ilustre señor Director General. Y legible hay un sello que dice, Dirección General de los Registros y del Notario.

                                                 


    Leída esta Acta, se sella con el de Juzgado Municipal, quedando archivada la certificación oportuna en el legajo correspondiente, de la Sección de Defunciones, firmando antes el Juez los testigos citados anteriormente”.

     Gracia a esta labor burocrática los desgraciados padres del soldado citado que no pudieron pagar las 1,500 pesetas para librarse de la muerte de su hijo en Marrueco por combate; pudo cobrar la humilde pensión destinada para ellos de dos reales mensuales como ayuda familiar, cuando un jornalero de este pueblo trabajando de sol a sol cobraba de dos a cuatro pesetas diarios más la botella de vino.

  Algunos diputados liberales, pregonaban en el Parlamento con la siguiente crítica en los años de 1920 sobre: “La contribución de sangre, sin duda la más injusta y opresiva al pueblo pobre” eso fue en esta villa desde 1840, y lo peor es que siempre con los años siguieran siempre pasando lo mismo.

 José García Díaz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario