jueves, 9 de junio de 2022

La tragedia de un jamón serrano.

 

                                       


¿Pero un jamón puede causar una tragedia? ¡Quien lo duda!

 Todo en esta vida puede ser causa de una tragedia o de un gran bien, según el uso que hagamos de aquello; todo depende de nuestra voluntad.

  El átomo con su desintegración, portentoso invento del siglo XX, nos ofrece incalculables posibilidades de beneficios para la humanidad si se aplica para el bien, o es causa de la muerte y destrucción de naciones enteras si lo empleamos en una bomba atómica que se hace estallar.

   Un magnífico automóvil que tantas ventajas proporciona, puede ser la causa de la desaparición de una familia entera por culpa de un falso viraje o de otra imprudencia parecida; pues el jamón con sus magníficas cualidades alimentarias se puede convertir en la causa de una tragedia familiar.

  Ya es bastante que, con su elevado precio por ser un alimento exquisito y un artículo de lujo, desnivela con su adquisición cualquier presupuesto familiar tanto más si la familia es de modesta condición, pero no es a esta circunstancia a la que queremos referirnos porque al fin y al cabo esto es voluntario y está en nuestra mano el prescindir de comprarlo si no se puede; nos referimos a una auténtica tragedia que fue la causa de la muerte de un hombre.

   El hecho es rigurosamente histórico sin que los artificios de la literatura puedan variarlo.

  Nos encontramos en un pueblecito serrano, pequeño, donde naturalmente se prepara el clásico jamón y era allá por el año 40. Habíamos salido victoriosos de una guerra civil que duró cuatro años, que nos costó muchas vidas y muchas ciudades y pueblos destruidos.

  Había escasez de todo y era natural que la hubiera tanto más cuanto que por la incomprensión de muchas naciones europeas España se encontraba aislada y tenía ante su vista una labor para muchos años.

   Había escasez de la producción por falta de mano de obra, escasez de alimentos, escasez de distribución, de transporte, de todo; era lo inherente a una contienda como la que habíamos tenido. Había sido pueril el tratar  era por la de ocultarlo, antes por el contrario era un título de gloria y con el mismo orgullo que un mutilado por la guerra pasea su mutilación ante el mundo juntamente con su uniforme donde campea la Cruz Laureada de San Fernando y otras distinciones, así el que hubiera padecido escasez podía ostentar también con orgullo los estigmas de estas privaciones por la causa de la guerra y se ésta era por la salvación de España con mucho más motivo.

  En los años 40 del siglo pasado se les llamó el año del hambre.

   En los pueblos empezaron a aparecer enfermedades por carencia, por avitaminosis y las revistas médicas se ocuparon de ello, enfermedades que llevaron a muchos a la muerte.

 Las gentes del campo empezaron a inventar fórmulas de preparación de toda clase de hierbas, pero aquello no era bastante y en muchos pueblos hubo víctimas de inanición.

  En el pueblo de nuestra historia se le ocurrió a alguien para un fin benéfico, tal vez para aliviar la situación de los que padecía escasez, rifar un jamón; y efectivamente así se hizo. Pronto fueron vendidas un buen número de papeletas que todos aceptaron de buen grado, dado el altruista y caritativo objeto de la rifa.

   Ni que decir tiene que todos los que tuvieron conocimiento de la idea coincidían en un solo pensamiento: el que le tocará el jamón al más necesitado.

  La oración colectiva tiene mucha fuerza y el jamón le tocó al que más necesidad tenía.

                                                            


  Impresión fue el no haber nombrado una comisión que se encargara de administrar el alimento tan fuerte como es el jamón a un hambriento y este fue el fallo que le costó la vida, por que aquel hombre cuando se vio con el jamón en sus manos decidió comérselo de una vez y se lo comió…

 ¿Qué sucedió entonces?

  Me parece estaros viendo con las manos en la cabeza, cerrando los ojos y tapándose los oídos como se espera la explosión de un petardo al cual se ha encendido la mecha.

  Sucedió lo que tenía que suceder… que aquel pobre hombre no pudo soportar aquella cantidad de alimento tan fuerte de una vez y se murió.

¿Quién la había podido decir que aquel jamón serrano que podía haber sido la solución de su problema era la causa de su muerte?

 Ignoramos lo que pondría el doctor que extendió la papeleta de defunción si fue por inanición, falta de alimentos o por exceso.

  Con razón decíamos al principio que el jamón también puede ser el origen de una tragedia como esta que acabamos de relataros.

Rafael.

José García Díaz.

 

 

 

 

 

 

sábado, 4 de junio de 2022

El Parador de Mazagón.

                                                                                  


    Dentro de la promoción de Huelva al turismo, el martes día 18 de enero de 1966 se ha firmado la ordenación de sus playas, ha llegado a esta capital el Ministro de Información y Turismo el señor don Fraga Iribarne, conocido con el tiempo como “El Padre de los Paradores”.

 Tras inaugurar el parador de Ayamonte, junto al Embajador de España en Portugal el señor Pinto Cohelo, se traslada de nuevo para Huelva, donde le fue impuesta la medalla de oro de la Provincia.

  Al día siguiente, acompañado de las personalidades de su séquito, autoridades de la provincia y de nuevo los Embajadores de España en Portugal y el de Portugal en España, se trasladó al embarcadero de la Punta del Sebo, desde donde pasó en el transbordador el río Tinto para llegar a la Rábida, Palos de Frontera y seguidamente seguir viaje hasta la playa de Mazagón, a la que llegó a las dos de la tarde.

   Se detuvo primeramente en la parte alta del faro de Picacho, desde contempló por vez primera en esta corta excursión el maravilloso paisaje, denominador común de esta zona playera; futuro centro turístico de nuestra nación. El Ministro y sus asesores de turismo estudiaban el emplazamiento del futuro Parador de Mazagón.

  Pasó a continuación a la denominada zona nueva de la playa, situada a la terminación de la carretera, a un kilómetro aproximadamente del Faro del Picacho, desde donde—a juzgar por las mismas palabras del señor Fraga Iribarne—pudo apreciar el más sugestivo y espectacular paisaje, de una belleza fuera de lo corriente.

    El señor Fraga Iribarne comentó que el paraje “podía considerarse como único” y dedicó encendidos elogios a esta naturaleza maravillosa, que tan generosa había sido con estos lugares saturados de belleza. Sin duda alguna este ha sido el sitio que más ha entusiasmado al Ministro para la instalación del Parador, frente al Cuartel—Puesto de la Guardia Civil de Costa y ante el acantilado rocoso a cuyo fondo aparece el mar, a veces embravecido y a veces – las más—suave y sugestivo.

   Expuso el Ministro sus impresiones al Director General de Promoción de Turismo, don Juan Arespacochaga y Felipe, y por último se dirigió a La Rábida, Palos de la Frontera nuevamente, deteniéndose antes otro de los numerosos lugares en que podía alzarse el citado Parador. En la carretera, de regreso el Ministro, fue saludado a la altura del Hotel Santa María, con una pancarta que rezaba así: “Bienvenido, señor Ministro. “Hotel Santa María “.

    Como final de esta media jornada le fue ofrecido por la Diputación Provincial un almuerzo en la Hostelería de la Rábida, acto que asistieron las mencionadas autoridades y el prior del Monasterio, fray Gabriel Arce.

    Meses después, se confirma desde Madrid, que el Ministerio de Información y Turismo, ha adjudicado la subasta de para las obras de construcción del proyectado Parador de Mazagón. La adjudicación ha sido hecha a favor de la empresa constructora “Copasa” que se ofrece a construir el edificio citado en 19.300.799 pesetas, la baja ofrecida asciende a más de tres millones de pesetas.

                                                              


      La prensa aprovecha la oportunidad, para informar acerca de las características del segundo parador que el Ministerio construye en nuestra provincia. Como es sabido, había tres lugares en estudio en Mazagón para su emplazamiento. Se ha decidido por el central, el promontorio donde estuvo enclavadas las tribunas de observación durante la operación del desembarco conjunto hispano-norteamericano. Al terminar, pues, la carretera que lleva a Mazagón, en el lugar del restaurant Refugio de la Puesta del Sol, se toma el camino forestal que hay a la izquierda y se sigue hasta el final de la zona edificada. Se asciende unos metros y allí delante del pinal donde cada verano se establece un camping de una empresa aeronáutica sevillana, es el lugar elegido.

    He aquí lo que el arquitecto autor del proyecto, don J.L. Manzano Monís, dice en su memoria del edificio a construir: “En el término municipal de Mazagón junto al de Moguer y Palos, a pocos metros de la playa, se encuentra el terreno en cuyo interior se proyecta la construcción de un nuevo Parador de Turismo.

     El terreno, suavemente elevado sobre el nivel del mar, presenta un excelente emplazamiento, pues desde el mismo se devisa la costa por una parte y, por la opuesta, la gran pinada conseguida por el Servicio de Repoblación Forestal.

                                                               


   La planta del edificio es una cruz de brazos desiguales. En el brazo más largo, que es el más próximo al mar, se alojan los salones, comedor, bar, recepción, es decir, las piezas nobles del edificio, así como la vivienda del administrador. De los otros dos brazos, el de la derecha mirando desde el mar, se ha destinado desde el mar, se ha destinado a cocina oficio, sala de máquinas, almacenes, etc., y el de la izquierda lleva, en su planta baja, los veintes dormitorios para el servicio masculino y femenino del Parador, y en la alta diez dormitorios de clientes. Además de la planta en cruz, existe otro pabellón, para otros diez dormitorios de clientes, comunicado con el resto del edificio por unas pérgolas.

     Así pues, se desarrolla el programa del edificio en dos plantas con distinto niveles, salvo la zona de vivienda del administrador y el pabellón citado que son de una sola planta.

     Se ha previsto dotar el Parador de aire acondicionado, con unidades independientes y graduables en las habitaciones para que el cliente pueda usarlo a su gasto y también se le ha datado de piscina con su correspondiente instalación depuradora.

   Queda dar, unas líneas para facilitarnos de que en tan poco espacio de tiempo haya acudido el Ministerio de Información y Turismo con la construcción de dos paradores en nuestra provincia.

     José García Díaz.

 

 

     


lunes, 9 de mayo de 2022

Operación "Onubex II". En Mazagón.

 

                                                          


   Se celebró la operación de desembarco “Onubex II” en las costas onubense de Mazagón el día jueves día 14 de mayo, en el sector comprendido entre el Picacho y la Torre del Oro. Siendo observada las maniobras el capitán general de la Segunda Región Militar, el teniente general don Manuel Marote González; el gobernador militar de Huelva, coronel don Pedro Merry Gordón; el general Lacalle; el jefe del mando anfibio, contralmirante Cervera y el jefe de la operación de desembarco “Onubex II”, el capitán de navío Díaz Cuñado y otros jefes.

  Al romper la mañana del jueves día 13 de mayo de 1966, se celebró en la playa de Mazagón, la operación de desembarco citada, para proporcionar adiestramiento a la Agrupación de Infantería de Marina del Grupo Especial de San Fernando, así como a la unidad de desembarco de El Ferrol del Caudillo, conjuntamente con las unidades del mando anfibio, al mando del contraalmirante Cervera.

     La fuerza anfibia operativa que vino al mando del capitán de navío señor Díaz Cuñado, esta compuesta por el batallón reforzado de desembarco y elementos del Grupo de Apoyo de Infantería de Marina, que manda el teniente coronel señor Hervella, y las unidades navales, Grupo de Transporte “T. A. Aragón “y T. A. Castilla”; las lanchas de desembarco “número 1 y 2”; buque de desembarco “Número 3” y la fragata” Liniers”, como unidad de apoyo de fuego naval.

     Como observadores del ejercicio asistieron el Capitán General de la Segunda Región, teniente General Maroto González con el general Maroto con el general de Estado Mayor, Lapeña, llegado en helicóptero desde Cádiz y además los profesores y alumnos de la Escuela de Estado Mayor de la Armada, del Ejército de Tierra y del Aire con un total de cien personas entre jefes y oficiales.

  Entre aquellos alumnos figuran un italiano y otro francés, del Arma de Infantería, y un tercero americano, de la Marina.

    El supuesto táctico consistió en establecer una cabeza de puente en la costa de Mazagón, como base de un equipo de radar y una estación de radio que tendría la misión orientarse los lanzamientos de proyectiles y “misiles” contra el enemigo destinados en puntos de Europa.

   El desembarco está previsto para la hora H. del día de hoy, donde se desarrollará en dos fases, la primera con el desembarco citado y la segunda con ocupaciones de los objetivos citados en donde se daría por terminada, en un periodo de tiempo destinado de unas cuatro horas.

     Días después, se supo que los técnicos militares, habían escogidos para esta misión la zona conocida como los “Asperillos” y el “Médano del Oro” como zona estratégica de defensa de la costa de Huelva, antes los nuevos acontecimientos que se estaba desarrollando en la nueva zona del “Polo Industrial”, junto con la apertura próxima refinería de petróleo. Donde las antiguas defensas ofrecidas por las baterías del “Picacho” quedaban actualmente algo obsoletas en aquellos momentos.

                                                     


       


En aquellos días la Revista de Aeronáutica y Astronáutica establese la Base de Campo Arenocillo  en la misma Matalascaña.

 

    Y por este motivo, sale en la prensa de aquellos días y, se publica la graciosa e inesperada noticia” Huelva, será nuestro Cabo Cañaveral en la zona costera de Mazagón. (Dado que en aquellos días la radio y la televisión lo comentaba a diario, mientras los periódicos lo sacaban en primeras páginas los trabajos de los astronautas en la carrera espacial; por lo tanto, había que inventar una pequeña NASA en Mazagón).

    En donde los primeros cohetes serán lanzados en el otoño, dado que está todo preparado y fijada la fecha para el lanzamiento por parte del INTA (Instituto Nacional de la Técnica Espacial) de los cohetes españoles, que será la realidad la carrera espacial española, y muchas cosas más.

   Mazagón será en el próximo otoño nuestro Cabo Cañaveral, según noticia en la Prensa local alicantina recogiendo unas declaraciones de los generales Calvo y López Marín, el primero director del proyecto espacial.

