Siendo una de las
primeras noticias de los sucesos ocurridos en el recién estrenado ferrocarril
conocido como los trenes de Niebla, la encontramos publicada en el Boletín
Oficial de la Provincia y en la Gaceta de Madrid el 15 de noviembre de 1879,
por parte de don Juan José Rodríguez Bravo, Juez de Primera Instancia de esta ciudad
de Huelva y su Partido.
“Por el presente
cito, y llamo por el término de 15 días, que empezarán a contar desde el día en
que aparezca este anuncio, al fulano Antonio, conocido con el mote “El Marinero”,
y al otro llamado José Suarez, de oficio pintores, a fin de que comparezcan en
este Juzgado citado a prestar declaración en causa contra el maquinista Dámaso
Muñoz Martín, de resultado de haberle pasado por encima de la dicha mano
derecha la Máquina ferroviaria que conducía el citado Dámaso en el Puente de
Niebla en la tarde del jueves día 13 del citado mes de noviembre de 1879.
1889.--El 21
de agosto, en el diario sevillano "El Liberal".
En el día de ayer, el tren número de la línea
de Huelva a Río Tinto, al llegar a la estación de las Mallas se arrojó un
hombre a la vía que quedó completamente destrozado.
El
día 10 de enero de 1909, del diario de La Provincia:
Antes de ayer por la noche ocurrió
una desgracia junto al puente de hierro de la compañía de M.Z.A. sobre el Rio
Tinto, próximo a la estación de Niebla.
Un joven
muchacho natural de Huelva, que vivía actualmente en Niebla, mozo en la casa de
don Buenaventura Rivas, como empleado de la cantera de gravas pasó la tarde
anterior en unión de varios amigos, tomando unas copas en la cantina de
Cantarrana de la estación, donde bien entrada la noche, se dirigió solo hacia
el pueblo, cuando al llegar junto al puente fue alcanzado por el tren correo
descendente de Sevilla, cayendo entre las ruedas. Estas le seccionaron la cabeza, y el cuerpo
del infeliz fue lanzado sobre la vía del río Tinto, que pasa por debajo de
dicho puente.
El juzgado de
Instrucción se personó en el lugar del suceso, ordenando el levantamiento del
cadáver, que presentaba horribles mutilaciones. El brazo izquierdo de la
víctima se encontró a larga distancia del lugar del accidente. La desgraciada
víctima se llamaba Elías Villegas García, de 29 años de edad soltero, en donde aquí
en Huelva había estado empleado de durante varios años, con el maestro de obras
don José Vizcaya.
Solo
cuatro meses después, el día 16 de mayo otra triste noticia de un nuevo
accidente recogido por la prensa provincial: En el día de ayer al alcanzar el
tren mixto procedente de Sevilla el puente sobre el río Tinto, próximo a
Niebla, conocido como el empalme, fue arrollado un hombre que quedó muerto en
el acto, avisado el Juez de la villa, se constituyó en el lugar del suceso,
ordenando el levantamiento del cadáver.
Identificado
este resultó ser el vecino de Rociana del Condado, llamado Rafael Aguilar
Padilla de cincuenta y seis años de edad, soltero y de oficio pastor que había
ido a Niebla conduciendo una piara de ganado.
1910.-- El día 5 de febrero.
Un recluta
lesionado, por la mediación prestada por los viajeros llegados esta tarde a
Huelva, supimos de la noticia que había ocurrido en la estación de Niebla, a
cargo de los reclutas que salieron de de madrugada de Huelva para incorporarse
a sus respectivos cuerpos. Por fortuna el accidente no ha tenido la gravedad
que indicaban los viajeros. Resaltamos los antecedentes que hemos recogidos en
los centros oficiales: Al pasar por la estación de Niebla el tren especial que
conducía a los nuevos reclutas, se arrojaron tres de ellos a la vía, cuando el
convoy llevaba bastante velocidad.
Afortunadamente, las
lesiones que sufrieron dichos individuos son leves, salvo uno de ellos que
resultó con heridas de pronóstico reservado. Los mencionados reclutas se llaman
Francisco Molina García, que resultó ileso; Juan Macías Carrasco; que sufrió
erosiones en la pierna izquierda, y José Legido Martín, que se causó lesiones
en la cara y ojos. Este individuo ha ingresado en el hospital de Niebla,
continuando su viaje los dos primeros en el tren correos. El Juzgado se personó en el lugar del suceso.
El viernes 29
de marzo de 1912 del Diario de Huelva; en la estación de Niebla ha ocurrido
ayer una sensible desgracia motivada por una improvisación, que a pesar de los
muchos accidentes lamentables a que ha dado lugar, parece que no tiene remedio
posible.
