jueves, 7 de julio de 2016

Crónica negra en este pueblo.

                                  
Llanos del Pilar donde pelearon los hermanos Díaz Pancho.

                  Día 23 de Febrero del año de 1916.
                          En el Diario de Huelva.
          Ayer por la mañana se desarrolló  en la estación de Sevilla de Niebla un sangriento suceso, en la que un hombre resultó herido de un tiro.
    En el citado lugar se encontraban dos individuos de oficio carreros, discutiendo por asuntos del trabajo. Cuando uno de ellos empuñando un revólver disparó contra su adversario, haciendo blanco el proyectil.
    El herido se trasladó en un tren a Huelva, ingresando en la Casa de Socorro, donde le asistió el médico señor Gil, de una herida producida por arma de fuego. con orificio de entrada en la región lateral derecha del cuello, hallándose el proyectil alojado en la región posterior del mismo; cuya lesión fue calificada de pronóstico menos graves.
      El herido que se llama Manuel Lozano Toscano, de 39 años después de asistido se trasladó a su domicilio en la carretera de Gibraleón.
   Mientras el responsable de los disparos es el vecino de Bonares, llamado José Fernández Limón, apodado "Joselito El Tuerto", que tiene la citada estación como su centro de trabajo.
    Del suceso se ofició al señor Juez de Instrucción que pasó a su detención y ingreso a la cárcel.
     El día 6 de Junio de 1916, según el parte de ayer del servicio de prensa del Gobierno civil, donde nos cuenta que en la madrugada del  Jueves día 5, siendo las 6 treinta de la mañana dos jóvenes de este pueblo llamado Alfonzo Velo García y José Molín Carrasco, de 21 y 20 años respectivamente.
     Los hechos tuvieron el resultado motivado por la discusión de  asuntos de un amorío con una moza de este pueblo, que no faltaron ataque de celos por partes de los dos chavales, que motivaron el resultado que el Molín Carrasco cayó al suelo con dos heridas de balas de revólver y una de las cuales en el brazo y la otra en el estómago cuyo pronóstico es grave.
      Se da el caso de que el joven Alfonzo Velo García, había participado de testigo días atrás en el Juzgado de Instrucción de Moguer. Por los hechos ocurrido el año anterior el Lunes día 11 de Enero, donde citamos lo siguiente:
           Cuando el sábado pasado sobre las cinco de la tarde, ocurrió en la estación de la línea de M. Z. A., en Niebla, un desgraciado accidente.
         Al ponerse en marcha el tren, quiso subir a uno de los coches el vecino de Bonares, Francisco Domínguez Martín, que había ido, con otras personas a despedir a los mozos que venía a incorporarse a la Caja de Reclutamiento.
   Para participar en el sorteo de los 17 quintos bonariegos que iban como destino el África, celebrándose en la plaza de toro ese mismo día.
       El citado Francisco Domínguez  tuvo la desgracia de caer a tierra, pasándole por encima varios vagones y sufriendo una grave herida en la pierna derecha.
      Hasta ayer no fue trasladado a Huelva ingresando en el Hospital en un estado decaimiento bastante grande.
   Del Gobierno civil de esta provincia, citando el parte de servicio para la prensa del día 8 se Septiembre de este año  de 1916.
    Sobre un suceso sangriento que en la villa de Bonares se ha desarrollado, por ser los protagonistas vecinos muy conocidos, ha causado mucha impresión y disgusto en aquel vecindario.
   Según la referencia oficial redactada, por la guardia civil del citado pueblo, se desarrolló de la siguiente manera.
    Entre los hermanos Antonio y Vicente Díaz Pancho, existían hondas diferencia motivadas por asuntos de familia de cara como se repartió una herencia.
   A tanto llegó el malestar entre ambos hermano que, en una discusión que sostuvieron hace dos días, como no se pusieron de acuerdo, se agredieron con las manos.
      Para evitar que la cuestión no tuviera un trágico desenlace, intervino un cuñado de los hermanos Díaz Pancho, un joven de 23 años llamado Juan Beltrán Márquez, con tan mala fortuna que el Antonio, ciego de un ataque de locura, cogiendo un cuchillo, le asestó dos terribles puñaladas en el pecho, haciéndole caer a tierra entre  un charco de sangre.
       El criminal, una vez cometido su delito, se presentó en la casa del Juez municipal, don Agustín Acevedo, haciéndole entrega del arma para ser ingresado enseguida en la cárcel.
      El herido fue curado por el médico titular de esta villa, calificando el estado del herido de extrema gravedad.

