viernes, 17 de mayo de 2019

Bonares en la División Azul.


                                                                

  

    !! Marchamos para Rusia para combatir el hambre y cobrar el jornal !!

     Fernando el "Titi" en Bonares en marzo del 2.002, entrevista en su casa del Camino de Niebla y en la Granja del Camino de Rociana.
  Expediente Militar: del Archivo General de Ávila--Ejército de tierra, caja 419878, Regimiento de Artillería 250, rollo 364,, arm 28, legajo 8, carp. 2, páginas 37. Repatriado el día 5 de marzo de 1943. Haberes de su paga a nombre de su madre Jerónima Barroso Gómez, con domicilio en la calle Moguer nº1 en (Huelva).
  Fernando Díaz Barroso, el "Titi" nació en Bonares el día 22 de febrero de 1920, de profesión tonelero y arrumbador en las bodegas del vino de este pueblo. Sabe leer y escribir.
       Narración, personal por parte de Fernando Días a José García junto a su señora Araceli Chacón:
  " Estando de soldado en el Regimiento Mixto de Ingenieros nº2 en Sevilla, me aliste como voluntario en las Oficinas de Enganches de la Falange, acompañado de un amigo quinto que prestaba servicio junto conmigo en el mismo cuartel, pasando las mismas hambrunas , que yo, cosa corrientes de aquellos años, las buenas comidas eran sólo para los oficiales. Fuimos unos treinta soldado de mi compañía los que nos alistamos".
   "Mi batallón quedo formado, en las estación de Armas de Sevilla, a las seis y media de la mañana, en la primera expedición de voluntarios, que a pesar de lo temprano de la hora, se concentraron en los andenes y cercanías; se encontraron acompañados de las autoridades y jerarquía de la Falange en representación del pueblo. Mediante una representación de la Sección Femenina que me entregarón una porción de tabaco y diversos presentes, como un escapulario y una medalla de la Virgen del Carmen. En donde en el momento de partir el público empezaron a cantar el "Cara al Sol", dando vivas a España, al Caudillo y a la Falange".

                                                         


Fernando Díaz "El Titi", en los primeros días del servicio militar.



   "En el recuerdo queda, que el día después de alistarnos, nos cogió por banda el Sargento Linares, hombre curtido en la Guerra Civil Española, que nos sermoneó que habíamos hecho una locura, que no teníamos la menor idea de lo que nos esperaban en los campos rusos. Sobre todo intentar por todo los medios el evitar la marcha junto con los alemanes".
   "De nada nos serbio, ya que estando formado en la estación para embarcar en el tren; en la arenga de los oficiales, se les pidió que si había algún soldado, que estuviera arrepentido de su enganche, que diese un paso al frente, los dimos los dos junto y algunos soldados más, ¿pero que hicieron, los mandos con nosotros? No sacaron, y nos condujeron al último vagón del tren que era el peor en todas las condiciones, no faltando algunas palabras cómo maricones cobardes etc. entre otras menos bonitas.-- Así lo recuerda, Fernando Díaz--. Lo más curioso, que encontramos en el citado vagón, era el fuerte olor a "Zotal" que desprendía cómo desinfectante, puesto que en realidad, estaba destinado para el transporte del ganado".
   "A pesar de los pesares, pudimos llegar a la estación Madrid Norte, en donde se escucha por primera vez el llamado "tren de la Renfe". Donde pudimos descansar y conocer lo poco que pudimos del Madrid antiguo, que se encontraban todavía, algunos parajes derruidos por los efectos de la pasada Guerra Civil, pero que así, era digno de verlo por primera vez".
   "Pasamos, la frontera francesa por Irún, el día 16 de Julio de 1941 y fui destinado cómo artillero de 2ª en la Compañía de Mano de Obra del Regimiento de Artillería 250, formada por unos 2.800 soldados en un polvorín sirviendo munición a las baterías."
   "Hasta llegar a Alemania, en donde se encontraban dos cuarteles de los más grande que pudiera haber visto, estaba repartido en dos pueblos, con nombres difícil de pronunciarse, pero era la región de "Baviera". Instrucción de nuevo al cuerpo, conocer el  nuevo armamento alemán, cómo era las bombas de manos, fusiles ametralladores, etc. Aprendimos algunas palabras en alemán, y a jurar la Bandera Alemana junto con la Española.
" De nuevo a los trenes, era ya más o menos el final de agosto cuando abandonamos estos cuarteles con el equipo y armamento alemán, para marchar hacia Polonia, donde ya empezamos a tener frío, nos decían que fuéramos preparando para los que iban a venir, de hecho el frío ruso que cogí no se olvidaría nunca."
                                                 
       

Fernando Díaz, en Madrid, antes de embarcar el tren para Rusia.


