martes, 19 de agosto de 2025

La película prohibida "Rocio"

 

                                                 


        

      Curioso caso de secuestro en plena democracia, de todas las copias de la película “Rocío” publicado el día viernes 12 de agosto de 1981, tras la aprobación de la Constitución de 1978, una vez que se había terminado la censura franquista impuesta al cine.

      MADRID, día 11, según Efe. - Por donde el titular de Instrucción del Juzgado número dos de Sevilla, es que ha ordenado el secuestro citado de todas las copias de la película “Rocio” del director Fernando Ruiz Vergara, y producida por Vicente Pineda. Dicha orden afecta a todo el territorio nacional.

   El film se exhibía actualmente en los cines de Madrid, Valencia y Malaga. En la sala madrileña Pequeño Cine Estudio, se recibió en esta tarde, un telegrama del Juzgado sevillano. La proyección de la tarde fue suspendida de inmediato, y el texto del telegrama ha sido instalado en la puerta de la sala. Se encontraba filmada en los años de 1976 y 78 en formato de 16 mm. Para que luego estrenarse en las pantallas de cine en 35.  Pero lo más curioso de este documental es que fue seleccionado por el Ministerio de Cultura, para el Festival Internacional de Cine de Venecia de este año de 1981.

   Mientras en Málaga y Valencia no han recibido hasta al momento, sin notificación alguna, por lo que su proyección ha sido en principio normal, pero luego tras salir publicada su secuestro, junto con la información ofrecidas por la radio y la Televisión Española, incitaron a muchos asistentes a presenciarla.

    En Huelva, como consecuencia de una querella presentada por una conocida familia de Ayamonte contra la citada “Rocío”, el Juzgado de Instrucción número dos de Sevilla, obligó que no se presentara la película en lo cine de Sevilla, Cádiz y Huelva.

    Quedando a la espera, de que la Audiencia Provincial viera la causa, este documental empezó a exhibirse en el resto de los cines de toda España durante un par de días.

   La denuncia presentada en los juzgados sevillano, la expuso los hijos de la familia de don José María Reales Carrasco, un exalcalde y terrateniente del pueblo   de Almonte, acusando al documental de difamar a su padre, y de ultrajar la romería del Rocío, dado que abordaba la religiosidad y el latifundismo que existían aun, por aquellos años en toda la Baja Andalucía criticado fuertemente a través del citado reportaje; los denunciantes confirmaron que era un grave ataque a la Iglesia, y a las élites asociadas a la romería. Se centraba principalmente, en la represión tomada por los franquistas en los primeros meses de la Guerra Civil contra los vecinos republicanos de este pueblo, aquellos trabajadores sin tierras, pendiente siempre que el señorito de turno le hicieran falta para sus labores, mediante un pequeño salario, que terminaron con la muerte de 100 almonteños, bien reflejado en la película con testimonio de los nombres de los falangistas que cometieron tales atropellos, en aquellos tristes días.

                                                   


     

   La censura, junto con la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, sirvió para el arresto de dos meses de cárcel, y 50,000 pesetas de multa, al director del documental Fernando Ruiz Vergara, más pagar una indemnización de 10 millones de pesetas, en concepto de responsabilidad civil, por delito de injurias graves contra la familia Reales.

   Cuatro años después la película volvió a los cines españoles, con fragmento censurados, para que poco tiempo después apareciera en video en un conocido local de distribución de este pueblo.

   Con el tiempo se supo que detrás de esta Sentencia había una mano negra, muy negra con mucho poder e influencia en las más alta instituciones Cinematográfica madrileñas.

        Donde, dentro las mayores responsables en aquellos días, como vocal de la Junta de Clasificación y Censura de Películas Cinematográfica del Ministerio de Información de Turismo. Ejerciendo además la Jefatura del Departamento de Cine de la Comisión, y Conferencia Episcopal Española, representando a esta Institución en diferentes organizaciones católicas relacionada con el séptimo arte, entre otras muchas y grandes influencias sobre los festivales de cine como el de San Sebastián, Berlín, y Venecia.

   Esta influyente señora, era doña Rafaela Rodríguez Raso, que nació en Bonares el día 25 de abril de 1922, y murió en Madrid el 22 de octubre el día de su Patrona en el año 2006. Historiadora, periodista y critica del cine español, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid.

   Señora, que, como buena católica de este pueblo, ejerciendo en aquellos años su influencia en el mundo del cine; yo no puedo juzgar lo que tuvo que ver con la censura de esta película, por si acaso me denuncian a mí también.

José García Díaz.

 

 

miércoles, 13 de agosto de 2025

El triste final del monumento del Rey Sabio.

 

                                                       


 

 

     Así quedó publicado por parte del erudito cronista oficial de la vieja ciudad de Niebla, don Ramón Ortega Euguerrola hace ya más de cuarenta años, cuando ejercía como corresponsal local del Diario Odiel.

   Era el 15 de mayo de 1981, cuando en las páginas de este citado diario rescatamos el siguiente artículo dentro del apartado titulado como las “Cosas de Niebla”. “Derribo del monumento erigido al Rey Sabio, y en su lugar la construcción de un obelisco”.

       La triste desaparición del citado monumento donado por el Ayuntamiento de Huelva en el año de 1970, por el entonces Alcalde señor don Federico Molina Orta, con motivo de conmemorarse el sexto centenario de la creación del Condado de Niebla por el Rey Enrique II de Trasmatara, que sería erigido en la plaza del Generalísimo Franco, (también conocida como la Plaza de los Peros), donde se terminó de llevarse a efecto esta decisión por parte de la Alcaldía de nuestra ciudad, por haber sido muy afectada en sus cimentaciones por cierta desviación mirando hacia el río.

   Las placas que la adornaban el mismo y los leones, (unos de los símbolos de nuestro estandarte local), han sido depositadas en el local de la Cámara Agraria; como nos teníamos y así lo hacíamos constar en dicho trabajo: “… toda vez que por su volumen y su empaque artístico debe restaurarse con todas las garantías necesarias para evitar cualquier accidente y rotura del mencionado monumento…” “…como así también de otros materiales más dúctiles y livianos, estos daños se han causado y lo que quedado del mismo, las placas, si tendrán que ser arregladas de tal forma, que no quede fisura alguna.

   No ha sido afectados hasta ahora han sido los leones, pero sí el monumento entero que ha desaparecido, (dado que hay que reconocer que el material empleado no era el más indicados), como así también las dos placas que adornaban el mismo, como decimos anteriormente, donde una de las cuales, donde se reproduce parte de la Real Carta de población y concesión de Fuero, dada por el Rey Sabio (en el año de 1300, Era Hispánica, año de Cristo,1262), ha sido partida en un buen trozo en una de sus esquinas; la otra, la de la efigie del monarca castellano, aunque también partida, no afecta para nada al rostro del mismo; confiamos que con un efectivo retoque por persona entendida y competente, puedan quedar bien para volver a ser colocadas en los sitios donde se encontraban en el anterior monumento.

  Esta obra, declarada monumento en su día de gran valor, y con trazos de bellas líneas fue obra del arquitecto don Joaquín Moreno Daza.

   Mientras, el “obelisco” citado que se está construyendo por los albañiles de esta población y dirigidos por el maestro de obras de este Ayuntamiento, Carlos Gálvez Peña (el mismo que dirigió las obras de colocación anterior), ha sido diseñado por el pintor avecindado en esta población, Geraldo Vidal, da una idea de lo que puede ser este monumento al nieto de doña Berenguela, que irá rematado, según nos comunica el teniente alcalde, Manuel Feria García, bien por una bola de cristal u otro adorno, ad-hoc, iluminado en color.

   El material que se está utilizando en esta obra es a base de adoquines pequeños, ladrillo y piedra caliza. Llevará una zona verde, una fuente e ira todo él iluminado; un detalle que no nos gusta, y es que los leones aparecen de espalda al busto del Rey, cuando en realidad deberían ir en sentido contrario, hacia donde mira el conquistador de Niebla.

    Comenta el señor Egurrola, la gran satisfacción que se ha tenido a una propuesta, que se llevó a cabo en el mes de enero del año actual, sobre un pergamino existente en este Ayuntamiento, que deseaba mucho que desear de su conservación, dado la importancia del citado documento histórico.

                                                         


         

   Dado que hace unos días, no ha llamado a su despacho el alcalde señor Gonzáles Moreno, para darnos cuenta, que el viejo marco existente en el edificio del viejo Ayuntamiento que mantenía alojado el pergamino histórico, ha sido sustituido y enmarcado por otro nuevo, habiéndolo construido por Juan Manové Jiménez, vecino local, cuyo marco es de forma sencilla pintado de caoba en madera llamada de “Londres”, procedente de Guinea, cuyo cuadro ha sido colocado en el salón de sesiones, como estaba en el anterior y viejo Ayuntamiento.

   Nos felicitamos de que nuestra idea haya sido tomada en consideración por la Corporación Municipal, y se haya dado a este pergamino el lugar idóneo para su exhibición, donde podrá ser admirado por cuanto vecinos asistan a las sesiones plenarias.

   La historia de otro curioso pergamino, comenzó once años antes 15 de noviembre de 1970, cuando Niebla celebró con gran solemnidad la clausura del VI Centenario de la Creación del Condado de Niebla.”

 Por donde el domingo, salió la procesión por las calles la Patrona, Virgen del Pino, donde su novena la predicó, juntamente con el Cura Váquez Castillejo, el Arcediano de la Catedral de Huelva don Luís Pardo Gil. 

  Los actos celebrados el lunes por la tarde, sobre la inauguración de este monumento del Rey Sabio, comenzó con unas palabras por parte de don José María Segovia, donde a continuación el Alcalde de Niebla en aquellos días, don Manuel Molina entregó a don Federico Molina Orta Alcalde de Huelva, un pergamino agradeciendo la atención de la Corporación onubense. Para terminar, hablando de la Historia de Niebla el señor Egurrola, dejando una gran conferencia fuertemente aplaudida.

  Terminamos, este artículo denunciando por parte del citado señor Egurrola, los destrozos en el monumento a los mártires de Niebla. Dado que hace unos dos años, el monumento que se erigió a nuestro Patrón San Walabonso y su hermana Santa María en la Puerta del Buey. En junio de 1969, al comienzo de los actos de la celebración del sexto centenario de la creación del Condado de Niebla, se encuentra descarnado de la leyenda que lleva el mismo y destrozado casi por completo el pequeño jardín que lleva a su alrededor.

   Reconstruido en el año de 1977 por el anterior Ayuntamiento, se ha vuelto a deteriorar con mayor daño para el mismo, debido, no al tiempo sino al abandonado que se ha tenido aquel lugar y a los niños y algunos mayores que se dedican a destruir todo cuanto de bello y artístico existe en Niebla, dándose una prueba fehaciente de su incultura y falta de civismo.

  Parece ser, según nos manifiesta el citado edil, que será también restaurado, tanto en la leyenda, como el pequeño jardín. No dudamos que una vez restaurado, se mantenga una mayor vigilancia. Sobre todo, en las horas punta del día y de la noche, pues, de lo contrario, volverá a repetirse la destrucción por estos inciviles. Por Ramón Ortega Egurrola, dentro de sus últimas publicaciones al citado diario.

 José García Díaz.

 

viernes, 8 de agosto de 2025

Bonares en la Vicaría de Niebla.

 


                                                                 

 

     Corría por el año de 1750, cuando la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Asunción de esta villa, era la identidad más influyente en la vida social local, tanto políticamente como económicamente, junto a la siguiente Hermandades: las de las Ánimas, las del Santísimo,  de la Vera Cruz y de la Santa María Salomé, seguido de la Fábrica Parroquial de Bonares, cuyos Mayordomos eran a su vez los Regidores locales, que tenían la capacidad de nombrar cada año a los dos Alcaldes Pedáneos entre ellos, o bien persona adepto al sistema implantado.

     Seguido de aquellas órdenes religiosas que tenían propiedades arrendatarias en este término por los vecinos locales, y aquellos de otros lugares, siendo la mayor de ellas las pertenencias que tenía la Fabrica Parroquial de Niebla, y las Religiosas del Convento de Santa Clara.

    Que, para la recaudación anualmente del diezmo eclesiástico, debían de disponer de los medios necesario para esta labor, que se encontraba alojado en la Vicaría de la vecina Niebla, y esta a su vez se debía al Arzobispado de Sevilla, en donde el vecino que dejase de cumplir con este deber, quedaría bajo la pena de excomunión.

    La Vicaría de Niebla, se encontraba clasificada dentro de la vereda morisca, y la formaba las siguientes Parroquias: la de Santa María, la de Santiago, la de San Martín, la San Miguel y la de San Lorenzo en esta villa, seguida la de Palma, Villarrasa, Villalba, Bollullos del Condado, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena del Puerto en su Condado.

     Por donde este pueblo recaudo en este año la suma del diezmo de 3,150 reales, donde ya por si se queda el Cura Párroco con el 30 por %, el Hospital de la Misericordia se queda con el 12, el resto para el Duque y al Arzobispado, la misma cuenta se aplicaba a las 5 parroquias de Niebla, que recaudaban más de 20,000 reales todo un capital en aquella época, donde sin duda los grandes beneficiados eran los veintes eclesiásticos de la Catedral de Sevilla. Mientras la casa de Medina Sidonia, también había cobrado una buena parte de las tercias reales a dos novenos del pueblo de Bonares, juntos con toda las Vicaría de Niebla.

     Quedando otra singular y curiosa pensión procedente de las rentas eclesiásticas, que se daba temporalmente era la “la prestamera” o becas destinadas a los estudiantes pobres, y aquellos que luchaban contra los infieles de la morería, impuesta según alguno estudioso por parte del Rey Sabio, pero la Iglesia que ya por aquellos años, era conocida como Santa y Pecadora, aprovechó que al correr el tiempo se apropió de ella hasta convertirla en beneficio eclesiástico. Por donde la citada “prestamera” pasó a mano de los prelados, donde temporalmente se le abonaban los gastos de los nuevos curas, o aquellos que militaban al servicio de la Iglesia.

     Cuando esta prestamera, se concedía a ciertos individuos como pensión con carácter vitalicia, se le exigía bajo juramento que, dentro de los rezos de las horas canónicas diaria, debía hacerlo con cinco Padrenuestro y cinco avemarías.

      La cuantía, que debía de pagar este pueblo a la renta anual de la citada prestamera, es la misma que se abonó en las rentas pontificales, que supone otro 3,150 real para el buen servicio de la Iglesia Católica y de sus acólitos.

    La fábrica de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de esta villa, junto con sus Hermandades recaudaban unos beneficios económicos como arrendatarios de sus campos agrícolas, juntos con las aportaciones que prestaban y servían a sus feligreses, era la suma de 1,700 reales, donde se quedaban solo con el 11 por % de las llamadas tercias de las fábricas, para gastos de mantenimiento y compra para sus necesidades eclesiástica.

                                                       


          

   Los Curas Párrocos primero de los cinco que había, tenían el derecho de hacer cada año el padrón de sus feligreses, dado queda vecino se le conoce como responsable de tributar, cuando es persona de comunión, es decir que ya ha cumplido la edad de los siete años y se encuentra obligado a confesarse y tomar comunión, ya que en beneficio de la Iglesia se cobraba dos reales por los bautismos, lo mismo con los casamientos que se hacían en las casas de los desposados, y de igual cuantía los funerales.

  Cuando además les quedaban a los Curatos de esta villa, las conocidas “primicias”, que consistía en donar al clero local los primeros frutos quedaban el campo, en canasto por cada cura de la parroquia, las primeras brevas, las uvas, los higos, las granada y demás frutos que daba la temporada, que estuvieran acondicionada a la inclemencia del tiempo, para cobrar además el diezmo sobre las cosechas de los cereales trigo y cebada, todas las semillas, legumbres, carne de cabritos, pollo, gallina, pichones, palomos, huevos, cera, mitas de miel, de las huertas todo lo que produce la tierra, uva, vino y pasas, lana, queso, aceite y aceituna, , bellotas y las tejas y ladrillos, estos impuestos era los considerados como los personales.

      Quedando, aquellos que siembran por primera vez las tierras de baldíos, y tienen además en su propiedad, becerros, vacas, potros, borricos, mulas y caballo. A pesar que este año citado de 1750, este pueblo, junto con toda Andalucía estaba pasando por una fuerte sequía, donde una parte de jornaleros con sus familias pasaron hambre y miseria, tuvieron que colaborar obligados en este año con la aportación de 896 reales.

   Incluso algunos Curas también llegaron a pasar hambrunas, como así se explicaba el Vicario de Huelva, don Antonio Jacobo del Barco “¿Podrá acaso considerarse sin dolor que al tiempo que parecen hambre 30 o 40 clérigos de un pueblo, se enriquezcan 3 o 4 forastero que por favor o fortuna consiguieron las piezas simples que hay en él? Pues a este abuso, digno de toda consideración a V.M. solo se puede ocurrir haciendo beneficiales y pilongos los curatos”.

     Dado que esta situación de pobrezas y miseria que pasaban en ocasiones los Curas, eran sin duda motivado por el mal repartimiento de las rentas impuestas, pero nada comparado con aquellos vecinos braseros que, sin trabajo por falta de jornales, no podían llevarse el pan a su casa para mantener a su familia.

  Dado que en aquellos años el, concepto que había con el “diezmo eclesiástico era una décima parte de todos los frutos, justamente adquiridos, debido a la voluntad del Dios Todopoderoso, en reconocimiento de su universal y su supremo dominio, para que se entreguen a los ministros de la Iglesia”.

    Por este motivo la Iglesia Católica reconocía, a Dios como Donador y Supremo Señor de todos los bienes, teniendo como su gran obra el mantener a los citados ministros de Dios, y después el sobrante para ayudar en el socorro de los pobres.

     En los Archivos de la Catedral de Sevilla, en la Sección II, Mesa Capitular, donde en concepto de productos de la huerta, encontramos las siguientes rentas destinadas al Arzobispo, de los  productos locales, como son las coles, lechugas, rábanos, todos tipos de cebollas, tanto de porretas como de cabeza, llantas o berzas, vinagreras, zanahorias, pepinos o cohombro, todo tipo de calabazas verde o seca, berenjenas perejil, culantro, hierbabuena, nastuerzo, toda clase de ajos, verde o de cabeza, albérchigas, melocotones, brevas, mora, manzanas y ciruela.

  Utilizando fuentes escritas de don Manuel Martín Riego.

José García Díaz.

 

 

lunes, 4 de agosto de 2025

Notas sobre el año de 1600.

 


                                                              

   Tras la Reconquista de Niebla, no se restauró su sede Episcopal, por donde el Rey Sabio, como recuerdo del antiguo obispado mozárabe, nombra en su lugar al primer Arcediano de Niebla, al doctor Fernando Díaz de Toledo, persona que perteneció a una familia de judíos conversos que floreció en Castilla la Nueva, seguramente expulsado mediante la persecución que fueron sometidos en 1391, se cree que nació en la importante Toledo, prestó juramento en la Catedral de Sevilla el cual debió de traer el encargo Real, de formar Niebla en cuatro parroquias, situadas siguiendo un esquema cruciforme. Este Arcediano, era además médico, erudito, hombre de negocios, sus primos hermanos eran los mayores arrendadores de las rentas reales.

  Niebla fue declarada por parte suya como Vicaría, de la que dependían las aldeas del Condado, dado que Arcediano de Niebla era la máxima autoridad con cargo eclesiástico, que tenía la función del control, vigilancia y administración dentro de esta Vicaría, que, dentro del año de 1572, se establece en siete Vicarías, la de Niebla. La Palma, Triguero, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena.

   En 1630, el Arcediano Fray Juan de Corral, autoriza y concede licencia a Cristóbal García de Dios como Alcalde, y demás Regidores de este lugar, y sobre todo al Capitán del Regimiento de Niebla, Cristóbal Sánchez Coronel, colocar el techo de la Iglesia Parroquial, a pesar que el perito del Arzobispado le dijo que dichos gastos le resultarían el doble de lo estipulado. (R.Nicholas).

   No fue hasta el año de 1693, cuando se publica un nuevo censo local, que nos da una población reducida de unos 785 vecinos, (A. Domínguez.) careciendo de pocas noticias la vida local, ya que, en estos años, algunos historiadores la calificaron como un estacionamiento demográfico en todo el Condado de Niebla, debido a las crisis de epidemia, los continuos reclutamientos, los impuestos para sufragar las guerras, ya que esta aldea tuvo prestar muchos vasallos para este fin bajo el mando del Conde de Medina Sidonia, para conducirlos frenar la rebelión en Barcelona, para luego bajarlos para tenerlos más cerca de sus casas, motivado por la independencia de Portugal, es por donde la Milicia de Niebla mantenía a tres Capitanes de este lugar, dado que un tal Borrero, era además Alguacil Mayor del Concejo de la citada Niebla. Pero la mayor parte de las desgracias de este pequeño lugar recaían, sobre todo en las cosechas insuficientes, se harían notar negativamente en esta población.

    También, hay constancia que en esta aldea había varios arrendadores de las tierras locales para pan, el vino y el aceite, lo mantenía primeramente la fábrica de la Iglesia, y su Hermandades parroquiales, para luego el resto quedaban en manos de los Regidores locales, que ejercían como los encargados de los bienes comunales y de propios, y como encargados de los pocos señores hacendados locales, para mantener a los labradores en el laboreo de las tierras y demás como es la recolección y preparación del vino y del aceite, junto con los demás cereales, ya que eran los mejores vecinos que disfrutaban en el salario y en saber vivir.(Ganes). 

      Además, se recogen datos, de cómo el trigo en este Condado, en unos años subían el doble del precio establecido, donde el pobre labriego y su familia les hacían pasar hambre y calamidades, encontrando algo de bienestar económico ingresando en las filas del Ejército del señor Conde, acompañados a veces con su familia.

                                                   


               

  Tuvimos que esperar casi un siglo, para que las familias que forman esta pequeña aldea rural se transforme, y se aglomeren con sus casas para tomar nombre legal de pueblo o villa de Bonares, ya que en 1713 esta villa contaba con 519 habitantes, para tener el doble casi 30 años después en 1752 mantenía una población de más 250 vecinos formando unos de 1,250 habitantes dentro de la medida de aquellos años, que daban 3´5 habitantes por cada casa, ya que manteníamos el sitio 35 en toda la Provincia. según el Catastro del Márquez de Ensenada, que empezó por lo que sería una reforma fiscal bajo el reinado de Fernando VI, con un impuesto único por motivo de los gastos de guerra, que dio como resultado el de siempre el pobre seguiría en igual estado de miseria, pero en cambio el rico lo sería aún más, puesto que sabían cómo defraudar al Duque dentro de las leyes establecidas, como se hace actualmente y se ha hecho en todos los momentos entre los siglos en este pobre y sufrido País.

     En estos años, es cuando comienza elaborarse los interrogatorios locales mejores elaborados y explicado en documentado, para saber el estado económico de este pueblo.

  El primero el citado Catastro de Ensenada comentado:

    “En el lugar de Bonares, hacemos las prácticas de las diligencias presentadas en la procedente providencia, en el examen de las preguntas Generales antes el Señor don Josehp Martín de Mendoza y Guzmán, como uno de los Visitadores Generales de Rentas Provinciales de los sitios Propios de Andalucía, y subdelegado de Intendencia de la única contribución del Partido del Condado, en que comprende este lugar –comienza la falta exposición del documento, sobre este asunto en el Archivo General de Simanca´- .. Ocupa el término de levante a Poniente tres cuartos de legua, de Norte a Sur lo mismo y de circunferencia la forma tres leguas, que se anduvieran en cuatro horas. confronta con el Levante con el término del lugar de Rociana, con el Poniente y Norte con el de Niebla, y al Sur con el de Lucena”.

   Que las especies de tierra del término con arreglo para hortaliza y de secano, y las sembradas de viña, olivares, arbolados frutales, pastos, monte bajo y alto con matorrales y Pinares junto con alguna sembradura, que da una cosecha al año.

   Quedan las tierras de regadíos que son de primera calidad, mientras en la de secano, la forman de las primeras calidades, de segunda y tercera, que algunas están plantadas de olivares, frutales como alcornoque y encinas.

    Que los frutales, olivares y pinares se hallan en tierra de tercera calidad y montes alto de primera y tercera. Que los olivares están bien plantados junto con los demás árboles con ella ocupando todas las tierras baldías, los barbechos son sembrados de cebadas y trigos. Que las medidas de tierra de este término son las normales del campo.

 Que los frutos que más se cogen en este término, son el trigo, cebada, lino cáñamo centeno habas, garbanzos, vinos, aceite, hortaliza, fruta y legumbres.

  Esto es lo poco que se encuentra sobre esta villa, y sobre su cartografía para configurar su término municipal, junto con el cuestionario de 40 preguntas a cada vecinos sobre su estado social y económico, cuantos animales hay de cada clase etc. Elaborado en el año de 1753.

   Tuvimos que esperar más de 30 años, para que se elaborase un nuevo interrogatorio, esta vez por un geógrafo en 1785, don Tomas López, que hace la primera ocasión conocer la vida de este pueblo, de la mano de una de las personas más ilustrada de esta localidad, el Cura Párroco don Diego Garrido.

    Comentando lo siguiente:

   “Esta villa no tiene convento alguno, dentro de su población, pero tiene dos Ermitas. La Santa Misericordia – donde existe Hermandad de crecido número´- y San Sebastián, fuera del pueblo, tiene la Ermita Santa María Salomé.

                                                           


        

    Tiene dehesa boyar poblada de encinas y alcornoques en tierra de monte bajo. Cuentas con varias huertas de particulares con diversos árboles frutales, con naranja chinas, limones, manzanos, peras, membrillos etc. Su producto principal son las brevas y la uva mollar, cuyo valor estimado es 200,000 maravedís. Mientras, la producción de trigo y cebada alcanza entre 8000 a 9000 fanegas.

    Tiene diversas fábricas; 6 hornos de cal de piedra caliza, en cada año labran 3600 cahices, que abastecen la ciudad de Moguer y las villas de San Juan del Puerto, Bollullos del Condado y Almonte.

 Asimismo, hay 4 fábricas de aguardiente, establecida por vecinos de este lugar. Tiene una fábrica de jabón blando, establecida por el industrial don José López, de este vecindario que labrará cada año 600 arrobas de las que surte a otros siete pueblos, que tiene arrendado al Duque de Medinaceli, como dueño de este privilegio, hay tres fábricas de ladrillos de los vecinos locales que labran cada año unos 50,000 ladrillos, así como 60,000 de canales establecida por un vecino natural de Sevilla.

    Es lugar pedáneo de Niebla. En lo gubernativo y económico ejerce la jurisdicción, ordinaria. Hay escuela de Primeras Letras, con enseñanza gratuita a los niños. También existe un Hospital próximo cerca de la Ermita de la Santa Misericordia, donde se recogen a los pobres transeúntes.

   La enfermedad más común son las tercianas, remediadas con la quina. Según quinquenio, ha muerto cada año 55 personas y nacidos según dicho expresado quinquenio 74, tras haber fallecidos 19 de ellos.

  Está, este pueblo cercado por varios cabezos, que viniendo del Norte o camino de Niebla, está nombrado como el Pino, distante de este pueblo como dos tiros de balas y es voz común, tiene dicho nombre por haberse criado en él un pino muy grande y dicho Cabezo, viniendo de Niebla a este pueblo, es nombrado su principio o subida la cuesta del Verbis, cuya altura a juicio prudente será de 400 pasos. El cabezo del Sur se nombra el Campillo, en cuya altura que será de 500 o más pasos, está "un molino de viento". Entre dicho viento y el Levante, está otro que está la Ermita de Santa María Salomé. Y en el otro que está norte y poniente, se hallan seis calvarios donde se reza el Vía Crucis en tiempo de Cuaresma".

 José García Díaz.

 

martes, 29 de julio de 2025

Bonares, en tiempo de los Reyes Católicos.

 



                                                 
                                                           

   En el 27 de febrero de 1435, es donde encontramos un curioso documento, sobre la sentencia notarial entre el Consejo de Niebla y el Consejo de Almonte, por el cual Niebla pierde la postedad de las Arenas Gordas o Playa de Castilla, comprendida entre el Arroyo del Oro hasta el Tendero de la Figuera en beneficio de Almonte.

 ¿Qué, de la dehesa del Carrizal, que era del Conde, hasta arriba del Charco de la Barrosa / que era costa de la mar, que era término de la Figuera, término de Almonte / de la Figuera hasta el Río de Oro por la playa de doña Elvira de Ayala, llamase de Mazagón, que es término de Palos?

    En el año del Señor de 1475.

  Gabriel de Caballón, contador de los Reyes Católicos, da testimonio de la inscripción de la villa de Niebla con sus lugares de su término, donde se nombra la aldea de Bonares en los Libros de los repartimientos de pedidos, existente de la época de Enrique IV.

   Mientras, el 12 de abril de 1490, los Reyes Católicos ordena a los Consejos de Niebla, Villarasa y Bonares que guarden a varios vecinos de Hinojos y Huevar la costumbre de Sevilla de no pagar dos veces por lo mismo. Por mandato en real provisión.

    Don Fernando e Doña Isabel, etcétera, a vos el Consejo / alcaldes, alguacil, regidores o hombres bueno / de la villa de Niebla, Villagrasa y Bonares, con salud y gracia, que en nombre de sus vecinos que tiene hacienda, hacen reclamación a vuestra merced sobre el doble pago del tránsito a varios vecinos de Hinojo e Huevar, para que se tome las medidas de justicia / sobre ellos

   El 23 de agosto del año de 1492, en el mismo A.D.M-S. encontramos en escritura procesal, que Francisco Vellerino, escribano público, da testimonio de la toma de posición por Alonso Hernández Montemayor, en nombre de don Juan Guzmán III tercer Duque de Medina Sidonia y V conde de Niebla, de la villa de Niebla, y los lugares de Villarrasa, Rociana, Lucena y Bonares.

   En la villa de Niebla, domingo 23 días del mes de agosto, / año del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo, / en este día susodicho, podía se ora de tercia poco más o menos, estando ante la puerta del castillo y fortaleza de esta villa de Niebla. / el honrado caballero Alonso Hernández de Montemayor / en presencia de mi Francisco Vellerino, escribano público de esta villa, junto con los testigos que presento ante vuestra merced / hago llamada a las puertas de esta fortaleza, que aún están cerradas / a la cual respondió el portero de ella y abrió el postigo de ella, para hacer su entrada, y es donde se le dice, que toman posesión de propiedades de la villa de Niebla, Villarrasa, Rociana, Lucena y Bonares con todos sus vecinos y propiedades.

                                                           


   

     En el mismo Archivo, años después el 16 de mayo de 1503. encontramos por primera vez documentado el padrón de vecinos y contía de esta villa, con las que se puede servir al conde, en documento notarial en escritura cortesana.

   (La citada “contía”, era la cuantía que deberá de pagar como impuesto, todos los vecinos de este lugar, como contribución al Duque de dos en dos años, en proporción a su estado económico, bajo criterio de un Notario del Consejo de Niebla, y este a su vez nombraban a tres vecinos de los más influyentes y conocidos de este lugar, que en tres días dieron finalizada esta desagradable actividad para muchos lugareños, que veían como le tocaban los bolsillos, dejando a los más pobres libre de este impuesto).

   En el lugar de Bonares, lugar de la villa de Niebla, que es del ilustre señor Duque de Medina Sidonia, conde de la dicha villa, señor de la noble ciudad de Gibraltar, / en nombre de nuestro Señor Jesucristo, / en martes diez y seis días del mes de mayo de nuestro Salvador, de mil quinientos y tres años, en presencia de mí, Juan Martín escribano público del cabildo de este lugar, hicieron que Alonso González de Montemolín notario, y Francisco Vellerino escribano / las contias de dicho lugar por mandato de los regidores,

/ Juan Pérez Cabrera y Ferrán Cuárez todos ellos buenos hombres y como personas para valorar y contar a los vecinos Juan Alonso Redondo, Juan Cuárez y, Pero Martín, los cuales son todos ellos buenos Acontiadores, que juraron en mi presencia en forma de derecho / de hacer dicha labor bien y fielmente, y no encubriese bienes algunos tuviesen, o supiesen de otro vecino de este lugar.

    Vecinos que cuentan en la citada cantía:

Juan Alonso Redondo, Juan Pérez, de Antón Pérez, Juan Pérez Cabrera, Antón Gómez de Bodana, Juan Gonzáles Toro, Juan Rodríguez de Orihuela, / Pero Martín, Pero Juan, Francisco Martín Barriga, Francisco Pérez, Alonso Pérez Barriga, Francisco Martín Chamorro, Cristóbal Martín Caluo, Gonzalo Díaz Romero /.

    Alonso Martín, yerno del Sevillano, Alonso Domínguez Donaire, López Cuárez, Alonso Martin Salvador, Diego Alonso Barriga, Gonzalo Felipe, Pero Alonso Barriga / Juan Cuárez, (al margen: Franco señor San Lázaro), Juan Martín escribano, Luis García Alcalde de este lugar, Juan Martín Barriga, Antón Martín Romo, Alonso Pérez Borrero, / Juan Rodríguez Camacho, Francisco García Remón, Cristóbal Hernández, Pérez Cuárez “el Moro”, Bartolomé Martín, Diego Alonso, / Antón Martín Gilazo, Ferrán Cuárez, Felipe Domínguez, Diego Díaz Bodana, Antón Cuárez, “el Moro” Ferran Sánchez, Fernando Díaz “el de la Calua” Antón Pérez Borrero.

    Fernando Alonso, Cristóbal Cuárez, Antón Díaz, Cristóbal Rodríguez Diego Rodríguez Tolosán “mujeres pobres” Juana Sánchez Antonia Martín “la Gilaza”, y la Xarifa que es pobre y vieja.

     Los menores moros albarranes, Diego Alonso Moreno menor, Cristóbal Rodríguez, que es hijo de, Pero Juan, moro albarrán.

    Así suma este padrón del lugar de Bonares, con pobres, viudas e menores moros, con la cantidad de seis ciento ochenta y cuatro mil maravedíes que van directamente la caja del Duque. Don Laureano y Anasagasti.

   De la parte mejor que se ofrecía en beneficio de este lugar es sin duda, la aportación comercial de la venta de materiales de construcción para mantener la fortaleza de Niebla, dado que después de que, pagábamos el diezmo Bonares, junto con las demás poblaciones del Condado para su mantenimiento y conservación para este castillo, donde este pueblo aportaba los ladrillos, las canales y cal en grandes cantidades, dado que se encuentran bien documentado en la historia de este pueblo.

José García Díaz.

   

  

domingo, 27 de julio de 2025

La aldea de Bonares en el año 1339.

 

                                                       


      

 

       En la Colección Diplomática, dentro de los Archivos de la Casa de Medinasidonia, es donde queda confirmado legalmente  que la conocida como la “Aldea de Bonares”, con fecha del 18 de marzo de este año de 1339, por el reconocimiento de una deuda del Consejo de Niebla y sus aldeas de Trigueros, Beas, Bonares, La Palma y Villalba que se encuentran obligado a pagar al Rey Alfonzo XI los treinta mil maravedís, que este había adelantado a Martín Fernández de Portocarrero por la compra de esta última aldea citada de Villalba.

   Por donde podemos conocer a los dos primeros Alcaldes que se encuentra reconocido y documentado de esta villa, como era Alfonzo Miguel, y Domingo Juan Lozano, que en nombre de sus vecinos aceptaron abonar entre todos ellos, la parte que le corresponde sobre esta deuda con el Rey.

      Mientras el 10 de febrero de 1386, se encuentra otro documento que es una carta misiva con el siguiente mandato dirigida al Consejo de esta aldea, de parte de don Juan de Guzmán, I conde de Niebla, e Adelantado Mayor de la Frontera por mi señor el Rey de todos los alcaldes, / alguaciles y gente buena sobre la restitución de su almojarifazgo,(que era el derecho que pagaba los vecinos sobre los géneros que entraban y salían del pueblo), para hacerlo en el Consejo Niebla, dado que dichos lugares pertenece a sus propios/ por ese motivo se deben de abonarse dicho maravedíes en ella.

   Quedándose así el citado Consejo de Niebla, como de nuevo la organización administrativa y política ya que gobernaba esta villa y sus aldeas correspondientes, a pesar que ya que hacia veinte años que pasó a ser el Condado de Niebla.

      Años después, en el mismo Convento Santa Clara de Moguer, es por donde aparece lo poco documentado que había sobre la vida de esta aldea de Bonares, por aquellos años, cuando el 4 de mayo de 1440, es donde de nuevo encontramos otro contrato de compraventa en una carta notarial:

  “ Se otorga y vendo a vos abadesa o dueña del convento de la / Orden de Santa Clara, que estado usted ostenta, yo Antón Suárez e Alfonzo Pérez, junto con las tierras de, Pero Alfonso Pérez Borrero vecinos todos de Bonares, que se llama dicha tierra el “Redosnero”, junto otro pedazo de tierra que linda con la del “Val de Santa María” dentro de esta aldea de Bonares,/ que linda con las tierras de Pero Alfonso, y con la otra de Alfonso Domínguez Serrano vecinos de esta aldea, vendido en 1,300 maravedíes de la moneda usual que ahora se utiliza, que vale un blanco cinco dinero. ?” Don Laureano y Anasagasti.

                                                       


         

   Ya por aquellos años, se hacía demostración económica la que disponía el citado convento de Santa Clara de Moguer, receptoras de las muchas donaciones privadas, de parte de la Nobleza, y de las ricas acomodadas hacendadas, que, en concepto de rogativas en beneficio de su salud, junto con misas fúnebres después de su muerte, hicieron del citado convento propietarios de la mucha tierra comunales que disponía en el entorno de este pueblo, para dejarlo con las desamortizaciones en la más completa ruina.

    Tuvimos que esperar en febrero del año de 1509, cuando encontramos en las rentas ducales de Medinasidonia  mantenía sobre las aldeas del   Condado de Niebla, según Ladero Quesada, que en aquellos días la población local de Bonares la componían 67 vecinos, ya que en este citado año de 1509  este lugar fue fuertemente diezmado, por las pandemias de la peste negra, que fue las plagas más mortíferas que ha pasado este pueblo en su historia, para que años después empezará a recuperarse bastante bien para llegar a los 104, vecinos en  1534, por donde este pueblo abanaba con la contribución a la Casa de Medinasidonia la suma de 180 reales de vellón con 17 maravedíes, una suma respetable en aquellos días.

    Esta aldea con sus vecinos dependía principalmente en aquellos tiempo de la agricultura como medio de vida, manteniendo el sobrante para su comercio, como era el trigo, dependiendo como casi siempre del tiempo tanto la sequía, como los temporales de lluvias, seguidos del vino y del aceite junto con su ganadería eran la fuente de su economía local.

  José García Díaz.

jueves, 24 de julio de 2025

En el lugar de Bonares en el año de 1321

 

                                                       


           

 

       Es donde se encuentra documentado por primera vez el nombre de la aldea de Niebla, llamada “Bonares”, concretamente el día 29 de junio del citado año de 1321, archivado en pergaminos alojado en el convento de Santa Clara de Moguer, como una carta notarial de compraventa de una heredad en este término, ya que es el mismo que tenía durante el tiempo de la morería, donde los vecinos de Bonares Domingo Yagüe, Pascual Domínguez su hermano, junto con otros vecinos que forman la propiedad del terreno citado que han sido vendido a Salvador Sánchez y a su mujer Teresa Martínez en la suma de tres mil maravedíes.

  El documento archivado en el citado Convento, se encuentra escrito en letras góticas cursivas:

  “Sepan cuanto estas cartas vieren como yo, Domingo Yagüe, y yo Pascual Domínguez su hermano, / hijo que somos de Domingo Yagüe de Bonares, y yo don Gil marido de Marina Domínguez, hija del dicho Yagüe, con consejo por parte de mí, yo Martín Pascual abogado, curador que soy de Johan y de Yagüe hijo del dicho/ con consejo y con acuerdo de los sobredichos sus hermanos y de Martín Millán “clericó”, tío de estos dichos mozos, otorgamos que vendemos a vos Salvador Sánchez escribano y a Teresa Martínez vuestra mujer, vecino de la collación de Santa María de Niebla, un heredamiento de tierra / para pan, que tenemos en término de Bonares, que heredamos de parte del dicho Domingo nuestro padre, y de Johan nuestro suegro / La cual tierra tiene como lindero al vecino Alfonso Pérez que es “vicario” y la otra parte de la tierra es los hijos de Ferrant Domínguez de Bonares, otra parte de la tierra linda con Johan de Ueas / por abajo con el Río Tinto. Vendidas el lote en tres mil maravedíes de moneda blanca, bajo juramento de cobro / para que nunca sea negada.” Don Laureano y Anasagasti.

                                                                   


   Mientras algunos historiadores comentan que ya en el Repartimiento de Sevilla, el Rey Sabio otorgó a Niebla una carta puebla en febrero de 1263, por ser la” primera que ganamos a los moros”, para poder ser poblada por buenos cristianos al servicio de Dios y de “Santa María” y de todos los Santos en honra de la fe católica, junto que se les conceda a todos los vecinos de ella y de las vecinas aldeas queden libre de efectuar el pago de portazgo, sobre la mercancía que se transportarse para el consumo propio.

    Afirmando noticias que la aldea vecina de Bonares, fue repoblada por 62 vecinos, entre ellos algunos de origen vascos, mudéjares que se habían quedado  gracia a los pleitos que les otorgaron el Rey, un matrimonio judío converso, contando además con algunos peones proveniente de la región del Cáucaso, que habían prestado servicio en las filas de los cristianos como mercenarios al servicio del Rey Santo, esto es poco lo que se encuentra hasta ahora por no conocerse del todo bien los padrones de vecindario, junto los libros de heredares, (Ladero Quesada). Sí que hay constancia bajo la confirmación de privilegio, que se prohibía a que los moros y judíos pudiesen comprar tierra alguna en Niebla, sólo se quedaban autorizada las Órdenes Militares y Eclesiástica, pero sobre todo a personas vecinas de Sevilla.

   Ya que, con el tiempo se aclaró que la conquista de Niebla, no tuvo más justificación que ser una razón de Estado, para hacer la reclamación necesaria sobre el Algarbe, por su importancia estratégica y Militar.

  José García Díaz.