El joven
de 17 años, vecino de aquel pueblo, llamado Rafael Márquez Carrillo, trabajador
en la cantera de don Buenaventuras Rivas, que se dirigía a la mencionada
estación a descargar un carro de piedra y al llegar al paso a nivel del camino
de Bonares, vio de venir un tren de mercancía de la línea de Sevilla y se
ocurrió, para hacer el recorrido más rápidamente, subir al convoy, como así lo
hizo.
Al ver que el tren no se detenía en la
estación, se arrojó al andén con tan mala fortuna que le alcanzaron las ruedas
causándoles gravísimas heridas en la cadera y en la pierna derecha.
Avisada la
guardia civil acudió a la estación con el juez municipal y el médico titular.
El infeliz muchacho, cuyo estado era desesperado, pudo decir su nombre y la
forma que había ocurrido el accidente para fallecer poco tiempo después de
crueles sufrimientos, cuando se trasladaba para el hospital de Niebla para
prestarle los auxilios médicos.
1913.--El día 7 de marzo.
Por viajar
sin billete se arroja del tren, en las inmediaciones de la estación de Sevilla
en Niebla, ocurrió en la tarde de ayer un accidente, que no tuvo por fortuna
fatales consecuencia. A la llegada el expreso las personas que se encontraba en
el andén de dicha estación, notaron que una de las portezuelas de los coches se
abría, y un hombre caía en el suelo, rodando largo techo.
Temiendo
que hubiese pasado algo alguna desgracia, se encaminaron varias personas y una
pareja de la guardia civil. al lugar donde había caído el personaje, el cual se
encontraba atontado a consecuencia del golpe y tenía el rostro y las manos
ensangrentada. El lesionado fue conducido al pueblo, donde el médico titular le
curó las diferentes heridas que se produjo en la caída.
Interrogado
acerca de lo ocurrido manifestó que se arrojó al suelo estando el tren en
marcha, por viajar sin billete. En vista de esta declaración, fue detenido,
siendo puesto a disposición del Juzgado municipal.
1914.-- El día 20 de mayo, en el apeadero conocido como
"La Gravera" de la línea Sevilla a Huelva, a ocurrido una
desagradable desgracia.
Una mujer de 55
años, llamada Rocío Acebedo Riva, esposa de unos de los operarios dedicado al
pastoreo de la dehesa de la "Ruisa", se dirigía a buscar agua con un
cántaro al pozo que existe en las inmediaciones de dicho apeadero.
Sin darse cuenta
de la aproximación de un tren de mercancía S. H. número 2 que se dirigía a esa
capital sevillana, atravesó la vía un poco más arriba del paso a nivel siendo
alcanzada por el convoy, que la mutiló horriblemente, produciendo la muerte
instantánea.
Dado el aviso al
Juzgado de Niebla, éste se presentó en el lugar de la desgracia, ordenando el
levantamiento del cadáver y su traslado a la mencionada villa, lo que se hizo
una camilla, conducida por cuatro obreros y custodiada por la guardia civil.
1915.- lunes día 11 de enero. Arrollado por un tren.
El sábado
pasado sobre las cinco de la tarde, ocurrió en la estación de la línea de M. Z.
A., en Niebla, un desgraciado accidente.
Al ponerse en
marcha el tren, quiso subir a uno de los coches el vecino de Bonares, Francisco
Domínguez Martín, que había ido, con otras personas a despedir a los mozos que
venían a incorporarse a la Caja de Reclutamiento.
El domingo tuvo
la desgracia de caer a tierra, pasándole por encima varios vagones y sufriendo
una grave herida en la pierna derecha.
Hasta ayer no fue trasladado a Huelva ingresando en el Hospital en un
estado decaimiento bastante grande. El personal de guardia se apresuró a
prestarle auxilio, amputándole la pierna derecha que estaba destrozada. El
pobre Francisco Domínguez, dejó de existir anoche, habiendo recibido hoy
cristiana sepultura.
1915.--viernes día 29 de octubre. En la mañana de hoy ocurrió
en un paso a nivel de la línea M. Z. A. inmediato a la estación de
Niebla--Empalme, una sensible desgracia.
El vecino de
aquella villa, Eusebio Castellano Jiménez, de 26 años de edad, intentó
atravesar la vía en el momento en que llegaba un tren de mercancías procedente
de Sevilla, con tan mala fortuna, que fue arrollado por el convoy.