   "Paramos en varios sitios para dar comienzo una marcha que duró más de un mes haciendo más de 1.000 kilómetros de recorrido, cargado con la mochila y el armamento con los pies reventado, menos mal la edad, hasta que unos camiones recogieron a mi compañía para llevarnos al frente."
   Allí, los soldados españoles de la División Azul, nos encontramos con el verdadero Ejército Alemán "La Wehrmach". Formado también por soldados franceses, italianos, rumanos, húngaros, ucranianos etc. todos pendientes para combatir a los rusos.
   "Llegamos de noche al frente del Wolchow, era octubre o noviembre--no me acuerdo bien-- en donde se pasaba éste río en barcazas, pero una vez congelado había que cruzarlo en trineo; decían algunos Sevillanos de estudio, que este era dos veces más ancho en agua que el Guadalquivir, contando con un arroyo además. Estuve luego en el frente de Leningrado que era lo más parecido al infierno en la tierra, y sobre todo lo que vi allí no se puede explicar, y no cómo se ve en el cine, la realidad supera a todo los horrores. Que por cierto a pocos Kilómetros de nuestras posiciones en Kolpino, tras las líneas enemigas había una fábrica de tanques rusos en la que trabajaban prisioneros alemanes, por ese motivo nunca fue bombardeada. En esta posición fui herido por una explosión de un obús, en donde perdí el conocimiento, quedándome casi un día, enterrado por la nieve hasta que se dieron cuenta y me llevaron al primer puesto de Socorro, y de allí al Hospital, donde me quede cinco día en recuperación."
  " Sin contar, que la peor parte se la llevó el batallón de la "Tía Bernarda", que para ser su bautizo de fuego  destacado en la  primera línea fuego, eran los mejores pagados por venir de la Legión de Melilla. Pero fueron emboscado en el "Pantano de la Muerte" En donde cogieron muchos presos rusos.

                                                       

Chapa de identificación de aluminio,de Fernando,, donde se aprecia el número de su compañía, en el reverso su nombre y grupo sanguíneo.


   "El día de 10 febrero de 1943, cuando estábamos concentrados para emprender el camino de regreso a España, se inició la famosa batalla de Krasny Bor, en donde pidieron voluntarios para luchar junto a nuestros camaradas y salieron un buen número de ellos. Pero yo no me ofrecí, puesto que ya llevaba mucho tiempo fuera de casa del año del año 1941, casi tres años y estaba deseando regresar a ella".
   Supo después por las noticias de la prensa, que en la batalla del barrio maldito de Leningrado, conocido tristemente con el sobrenombre de Krany Bor, parecieron casi todos sus conocidos que se fueron voluntarios, de los más de 1.000 divisionarios muertos en combates, unos treinta eran de Huelva y  entre ellos uno vecino de nuestro pueblo.
  Y sobre todo recuerda, --me decía Fernando--no te crea las mentiras del cine, en donde un americano pegaba un tiro y matabas a cinco alemanes, de eso nada, eran estos los mejores soldado de la tierra, en disciplina militar de combates. Todos no eran de las "Garrapatas" como conocían Fernando a los terribles de las "S.S"; puesto que entre los españoles, también los habían dado a sacrificar o mutilar tanto a soldados rusos cómo a civiles.
  Por donde cuando empezaron las contraofensivas rusas, muchos de conocidos como los " Los malos Goripas", antes el terror de venganza por parte de los soldados rusos, emprendieron la marcha de retroceso algunos andando hacia España.
            Fuente: La oral, por parte de Fernando Díaz, junto a su señora, en varias ocasiones, donde tenían el detalle de escribirme su aventura en la División Azul, así corrigiendo lo mejor que memorizaba.
   Y a mi estimado amigo, el señor don José Ramírez Copeiro del Villar, por su gran ayuda, ya que sigue siendo una de las máximas autoridades del tema.
                                          José García Díaz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario