El arzobispo don Remondo.-
Un homenaje póstumo al cronista oficial de esta ciudad, el señor don Eduardo Ortega Egurrola.
Don Remondo o
Raimundo de Losana, se comenta en su biografía ´que nació en Segovia, donde
ejerció después con los años como obispo en el año de 1249, y que se cree que murió en
1286. Estuvo como prelado de la iglesia hispalense entre los años de 1259 y 1286.
Ejercía como Chanciller mayor de San Fernando,
presto Obispo de Segovia, Gobernador del Arzobispado de Sevilla, y después su
arzobispo. Y teniendo bajo su capa muchos Regulares de las Religiones de San
Benito, Santo Domingo, San Francisco, la Merced, la Santísima
Trinidad. Confesor de San Fernando, y del Beato Domingo. De la Merced, según
esta recibido en Sevilla, su fundador y General de San Pedro Nolasco, si esto
no concuerda con las mejores historias
de la Santísima Trinidad de fray Luis Freyja, con otros compañeros que tenía
bajo sus órdenes los Maestres de las Orden Militares de la de Santiago Don
Pelai Pérez Correa, por cuya naturaleza pretenden justamente contender Galicia
y Portugal, cuya memoria será eterna por sus proezas guerreras, y por milagro
referido de nuestra señora de Tentudía; de Calatrava; de Alcántara Don Pedro Yáñez;
Don Fernán Pérez, gran Prior del Hospital de San Jun de Jerusalén, Don Gomes
Ramírez, Prior de los Templarios, además disponía de mando muchos caballeros y
Comendadores de todas sus Órdenes, y alguno más de la milicia de nuestra señora
de la Merced, según refiere memoriales suyos.
En Sevilla, siendo el
27 de febrero del año del Señor Jesucristo de 1264.
Alfonso X El Sabio, le hace donación a Don Remondo arzobispo de Sevilla por la gran labor que habéis prestado en el cerco y en la conquista de Niebla,se le ofrece una casa en esta villa, que es de la collación de Santa María, teniendo como lindero la casa con la del arcediano de Niebla, y por la calle de enfrente la casa de de Johan García, así como nueve aranzada de viña en la alquería que da nombre de Botilla, que tiene por lindero las viñas de Gómez Pérez; diez yeguada de pan en el paraje llamado Botillas vecinos de las viñas de Gómez Pérez de Alvarenga y cincuenta aranzadas de olivar en Villanueva, junto tantas otras al Maestre Beltrán en el término de Moguer, alquería de Niebla.
Hay que reconocer que
los templarios en el Reyno de Sevilla estaban formado por un número de unos cien caballeros con
sus respectivos pajes y escuderos gozando de ciertos privilegios reales,(de
hecho al arzobispo Remondo se le consideraban miembro de la citada Orden, ya
que era un cruzado, un hombre de la guerra) junto a una fuerte presencia de las
Orden Militares fuertemente armada. Desde la conquista de Niebla en febrero de
1262, se encontraba en esta villa, el Convento Mayor de la Orden de Santa María de España
conocida también como la Orden de la Estrella para la defensa del Algarbe, y
los Reinos de Sevilla según nos comenta el historiador y político don Pedro
Rodríguez de Campomanes.
Si miramos en la Catedral
de Sevilla con detalle la tumba del Arzobispo
Remondo, lo podemos ver cubierto de una túnica templaria y rodeados de monje de
la misma orden. Pero se aprecia arriba en la parte derecha de la tumba, un cuadro
de una Virgen Negra, simple curiosidad.
Rufino Barroso.
NOTAS: Niebla y sus tierra en la Baja Edad Media,
Remondo Arzobispo de Sevilla pgna. 261, libro primero.
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