El día 26 de Enero de 1906. A travéz
del diario “El Liberal” Nos resaltaba, de qué modo se desarrollaba las
complicadas elecciones municipales en el vecino pueblo de Niebla entre
conservadores y liberales que en ocasiones terminaban en auténticas batallas
campales incluso a puñetazos limpios.
Ya que siendo anuladas por Real orden
las elecciones celebrada en este municipio celebrada el día 12 de Noviembre del
año pasado, el Gobernador civil convoca al cuerpo electoral de dicho pueblo
para celebrar nuevas elecciones para el Domingo 11 del próximo Febrero, en la
se elegirá la mitad del número de concejales que componen este Ayuntamiento y
las vacantes naturales que existan.
De
nuevo días después la guardia civil de este pueblo detuvo al paisano José Díaz
Iglesia, apodado el Húngaro, por desacato y amenazas verbales a la primera autoridad
local por motivos políticos.
El martes 14 de Junio. La Comisión
provincial ha desestimado la instancia presentada por el vecino de Niebla don
Rafael Ortega
Montero,
protestando de la legalidad de la elección parcial de los tres concejales celebrada
en aquella villa el día 12 del mes anterior.
Rafael Ortega fue el curioso vecino
que años antes el 12 de Noviembre de 1905, siendo casi las 12´30 del medio día
se dilucidaron ayer a bastonazos limpios, por motivos de diferencias políticas
contra el antiguo alcalde nieblero, don Cristóbal Barreras.
Los dos combatientes terminaron con erosiones
y hematomas en diferentes partes de la cara terminando con asistencias médicas.
En el lugar de los desagradable y hechos, se aglomeraron bastante público, interviniendo en la cuestión varias personas con la buena intención de separarles hasta por un agente de la policía, que se encontraba cerca de allí logrando apaciguar los ánimos, demasiados cargados los últimos días en dicho pueblo, donde se han visto obligados a reforzar los números destacados de la guardia civil antes el temor de posibles revueltas del orden público por motivos políticos.
En el lugar de los desagradable y hechos, se aglomeraron bastante público, interviniendo en la cuestión varias personas con la buena intención de separarles hasta por un agente de la policía, que se encontraba cerca de allí logrando apaciguar los ánimos, demasiados cargados los últimos días en dicho pueblo, donde se han visto obligados a reforzar los números destacados de la guardia civil antes el temor de posibles revueltas del orden público por motivos políticos.
También tenemos que resaltar que por estos
motivos la guardia civil de nuevo detuvo y puso a disposición del Juzgado
Provincial, al vecino Francisco Gonzáles Ojeda por motivos de injurias y
calumnia contra el párroco local don Cristóbal Jurado carrillo, pero que se
suspendió la vista del juicio por motivo de enfermedad imprevista del letrado
don Francisco Gómez y Gómez.
José García Díaz.
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