    Según el general Calvo Rodés, los cohetes serán lanzados en octubre, según podemos creer, si no hay contratiempo, donde el único significado que tiene para España, es simplemente experimental y están dentro del programa “preparatorio” de nuestra carrera del espacio. Donde su carácter será de “sondeos meteorológicos”. Dado que son menos caros que si fueran de otro tipo, como el militar. Su simplicidad y poca altura nos permitirá aprender en España a lanzarlos, a establecer un radar en vuelo, recibir información del mismo etc.

   Se emplearán según dice el General, diecisiete tipos “Squa”, americanos, con un “techo” de cuarenta mil metros. En donde estamos en cooperación con la Nasa y pronto nos uniremos a la SCENS, de Francia.

    Si entraremos en una carrera espacial. Todo dependerá del Gobierno, al que le será presentado un proyecto el mes próximo y que, naturalmente, no sabemos si será aceptado.

    Dado que la INTA, es un Comité científico compuesto por doctores, técnicos, ingenieros y especialistas, todos de nacionalidad española. Ya que han participado y colaborando en un programa aeronáutico, donde prestaron servicio de gran interés científico en los experimentos norteamericanos del “Geminis”, y algunos más.

   Por Marta Ruiz. Del diario “Arriba”.

   José García Díaz.

sábado, 7 de mayo de 2022

Los pescadores de Mazagon.

                                                                        


   Alarma de los pescadores del litoral de Huelva.

   Todo se debe a las prospecciones petrolíferas que se realizan en el Golfo de Cádiz y Mazagón, y en donde la Dirección General del ramo ha ordenado un informe al Instituto Oceanográfico.

   Se ha propagado, con expresiones alarmantes, el hecho que, en virtud de las prospecciones petrolíferas en el Golfo de Cádiz y en Huelva, frente a las playas de Mazagón, ha de provocar grandes perjuicios y daños para la industria de litoral onubenses, en cuanto que las especies autóctona de aquellas aguas resultan muertas.

   Informada la prensa por persona autorizada al efecto se puede aclarar lo siguiente sobre dicho tema tan particular:

    Ante la realidad de lo que hubiese acerca del mismo, por la Dirección General de Pesca se autorizó la verificación de estudios y experimentos para precisar cuanto se pudiera sobre aquellos perjuicios, y proceder de la forma más justa y conveniente a todos los intereses.

   Con tal motivo, se desplaso a Huelva hace unos días, el biólogo del Instituto Oceanográfico, don Fernando Lozano, quién montó en ésta el correspondiente laboratorio para dichos estudios.

  Como se ha dicho en la prensa estos días, hasta ahora sólo se ha realizado una fase experimental sobre las prospecciones en la influencia que pueda ejercer en los distintos tipos de peces. Parece ser, según los informes recogidos que los daños que se originan sólo afectarían a los peces que se mueven en las aguas a unos veinte metros de profundidad, por lo que la pesca de arrastre que se efectúe a cincuenta y más metros no queda perjudicada.

  También se nos dice que las repetidas prospecciones se realizarán periódicamente, con lo que el perjuicio queda atenuado. El informe del señor Lozano ha sido enviado a dicho Instituto, y por la citada Dirección General de Pesca se tomarán las medidas y decisiones que se estimen procedente.

    Es esto cuanto hasta el momento hay una relación a los rumores, que ya han tenido constancia en la Prensa, por los que se pondera el posible y grave riesgo de desaparición de la pesca que constituye la materia prima y el básico medio económico de los pueblos del litoral onubenses.

    Días después, la prensa publica la siguiente nota el 22 de agosto de 1966 por parte de la Subsecretaría de la Marina Mercante desde Madrid: No se perjudica para nada la pesca de arrastre en la costa de Mazagón en Huelva. Porque antes de efectuarse las prospecciones petrolíferas, con explosivos, se comprueba la existencia de bancos de superficie. Donde la Subsecretaría citada envió a dicha zona dos biólogos especialistas del Instituto Español de Oceanografía, al objeto de investigar los daños que las explosiones pudieran causar a la pesca en aquellas aguas.

   Se hicieron las pruebas utilizando los servicios de un pesquero de arrastre, que realizó pescas experimentales, en unos casos inmediatamente después de verificarse las explosiones, para estudiar los efectos inmediatos, y en otros, cuarenta y ocho horas después, para comprobar asimismo la duración de dichos efectos.

    En primer caso se comprobó que en fondos de veinte metros la mortandad sólo alcanzaba al diez por ciento de los peces capturados por la red, y que los parcialmente afectados por la explosión de las cargas se recuperaban totalmente a los diez minutos de ser depositados en tanques de agua de mar corriente.

En fondos de treinta metros, los efectos sobre los peces de fondo son pequeñísimos, y a partir de los fondos de cincuenta metros desaparecen los efectos totalmente.

                                                                 


  En cuanto a los peces de superficie (sardinas, caballas, etc.) la mortandad es también relativamente pequeña y se ha comprobado que, pescando en una zona determinada, como es frente la Torre del Oro, a las cuarenta y ocho horas de haber lanzado las cargas explosivas de prospección, la pesquería se ha recuperado íntegramente.