   José García Díaz.
      




miércoles, 6 de julio de 2016

Un recuerdo de Niebla.

                                                     


           En este año de 1916 y con fecha del Viernes día 12 de Febrero, y a través del diario  "La Provincia" resaltamos esta noticia donde aparece por primera vez el nombre de Mis Elena Whishaw.
    Con gran júbilo ha sido acogido la población de Niebla, la noticia de la próxima visita de los reyes a esta histórica villa. ya que el proyecto de regalarle por suscripción popular un álbum con magnificas fotografías de la belleza arqueológicas de Niebla.
       Para agasajar a los soberanos, organizamos excursiones a la torre romana restaurada por la citada señora inglesa, y a las murallas ciclópeas descubiertas de los tiempos del rey Argoantonio, cuyo pies está el puerto ibérico donde anclaron las naves del Rey de Salomón cuando vinieron por estaño, para la fabricación de los grandísimos templo de Jerusalén en las regiones de Tharsis.
    El diario "La Provincia" con fecha del Martes día 27 de Junio de este año, nos cuentan, que han recibido la segunda nota de prensa para su publicación de parte de la Sra. Elena Whishaw donde nos pone en conocimiento para los aficionados de la Historia, de lo que es el magnífico torreón romano conocido por el nombre de "La Torre del Buey", junto a la puerta del mismo nombre en las murallas de Niebla, se encuentra ya puesto en condiciones de seguridad, encontrándose habilitado por dentro para que pueda ser visitado por todos las aficionados al arte y la arqueología.
       En atención de su trabajo, dicha señora manifiesta que por tener su nacionalidad inglesa, no ha visto reparo por parte de las autoridades el derecho de habitar la citada Torre del Buey por el tiempo que estime oportuno, así mismo permitiéndole las obras que crean necesaria para su restauración en tan importante monumento histórico.
      La distinguida dama nos expresa la manera de hacernos constar su gratitud por las infinitas atenciones que recibe diariamente por parte de las autoridades locales y del todo el pueblo de Niebla. Así de los elementos intelectuales de la provincia de Huelva, que está profundamente impresionada por la citada labor de restauración.

                 Niebla. Junio de 1916.





lunes, 27 de junio de 2016

Una de brujería.

               
                                                    

                    El 11 de Octubre de este año de 1914.

                Con el título de Nigromancia y Brugería.
          Una mujer pierde unos billetes y busca una adivinadora.--El muñeco portentoso.-- La víctima de una imbecilidad protesta y no la oyen.-- ¿Pero cuando la cultura en España llegará a imponerse.


        En el vecino pueblo de San Juan del Puerto desde hace unos días, es el tema de todas las conversaciones y la comidilla de las comadres de barrio, un suceso extraño que demuestra la imbecilidad humana y del cual está siendo víctima una persona honrada a quién no se le imputa.
        El caso es peregrino y merece ser relatado.
      Una mujer de cierta calle se pone un día a sacar ropa de su cómoda o arca, y con la ropa saca un canuto de la licencia militar de su marido, en cuyo artefacto guardaba doscientas cincuenta pesetas en billetes del Banco.
    Una niña de corta edad que está en la casa, coge el canuto, en un momento de distracción de su dueña, lo abre y saca los "papelitos" y los tiras no sabe dónde. Después aparece un billete de cien pesetas en el corral. La pregunta a la niña ha echado los otros y le dice que un hombre que pasó por la calle cogió uno, pero no sabe decir que hombre es, y que viene lo peregrino del caso.
       La mujer perjudicada, en vista de la declaración de la niña, no encuentra otro medio más sencillo, para averiguar qué hombre es el que ha cogido el dinero, que tomar el tren a marchar  hacia Huelva a ver una !adivinadora! a quien conocía.
       La bruja Sibila le pregunta quienes y como son sus conocidos y la gente extraña a la vecindad que frecuenta la calle, y entre estas personas aparece el nombre de una que a diario va a aquellos sitios para hablar con su novia.
       Entonces la bruja, hace varias operaciones con las cartas y cuando termina las nigromancias experiencias, anuncia haber adivinado (! cómo no!) la persona que tiene el dinero, pero como lista como todos las arpías que se dedican a cazar tontos, no da el nombre de la persona, si no que saca un  muñeco y le dice a la mujer en tono enigmático que los billetes se hallan en poder de quien se parezca a aquel muñeco.
        Por coincidencia singular, la embaucada creer ver entre el fantoche y la persona aludida y, ¿para qué más prueba?. Se viene a su casa y le acusa pública y privadamente de poseer el dinero extraviado, resultando ser el vecino Antonio Moreno Díaz, apodado el " Niño María" natural de la villa próxima de Bonares.
        La víctima, al verse injuriada, calumniada tan sin fundamento, recurre a la justicia, pero no encuentra un testigo, a pesar de serlo las mismas ante quienes la mujer le ha acusado, con todo lo cual se da el insólito caso de que en pleno siglo veinte, por una adivinadora viva y una mujer idiota, esté manchada y entredicho la reputación de un hombre honrado.
       Parece increíble que tales cosas ocurran en países civilizados y más increíble todavía que se permita que ese grupo de saludadores, brujas, adivinadores, etc. que constituyen cientos por todas las capitales españolas, son en realidad una vergüenza de un país que se considera culto.

  José García Díaz.
  
















jueves, 23 de junio de 2016

Nueva excursión a Niebla,

                                                            
 Niebla 2 de Noviembre de 1926.

