Se celebró la
operación de desembarco “Onubex II” en las costas onubense de Mazagón el día
jueves día 14 de mayo, en el sector comprendido entre el Picacho y la Torre del
Oro. Siendo observada las maniobras el capitán general de la Segunda Región
Militar, el teniente general don Manuel Marote González; el gobernador militar
de Huelva, coronel don Pedro Merry Gordón; el general Lacalle; el jefe del
mando anfibio, contralmirante Cervera y el jefe de la operación de desembarco
“Onubex II”, el capitán de navío Díaz Cuñado y otros jefes.
Al romper la mañana
del jueves día 13 de mayo de 1966, se celebró en la playa de Mazagón, la
operación de desembarco citada, para proporcionar adiestramiento a la
Agrupación de Infantería de Marina del Grupo Especial de San Fernando, así como
a la unidad de desembarco de El Ferrol del Caudillo, conjuntamente con las
unidades del mando anfibio, al mando del contraalmirante Cervera.
La fuerza anfibia
operativa que vino al mando del capitán de navío señor Díaz Cuñado, esta
compuesta por el batallón reforzado de desembarco y elementos del Grupo de
Apoyo de Infantería de Marina, que manda el teniente coronel señor Hervella, y
las unidades navales, Grupo de Transporte “T. A. Aragón “y T. A. Castilla”; las
lanchas de desembarco “número 1 y 2”; buque de desembarco “Número 3” y la
fragata” Liniers”, como unidad de apoyo de fuego naval.
Como observadores
del ejercicio asistieron el Capitán General de la Segunda Región, teniente
General Maroto González con el general Maroto con el general de Estado Mayor,
Lapeña, llegado en helicóptero desde Cádiz y además los profesores y alumnos de
la Escuela de Estado Mayor de la Armada, del Ejército de Tierra y del Aire con
un total de cien personas entre jefes y oficiales.
Entre aquellos
alumnos figuran un italiano y otro francés, del Arma de Infantería, y un
tercero americano, de la Marina.
El supuesto táctico
consistió en establecer una cabeza de puente en la costa de Mazagón, como base
de un equipo de radar y una estación de radio que tendría la misión orientarse
los lanzamientos de proyectiles y “misiles” contra el enemigo destinados en
puntos de Europa.
El desembarco está
previsto para la hora H. del día de hoy, donde se desarrollará en dos fases, la
primera con el desembarco citado y la segunda con ocupaciones de los objetivos
citados en donde se daría por terminada, en un periodo de tiempo destinado de
unas cuatro horas.
Días después, se
supo que los técnicos militares, habían escogidos para esta misión la zona
conocida como los “Asperillos” y el “Médano del Oro” como zona estratégica de
defensa de la costa de Huelva, antes los nuevos acontecimientos que se estaba
desarrollando en la nueva zona del “Polo Industrial”, junto con la apertura
próxima refinería de petróleo. Donde las antiguas defensas ofrecidas por las
baterías del “Picacho” quedaban actualmente algo obsoletas en aquellos
momentos.
Y por este motivo,
sale en la prensa de aquellos días y, se publica la graciosa e inesperada
noticia” Huelva, será nuestro Cabo Cañaveral en la zona costera de Mazagón.
(Dado que en aquellos días la radio y la televisión lo comentaba a diario,
mientras los periódicos lo sacaban en primeras páginas los trabajos de los
astronautas en la carrera espacial; por lo tanto, había que inventar una
pequeña NASA en Mazagón).
En donde los
primeros cohetes serán lanzados en el otoño, dado que está todo preparado y
fijada la fecha para el lanzamiento por parte del INTA (Instituto Nacional de
la Técnica Espacial) de los cohetes españoles, que será la realidad la carrera
espacial española, y muchas cosas más.
Mazagón será en el
próximo otoño nuestro Cabo Cañaveral, según noticia en la Prensa local
alicantina recogiendo unas declaraciones de los generales Calvo y López Marín,
el primero director del proyecto espacial.
Según el general
Calvo Rodés, los cohetes serán lanzados en octubre, según podemos creer, si no
hay contratiempo, donde el único significado que tiene para España, es
simplemente experimental y están dentro del programa “preparatorio” de nuestra
carrera del espacio. Donde su carácter será de “sondeos meteorológicos”. Dado
que son menos caros que si fueran de otro tipo, como el militar. Su simplicidad
y poca altura nos permitirá aprender en España a lanzarlos, a establecer un
radar en vuelo, recibir información del mismo etc.
Se emplearán según
dice el General, diecisiete tipos “Squa”, americanos, con un “techo” de
cuarenta mil metros. En donde estamos en cooperación con la Nasa y pronto nos
uniremos a la SCENS, de Francia.
Si entraremos en
una carrera espacial. Todo dependerá del Gobierno, al que le será presentado un
proyecto el mes próximo y que, naturalmente, no sabemos si será aceptado.
Dado que la INTA,
es un Comité científico compuesto por doctores, técnicos, ingenieros y especialistas,
todos de nacionalidad española. Ya que han participado y colaborando en un programa
aeronáutico, donde prestaron servicio de gran interés científico en los
experimentos norteamericanos del “Geminis”, y algunos más.
Por Marta Ruiz. Del diario
“Arriba”.
José García Díaz.