   Para evitar interpretaciones maliciosas, que pretenderán deducir de estas experiencias que la pesca con explosivos no es dañina, la Subsecretaría de la Marina Mercante advierte que lo sería en grado sumo si se provocasen las explosiones con continuidad y mas cerca del fondo, que no es el caso de estas prospecciones, que se efectúan por tiempo muy limitado y comprobando con el “sonar” la no existencia en el momento de bancos de pesca de superficie.

 Estudios científicos extranjeros realizados con el mismo motivo corroboran totalmente el resultado obtenido por nuestros expertos en sus experiencias de Huelva.

  Los pescadores, pues, pueden estar tranquilos, ya que las pruebas que se efectúan, si bien son espectaculares y pueden impresionar su ánimo, sólo causan daños mínimos en el momento y los efectos desaparecen completamente en corto plazo.

 Jose Garcia Diaz,

   

 

   

jueves, 5 de mayo de 2022

El misterio de los aviadores franceses.

 



Un misterio, que podía haberlo tratado Iker Jiménez en su programa de Cuarto Milenio. Porque de esta aventura se sacaron río de tinta, que iban de un enfrentamiento con un platillo volante, hasta un combate aéreo contra un avión Mig- 16 soviético, sobre territorio español.

     En donde la prensa nacional, y la internacional quedaron asombrada por el misterioso e insólito accidente aéreo, suceso que nunca encontraron una explicación exacta de lo ocurrido en la provincia de Huelva, donde por suerte no se produjo desgracias personales. Su balance fue solo la pérdida por el Ejército Francés de seis reactores de entrenamiento, con un coste de tres millones de francos nuevos cada uno, unos doscientos dieciséis millones de pesetas en total, y mira por donde un bonariego fue testigo causal de los hechos.

       Resumiendo, los hechos quedan así, seis aviones reactores monoplazas “Mistere IV” franceses, despegan de la base de Cazaux (Burdeos), a las 2 menos cuarto de la tarde del 27 de mayo con destino a Sevilla. Es un vuelo calificado de “turístico”, concedido como premio a la actuación de los pilotos militares en determinados exámenes, Manda la escuadrilla el capitán Guers; el resto de los pilotos son los lugartenientes Turina, Bries, el capitán Bertrand Olivier y el sargento Maistral. Su destino final Sevilla.

                                                           


   El vuelo se presenta apacible. Pero cuando ya creían divisar la Giralda, por un error, los pilotos se encuentran en los alrededores de Huelva. El combustible se acaba. Y optan por la única solución: lanzarse en paracaídas y dejar los aparatos se estrellasen contra el suelo. Así seis reactores “Mistere” franceses caen en tierra de Huelva, en un radio de sesenta kilómetros, donde resultaron ilesos.

   El misterio empieza a surgir porque, aun cuando los pilotos insisten en que no les quedaba queroseno para aproximarse a Sevilla, las autoridades francesas, insisten en que llevaban suficiente, incluso para regresar a Biarritz. La prensa española al dar la noticia del suceso, algunas en un breve artículo decían: “Esta vez lamentamos no elogiar el heroísmo de unos aviadores de Francia que no dudaron en salvarse. La serenidad es también una asignatura. Y la responsabilidad, un deber”.

 Tuvimos que esperar los días 3 y 4 de junio de este año de 1966, cuando el Ministerio Francés de los Ejércitos y el Ministerio Español del Aire hacen públicos sendos comunicados en los que señalan los resultados de las investigaciones llevadas a cabo, para esclarecer el famoso suceso. Los franceses indican que el jefe de la patrulla cometió “cierto número de errores técnicos”, como subestimación inicial de las dificultades de un viaje de navegación sobre un país extranjero, y errores de navegación al final del recorrido, parcialmente explicables por una visibilidad mediana.

  Los hechos se produjeron sobre las 6 y media de la tarde del día 27 de mayo, y a poco corrió por todo Huelva la noticia de que a la altura de Peguerillas había caído un reactor y que su piloto se había salvado arrojándose en paracaídas. En efecto, a seis Kilómetros de la capital, en la finca conocida por “La Media Legua”, cerca de Cardeñas se había estrellado un avión al ser abandonado por su tripulante cuando volaba a unos mil metros. El ocupante, capitán Bertrand Oliver de 27 años, descendió en su paracaídas y hubo de luchar para no tropezar con una conducción eléctrica de alta tensión, cayendo felizmente a unos centenares de metros del aparato que estaba en llamas.

                                                              


  Al lugar del suceso acudieron rápidamente número de la Guardia Civil de Tráfico, Policía Municipal y el Servicio de Extinción de Incendios que, empleando unos doce mil litros de agua, lograron extinguir el incendio. El avión se había partido en dos y su morro estaba hincado unos dos metros en la tierra de labor. La cola se hallaba a unos quince metros del resto. En ella leímos la inscripción “Avions M. Dassaut IV A N.º 303”, otra inscripción con la marca: “Hispano Suiza. Verdon “. El capitán Oliber, que se mostraba muy sereno y tranquilo tras el accidente, permanecía varias horas después junto a los restos del aparato, intentando la recuperación de su equipaje que se encontraba en la parte del avión empotrada en el suelo.

     El segundo, en el paraje conocido como “La Tejita “en el campo de Lepe, dos en el coto de Doñana, uno en Villamanrique de la Condesa cuyo aparato tenía el número 308, y su piloto recogido. Este aparato estuvo dando voltereta sobre una extensión de trecientos metros, sobre los que quedaron esparcidos muchos restos del mismos. Por cierto, el último, donde realmente cayó en el termino de Trigueros, en la finca “La Lobita”, entre el Arroyo Candón y el Dolmen de Soto.

         Este fue observado, desde muy cerca por varios vecinos de Bonares, entre ellos esa tarde se encontraba arando la tierra cerca del Río Tinto, Ramón el Carrero que sintió la fuerte explosión, parecida según el a la ocurrida años antes en el polvorín de Niebla.

    La mula, asustada provocó que dejara de labrar y recoger los aparejos, para venirse lo más pronto para el pueblo, por no encontrarse cómodo como era contemplar aquella cantidad de humo raro y el mal olor que le parecía que desprendía.

                                                          


  La rareza del caso, comentada por varios diarios de grandes tiradas en aquellos días mantuvieron la misma explicación cuando se fueron obteniendo detalles. Afirmando que no se trató de accidentes simultáneos, sino abandono de los aparatos por sus pilotos al encontrarse todos sin combustible y sin el adecuado aeropuerto donde aterrizar. Entones hicieron funcionar sus sillones catapultas.

     Al día siguiente de los sucesos, quedaron totalmente localizados los seis aviones franceses siniestrados, uno cercano de Huelva, otro en Lepe, un tercero en el término de Trigueros, dos en el Coto de Doñana, y el sexto, en Villamanrique de la Condesa. Y lo mejor de las suertes es que los aviones no cayeron  sobre ninguna población.

  Los aparatos, según comunicado francés, iban perfectamente equipados con más de mil Kilos de carburantes en reserva. No se comprende como la escuadrilla perdió contacto con tierra y se despistó.

  A poco rato del accidente en Peguerilla, llegaron al lugar del suceso el Gobernador civil de la provincia don Hernán Pérez Cubillas; el coronel Diego Daza Ramírez, hasta hace poco jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, que se encontraba en nuestra ciudad; el comandante jefe de Huelva don José Sansón Merino; el cónsul general de Francia en Sevilla, que se hallaba con ellos; el representante consular en Huelva; el delegado provincial de Información y Turismo don Daniel Regalado Aznar y otras autoridades.

   De Sevilla se había dispuesto, al parecer, la salida de dos helicópteros que recogerían a los pilotos en los lugares en que se encontraban, pero como al caer la tarde no habían llegado, el señor Olivier fue trasladado a Huelva donde tras comprobar los médicos que no padecía lesión alguna y después de agradecer las ayudas ofrecidas por nuestra primera autoridad civil, quedó a cargo de su Consulado.

                                                     


    Asimismo, posteriormente fueron llegando los restantes pilotos, que habían caído uno en Lepe, dos en Almonte, en lugar próximo a la aldea del Rocío donde en esos momentos llegaban de Huelva, Sevilla y Cádiz las hermandades que durante tres días van a rendir su anual culto a la Blanca Paloma en la mundialmente romería. Un quinto aparato cayó en Villablanca, cerca de la frontera portuguesa y el sexto, en el condado de Niebla y San Juan del Puerto.

   El jefe de la escuadrilla era el capitán Guers, uno de los pilotos recogidos en Almonte. En Lepe cayó el sargento Jean Charles Maistret, de 28 años. Los otros protagonistas de la rara aventura eran los tenientes Turino, de Brie y Perene.

  El suceso, por lo insólito, está muy comentado que la providencia por parte de la Virgen del Rocío, le han librado de la muerte a estos jóvenes militares, dejando el suceso sólo en una sensible baja material bélico.

     A primeras horas de la noche tomaron tierra sobre el césped del Estadio Municipal de Deportes dos helicópteros de la Base de Morón, desplazados hasta Huelva para recoger a los pilotos de los aviones accidentados.

   Con relación a los múltiples accidentes de aviación ocurrido en Huelva, podemos decir que, desde Sevilla, nos informa que con la escuadrilla francesa viajaba un séptimo avión de diferentes características que un poco adelantado sobre los restantes tomó tierra sin novedad en las pistas del aeropuerto de San Pablo. Donde los seis pilotos de los aparatos siniestrados fueron evacuados a Sevilla, quedando alojados en la Base Aérea de Tablada. Allí han prestado las primeras declaraciones a los equipos de información que investigan las causas de los siniestros.

       El cónsul general de Francia en Sevilla don Edouard D.Blampre estaba en contacto con los seis pilotos, pero se han negado a hacer declaración alguna, alegando que la causa estaba siendo informada por el Ejército del Aire español.

   Pocas gentes se creyeron la versión oficial, que se publicó por parte de las autoridades, ahí hubo algo raro que aun perdura hasta el día de hoy.

 José García Díaz.

 

 

martes, 26 de abril de 2022

El eucalipto, una gran riqueza forestal.

                                                                         


 

  Su cultivo no es muy exigente y proporciona una gran rentabilidad en todos el Condado.

  En el Pabellón de la Dirección de Montes del Ministerio de Agricultura, en la reciente clausurada Feria Internacional del 20 de junio de 1965; ha permitido al visitante informarse de la situación actual del cultivo de eucalipto en España. De no haber sido por eta profusión de datos de estadísticas que adornaban el citado pabellón, muy pocos estarían al corriente del volumen de producción de este árbol y del aprovechamiento de sus productos, sobre todo en la fabricación de la pasta celulósica y en la carpintería y ebanistería.

   El eucalipto, en sus diversas especies, es ese árbol hojas azuladas y cenicientas y de olor muy pronunciado algo picante, cuya corteza, se desprende en tiras. Se cultiva desde los montes de la cornisa cantábrica hasta Andalucía, especialmente en su zona más meridional, sin olvidar, en cualquier otra parte su presencia en bosquecillos o jardines. Más de quinientas especies y 137 variedades de eucaliptos pueblan el área del universo, pero en España no todas las comarcas son aptas para algunas de sus especies más valiosas. Por eso a la repoblación forestal ha sido previo el análisis y reconocimiento de tierras y demás elementos y circunstancias que determinan el cultivo y aclimatación de esta especie forestal. Sin embargo, su cultivo y producción no es muy exigente en lo que el clima y propiedades de la tierra se refiere.

    Se han realizado estudios de las necesidades de los principales elementos minerales extraídos del suelo por las plantaciones de eucaliptos, y pese a la opinión, incluso, de algunos investigadores, se ha llegado al conocimiento que estas plantaciones de eucaliptos, y pese a la opinión, incluso, de algunos investigadores, se ha llegado al conocimiento que estas plantaciones no extraen del suelo, sino en la proporción de cualquier otra especie forestal, los principios alimenticios de la tierra (fósforo, calcio y magnesio) y en lo que se refiere a potasio, los eucaliptales son muy aproximados en extracción a los cultivos agrícolas. Consecuencia inmediata de todo esto, es que el eucalipto es poco exigente en clima y terreno, y puede darse, en algunas de sus especies, en cualquier región o comarca española.

   Partiendo de esta realidad, la dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial ha promovido una rápida repoblación de eucaliptales, que ya en cantidad considerable pude apreciarse en cualquier parte de nuestra geografía.

  Ateniéndonos a los gráficos que pudimos contemplar en el mencionado Pabellón en la Feria del Campo, en nuestro país, los eucaliptos se localizan en dos zonas debidamente definidas: La Norte, que comprende las provincias de Vizcaya, Santander, Asturias y Galicia, y la Sur, que incluye la región extremeña, Cuidad Real, Cádiz, Huelva, Sevilla, Córdoba y Granada, o Puebla, la primera de estas zonas, prácticamente el llamado “eucaliptus camaldulenses”.

  Los eucaliptos son árboles de altos crecimiento rápido, que a veces llegan en este crecimiento a una media de 30 metros cúbicos por año y hectárea. El volumen de corta, está encima de los 655.000 metros cúbicos de madera, cifra que experimenta cada año un alza muy considerable, procedente de la madurez de plantaciones jóvenes de las últimas campañas, que van logrando, progresivamente, su punto de cortabilidad.

   Si nos atenemos a estas cifras de rendimiento y producción, resulta que el cultivo, es una gran rentabilidad, en cuanto pueden señalarse las siguientes aplicaciones y empleo de esta especie forestal.

                                               


         

  En rollizo: Como postes y traviesas de mina. Elaboración mediante aserramiento; En traviesas de ferrocarril, carpintería de ribera, embalaje, muebles y parquet.

   Transformación química; Especialmente para preparación de pastas celulósicas, unas de carácter textil, que permiten la confección de tejidos, mantas, rayón, y otras de carácter papelero.

   En periodo de experimentación—y esto también es interesante—teniendo en cuenta la composición del terreno y clima, incluso en zonas pobres y abandonadas a cualquier otra especie forestal, se está proyectando le repoblación de otras variadas clases de eucaliptos impulsadas por la Dirección General de Montes, otras entidades oficiales e incluso por la iniciativa privada, a la vista de las múltiples aplicaciones y su gran rentabilidad. B.V. 

      Las repoblación en la provincia huelvana, se puede encontrar en cuatro etapas diferentes.

   La primera, desde comienzo del siglo pasado hasta el año de 1950. Asentadas en las regiones costeras y el Condado sin contar con ninguna maquinaria. La segunda etapa, comprendida entre los años de 1950 y 1964 en lo que era el Patrimonio Forestal del Estado y la cuarta y ultima entre 1970 y 1985, desarrollada por empresas forestales privadas.

   No fue, hasta noviembre de 1978, cuando se celebro en Huelva las primeras jornadas de trabajo sobre el eucalipto, cuyo ponente fue el señor don Francisco García Novo, miembro del departamento de ecología de la Universidad de Sevilla.

  En aquel año, la provincia de Huelva contaba con 93.070 Hts, de cultivo de eucalipto, frente a los 163,276 Hts. de encina y 4.518 Hts. de castaño.

  Contando con una producción de madera de eucalipto anual de unos 252.033 m3.  Creando miles de trabajo, para jornaleros sin cualificar, tractoristas etc.

  En su tiempo, le cargaron el “San Benito” del “vampiro vegetal” y calificándole como un árbol verdaderamente lógico con mentalidad capitalista.

  José García Díaz.


jueves, 21 de abril de 2022

? Cuando, Bonares del Condado ?

 

                                                               


Por Ramón Ortega Egurrola.

    Bonares, el pueblo labrador e industrioso de tanta raigambre en nuestra capital por la multitud de establecimientos que están regentados por estos hombres laboriosos, fue uno de los lugares más destacados en el antiguo Condado de Niebla.

    Las justicias que pagaba anualmente al duque de Madinasidonia, alcanzaba la cifra de 170 reales y 17 maravedís, estando entre los contribuyentes de los treces pueblo en séptimo lugar y segundo en las apreciaciones por los Condes, por su laboriosidad y servidumbre a la nobleza castellana.

  Al conceder en dote Enrique II el de las Mercedes del Condado de Niebla a su hija Doña Beatriz de Castilla, por su casamiento con don Juan Alonso de Guzmán el Bueno, primer Conde de Niebla, Cuarto Señor de Sanlúcar de Barrameda, en el año de 1369, entre los tres pueblos o villas, se encontraban, Niebla como matriz del Condado, Triguero y Valverde del Camino; entre los 13 lugares, uno de los principales era Bonares, demostrándose, por tanto, que perteneció al Condado de Niebla desde su creación, suponiéndose que este lugar por su orientación hacia el mar y por estar entre un antiguo vergel, databa desde mucho antes de tomar la toma de Niebla por el nieto de Doña Berenguela, quizás desde la llegada de los almorávides, más de un siglo antes.

    En la historia de Sevilla, editada y compuesta y ordenada por don Alonso Morgado y Caro, referente a la Villa de Niebla, cita a Bonares como uno de los primeros lugares. Don Rodrigo Amador de los Ríos en su obra “España, sus monumentos y artes de la provincia de Huelva”, cita también de los primeros lugares a Bonares y distintos historiadores lo hacen de igual manera.

                                                            


Es indudable que Bonares tiene pleno derecho para ostentar el nombre de BONARES DEL CONDADO, por su privilegiada situación dentro del antiguo Condado, y antes por su antigüedad, bajo las órdenes de los reyezuelos taifas y después de los reyes españoles hasta su incorporación al Condado de Niebla.

   No hace mucho, en la prensa citaba a Rociana del Condado, haciendo alusión a ¿Cuándo, será Bonares del Condado?, cita que hemos recordado hace unos días ante el alcalde de dicho pueblo, nuestro buen amigo don Luís CIntado Coronel, a quien le dijimos en su día: “Cuándo vais a solicitar para el pueblo de Bonares del Condado…? La idea, que ya existía en la cabeza del buen amigo, parece que ha reverdecido una ilusión un poco apagada y creemos que se está comenzando a realizar una labor eficiente para llegar a la consecución de esta idea—que deben seguir todos los pueblos que pertenecieron a Niebla, por tener derecho propio para ello.

   Pero no solamente debe ser el alcalde el que haga estas gestiones, sino que debe estar apoyado por todo el pueblo y principalmente por todos sus hombres cultos, entre los cuales existen pléyades de personas, creados en Universidades, Seminarios y Facultades, que con su valer y prestigio, pueden hacer mucho en beneficio de esta idea para ganar a pulso, los derechos inalienables que tiene Bonares para conseguirlo y para ostentar este magnífico y legitimo título.

  Vuestro alcalde, bonariegos de dentro y fuera de la población es el mentor de esta idea; ustedes, los que todos a una, en apretado haz, lo que ayuden a lograrla, ¡Todos a por Bonares del Condado..!

  En Niebla, siendo jueves del 15 de agosto de 1965.

   José García Díaz.