        De maravillosa puede calificarse el acto del Viernes día 20 de  Junio de 1915 en la larga historia de la Villa de Niebla, organizada por el párroco, don Cristóbal Jurado, y que dejará recuerdos bonito en los habitantes de este pueblo.
         Este día empezó con la entrada en la parroquia de la hermosa y artística imagen del Corazón de Jesús, que la Marquesa de Domech, doña Carmen Villavicencio había regalado a la misma.
          En un tren especial, cedido por la compañía de Río- Tinto, llegaron por la mañana, las autoridades de Huelva invitadas al acto, don Eduardo Rivadulla, Gobernador Civil de la Provincia, Presidente de la Audiencia don Fernando Morales F. de Rodas, el Delegado de Hacienda, don Luís Cos -Gayón, el Ingeniero del Puerto don Francisco Montenegro, don José Marchena Colombo, Presidente de la Sociedad Colombina Onubense, el Fiscal de su Majestad, don Bernardo Cos --Gayón, el Comandante de Marina de Ayamonte, don Enrique López, el Director de la Escuela de Bellas Artes, el gran pintor, Don Eugenio Hermoso, el distinguido Representante Oficial de la Compañía de Tharsis, don José Domínguez, el ex- diputado provincial, don José Domínguez, el ex diputado provincial, don José García León, el profesor de filosofía del Instituto, don Félix Andols, el abogado don Guillermo García, el popular fotógrafo don Diego Calle, el representante de la Compañía de Alcalí don Guillermo Duclós, el Arquitecto Municipal de Huelva, don Gonzalo Aguado y don Ramón Peris redactor del "Diario de Huelva".
          En representación del clero de la capital venían en el mismo tren especial, el capellán del Santo Angel, don Sebastián Gómez y  el profesor de religión de la Escuela Normal, don José Sánchez del Campo.
        De los pueblos del Condado llegaron los párrocos de Villarrasa, de San Juan, de Lucena y de La Palma.
       Repique de campanas y fuego de artificios anunciaron al pueblo la llegadas de las autoridades provinciales y el clero, a las cuales esperaban el alcalde del pueblo don José Manuel Pacheco, el cura organizador de la fiesta don Cristóbal Jurado, el Juez Municipal don Agustín Alés, el médico titular don Casiano López, el secretario del Ayuntamiento don Pedro Barrera, y el propietario don José J. Ortega dándole la bienvenida.
    Los distinguidos visitantes se dedicaron a ver los antiguos monumentos de la Sibla morisca, admirando el Museo parroquial, coleccionado por el señor Cura párroco, el Alcázar señorial y las colecciones sobre la prehistoria de los señores Buenaventura Rivas y Jurado.
    En casa de Teodoro Ibáñez, por  encargo de don Serafín López, propietario de la Cervecería de Viena de Huelva, fueron obsequiado con vino y aperitivos, en el sitio llamado el Gurugú, preciosa las vistas de las alamedas del Tinto, y desde la cual se dominan unas panorámicas bellísimas, para marcharnos a la casa  de doña Consuelo del Real. En donde se celebró el banquete que el señor cura obsequiabas a las autoridades e invitados.
          El comedor situado en un hermoso sitio, estaba adornado con gustos exquisito por ramos de flores, preparado para el  almuerzo.
        Todo el tiempo que duró el banquete, estuvo amenizado con bastante acierto por piezas escogidas por la banda de música de Bonares.
       Terminó el acto con un saludo del señor Cura Párroco al señor Gobernador, a las autoridades e invitados forasteros, que fue contestada con un breve discurso, elocuente y cariñoso por el señor Gobernador, ensalzando el acto de fraternal democracia el Representante de Tharsis, don José Domínguez López y oyéndose vivas y aplausos.
       Por la tarde se celebró la entrada triunfal de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, que resultó solemnísima y emocionante. Numerosos estandartes y banderas acompañaban la comitiva. Las calles se hallaban engalanadas con vistosas colgaduras y tapizadas de yerbas olorosas. Los párrocos ostentaban capas pluviales blancas, dando al cuadro un aspecto catedralicio, yendo, precedidos de un simpecado bordado en oro de la adoración Nocturna.
    En magníficas andas adornadas de flores iban los patronos del pueblo San Walabonso y Santa María, únicos santos mártires de la Provincia de Huelva y la patrona Nuestra Señora del Pino. Numerosas niñas vestidas de blanco como cándidas palomas, llevando en sus manos velas y ramos de flores. Al frente del lujoso cortejo marchaba la guardia civil a caballo de Trigueros y cerraban la vistosa procesión el señor cura, don Cristóbal Jurado, que llevaba el traje de Capellán de Honor de su Majestad y lucía numerosas medallas de Academias científicas y literarias y otros premios de oro, conseguidos en sus lides históricas, llevando a sus lados al ilustrísimo Gobernador civil y al señor Presidente de la Audiencia, seguidos de las autoridades locales e invitados.
             La banda de música de Bonares tocaban marchas solemnes.
       El momento de descubrir y bendecir la imagen, que se hallaba depositada en la Puerta romana, llamada la del Socorro, convertida en improvisada capilla, fue de profunda emoción. Las salvas de fuego artificiales alternaban con los vivas fervorosos. Los bronces con sus argentinos ecos parecían los heraldos de la victoria y del triunfo.
       Concluidas las solemnes fiestas religiosas de las que se tomaron varias instantáneas por los distinguidos fotógrafos, don Diego Calle y el señor Garrido y por el invitado don Guillermo Duclós, se organizó la despedida del señor Gobernador civil, autoridades y demás invitados de Huelva.
        Procedía la guardia civil de a caballo y a continuación el señor Gobernador, presidente de la Audiencia y demás excursionista, acompañados de las autoridades locales, del pueblo en masa, que  no cesaba de vitorear a todos, y de la banda de música de Bonares, tan bien dirigida por don Fernando de  Vega "El Vicano".
        Al partir el tren se dieron vivas entusiastas a todos los señores de la capital, a Huelva y a Niebla, dejándose oir los acordes de la marcha real.
 