Conducido a la
estación, se le prestaron en esta los primeros auxilios, trasladándose a Huelva
en el tren mixto que tiene su llegada a las 10 y media.
En la camilla se
le transportó al Hospital provincial, en que fue asistido por el médico señor
Vásquez Pérez y el practicante señor José Hernández.
En el mencionado
centro benéfico les fueron apreciadas las siguientes lesiones. Fractura del
cuello del húmero izquierdo; fuerte contusión con erosión en las regiones
dorsal y pectoral, del mismo lado; contusiones con erosiones en la regiones maxilar,
nasal, labial y conmoción visceral.
Del
reconocimiento que le fue practicado, no pudo apreciarse si sufría la fractura
de algunas costillas, a causas del gran enfisema que se la ha presentado en la
región dorsal. Su estado fue calificado de grave, se quedó ocupando una cama de
la sala de San Gregorio. Dando parte enseguida al Juzgado de Instrucción.
1016.--Día 23 de febrero. En el Diario de Huelva.
Ayer por la
mañana se desarrolló en la estación de Sevilla de Niebla un sangriento suceso,
en la que un hombre resultó herido de un tiro.
En el citado lugar
se encontraban dos individuos de oficio carreros, discutiendo por asuntos del
trabajo. Cuando uno de ellos empuñando un revólver disparó contra su
adversario, haciendo blanco el proyectil.
El herido se
trasladó en un tren a Huelva, ingresando en la Casa de Socorro, donde le
asistió el médico señor Gil, de una herida producida por arma de fuego. con
orificio de entrada en la región lateral derecha del cuello, hallándose el
proyectil alojado en la región posterior del mismo; cuya lesión fue calificada
de pronóstico menos graves. El herido
que se llama Manuel Lozano Toscano, de 39 años después de asistido se trasladó
a su domicilio en la carretera de Gibraleón. Del suceso se ofició al señor Juez
de Instrucción.
1921.--El día 30 de septiembre. en el D. la P. Arrollado por
un tren el sujeto José López Padilla de 41 años de edad natural de Bonares y
sin domicilio conocido, se tumbó sobre las vías férreas próxima al Dique con la
intención sin duda de echar una siesta.
Poco rato
llevaba el imprudente vagabundo en la susodicha situación, cuando precisamente
por la misma vía que le servía de almohada, se acerco avanzando, por fortuna a
muy poca marcha, una máquina de las que hacen el servicio por aquellos
contornos la cual alcanzó al durmiente.
Gracias a la
prevención del maquinista que frenó al ver a un hombre atravesado en la vía,
las consecuencias no fueron más lamentables.
El José López resultó con una fuerte contusión, erosiones y gran
hematoma, en la articulación del codo izquierdo. Curado en la Casa de Socorro,
no dictaminaron que las lesiones fueran graves.
Notas sobre el ferrocarril de M. Z. A.de
Huelva a Sevilla tenía diario por facturación del pescado, un promedio de medio millón de peseta diaria,
por lo que al citado tramo se les llamó la "Vía de la Plata" por su
rentabilidad.
1922.-- el 25 de marzo en el D. H. Comentamos el siguiente y
raro suceso, ocurrido en la estación de Niebla, de la compañía de M.Z. A.
presta sus servicios como mozo Juan José Conde, de unos 26 años de edad y de
estado casado.
Dicho sujeto y otro,
comentando un asunto de ellos se reían a mandíbula batiente; pero un espectador
que se encontraba esperando el tren, tomó la risa por guasa con su persona,
enarboló una enorme chivata y le propinó al Juan José un garrotazo mayúsculo.
Haciendo presentación en la Casa de Socorro de esta capital donde fue curado de
una herida contusa en la oreja izquierda, siendo calificada de pronostico
reservado.
1923.- El día 9 de febrero. en el Diario de Huelva. Un suceso
ocurrido en el apeadero de "La Gravera" entre Candón y Niebla se
registro ayer tarde un desgraciado suceso.
Un joven llamado
Miguel Ruíz Sánchez, de 26 años de edad hijo del factor de la Estación de las
Mallas, que había venido de recreo a Huelva con varios amigos, al regresar al
dicho apeadero, fue arrollado por el tren, resultando con graves lesiones.
Según informes, Miguel se apeó del convoy
cuándo estaba en marcha, teniendo la desgracia de resbalar y pasándole las
ruedas de unos de los vagones por la pierna derecha, ingresando enseguida en el
Hospital provincial. donde se le practicó una delicada operación quirúrgica,
habiéndole necesidad de amputarle la pierna lesionada por la parte de su tercio
inferior, estando su estado grave.
José García Díaz.