             C. J.

     


martes, 21 de junio de 2016

El porquero

                                                               
         
        Con la flacucha mochila mugrienta de piel de cabra, pendiente de los cansados hombros, y la temblona diestra apoyada en nudoso cayado de recio chopo, pausado e indiferente, por entre áspero cerros y rápidas barrancadas, va arreando el viejo porquero al voraz ejército de cerdo.
          Fresco muchachote de complexión robusta, con grandes bríos y cantar potente, varea ligero la centenarias encinas, obligándole a ceder sus nutritivos frutos a la hambrienta y gruñona tropa que camina, incierta y errante, por el encinar.
         El sol se muestra con toda su esplendidez sobre el horizonte transparente y diáfano, rielando sus rayos sobre las menudas gotas del rocío y de la escarcha.
      El ejército devorador avanza pausadamente en dirección a los grandes charcones de agua enlodada, que en los accidentes del terreno agreste, dejó las lluvias de días anteriores, charcones en donde deleitosamente refrescarán su ardiente piel.
     Zagal y porquero yantan negruzco pan y rancio tasajo, bajo secular encina, pasando la hora del sesteo en rudo platicar, volviendo paciente por la tarde a la tarea de pasear el ganado por las parvas de bellotas regresando al obscurecer a la majada que en la meseta del cerro se yergue parduzca, acogiendo en su seno a puercos y porqueros, el que en primitivo camalecho da descanso a su ya gastado cuerpo por el constante batallar de la vida.
          La fría noche extiende su negro capote, y allá en la soledad de los campos oyese el ingrato gruñir de la voracidad nunca sastifecha.

    En la Sierra de Huelva, Noviembre de 1913 por Antonio Morgado.

       José García Díaz.
   


lunes, 20 de junio de 2016

La horca para dos bonariegos.

                                                   

      

         Con fecha del día 2 de Marzo de 1915.
    Del informe de la prisión correccional de Huelva donde se hallan actualmente dos individuos condenados a la pena de muerte.
     Estos dos pobres infelices, dos jóvenes del pueblo de Bonares, llamados Francisco Pérez Martín (a) "El Cagahigo" y José de la Torre Martín (a) "El Cojo Zarate".
       Grande  y macabro fue su delito, pero la piedad debe mostrarse en favor de estos dos desgraciados que guardan conjunta ansiedad natural que  el más alto Tribunal de la Nación, confirme la terrible sentencia que hace unos meses dictó la Audiencia de esta capital.
       Estos dos jóvenes víctimas de su incultura, impulsados por los perversos instinto que una mala educación había hecho germinar en sus oscuros cerebros, asesinaron a una pobre mujer, llamada Salomé Pérez "La Bejarana" que había sido más que una madre para el "Cojo Zarate".
         Horrorizados de su acción, temiendo ser sorprendido, huyeron al campo, en el paraje conocido como "El Corchito" sin consumar el dinero del robo que era lo que les indujo a cometer el crimen ocurrido en la calle de "La Ermita".
       La Justicia humana, pesó y analizó los hechos tras el laborioso trabajo de la guardia civil pronunció su fallo; la Justicia de los hombre los han condenado a morir en el infamante tablao erigido para patíbulo.
       Es la hora de que la piedad, ese hermoso sentimiento que anda en los corazones humanos, dejen oír su voz pidiendo clemencia para esos desgraciados que acaso arrepentidos de su atroz delito, aguardan angustiado el terrible momento.
       la Semana Santa se aproxima. Dentro de poco, el mundo cristiano conmemorará los sufrimientos de Aquel que se sacrificó por todos los hombres y en esos días, indulta de la pena de muerte a muchos infelices.
      La sentencia de la pena de muerte que pesa sobre Pérez Martín y Torre Martín, se halla actualmente a informes del Tribunal Supremo.
         Nuestro ilustre paisano el Ministro de Gracia y Justicia señor Burgos y Mazo, cuyos humanitarios sentimientos son tan conocidos, puede activar la tramitación del expediente y proponer a sus compañeros de Gabinetes que aconsejen el indulto de los reos de Bonares con motivo del Viernes Santo.
       De este modo, nuestro ilustre paisano evitaría al pueblo bonariego un día más de luto.
        Diario "La Provincia". del día 6 de Marzo de este mes. Pidiendo clemencia por los reos de Bonares.
         En Isla Cristina se han reunido los obreros de la sociedad de maquinistas, El Progreso de Ayamonte e Isla Cristina y la  de fogoneros "La Razón" acordando dirigir un mensaje al Ministro de Justicia D. Manuel Burgos pidiéndole que interponga su influencia para conseguir el indulto de los desgraciados reos de Bonares condenados próximamente a la muerte en la horca.
   La actitud de estos obreros secundando la iniciativa de este diario, pidiendo clemencia para estos desgraciados es digo de los mayores elogios. Para los responsable del asesinato ocurrido en Noviembre de 1912.
     Esa generosidad que muestran los pueblos cultos deben congratularse con la actitud tomada por estos obreros, que acordaron gestionar que no mueran dos de su semejantes.
    Los obreros dicen en la sentida carta que nos dirigen dando cuenta de su acuerdo.
       "Por humanidad debemos pedir perdón para esos dos seres desgraciados que asesinaron por egoísmo hijo de la ignorancia y de la incultura, evitando un día de luto a nuestra capital. Olvidemos su delito del que acoso sean irresponsable y procuremos que no desaparezcan semejantes cuyas vidas como la de todos los hombres son sagradas"
          Odia el delito y compadece al delincuente.
      !Hermosas palabra estas que los obreros de Isla Cristina no olvidan y que todos los hombres debieran llevar en su corazón!
     La carta está firmada por el presidente don Manuel Gabiño y el Secretario don José Cantero de la mencionada Sociedad de Obreros maquinista de Ayamonte e Isla Cristina, "El Progeso".
         Con fecha de 19 de Marzo llega noticia de que el recurso de casación en la sentencia de muerte recaída contra los desgraciados Francisco Pérez y José de la Torre, ha sido visto ya en el Tribunal Supremo que han confirmado el terrible fallo.
      Esperamos, dados los momentos decisivos en que se encuentra este triste asunto, que por todas las entidades de la provincia y por los representantes en Cortes hagan las más prontas gestiones cerca del Gobierno para alcanzar piedad para los desgraciados de Bonares. Ya que la cita con el patíbulo está demasiado cerca.
        En la parte que concierne al señor Burgos y Mazo, hay que tener absoluta confianza en pro de los reos, tanto más cuanto que estos son naturales de un pueblo del distrito representado por nuestro ilustre paisano durante varias legislatura.
    Días después, en el diario el Progreso de Sevilla decía el 22 de Marzo recogía esta noticia. Firmado por todo el pueblo de Bonares, se ha dirigido un mensaje al ministro de Gracia y Justicia, solicitando que entre los indultos que habrán de ser concedidos por S. M. el día de Viernes Santo figuren los dos bonariegos.

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   Del diario "la Provincia" del 4 de Abril. Con gran satisfacción se supo ayer de la noticia del indulto de la que iba ser próxima pena de muerte que sobre ellos pesaba, los autores del crimen de Bonares.
        Para Huelva y para la provincia, de muchos pueblos que se habían dirigido al Gobierno escritos en demanda del perdón, fue ayer un día de júbilo.
   En Bonares de donde eran los condenados, no hay que decir la alegría con que ha sido cogida la noticia del indulto, ya que se esperaba su eminente ejecusion.
     El Gobernador civil de la provincia, señor Rivadulla, recibió también un telegrama del Jefe Superior de Palacio que reproducimos:
        "Tengo el honor de participarle que S. M. el Rey, haciendo uso de su Regia rogativa en el acto de la Adoración de la Cruz, ha indultado a Francisco Prez Martín y José de la Torre Martín ambos condenados a muerte".
       José de la Torre, "Cojo Zarate" murió en Agosto de 1945 a la edad de 60 años, permaneciendo en el penal de Santa María casi cuarenta año de prisión donde murió por neumonía.
   Mientras Francisco Pérez Martín fue trasladado al penal del Monte Hacho en Ceuta, donde no hay información de lo que fue de su vida carcelaria.

   Del A. H. H. y de los diarios mencionados.

   José García Díaz.


sábado, 18 de junio de 2016

La maldición gitana.

                                                            


---No sé porque este contrato me va a salí má-- se decía Elena en Sevilla antes de tomar el tren para un pueblo de Huelva donde había sido contratada por un empresario con vista.
    Y fue a ver a la gitana que le preconizaba su porvenir con un lujo de detalle inconcebibles.
----Mía, Coralito, voy a un pueblo y quisiera me hicieras el horóscopo.
---Ven acá carita de cielo, entraña de mi corazón y te diré tóo lo que te vá a pasá.
---Vamos ayá.
---Pué verá: ese home que atí te camela te tíe maldesía gitanamente, y veo en el cielo que te va a ocurrí una desgracia mu grande.
---¿De verdá Coraliyo?.
---Sí, ange de mi calabozo.
----Pué... entonse... no voy.
---Sí tendrá que ir.

                                                   II

---Elena, ¿te vas?.
---Sí, Antonio déjame ya, te lo suplico; si yo no te puedo queré, si yo tengo que vivir de otro modo, si yo...  Antonio, por Dió!
---Tu lo quieres, sea, yo te maldigo!
---Oh, él, la gitana! ! si me lo ha dicho!... ! Jesú mío, ten misericordia de mí.

                                                III

       Llegó al pueblo donde la contrata tenía efecto; después de una serie de peripecias ora cómicas, ora trágicas, y en las cuales creyó ella ver siempre la maldición gitana que le alucinaba y enlo quecía.
    El recibimiento fue digno de Elenita, de la artista sin par, bonita como una perla engarzada en oro, gentil como una reina descendiendo de su trono. Pobre Elena, cuanto reía ante las ovaciones delirantes de los públicos, y cuanto lloraba sus soledades, cuando ella no sospechaba que la viera nadie.

                                                   IV

        Llegó el día del debut, el público se apiñaba en contaduría para admirar su arte inimitable, el teatro se vio pronto repleto, el empresario reía satisfecho de su acierto y la pobre Elena, esperaba impaciente la "tercera" para salir a escena.
     Llegó la hora, se alzó el telón con majestad de príncipe orgulloso, se hizo el silencio en toda la línea y apareció la gentil Elena bailando una danza oriental de mucho éxito. Pero de pronto se oye un grito desgarrador, el público se pone en pie. Elena cae al suelo como herida por el rayo, y en la sala de butacas se escuchaba una carcajada brutal y una voz que grita:
---!"La maldición"!

                                               V

      En la portería del hospital aguardaban dos personas para ver a Elena; pronto le fue concedida audiencia a la una; la otra, esperó turno,
 ---!Coraliyo!
----!Eleniya mía!
---!Tu aquí!
---!La maldición, la maldición!
---Po sabe nena mía quien fue ese mardito.
---No, Coral, no.
---El que te quíe.
---!Antonio!
---Ahí está.
---Que entre.
---No, espera,
---Que.
---Espera a que te diga como va a  aproba su cariño; si te quíe bien ha de jaser una chupadra en esa jeria der pie, que esta envenenao, que...
---!Coraliyo!
---Adio, hasta ahora
    y entró Antonio, la vio, se sonrió muy triste y después lloró besándole una mano;
---Perdón Elena mía--le dijo-- yo tengo la culpa de tu mal, perdóname; ciego por tu cariño, cuando supe que te ibas y me dejabas, me fui detrás de tí, y al llegar al teatro donde ibas a trabajar, envenene unos clavos...
----!Tú!
---Si, que te sirvieron de puñal, que te están matando, que te matarán.
---!Te odio, vete!...
---No, Elena, vengo a salvarte; me ha dicho la gitana que chupando la herida te podré salvar.
----Si, si, lo mismo me ha dicho...
---Entonces....
----Veré si me quieres.

                                                   VII

        Aquel hombre se moría sin remedio, había extraído con sus labios el veneno del clavo y...!pobrecillo Antonio!
       Agonizaba, Elena lloraba y besaba frenética, nerviosa, su frente ya amarillenta.
---Antonio, Antonio, si yo te quiero-- pero era tarde, Antonio esperaba entre sus brazos de arminio.
     Ya era tarde para salvarlo, pero entonces fué cuando germinó un cariño inmenso para aquel hombre que ya... no era nada.
   Y la muerte de nuevo tuvo que triturar entre sus garras una vida para que el amor triunfara como soberano absoluto.
---!Tarde, siempre tarde!

   Por Fardet, del trabajo cuentos y leyendas, en La Palma 1913.